Baila conmigo #2
Era como la quinta vez que acababa de suspirar en el día.Sus ojos estaban clavados en el techo mientras sus pensamientos atropellaban su mente y no existía ningún segundo de paz, quería organizarse y pensar que haría pero es que todavía no llegaba asimilar la situación.
Puso su almohada en su rostro y ahogó un gemido de frustración. Lo que había pasado sólo hacía horas volvía a su mente. Había ido a la casa de los Hale solo para enseñarle a Cora a bailar Vals, ya que después de los premios se haría un baile madre-hijo.
Ni siquiera se lo pidió amablemente, seguro que si le decía que no, lo obligaría y posiblemente lo arrastraría hasta su casa. No es que él tuviera un problema o que haya sido tan malo, a pesar de que Cora fuera como una piedra para algo tan suave como el Vals, estaba seguro que lo terminaría aprendiendo.
El problema había sido con Derek, no es que el mayor fuera un problema, obviamente no. Él era el problema cuando se trataba del Hale. El haberse negado lo hubiera dejado en una peor situación pero el aceptarlo le ponía totalmente nervioso.
Enseñarle a bailar Vals a Derek Hale. Juró internamente que haría pagar a Cora. Aunque el moreno no se había negado a la idea, es más, le había sonreído al haber aceptado la propuesta, con esa sonrisa que deja suspirando a todos en el instituto.
Que había estaba a punto de un colapso cerebral, rojo de la vergüenza, obligando a su cerebro que vuelva recordar cómo mover los pies. Debería dedicarse a la actuación, había disimulado su nerviosismo y Derek pudo seguirle los pasos. Fue mucho más fácil que con Cora pero fue el tenerlo a centímetros el desafío. "¿Era normal sentir tu piel arder con un simple contacto?" se preguntaba el castaño al recordar una de la manos del mayor en su cintura y la otra sosteniendo la suya.
"Respira Stiles, no es tan difícil, incluso lo haces hasta dormido...RESPIRA MIERDA" Stiles trata de volver reaccionar. Derek sólo acababa de decir "Me parece bien" para que el cerebro de Stiles colapsara. El castaño tragó saliva y abrió la boca para responder pero Cora se le adelantó.
-Pueden empezar ahora, yo necesito un descanso. -Y guiñándole un ojo a Stiles más una sonrisa burlona, desapareció del living. El menor se encontraba de pie sin saber qué hacer, con el mayor aun apoyado en el marco de la puerta, mirándolo con una ceja arqueada, soltó una pequeña risa y se acercó al castaño que parecía bastante incómodo.
-¿Sabes? Si es incómodo para ti, no tienes porq...-
-No es incómodo -le interrumpió para luego sonrojarse por su apuro, la sonrisa seguía en el rostro del moreno y Stiles le costaba mantener la vista sin quedarse hipnotizado por aquellos ojos verdes.
-Bien, porque no quiero hacerle pasar vergüenzaa mi madre-
-¿Acaso a todos los Hale se les da fatal el Vals?- La grave risa de Derek le llenó de una cálida sensación en el pecho, hacía mucho que no lo escuchaba reír o lo veía tan alegre, mayormente estaba con su ceño fruncido o su mirada fría de pocos amigos.
-No se me da fatal...sólo me cuesta seguir el ritmo, en comparación con Cora...
-¡LOS ESTOY ESCUCHANDO!- Ambos rieron al escuchar el fuerte reclamo de la morocha desde la cocina. Se quedaron un momento sonriendo entre ellos, hasta que Stiles apartó la mirada y Derek carraspeo.
-Entonces...¿Empezamos?-El mayor estaba a frente sólo a centímetros, con las manos en el aire, el menor tragó por la anticipación y volvió a poner la música. Tomó la mano derecha de Derek con su izquierda, la derecha la apoyó en el hombro del mayor quien llevó su mano libre a la cintura del castaño. El agarre de Derek era suave pero a la vez seguro, Stiles suspiró para calmar sus pensamientos y poder empezar.
-Recuerda que el tiempo es uno...-Dio un paso hacia un costado que el mayor siguió sin problemas-. Dos...-Otro paso al lado contrario-. Tres...Y así en la mayor parte...puedes ver mis pies para empezar, si quieres...-
Le incomodaba tener aquella profunda mirada verde tan cerca, podía ver mucho más de cerca los ojos de mayor y distinguir aquellos matices grises que recordaba de pequeño. Pero también se sentía bien, porque esos ojos no lo estaban juzgando, le era indescifrable saber qué había detrás de ese verde intenso, pero podía ver que había cierto brillo en ellos que le hacía temblar guardando los suspiros de su alma.
Derek negó a su idea con apenas un perceptible movimiento de cabeza, en ningún momento apartó su mirada y eso Stiles le estaba jugando en parte en contra. Sentía como el rubor hacía presencia sintiendo la ropa sofocarle, el mayor había acercado más su cuerpo, se rozaban y tenía que levantar la cabeza para ver a los ojos al mayor.
-¿Lo estoy haciendo bien?-La suavidad con la que preguntó y la leve sonrisa en su rostro, provocaron un escalofrío en Stiles, quien asintió al sentir la garganta seca. Lo estaba haciendo bastante bien, puede que algunas veces se trabara pero lograba seguir el ritmo aunque sus pasos muchas veces eran torpes. La sonrisa de Derek se ensanchó y lo que dijo a continuación, fue demasiado para su pobre corazón.
"Debe de ser porque tengo un buen maestro".
"¿Un buen maestro? ¿A quién quería engañar? Entiendo que tengo cara de tonto pero no tanto como para tomarme el pelo ¿Acaso era una broma?" Y toda esa situación era lo que frustraba al menor. Porque Stiles nunca se quedaba con la duda (¡Que era hiperactivo, joder!).Podía pasarse horas en ordenar y llegarse a aprender todo acerca de la dinastía china. Pero Derek era todo un misterio para el castaño; aquella actitud indiferente e incluso fría, llamaba a su curiosidad y le atraía de una manera increíble.
Ya no podía negarlo más, estaba totalmente enamorado de Derek. Todo ese miedo, ese nerviosismo, era porque ya no era un simple cuelgue, el mayor se había metido de tal manera en su cabeza que lo consideraba una maldición. Una dulce y sexy maldición.
No era malo enamorarse, para nada. Lo malo era tener de amigos a Scott y Cora, además que justo el novio de Lydia sea Jackson. Esos tres sacarían provecho de su situación que deseaba que el castigo fuera ser acompañante de la pelirroja cuando va de compras, que además no se burlaría de él, quizás le haría hacer estúpidos test de las revistas que lee y le obligaría a comprar ropa nueva. Suena mejor que soportar al pesado McCall, la burlona Hale y al arrogante Whittemore.
Tenía sueño, se desmayaba del cansancio, se había acostado tarde ya que se pasó toda la noche buscando donde conseguir garrafas de helio para los globos. Sally ya tenía toda la decoración planeada, se habían juntado en la biblioteca después de clases con los encargados de la decoración y le encargó a él que busque distintos precios para poder sacar un presupuesto.
¿Que era sábado y podría estar ahora en su cama? Claro que podía, pero Talia le había pedido que fuera a su casa esa misma tarde. No podría decirle que no a la alcaldesa y madre Derek Hale, no es como si hubiera alguna intención más, sólo ayudar a la señora Hale como cualquier buen ciudadano.
-Buenos días Alcaldesa-saludó Stiles apenas le abrieron la puerta, Talia le sonrió ante el saludo y le dejó pasar.
-Por favor, llámame Talia, hoy me tome el día y no quiero escuchar nada relacionado con el trabajo-empezó la mayor de los Hale yendo hacia la cocina masajeándose la sien. El castaño se disculpó entre risas avergonzadas y acepto el café que le ofreció la mujer-. Disculpa que te moleste en único día que tienes libre, Derek me ha contado que han estado atareados con toda la organización-
-No es una molestia para nada, la verdad es que puede ser tedioso pero nos lo estamos pasando muy bien-comentó Stiles recordando las reuniones después de clases, se estaba llevando de maravilla con los demás estudiantes del comité e incluso ha entablado más una conversación con Derek, quien siempre estaba dispuesto a trabajar y se le veía de mejor humor.
-Eso lo he podido ver, Derek viene con alguna sonrisa después de sus reuniones, es bueno verlo sonreír de nuevo... -La última frase despertó la curiosidad del menor,había cierto tono de melancolía en la madre del moreno e incluso había bajado la mirada.
-¿"De nuevo"?-Trató de sonar lo más sutil posible, mostrando su más sincera preocupación.
-En fin, vayamos a lo porque te he llamado. -Stiles solo pudo asentir; por lo visto no era un tema del que quisiera hablar o quizás no supiera de ello, según Cora (yLaura por lo que le contó la otra vez), el moreno se había un vuelto un poco distante. Talia abrió uno de los cajones de la isla en la que estaban tomando el café y sacó un pequeño cuaderno de tapa roja-. Este es mi cuaderno de recetas. -En sus ojos había cierto brillo especial, abrió en la hoja marcada por un pequeño lazo, rojotambién y se lo extendió a Stiles.
Sintió como el aire se le escapaba de los pulmones, miró a Talia quien le devolvía una sonrisa triste y una disculpaba silenciosa en su mirada. Volvió a posar su vista en aquellas pequeñas hojas de un trazo inolvidable describía la receta de una tarta de arándanos.
-Era una receta especial que Claudia hizo para el cumpleaños número 5 de Cora, recuerdo cuando la preparamos juntas. -Y él también lo recordaba, fue a la primera fiesta de los Hale que asistió, ya que hacía más de un año que se conocían. Pequeñas imágenes de la fiesta venían a su memoria, mucha de ellas estaba su madre, con una enorme sonrisa como siempre la recordaba. Una lágrima fue limpiada de su mejillas y su manos fueron rodeadas por las suaves y delicadas manos de la señora Hale-. ¿Te tiene que traer buenos recuerdos, no? -Stiles parpadeó muchas veces por la pregunta, no sonaba más a una afirmación, como si no hubiera otra opción y quizás era así.
Recordaba el momento en que su madre la preparaba, el delicioso aroma que invadía la cocina cuando la tarta estaba ya lista, Laura limpiándole el rostro a él y Cora cuando terminaron de comer, el brillo en los ojos del moreno al probar la tarta, la canción de feliz cumpleaños, la sonrisa de su madre.
-Sí, el cumpleaños de Cora. -Talía asintió y apretó un poco más las manos de Stiles- ¿Era la tarta favorita de Derek,no?-
-Lo es todavía...y esto-dijo señalando el cuaderno que tenía en sus manos-,es para preparar juntos para la categoría de "Mejor cocinera: Postres"-
- Claro,pero todavía falta para la presentación de la participantes de Cocina...
-Sí, sí, lo sé, Derek me dijo las fechas-lo interrumpió Talia yendo de un lugar para otro,buscando todo lo que necesitaba para la tarta.
-¿Entonces? ¿Y por qué mi ayuda?-Al castaño no le molestaba ayudar a la señora Hale a preparar la receta de su madre, es más, le gustaba la idea y quizás le llevaría a su padre.
-Porque quiero que sea mi pre-juez. -La sonrisa amable de Talia pareció iluminar el ambiente y el castaño sintió cierta calidez que creía haber olvidado-. Además de pedir tu permiso para usarla a la competencia, ya que es la receta de Claudia, me encantaría que su gran hijo me ayude a cocinar la mejor tarta. -La mayor despeinó al menor quien no pudo evitar reír por la caricia y soltar una pequeña lágrima.
-Ayudare...y, ¿podríamos hacer una para mi padre?-Fue una pregunta tímida que hizo que el corazón de la mayor se oprimiera. "Es la favorita de John" Fueron las palabras de Claudia que vinieron a su mente. Secó la lágrima que caía por la mejilla y le besó la frente.
-Por supuesto, también me gustaría preparar una para Derek. -El menor asintió con los ojos cristalinos pero una sonrisa sincera. Abrieron el cuaderno y decidieron poner manos a la obra.
-Voy a matar a Derek-dijo Lydia colgando la llamada, le había saltado el contestador y era la tercera vez que llamaba.
-Vamos Lyds, no es su culpa que se arruinaran los premios. -Stiles trataba de calmar a la pelirroja que se mordía las uñas nerviosa estaban en lospasillos, la fiesta del día de la madre se estaba llevando en el gimnasio-.No es su culpa que Gloria los haya arruinado al derramar el ponche-
-Voy a arrancarle las extensiones a esa maldita...-gruñó cada palabra y el castaño no podía estar más de acuerdo, aunque tampoco apoyaba la violencia pero Gloria parecía hacerlo todo a propósito.
-¿Alguna noticia de Derek?-Lily respiraba agitada, los había buscado por toda la escuela corriendo-. Después de la cena, está la entrega y ya están por servir el postre. -No tenían los premios y Derek se había ido en Camaro recorriendo la ciudad para poder imprimir de nuevo los que se habían arruinado.
-Nada, no responde. -Lydia seguía dando vueltas nerviosa, Lily suspiró resignada y Stiles rogaba para que Derek llegara a tiempo. Su celular vibró en su bolsillo y lo sacó para ver el mensaje.
-Es Derek -dijo emocionado y las dos chicas se acercaron para ver el mensaje-. "Ya los tengo, necesito sólo 10 minutos" ¿Qué hacemos?
-Podemos adelantar el baile madre-hijo, después del postre-propuso Lily dándose la vuelta para ir al gimnasio y conseguirle más tiempo a Derek para que llegara.
Stiles se encontraba sentado en una mesa, con un vaso de ponche en la mano viendo a los estudiantes bailar con sus madres. Que él no era el único sin una madre en todo el instituto, pero era el único estudiante que había decidido anotarse en el comité.
Todo había sido para avanzar, para dejar esa oscuridad en la que se encerraba cada vez que tocaba el tema, como si fuera tabú. Quizás sí sirvió, su padre pudo disfrutar de la tarta sin tener que recurrir al alcohol después pero ahora él estaba solo en una mesa mientras los demás estaban con sus madres.
-No puedo creer que hayas pasado la tarde enseñándole a bailar Vals y no haya llegado todavía -dijo Talia suspirando, sentándose en la silla de al lado.
-Derek ya está por llegar pero, ¿dónde está Cora? -El moreno le había avisado a Stiles que ya estaba por llegar pero Cora había asistido a la fiesta pero no estaba bailando con Talia.
-Estuvo solo un minuto conmigo para que luego un jovencito llamado a Isaac la invitara bailar, estos jóvenes de hoy en día, vuelan del nido muy rápido. -El menor miró curioso a la Hale, no parecía enfadada, es más, parecía feliz. "¿Quién es Isaac?" pensó el menor buscando en la pista a la menor, el nombre le sonaba, recordaba un día que Cora le contaba de un tal Lahey, amigo de su hermano-. Como sea... -empezó la mujer poniéndose de pie-. No puedo irme sin haber bailado más de un minuto el Vals. ¿Stiles, me harías el honor de ser mi hijo postizo? -Stiles no pude evitar reír ante la propuesta pero aceptó, estaba empezando a ver a Talia como una segunda mamá.
Stiles seguía riéndose, mientras la suave música todavía sonaba, la mayor empezaba a reprochar a sus hijos, a contarle cosas que hicieron cuando eran pequeños, sus travesuras y cumpleaños.
-Claudia estaría orgullosa de ti -interrumpió la risa del menor que no pudo evitar sonreír tímidamente-. Eres un gran chico, ojalá mi hijo pueda verlo. -Stiles no entendió a que se refería y cuando iba preguntar, otra voz interrumpió.
-¿Mamá? -Y en ese momento, el aire se le escapó de los pulmones al castaño, a sólo unos centímetros se encontraba Derek de traje y corbata con pelo peinado hacia atrás.
-Al fin decides aparecer, tanto molestar al pobre de Stiles y ni te presentas -comentó con exagerado dramatismo la madre del moreno, quien tenía una ceja arqueada y miraba al castaño en busca de una respuesta.
-No ha molestado para nada, además Derek estaba resolviendo un problema que había tenido con los premios-
-Y ahora estoy aquí, así que...
-Así que ahora bailarás con Stiles -dijo empujando a castaño, Stiles abrió los ojos como platos y trataba de preguntar por qué pero se había quedado sin habla, Derek solo frunció el ceño y preguntó en voz plana por qué-. Esto zapatos me están matando, ustedes son jóvenes, yo no, quiero sacarme ya estos tacones del infierno. -Sin esperar más respuestas, Talia se fue dejando a los dos solos, Stiles le pareció ver que le guiñaba el ojo y no pudo evitar sonrojarse más de la vergüenza.
Derek se acercó al menor y le tendió la mano, su rostro estaba serio, relajado y cuando tomó la mano, vio como una pequeña sonrisa aparecía. No se sorprendió que fuera el mayor el que lo guiara, después de todo nunca le había sido difícil. La canción de tres tiempos sonaba entre el tranquilo silencio que había entre ellos. Ver a Derek más de cerca le hacía a su corazón latir más rápido, el mayor no se había afeitado pero no desentonaba, el traje negro parecía haber sido solo para él, su perfume era fuerte y masculino, que embriagaba al menor. Sin poder evitarlo, se le escapó un suspiro que preocupó al moreno y apretó suavemente el agarre de su cintura, haciendo temblar ligeramente al menor.
-Gracias -dijo Derek rompiendo el silencio, su voz se escuchaba claramente sobre la música lenta que seguía guiando los pasos de ambos y era único sonido en el ambiente.
-De nada... supongo, pero ¿por qué me agradeces?-
-Por todo. -El castaño lo miró sin comprender y mayor tomó aire para continuar-. Por organizar esta fiesta, a pesar de no tener que hacerlo, te anotaste al comité y diste esta gran idea, les has dejado a las madres un buen recuerdo. También por bailar con mi madre, aunque no lo aparenta, la apariencia pública es muy importante para ella y estar en el baile madre-hijo sola, pues... me hubiera ganado varios años castigado. -Derek rió suavemente pero Stiles mantenía una sonrisa triste, conocía la historia del castaño, sabía por lo que estaba pasando internamente-. Me alegra que alegra que te hayas unido al comité...
La mirada expresión triste del menor cambio a una de confusión por las palabras del mayor, su mirada interrogante se cruzó con aquella impregnada de un verde que parecía mucha más brillante en la leve oscuridad del salón, se tragó su suspiro pero el tartamudeo lo traicionó-. ¿A q-que te refie...?
-Shh, no preguntes nada -lo interrumpió el moreno acercó su rostro al oído del menor, quien se estremeció ante la cercanía de este y la cosquilla que le provocó la barba de Derek al rozar con su mejilla-. Solo baila conmigo. -El menor no dijo nada más y dejó que el mayor juntara más sucuerpo, ocultando su rostro en el hombro del moreno-. Gracias por la Tarta de arándanos también-
El castaño se tumbó a su cama después de ponerse elpijama, había dejado toda la ropa por el piso pero estaba muy cansado. Hacía sólo unos minutos había terminado de limpiar todo, las madres no pararon de agradecer, la entrega de premios pudo hacerse sin problemas gracias a Derek, y Talia había ganado por la tarta de arándanos.
Derek se había ofrecido a traerlos a casa, ya que la batería del Jeep había muerto y el mayor parecía no aceptar un no como respuesta. El camino fue silencioso pero ninguno pareció molesto por ello, disfrutaron de la compañía del otro sin necesidad de hablar. Derek le había sonreído antes de irse, y con ese recuerdo junto a suspiró había decidido dormirse pero su celular empezó a sonar, era una llamada de Cora.
-¿Que pasa Cora? -respondió de mal humor tras luego bostezar, deseando que la llamada durara poco antes que se le escape el sueño.
-Derek acaba de llegar... -Se imaginaba a la morocha subiendo y bajando la cejas, con un suspiro trató de no gritarle a su amiga.
-Bien por él. ¿Algo más?-
-¿Irás al baile de la graduación?
-¿Interrumpes mi posible sueño para eso? Faltan meses y no, no pienso ir...
-Pues, seguro querrás después, no... Vas a ir al baile. -El tono burlón de Cora le llamó la atención, iba preguntarle a qué se refería pero le había colgado.
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Yay, la parte 2 ha llegado ~
Feliz Navidad y año nuevo atrasado xD
Comenten que quiero saber sus opiniones, si le gusta o no.
Saludos ~
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