G r a d a s

Poemas y retratos.
Cartas, cuadernos y garabatos.
Gritaste de enojo
y luego lo hice yo.
Reclamaste por lo injusto
y nosotros peleamos.

Te pedí disculpas,
me ignoraste.
Te dejé de hablar,
me buscaste

porque creías que todo estaba bien.
Creías que todo seguía bien
entre nosotros.

Ya no éramos compatibles.
Quince años después,
ya no comprábamos tacos en las esquinas,
entre nosotros ya no había una rutina.

Lo que había se desvaneció.
Si yo pude verlo,
¿por qué tu no?

Me debes una disculpa,
una disculpa que aún sigo esperando.
Una disculpa que nunca llegó.
¿Perdón? Es lo mínimo que merezco,
es lo mínimo que puedes decirme
después de haberne dicho eso.

¡Tu gritas! ¡Tu te enojas!
Tu culpas al mundo por estar rota.
Tu culpas al mundo por tu derrota.
¡Tu gritas! ¡Tu gritas! Tu lloras,
esperando no morir sola.

¡Que te aguanten ellos! Porque yo ya no
estaré ahí para ti, siendo martir
de tu victimismo, marchito colibrí.