Six

Entre sus prematuros deseos, llegar a casa no figuraba en ninguno de ellos.

Cultivar esperanzas de aparecer lo suficientemente tarde como para que sus abuelos paternos ya no estuvieran, sería poco realista conociéndolos.

Malgastó el tiempo lo más que pudo; fueron por los dichosos helados esa tarde, jugaron cerca de una hora en el arcade -idea suya- y luego llevó al mocoso de ojos verdes y su apéndice a casa. Incluso condujo con la velocidad al mínimo hasta llegar a la dirección dada por los Kim.

Seguro habían pensado que era un obseso de las leyes de tránsito. Si supieran.

Cuando entró al recibidor de su hogar eran alrededor de las 7:30 pm, las voces provenientes de la sala confirmaron sus sospechas. Y para mayor desgracia, era imposible subir las escaleras hacia su habitación sin delatar su presencia ante todos.

"Oh, Kook. Ya llegaste" su madre fue la primera en notarlo. Se levantó del asiento feliz y lo atrajo a un abrazo de bienvenida.

Aunque más bien la bienvenida debía de dárselas Jungkook.

Sus padres estuvieron lejos en Marsella por cuatro días. Nada nuevo en eso.

Sobre el hombro de la fémina observó a su padre agregarle más hielo al whisky del viejo.

¿Por cuántos vasos irían ya?

"Jungkook, acércate. Saluda a tus abuelos" dijo el señor Jeon cuando encontró su mirada.

Aplastando un gesto de resignación hizo lo que se le ordenó y tomó asiento frente al par de ancianos, en el sillón cercano al sofá que compartían sus padres.

Sin embargo antes de sentarse se sirvió un vaso para sí mismo.

La ley dictaba que nada de alcohol hasta los veintiuno, pero su familia había dejado de pretender que no sabían que había llegado ebrio en algunas ocasiones de las fiestas a las que asistía.

Además, soportar a sus abuelos requería toda la dosis del alcohol que pudiera resistir. Tomó un sorbo mientras esperaba el disparo en su contra que no tardó en llegar.

"¿Estás mejor ya?" ese había sido su abuelo.

"Sigo igual de bisexual que la última vez que me viste"

"Jungkook" siseó advertencia su madre.

Pero qué esperaba, él era bastante respetuoso con sus mayores, pero habían comentarios que simplemente no podía ignorar.

Su abuelo pensaba en la homosexualidad como una gripe de la que amaneces contagiado una mañana cualquiera y se te cura a los tres días con té de hierbas.

"Ustedes han tenido mano blanda con él. Ni siquiera puede elegir si le gusta un género u otro" dijo la matriarca del apellido Jeon. Su cara como si estuviese masticando un limón. "¿Es eso ser bisexual? Tú solo estás confundido, querido"

A la mierda el respeto.

"El mundo tiene peores problemas que en cuál agujero decido poner mi polla"

"¡Jungkook!" Su madre volvió a gritar, mientras su abuela llevó la mano al pecho consternada.

Por el rabillo del ojo pudo ver a su padre empujando un sorbo para esconder una sonrisa.

"No tiene caso. Es un insurgente sin causa" zanjó el mayor de los Jeon con tono desdeñoso. "Me dijiste que no tenías claro a qué universidad aplicar aún. Todavía estás a tiempo de pensar bien las cosas. Las puertas de mi casa en Busan estarán siempre abiertas para ti"

De nuevo el mismo tópico de la vez pasada, las mismas frases. El mismo vano intento de persuasión.

Tomó todo de él no rodar los ojos, aunque teniendo en cuenta sus contestas anteriores, este último hubiera sido un ínfimo irrespeto.

Era cierto que no sabía a qué dedicar su futuro, lo que sí sabía era que no seguiría los pasos de su abuelo.

Un condecorado general de cinco estrellas, retirado almirante e incursionado en la política en la pasada década. Ahora, célebre Alcalde de Busan.

El túrbido mundo de la política no le interesaba, como tampoco le había interesado a su padre en aquel entonces.

Por tal motivo sus padres siempre se mantuvieron alejados de ese entorno. Con suerte, les veía unas tres veces al año. En la prensa poco se hablaba de sus lazos consanguíneos con los dirigentes de la ciudad portuaria.

Y todos deseaban que se mantuviera de esa forma.

"Puede irle con la propuesta a sus otros nietos. Estoy seguro de que la amarían" dejó el vaso sobre la mesita de cristal en el centro, con aún líquido en el interior, antes de erguirse. "Además, un insurgente como yo solo te avergonzaría frente a tus socios"

Tras una corta reverencia y pocas palabras justificantes, se marchó de la sala.

Lo último que escuchó fue a su abuela continuar despotricando en su contra mientras subía las escaleras de dos en dos.


Alrededor de media hora más tarde, llamaron a la puerta de su habitación. Su madre entró con su grácil caminar de siempre y Jungkook se quitó los audífonos ya preparado para la charla que sabía le tocaría.

Los bonitos ojos pardos de la mujer tenían un borde duro inusual en ellos.

"¿Qué te he dicho acerca de esa actitud tuya? No puedes hablarle a tus abuelos como si fueran tus amigos del instituto, Jungkook"

"Todo lo que hice fue defenderme" dijo con firmeza sosteniéndole la mirada. "Me enferman cada vez que abren la boca y sueltan sus mierdas"

"Lenguaje" advirtió. Antes de exhalar y sentarse a la orilla de la cama. Sus manos apartaron un mechón negro en la frente de su hijo. "No te estoy diciendo que les envíes una postal en navidad y llames todos los meses. Solo te pido que los toleres un poco más, ¿sí?"

Incluso eso era pedir demasiado, pero por su madre, podía intentarlo. Si con eso quitaba un peso en sus hombros.

Nunca escuchó la historia completa, pero incluso un ciego se daría cuenta del rechazo que sus abuelos implementaban hacia ella. Siempre dedos acusadores y miradas críticas impregnadas en desagrado.

En los inicios de la relación con su padre, intuía, debió haber sido muchísimo peor.

"¿Papá dijo algo sobre esto?" quiso saber.

Su madre resopló.

"¿Aparte de Ya es hora de irse. Tienen un avión que tomar mañana? No, nada. Es el más entretenido con la situación" comentó con un dejé de un humor. "Le causa una especie de diversión ver sus caras volverse rojas por tu causa"

Jungkook sonrió de lado. En parte aliviado de que su padre haya enviado a sus abuelos de vuelta a su hotel pronto.

El silencio se hizo con la habitación, mientras la fémina, con su expresión ya suavizada, seguía peinando su pelo entre los dedos. Las uñas bien cuidadas y largas cepillando contra su cuero cabelludo le hicieron sentir somnoliento.

Sin embargo no pudo evitar preguntar.

"¿Cómo es que no los odias? ¿Cómo es que tienes tanta paciencia?"

Se lo había cuestionado en su cabeza por cientos de veces.

"Porque amaba a tu padre. Debí aprender a tenerla" confesó todavía distraída en deshacer los nudos del cabello con sus dedos. "Nuestro matrimonio habría sido un desastre de lo contrario"

Algo en esas líneas llamó su atención, e hizo a su perspicaz mente abandonar el tema y aferrarse a otro todavía más confuso.

"¿Por qué estás hablando en pasado? ¿Ahora ya no amas a papá?"

Se sentía cual niño de seis años con su asedio de preguntas, pero el peso encerrado en aquellas palabras no era algo que un infante pudiera entender.

Y nunca antes se había sentido más trastocado.

Sus padres se llevaban bien, por supuesto tenían habitaciones separadas desde hace un tiempo pero siempre pensó que era más por... ¿comodidad?

La mujer detuvo las sutiles caricias, antes de bajar la mano a su mejilla y después besarla.

"Es hora de que duermas. Mañana tienes clases y es tarde"

Cuando las luces se apagaron y la puerta estuvo cerrada, se quedó mirando a la nada. No sabe por cuanto tiempo se mantuvo así hasta que el sonido de notificación en su teléfono lo sacó de sus pensamientos.

Mocoso de 1er Año:

¿Ya estás dormido?

De ser así no estarías leyendo esto, verdad? Que tonto Jjjjj

Disfruté cantidad hoy, hyung.
Deseo que se repita pronto. Eres genial

Dios, qué iba a hacer con este niño. Una voz, su conciencia probablemente, le ordenó que decirle la verdad sería una buena idea. De todos modos, todos hemos pasado por eso, no será la última vez que le rompan el corazón; aunque probablemente sí la primera...

Yo:

Hola Yeonjun, es bueno saber que te divertiste

Ya estaba por acostarme

Mocoso de 1er año:

Oh, yo igual!

Pero antes quería mandarte un mensaje de buenas noches y recordarte lo mucho que me gustas

Yo:

Buenas noches, Yeonjun

Tal vez la cabeza nido de pájaros de Taehyung tenga razón y él sea un cobarde en verdad.

Disculpen cualquier error que pueda haber. Tengan buen día

(⁠ʘ⁠ᴗ⁠ʘ⁠✿⁠)

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