﴾23. 5HiT! 1/5﴿
JiMin
Estoy muy ansioso por su llegada, me muero por contarle sobre YoonGi y recibir sus sabios consejos que siempre me da, sobre todo ahora que oficialmente tendré mi primera cita; y sobre todo, ansío con mucha felicidad presentarle a Jin hyung. Estoy seguro de que se van a llevar de maravilla. Sería maravilloso que las personas que más quiero estuvieran juntas, si eso se hiciera realidad, entonces tendría algo así como una verdadera familia aquí, rodeado de personas que me aman, me protegen y, sobre todo, me aceptan tal como soy.
Y hablando de Jin, no he recibido mensaje de él en todo el día, ni siquiera he tenido el valor de escribirle yo mismo, aunque seguramente Hobi ya le avisó que estoy en casa. A pesar de que me inquieta pensar en cómo va a reaccionar cuando le cuente lo de la fiesta, confío en que me va a abrazar, pero seguramente querrá interrogar más a YoonGi y desconfiará de él, tal y como lo hicieron mis amigos.
Pero a quien definitivamente sí tuve que mensajear para reclamarle cosas, fue a TaeMin. Dentro de los recuerdos llenos de bruma que tengo, supe que BaekHyun se llevó a mi amigo a su casa, pero nada más. Y esta mañana, antes de ponerme a hacer tarea, le pedí explicaciones sobre sus amigotes que me agredieron y me obligaron a tomar, pero resulta que él amaneció peor que yo con la resaca. En sí, él tampoco se esperaba que pasara todo eso, se disculpó muchas veces por prácticamente ponerme en bandeja de plata para que abusaran de mí, así que no puedo culparlo porque, a fin de cuentas, él también fue maltratado como se "acostumbra" con los novatos. Sin embargo, algo no me termina de cuadrar porque en todo el recorrido que hice en la casa, no vi a nadie ser obligado a beber ni ser amenazado como me pasó a mí.
Ahora me encuentro sentado en el pórtico esperando, rumiando precisamente esos pensamientos y sospechas sobre la fiesta, pero entonces veo un taxi de color blanco estacionarse, sacándome de mis divagaciones mentales y poniéndome alerta. La puerta del copiloto se abre y puedo ver a NamJoon salir, mi corazón da brinquitos de felicidad. ¡Por fin está aquí!
— ¡Chim Chim! —Me grita desde la distancia—. ¡Ven a ayudarme con mis maletas!
Suelto un chillido de felicidad imposible de contener y corro a abrazar a mi mejor amigo, me cuelgo de su cuello y lo aprieto muy fuerte, él me toma de la espalda y me levanta del suelo para darme un par de vueltas, ambos gritamos de emoción como un par de locos, el taxista se nos queda viendo raro, pero no me importa porque por fin me siento completo al poder ver a mi mejor amigo después de más de un mes.
— ¡No sabes cuánto te he extrañado, hyung!
—También te eché de menos, Chim Chim —me sonríe ampliamente, dejando ver sus adorables hoyuelos y sus blancos dientes que hacen contraste con su piel ligeramente bronceada. Era rubio la última vez que lo vi, pero ahora se tiñó de negro, su color natural lo hace ver más guapo que antes, ¡a Jin le va a encantar!
—Yo más, anda, vamos adentro que hay mucho chisme por contar —le digo mientras lo ayudo a bajar sus maletas de la cajuela y nos dirigimos hacia adentro. Viene cargando con dos maletas extremadamente pesadas, me parece sospechoso. ¿Cuánto tiempo se va a quedar y por qué no me avisó con tiempo que iba a venir?
Abro la puerta principal y entro antes que Namjoon. Tae y Hobi están tirados en el sofá inmersos en su eterna obsesión por Game of Thrones (la cual no sé qué le ven de gracia, tendré que verla para entenderlos), llamo su atención para que pausen esa cosa y tras de mí entra NamJoon, saludando enérgicamente.
— ¡Hola! —Saluda agitado.
—Hobi hyung, TaeTae —les interrumpo, porque los otros se quedaron viendo con cara de "¿y este qué?" —Quiero presentarles a mi mejor amigo NamJoon.
Taehyung le pone pausa al programa y se levanta rápidamente justo después de HoSeok para recibir al visitante. Hacen una pequeña reverencia y se acercan para darle un apretón de manos de bienvenida.
—Hyung, ellos son HoSeok y Tae, HoSeok vive aquí y Tae es su novio.
—Mucho gusto, chicos. Me da mucha felicidad que mi Chimmy haya encontrado amigos como ustedes, donde pueda ser él mismo.
—Y más que eso, en esta casa gobierna la homosexualidad —presume HoSeok—. Nos da gusto conocerte, JiMinnie nos ha hablado mucho de ti.
—Sí, es un parlanchín, no le callamos la boca, ¿cómo lo aguantaste tanto tiempo en Busan?
—Porque somos tal para cual —ríe Nam—. Espero que no les moleste que haya llegado con poco tiempo de anticipación, surgió algo y tuve que venir apurado.
—No te preocupes, seguro a Jin no le molestará —contesta HoSeok—. Solo habrá que preguntarle si te puedes quedar en el sofá cama del estudio.
—Ah, no quiero ser una molestia, buscaré un hotel —noto cómo se pone rojísimo, pues Nam siempre ha sido muy modesto.
—Para nada, Jin es muy hospitalario aunque se las quiera dar de muy estricto. ¿Por qué no te sientas? Seguro vienes cansado del viaje.
—Claro, gracias —él sigue rojísimo, pero yo estoy muy contento de que mis amigos sean tan amables con Nam, aunque me sigue pareciendo sospechoso eso de que "surgió algo y tuvo que venir apurado".
Pero antes de que podamos seguir con las cortesías, la puerta suena y alguien del otro lado reniega, se escuchan roces de bolsas de plástico y el tintineo de unas llaves que intentan encajar en la cerradura.
— ¡Mierda! ¡Alguien abra la puta puerta, no encuentro mis llaves!
Es Jin maldiciendo, lo cual es raro porque él no suele maldecir a menos que esté de verdad enfadado. Le abro rápidamente la puerta, encontrando a un Jin de cara enrojecida, los dedos torcidos envueltos en las asas de las bolsas llenas de víveres, me apresuro a intentar ayudarle con algunas porque se ven muy pesadas.
—Dame esas bolsas, hyung.
Jin se me queda viendo quietamente, no me habla, solo me clava su mirada asesina, arruga su entrecejo y da un par de pasos para entrar a la casa, retrocedo al notar la agresividad con la que se mueve.
—Yo puedo solo, JiMin —responde con un tono muy extraño, no suena enojado o triste, más bien plano y sin emoción. ¿Estará molesto conmigo? No lo culpo, después de todo tengo que explicarle muchas cosas.
Justo cuando logra entrar con las mil bolsas en sus manos, se le cae una que está llena de limones amarillos, suelta un par maldiciones en voz baja y se intenta agachar para recogerlos, aún con las manos ocupadas en exceso. Intento ayudarle, al igual que los demás, pero el solo nos repele.
—Entiendan que puedo hacerlo solo, ustedes sigan con lo suyo —reniega con el mismo tono plano de antes, nunca vi antes a Jin así. ¿Estará molesto por mi culpa? ¿O es que notó la presencia de un extraño en la casa y eso lo puso de malas?
Termina de levantar los limones y los mete de nuevo a la bolsa a duras penas, los demás nos quedamos viendo perplejos, puedo leer las miradas de los demás y creo que ven lo mismo que yo: alguien extraño que no se parece en nada a nuestro Jin alegre de siempre. Se incorpora para dirigirse a la cocina, pero entonces se detiene al ver a NamJoon. Mierda, espero que no le diga algo hiriente o de verdad voy a sentirme mal.
— ¿Y tú eres...? —Su voz se quiebra un poco y su semblante ahora se ve un poco suavizado, si antes estaba enojado, podría decirse que mejoró un poquitito. ¿Le gustaría NamJoon apenas lo vio? Lo noto ponerse nervioso, su rostro se sonroja, ¿le gustó? ¡Por favor que sí!
—Jin hyung —intervengo—. Este es NamJoon, mi mejor amigo del que les hablé, llegó de sorpresa hoy.
Jin lo examina de arriba hacia abajo y luego desvía su mirada hasta las dos grandes maletas que están junto al sillón.
—No hay habitaciones disponibles, esto no es un hotel —le lanza una mirada nerviosa y luego me mira enojado.
—No te preocupes —intervienen Nam, antes de que yo pueda explicarle —. Solo vine a ver a Minnie, me iré a un hotel, tengo un apartamento ya arrendado pero aún no tengo cama, recién estoy arreglando la mudanza.
Lo volteo a ver, sorprendido, muy, muy sorprendido, ¿mudanza? No digo nada, no es momento de cuestionarlo.
—No, quédate en el sofá cama, JiMin nos ha hablado muy bien de ti. Lamento si soné... agresivo, solo tuve un mal día.
— ¿Seguro? No quiero ser una molestia, te pagaré la noche —todos nos quedamos sorprendidos, pues el semblante de Jin se suaviza increíblemente ante la sonrisa de NamJoon.
—No digas tonterías, los amigos de JiMinnie también son mis amigos —resopla, como queriendo ser amable y a la vez no. ¿Qué le pasa?
—Te lo agradezco mucho —le brinda una reverencia de casi noventa grados—. Al menos déjame ayudarte con las bolsas, se ven pesadas.
Jin no reacciona por un momento, sólo lo ve fijamente a los ojos, Hobi y Tae retroceden un poco al sentir la tensión casi palpable en el ambiente y suben las escaleras, tan silenciosamente que solo yo noto cuando se van.
—Está bien —cede Jin finalmente—. Sígueme, las llevaremos a la cocina.
NamJoon toma las bolsas que Jin se rindió de cargar y sigue a Jin hasta la cocina. No sé si seguirlos o quedarme en la sala a esperar que algo pase. Claramente las cosas están tensas, empezando por que no hubo tiempo de anticipar la llegada de mi mejor amigo, además aún le debo explicaciones sobre lo de anoche.
Me quedo sentado en el sofá con la mirada perdida por unos minutos, sin escuchar nada más que a NamJoon preguntarle a Jin dónde va la despensa, estoy nervioso y tengo mucho miedo, las reacciones de Jin no son para nada familiares, necesito hablar con él en este momento, sin Hobi o Tae, a solas. La culpa me carcome y no voy a estar tranquilo hasta que él sepa la verdad.
Armado de valor, pero con las manos muy temblorosas y sudorosas, me levanto del sofá y camino hasta la cocina, donde encuentro a mi amigo ayudándole a Jin a colocar unas latas hasta arriba de la alacena, totalmente en silencio, pero noto que Jin está muy ruborizado. Aclaro mi garganta y finalmente rompo el hielo.
— ¿Jin hyung? —Inmediatamente me arrepiento de hablar, él gira bruscamente su cabeza y me vuelve a mirar con frivolidad—. Podemos... ¿podemos hablar arriba?
Se voltea completamente y cruza sus brazos, recargándose contra la estufa y mirándome con indiferencia. NamJoon no dice nada, solo continúa acomodando cosas, supongo que también logró sentir la tensión con Jin. Suelta un pesado suspiro y decide contestarme.
—Vamos, tienes mucho que explicar.
Pasa el umbral de la cocina rozándome un poco y lo escucho subir las escaleras, antes de seguirlo, le hago una seña a Nam para que me espere y conserve la calma. Asiente tranquilamente y continúa con su labor. Entonces sigo a Jin hasta que entramos a su habitación, él se sienta en la orilla de la cama con los brazos cruzados y se me queda viendo. Cierro la puerta detrás de mí e inmediatamente veo cómo se le inundan los ojos a Jin, eso me parte el corazón. Siento escocer mis ojos, las lágrimas salen con tan solo verlo y me acerco rápidamente para abrazarlo. Me envuelve en sus brazos y me pega a su pecho, mojando mi cabello con sus lágrimas.
— ¿Tienes idea de lo mucho que me preocupé por ti? Estaba aterrado de que te pasara algo.
Me suelto de su abrazo y lo miro de frente, tomo sus manos para seguir en contacto y hablar tranquilamente, a pesar de que casi no puedo ver por las lágrimas. Me derrumbo, no puedo ocultárselo.
— ¡Fue horrible, no tienes idea, hyung! —Lloriqueo, vuelvo a abrazarlo y empiezo a contarle lo que pasó entre sollozos y fuertes chillidos, él solo se limita a escucharme y acariciar mi cabeza mientras me desahogo. Mientras le cuento en pequeñas pausas por el llanto, hago énfasis en que YoonGi me ayudó, que fue respetuoso, que me hizo sentir mejor y me ayudará a protegerme en la escuela. No quiero que nadie piense mal de él, no cuando se esforzó mucho por salvarme.
—No puedo creerlo, de verdad, esto es horrible. ¿Cómo es que la escuela permite que sus estudiantes mayores abusen así de los menores?
—Tampoco me lo explico —ahora ambos estamos más tranquilos, pero seguimos tomados de las manos—. Pero no te preocupes, todo va a estar bien. Yo estoy bien, solo tuve una resaca terrible y el moretón en mi mejilla, pero fuera de eso, no pasó nada más.
—Más vale, menos mal que YoonGi estuvo contigo y te cuidó, deberemos agradecerle de algún modo.
—Sí, eh, sobre YoonGi...
— ¿Qué?
—Tendremos... una cita. Mañana iré al cine con él.
Jin me sonríe ampliamente y me vuelve a abrazar muy fuerte. Puedo sentir en ese contacto un amor bastante genuino, muy propio de él.
—Estoy feliz de que al menos las cosas estén yendo bien para ti, JiMin —su voz suena apagada, triste, ¿por qué suena así?
— ¿A qué te refieres, hyung? Últimamente has estado actuando extraño, te noto triste y decaído. ¿Está todo bien?
Se separa de mí y se pone de pie rápidamente, acercándose al espejo para checar su apariencia y acomodar un poco su cabello. Parece ser que de algún modo se puso una máscara, porque ahora está intentando fingir una sonrisa.
—No digas tonterías, Minnie. ¡Estoy mejor que nunca! Sólo he tenido mucho trabajo estos días, hay auditoría en el restaurante y he tenido que mover traseros como un loco, nada de qué preocuparse, solo un adulto trabajando. ¿Está bien?
Bueno, eso sonó más convincente y tiene sentido, ¿no? Tal vez el estrés del trabajo sí le esté afectando, por lo tanto, quizá deberíamos introducir una pequeña distracción llamada Kim NamJoon.
—Lo entiendo, hyung, pero sabes que estamos aquí para apoyarte y escucharte. Así como nosotros nos desahogamos contigo, tú también puedes confiar en nosotros para que te abracemos y te mimemos.
—Lo sé, mi pequeño terrón de azúcar, pero estoy bien —no lo parece, quisiera preguntar más, pero no quiero que se sienta hostigado.
— ¿Y qué te pareció Nam? —Cambio un poquito el tema, haciéndole esas cejitas insinuadoras.
—Ah, se ve agradable —sigue arreglando su cabello frente al espejo y me mira de reojo, noto cómo se le ponen las mejillas ligeramente rosadas cuando menciono su nombre—. ¿Se quedará a vivir aquí en Seúl?
—Eh, no lo sé. Creo que algo trama, no me dijo que se mudaría. Quizá consiguió por fin un empleo en alguna galería o universidad. ¿No sería lindo? Solo faltaría que JinSil noona viniera aquí también y mi vida sería perfecta.
—Suena bien, JiMin, espero que a tu amigo le vaya bien en su mudanza—. Se voltea y sale de la habitación—. Vamos, hay que hacer la cena. ¡HoSeok, Tae! ¡Los quiero abajo en veinte minutos! —Grita en el pasillo junto a la puerta de la habitación de Hobi y luego bajamos las escaleras.
Abajo está NamJoon hojeando un libro, sentado cómodamente en el sillón. Levanta la mirada y sonríe al notar que nuestros rostros están relajados.
— ¿Todo bien?
—Muy bien —le responde Jin —cenaremos dentro de poco, acomódate donde mejor te plazca, puedes poner las maletas arriba en la habitación de Minnie. Sé ordenado con tus cosas.
NamJoon lo mira perplejo, asiente y se levanta de un solo movimiento para tomar una maleta, yo tomo otra y subimos lentamente las escaleras debido al peso del equipaje. Entramos a mi habitación, la cual está un poco desordenada por toda la ropa que descarté anoche antes de irme a la fiesta. Dejamos las maletas junto a la cama y nos sentamos en el piso a descansar después de cargar tantas cosas.
—Creo que no solo yo te debo chisme. ¿Cómo que mudanza, Nam?
—Ah, sobre eso —se ríe como un niño a quien le han descubierto una travesura—. No iba a decirte nada hasta que fuera seguro, pero ayer me llamaron de sorpresa y no tuve tiempo de hablar con nadie. Minnie, me dieron el empleo.
—No... ¿En serio?
— ¡Sí! —Ambos gritamos de felicidad y nos abrazamos eufóricos—. ¡No puede ser! ¡Creí que tardarían más en aceptarte en esa galería!
—Yo también, pensé que me rechazarían por ser recién egresado, pero lo logré, Minnie. Ahora me verás más seguido, no puedo creer que sea real.
—Yo tampoco, pero estoy muy contento, te irá muy bien, ya lo verás. ¿Estás nervioso?
—Mucho —respira agitado—. Pero tengo muchas expectativas y sé que todo irá bien.
—Claro que te irá bien, eres Kim NamJoon —le doy un codazo amistoso, ambos nos quedamos en silencio y yo lo miro con una sonrisa pícara.
— ¿Qué tramas?
— ¿Y qué te parece?
—Está hecho un desastre, deberías limpiarlo.
— ¿Qué? ¡Yo hablo de SeokJin!
— ¡Ah! Lo siento. Es mucho más lindo que en la foto que me mandaste, pero creí que era más amigable, eso me dijiste.
—Lo es, lo es, pero ha tenido unos días pesados debido al trabajo, tal vez sólo necesita descanso. Pero creo que sí le gustaste.
— ¿Y tú como sabes eso? —Se sonroja un poco y se cubre la cara.
—Dejó que le ayudaras con las bolsas, cosa que no suele hacer. Te dejó quedarte a dormir sin conocerte bien, su cara cambió cuando te vio, te dejó meterte en la cocina sin regañarte. ¿Qué no prestas atención a las señales?
—Vaya... eso sí que me sorprende, ¿crees que podré acercarme sin que me muerda?
— ¡Ya lo hiciste! Ahora solo debes mantenerte cerca, pero ten cuidado, él necesita darse cuenta de que tus intenciones son buenas o te mandará directamente al carajo. Jin es un hombre serio.
—Bueno, lo tendré en cuenta, pero no pienso lanzarme, primero me voy a establecer aquí y después pensaré en romance —se ríe otra vez y me revuelve el cabello—. No sabes cómo te he extrañado. ¿Ahora sí vas a contarme del tal YoonGi?
Me siento emocionado y empiezo a soltar detalles sobre él sin parar, le hablo de las señales que he seguido y de todas las coincidencias entre nosotros, él se impresiona y me felicita porque por fin encontré el amor. Incluso le cuento brevemente sobre lo de la fiesta y cómo YoonGi terminó por salvarme, trato de resumirlo lo más que puedo, sin los detalles escabrosos y centrándome solamente en el chico del que me estoy enamorando.
— ¿Y él ya te dijo que le gustas?
—No exactamente, hyung, pero se ha portado muy lindo conmigo y me invitó al cine, ¿eso cuenta?
—Bueno, primero debes estar seguro de que sí le gustas, pero si dices que te cuidó muy bien anoche, tal vez eso sea una buena señal.
—Quizá pronto lo sepa, lo que pasa es que es un poco tímido y casi no platica de eso, pero lo que necesita es amor, ¿no? Todos ceden cuando tienen amor enfrente, tú mismo lo dijiste. Estoy seguro de que cuando se dé cuenta de que estamos destinados, me dará todo ese dulce amor que lleva guardado especialmente para mí.
—He creado un monstruo.
La cena fluyó con más tranquilidad de lo que imaginaba, a pesar de que Jin continuó con un semblante de incomodidad o enfado. Realmente quisiera creer que está así por el trabajo, pero hay algo que no me cuadra. Haciendo cuentas, ha estado menos expresivo los últimos días, después de lo de JungKook noté que su brillo habitual disminuyó, pero no sé si eso tuvo que ver o hay algo más. Sea lo que sea, me preocupa, pero de todas formas trato de mantenerme positivo, estoy seguro de que con NamJoon aquí seguramente se animará a llenarse del amor tan tierno que mi mejor amigo tiene por ofrecer.
Por otro lado, claro que Hobi y Tae se enojaron un poquito porque adelanté la charla de la fiesta caótica y además tuve que darle a Nam los detalles escabrosos mientras cenábamos, obvio que se preocupó por mí, pero ya no lloré mientras lo hablaba, ese tema prefiero que quede zanjado por ahora, no necesito que esos recuerdos opaquen lo lindo que la estoy pasando con estas personas a mi alrededor y con el amor tocando la puerta.
Pase lo que pase, sé que las cosas irán mejor a partir de ahora, porque cuando tienes amor, no necesitas nada más.
¿Did you see my bag? ¿Did you see my bag? It's hella trophies and it's hella thick.
Llamada de Min YoonGi
— ¿Diga?
— ¿Estás listo?
—Sí, ¿y tú?
—Sí, llegaré en quince minutos.
— ¿Quién era, JiMin? —Pregunta HoSeok con la boca llena de comida.
—YoonGi, ya viene por mí para ir al cine.
—Uy~ JiMin tiene novio~ —canturrea Tae.
— ¡Aún no es mi novio! —Me sonrojo, me da vergüenza que digan la palabra "novio", pero a la vez me hace cosquillitas en la panza.
—Ya, Tae, no lo molestes —le reprende Jin —. Acaben con su cena y laven su plato, yo tomaré un largo baño en la tina de arriba, no se atrevan a molestarme.
Jin se levanta de la mesa sin siquiera llevarse su plato, ¿extraño? Bastante, pues su rostro se ve nuevamente plano y sin vida, como si le faltara el alma o algo así. Supongo que es el cansancio, espero que el baño en la tina lo ayude a relajarse. Sube silenciosamente las escaleras, sin siquiera despedirse de mí o advertirme que me cuide, como siempre lo hace. Insisto, Jin está excesivamente raro.
Nam se quedó nuevamente a cenar, por insistencia de Jin, de hecho también lo dejó que se quedara otra noche, dado que no pudo conseguir su colchón de un día para otro. Me pareció bastante lindo que lo acogiera de esa manera, no solo porque él de por sí es hospitalario, sino porque sé que hay algo en Nam que le atrae, lo puedo sentir.
Terminamos de cenar y corro a lavar mi plato rápidamente. El otro par de enamorados se apresura a hacer su parte de la limpieza porque se quedarán a dormir en casa de Taehyung, entonces somos solamente Nam y yo en la planta baja, arreglando la cocina tal y como a Jin le gusta. Para cuando acabamos de limpiar, YoonGi ya está afuera, haciendo retumbar nuevamente los vidrios de mi casa con su heavy metal.
—Me voy —me apresuro a tomar mis cosas.
—Suerte, Chim ¡Cuídate mucho! —Me dice NamJoon—. Y recuerda mantenerte alerta a las señales.
— ¡Lo haré!
Me despido de nuevo y salgo de la casa rápidamente. Inhalo y exhalo, tranquilízate, JiMin, es solo una película, me repito mentalmente para calmar los nervios. Entro al auto y YoonGi baja el volumen de la música, voltea a verme y me regala una pequeña sonrisa, la cual me hace ruborizar.
—Park, luces bien hoy —me dice con su voz un poco seria, pero de todas formas el cumplido provoca que mi corazón lata tan fuerte que casi se me sale del pecho. ¡Luzco bien para él! Maldita sea, siento que me voy a morir de amor en este momento. Contrólate, estúpido, no lo arruines.
—Gracias, YoonGi, tú también te ves bien —y no lo digo solo por corresponder, de verdad se ve increíble vestido completamente de negro, incluso con sus mangas largas de siempre.
—Bueno, admito que no estoy tan mal.
Fun fact: esta serie de capítulos se titulan 5HiT en referencia a la 5-hidroxitriptamina (5HT), también conocida como serotonina y a la expresión "shit!", o shibal, como le quieran decir xD
La serotonina es una sustancia química cerebral que desempeña un papel crucial en la regulación de nuestras emociones. Contribuye a la sensación de bienestar y felicidad. Durante el enamoramiento, se pueden experimentar aumentos en los niveles de serotonina, lo que puede influir en el estado de ánimo positivo asociado con el amor romántico. Otras sustancias como la dopamina y oxitocina también están involucradas en este proceso neuroquímico.
Por otro lado, en el caso de la depresión, se ha observado que hay alteraciones en los niveles de la función de neurotransmisores, incluida la serotonina. En algunos casos de depresión, suele haber una disminución en la disponibilidad de la serotonina en ciertas áreas del cerebro.
Información que cura
Bai
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top