﴾1. Good bye, blue sky﴿




JiMin

     ¿Alguna vez han tenido un sueño muy grande? Pero no uno cualquiera, de esos que se olvidan con el tiempo; sino de los que esperas cumplir con ansias y mientras más pasan los años, más lo deseas y te esfuerzas por conseguirlo. Yo tengo uno muy grande: quiero enamorarme profundamente de alguien, encontrar al amor de mi vida, con quien pasaré toda mi vida y quien será el dueño de todas mis sonrisas. Claro... mi otro gran sueño es ser médico, y no es que mi carrera sea menos importante que enamorarme de alguien, pero es que yo siempre he querido estas dos cosas desde que soy pequeño.

     Estos dos grandes sueños son diferentes, porque yo sé muy bien que me voy a convertir en un gran médico, estudiaré en Seúl para lograrlo y me entusiasma muchísimo, pero buscar el amor es mucho más emocionante porque estará lleno de misterio al principio, tendré que mantenerme muy atento a las señales que me rodean y seguir cada una como si estuviera en la búsqueda de un tesoro hasta que, al final del camino, encuentre a ese chico especial. ¡Estoy muy, pero muy emocionado!

     A medida que fui creciendo, mi corazón fue acumulando tanto, pero tanto amor, que ahora deseo encontrar a quién regalárselo. Para mi desgracia, tuve que guardarme todo ese amor y esperar para tener novio hasta después de mudarme, porque mis padres son homofóbicos y no tengo intenciones de contarles que soy gay, porque seguramente papá me golpeará o algo peor. No quiero arriesgarme porque tengo una carrera por estudiar, pero a penas ponga un pie en Seúl, seré libre para encontrar el amor sin que mis padres lo sepan.

     Mañana es el gran día, entre más lo pienso, más siento que es irreal, como si estuviera soñando, porque viviré en la gran ciudad capital con dos roomies que encontramos en internet, sin adultos, sin reglas tontas, sin horarios para dormir. ¡Libertad total! No me interpreten mal, amo a mi familia y me pone triste despedirme, pero estoy consciente de que a veces la felicidad no siempre se encuentra en el lugar donde se nace. Ahora es momento de extender mis alas y volar lejos, a donde mi vida cobrará otro sentido y seré yo mismo con libertad, porque aquí soy como un patito feo disfrazado para aparentar la "normalidad" que mis padres esperan de mí. Aquí debo ocultar mis verdaderos colores para ser aceptado, pero a partir de mañana todo cambiará.

     Y aunque me siento algo nervioso y con miedo a fracasar, sé que valdrá la pena y todo saldrá bien. Tengo un buen presentimiento, porque el destino tiene preparado para mí algo especial. Alguien especial.





     Papá se está volviendo loco porque no me levanté temprano. ¿Pero cómo quería que me despertara, si me obligaron a quedarme en la fiesta familiar hasta las tres de la mañana? Claro, la fiesta era mía, para despedirme, me dieron regalos y todo, pero tampoco puede culparme.

     En fin, luego de discutir y llamar a la central de autobuses para cambiar la hora de mi salida, me apresuré a ducharme. A pesar del estrés por la prisa, me tomo mi momento para verme al espejo, tengo ojeras por el desvelo, mi cabello naranja se ha deslavado un poco y ya no hay tiempo para retocarlo. Estoy considerando cambiar el color, para que se sienta mucho más real mi mudanza a la gran ciudad, como algo simbólico, me gustan todos esos actos simbólicos. Quizá rojo, azul, rubio, algo que grite: "¡Este es un nuevo Park JiMin!"

—¡Idiota, apresúrate! —Esa es mi hermana, tocando frenética la puerta porque seguro papá le ordenó que me presionara, y yo sigo en la regadera.

     Y bueno, así comienza mi gran día, bañándome tan rápido que en mis orejas aún queda jabón, mi cabello no se alcanza a secar y tengo que vestirme con lo primero que encuentro en el clóset, que no es mucho lo que quedó, porque la mayoría de mi ropa y pertenencias están en las tres maletas allá abajo, donde mi familia me espera.

     Aún siento bajar las gotas de agua por mi espalda y es incómodo, pero me veo obligado a ignorar esa sensación porque es reemplazada por un repentino casi arrepentimiento cuando camino piso abajo y los veo ahí. Mi mamá está en la puerta, mi padre también y me mira con impaciencia, pero realmente no es tan tarde, es solo que él es estricto a morir y eso pone a todos nerviosos.

— ¿Estás listo, Mimi? —Pregunta mi mamá con su voz quebrada, mientras bajo, enfoco mi mirada borrosa y noto su mirada brillando de tristeza.

     Mi corazón se hace pequeño al verla llorar, casi me siento culpable por seguir mis sueños. Mis ojos se inundan como los de ella y, antes de que pueda responder, suelto el llanto y bajo corriendo el resto de las escaleras hasta unirme a ella en un fuerte abrazo, después solo hay humedad en mi hombro, pero no la de mi cabello, sino la de los ojos de mi madre y la de su boca soltando sollozos contra mi pecho. Siento que una parte de mí se queda en esta ciudad y no la volveré a recuperar, pero debo continuar con mi camino. Ya no hay vuelta atrás, mi libertad me espera.

     Mientras abrazo a mi madre, siento unos brazos rodear mi cintura y de inmediato sé que es mi hermana. Me parece tan extraño el abrazo, ya que no suele ser afectuosa, y lo siguiente me impresiona aún más: sus lágrimas mojan mi camiseta blanca y juro que escucho un sollozo, pero ahogado a la fuerza ya que, según ella, es una "chica ruda" y nada puede ablandar su corazón. Ya saben, está en esa etapa emo, pero yo sé que me va a extrañar como yo a ella.

—Debemos irnos —la voz de mi padre revienta nuestra pequeña burbuja.

     Aunque quiero que el abrazo dure más, me veo obligado a separarme de ellas. Bajo la mirada impaciente de mi padre, tomo mi mochila y la lonchera donde mamá me guardó comida casera para el viaje. Esta es una de las cosas que más voy a extrañar.

—Adiós, mi amor, cuídate y sé un buen niño —dice mi madre, envolviendo mis manos en la calidez de las suyas. Para ella, yo todavía soy su niño y no me molesta, al contrario, me gusta sentir las expresiones de amor de al menos uno de mis padres.

—Lo seré, mamá, lo prometo —contengo mi llanto, porque si sigo, se me quitarán las ganas de irme—. Vamos enana, ven a darme otro abrazo antes de irme. En tu corazón de niña emo debe haber espacio al menos para mí —me burlo de mi hermana y extiendo mis brazos. Al fin sonríe y me abraza fuerte, lo cual me impresiona.

—Te voy a extrañar, Mimi —susurra, quizá demasiado bajo—. Y no te preocupes, nunca le voy a decir a nuestros padres sobre el secreto.

—Espera, ¿de qué hablas? —Me separo de ella casi de un brinco, pensando lo peor.

     Oh no... ¿Lo sabe? ¿EXACTAMENTE QUÉ SABE? Mi padre me jala del brazo para apresurarme, pero mi mirada sigue en HyeJin, preguntándome de qué jodido secreto habla, porque si es lo que yo creo que es... Esa pequeña diabla... si algún día llega a enojarse conmigo, será capaz de tirar toda mi vida a la mierda en un segundo.

—¡Reacciona! Vas a perder el autobús y ya no voy a hacerte otro cambio —tira otra vez de mi brazo, obligándome a volver a la realidad, pero no puedo dejar de sentir ansiedad por el comentario de mi hermana, quien me mira con demasiada tranquilidad, como si no supiera que puede destruirme con solo abrir la boca.

     Al final, me obligo a subir al auto tras despedirme una vez más. Mi mente empieza a vagar, a rumiar todos mis pensamientos, a pensar en los peores escenarios. De camino a la central de autobuses permanezco callado e inmerso en mis pensamientos algo paranoicos, mi padre lo nota.

— ¿Estás bien, hijo?

—Sí, sólo... Estaba pensando...

— ¿En qué?

—En nada importante, solo... —vamos, solo di una mentirita piadosa y ya—. Solo estaba pensando en que me pone nervioso perderme en la ciudad, es todo.

—No te perderás, recorrimos los alrededores y tienes tu mapa. Eres un hombre ya, no debes cometer la tontería de perderte.

     No esperaba menos de mi papá, siempre tan machista y apegado a sus estereotipos estúpidos...

—Bueno, solo estoy nervioso, es todo.

—Estarás bien, confío en ti —suspira, y aunque mantiene su vista en el camino, su semblante cambia, como cuando va a dar un sermón—. Escucha, estaba esperando a que tuviéramos un momento a solas para decirte algo.

     Oh no, aquí viene el sermón. Por favor, que no sea sobre novias, sexo, alcohol o drogas, todo menos eso.

—¿Sobre qué?

—Sobre lo orgulloso que estoy de ti, JiMin —oh... eso no me lo esperaba—. Como mi primer hijo varón y el mayor, siempre tuve muchas expectativas y jamás me decepcionaste, quiero reconocer que eres una persona muy capaz, estás preparado para ser ese gran médico que siempre quisiste ser desde niño, me haces sentir que he cumplido bien mi rol de padre, y aunque me agobia dejarte ir, sé que estás listo.

     Su voz, a pesar de que fue plana en todo momento, como un discurso mal ensayado, logra provocarme sentimientos extraños. Jamás, juro, jamás había escuchado a mi padre decir esas cosas. Para ser sincero, no sé cómo responder porque yo, seguramente, soy en secreto todo eso que él odia.

—Papá, gracias, yo...

—No tienes qué decirme nada, hijo, es muy vergonzoso decirte esto, así que mejor solo escucha, reflexiona mis palabras y no me agradezcas.

—Bueno, no diré nada más —me río un poco, porque sus mejillas se ponen rojas de vergüenza y me genera cierta ternura verlo así—. Pero, papá... ¿puedo hacerte una pregunta?

—Solo si no es nada incómodo.

—No, tranquilo —suspiro, tomando fuerzas para preguntarle, aunque quizá es muy impulsivo de mi parte hacerlo—. Si yo... si yo te decepcionara de alguna manera, ¿me seguirías amando? ¿Podrías seguir sintiéndote orgulloso de mí?

—Pero, ¿cómo podrías decepcionarme? —Pregunta con un deje de desinterés, lo cual me hace arrepentirme de soltar la estúpida pregunta.

—Eh, no lo sé, solo es una pregunta retórica, porque yo sé lo que esperas de mí, pero no tengo idea de cómo podría decepcionarte.

—Mira, mientras no seas como el vago de tu amigo NamJoon, yo estaré tranquilo —suspira, pero eso me hace enojar bastante—. Jamás me sentiría orgulloso de alguien como él, es un vago que cree que podrá vivir de su arte y además es un sucio homosexual.

—Pero NamJoon es un gran artista, papá...

—Mira, no arruines el buen momento que estamos pasando a solas, no necesitamos hablar de cosas retóricas ni de ese vago, concéntrate en la realidad como un hombre de bien. ¿O hay algo que yo no sepa y quieras contarme?

—No, nada, me centraré en la realidad —me trago el nudo que se formó en mi garganta y contengo mi enojo todo lo que puedo.

     Realmente me estaba sintiendo cómodo con mi papá pero, como siempre, tenía que hablar mal de mi mejor amigo así de la nada. ¡Odio que se meta con él, odio que hable calumnias de la persona que me ayudó a descubrir lo que soy!

—Así me gusta —resopla un poco—. Tienes mucho camino por delante, no lo arruines por juntarte con personas como él. Serás médico, tendrás un trabajo estable, luego te casarás con JinSil y tendrán una linda familia. Tienes la vida resuelta, hijo, yo no tuve ese privilegio.

     ¡Ya deja de hablar así de mi mejor amigo! Oh, mierda, me había olvidado por completo de JinSil. ¿Y qué es esa mierda de casarme con ella y tener hijos?

—De hecho, quería hablarte justo de JinSil. Ella y yo terminamos —mi pulso se acelera un poco. No se supone que debía decírselo ahora.

—¿Por qué?

—Porque ambos queremos centrarnos en nuestros estudios ahora —hablo rápido, sin rodeos, tal y como JinSil y yo lo acordamos—. Además, estaremos lejos y no tendrá sentido, pero decidimos ser amigos, no te preocupes. Quedamos bien, hemos sido amigos desde niños, así que no pasa nada.

—Bueno, en ese caso, quiero que de verdad te centres en tus estudios. Si me llego a enterar de que tienes otra novia allá en Seúl y te distraes de tu carrera, te devolveré aquí. ¿Me escuchaste?

     Trato hecho, padre, novias no, pero novios sí. Estoy tan enojado con él, quisiera gritarle, pero sería demasiada falta de respeto.

—No tienes que ser tan exigente, sé bien lo que tengo qué hacer. Dijiste que confiabas en mí, ¿por qué terminar con JinSil cambiaría eso?

—No me respondas, soy tu padre —claro, típica respuesta de un papá autoritario—. Llegamos, apresúrate antes de que te deje el autobús.

     Al igual que cada conversación seria que he intentado tener con mi padre, esta termina de la misma manera: con él desviando la atención hacia otra cosa que no sea el tema importante, eso es normal en él.

     Pero ahora me quedo con un sabor más amargo en la boca, porque me he dado cuenta que no será tan fácil salir del clóset, quizá no pueda hacerlo hasta que termine mi carrera, o nunca, en el peor de los casos. También sé que JinSil y yo cometimos el error de fingir una relación desde hace dos años, para que mi padre no sospechara de mí debido a que se enteró de mi relación amistosa con NamJoon. Pero era necesario, yo ya no quiero que nada más me ate a la falsa vida de niño perfecto y heterosexual que tengo aquí en Busan. No más, me asfixia y no estoy dispuesto a soportarlo más. Incluso si tengo qué ocultarme para siempre de ellos, pagaré el precio con tal de ser feliz a mi manera.

     A pesar de que la charla con mi padre me puso triste y enojado, sirvió para recordar que no debo sentirme mal por querer huir de aquí, eso es algo que aprendí de mi amigo Nam, y le agradezco tanto haber aparecido en mi vida para enseñarme a ser fuerte y no sentir culpa por mi orientación sexual.

     Soy una persona libre ahora, mis maletas en el compartimiento del autobús lo comprueban. No logro sentir amor ni calidez en el abrazo que le doy a mi padre antes de subirme al vehículo, ni me siento como un mal hijo por darle la espalda y sentarme en un asiento lejos, para no ver más su cara mientras me alejo de él.

     A medida que me separan más kilómetros de mi ciudad natal, siento como si un peso enorme se cayera de mis hombros. Miro la carretera, escucho mi música favorita y voy saboreando poco a poco la libertad.

     Se siente irreal, da un poco de miedo, pero es emocionante y me siento orgulloso de dar este gran paso. Al fin podré ser yo mismo en otro lugar, inventaré a un nuevo Park JiMin, me permitiré amar sin límites al chico que el destino ponga en mi camino.




¡Enhorabuena! Has terminado el primer capítulo de mi maravilloso primer fanfic.

Espero que te haya gustado, hay más de donde vino esto.

Si quieres leer algo de mi repertorio erótico, te invito a leer "My daisy boy: a pornograph story"

Si quieres leer drama y romance puro, te invito a leer "Backpack Boyz, Libro uno"

Si quieres leer algo cortito, lindo y emotivo, lee "Moving on"

Es todo por este capítulo, siga disfrutando uwu

AgustDina

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