catorce
Cuando bajé junto a Jungkook de su lujoso bugatti, todas las personas que estaban en la entrada no dejaron de mirarnos y chismosear entre ellos, incluso hasta luego de que pase por la puerta.
La lugar era enorme y habia tanta gente que temia que la casa terminara por explotar. Jungkook me agarró de la mano y me llevó haciendo zig zag entre la gente. El calor humano, el olor a alcohol y a humo de tabaco, incluso olor a sexo llego a mis fosas nasales tan rapido como pudieron. Fue entonces, que por un instante, me sentí fuera de mi misma. Asustada, le solté la mano a Jungkook.
El olor me hacia recordar al trabajo.
--¿Que sucede? ¿estas bien?
Salí de mi trance y mire a Jungkook sonriendo, mientras negaba con la cabeza.
--Lo siento, me mareé por un instante.
Luego de ese episodio, Jungkook nos guió hasta reunirnos con Hoseok, Jin, Jimin y Rosé. Tambien estaban Jennie Jisoo y Yoongi.
--¡Te ves divina!--gritó Rosé alargando la "a" mientras pegaba saltitos emocionada por mi vestimenta.
Todos quedaron boquiabiertos. Sonreí avergonzada.
Suponía que era una imágen a la que no estaba acostumbrada.
Rosé me llevo por unos tragos luego de eso, abandonando al grupo. Todas las cabezas giraban en mi dirección al pasar. Me sentia intimidada, puesto que era otro ambiente totalmente distinto al que acostumbraba. No de reían de mi a mis espaldas, no me tocaban al pasar como si fuera un perro, si no que me miraban desde lejos como controlando sus instintos primitivos. Se relamian los labios o sonreían de costado mirándome de arriba a abajo.
--Los chicos no paran de mirarte, Lisa.--rosé acotó sin poder creerlo. Me paso un trago y lo tomé-- es tu momento de brillar.
Miré el trago dubitativa.
--No tengas miedo, estas conmigo y con los chicos. Te cuidaremos.
Sonreí con agradecimiento en respuesta, fue entonces cuando accedi.
Unos tragos mas tarde me encontré en el centro de la multitud cantando a todo pulmón y bailando junto a las chicas. Los chicos se limitaban a jugar a las cartas y a hacer apuestas a unos pasos de nosotros en una mesa.
Yo comencé a mover mi cuerpo al ritmo de la musica de una forma inconsciente. Ya para ese punto, me encontraba bastante fuera de mi misma.
Rosé me pasó un cigarrillo. Yo lo tomé de inmediato y dudé en fumar, solo lo hacia en el trabajo. Aun recordaba a mi amiga Naeun cuando me lo recomendó:
"Si fumas, algunos hombres pasarán de ti. Ademas te afectara a la piel, asi que ya no te veras tan joven y Minhyuk dejará de venderte como virgen"
Cuando iba a dar una calada, alguien por detrás me lo quitó de las manos.
--No fumes, hace mal. --Su voz ronca y pesada en mi oido me provocó un escalofrío.
Jungkook.
Con su otra mano libre me tomo de la cintura.
--Tú tambien fumas.--le reproche, hablando aun por arriba de la música. Me di vuelta y me quedé frente a él.
Parecio sorprendido cuando lo dije. Luego volvio a darme esa sonrisa despreocupada y egocéntrica que tenía guardada para estos casos.
--Si todos se tiraran desde un séptimo piso ¿tu tambien lo harías?
--No deberías fumar. Punto.--esta vez, yo estaba dándole un sermón a él.
--Tienes razón. --reconoció, para mi sorpresa--¿Me permite esta pieza, señorita?
Rodé los ojos. Sin embargo, le tomé la mano.
Cuando nos acercamos a la multitud, sus manos fueron a mis caderas y las mias fueron a sus hombros. No se porqué pero me sentia un poco expuesta cuando se trataba de Jungkook, como si solo faltará una chispa para crear fuego. Aun no sabia si era bueno o malo.
El comenzo a moverse junto a mi al ritmo de la música. Estaba tan borracho que comenzo a tambalearse solo sobre su lugar y a llevarme a mi consigo a lo que comencé a reír fuerte a la par de él.
Fue entonces que su mano quitó de pronto un mechon de cabello de mi cara y acarició la piel de mi mejilla mirando algo que nadie nunca notó:
--Tienes una cicatriz en la mejilla.
--Oh, eso...--sonreí mirando al suelo. No le podia decir que un dia mi jefe me lastimó de manera que quedó una pequeña e imperceptible cicatriz en mi mejilla.-- cosas que a veces pasan.
Jungkook sonrió, pero fue un poco de tristeza. Fue entonces, que hizo algo sorprendente:
Se acercó a mí y con sus labios besó mi mejilla cariñosamente, como si fuera un niño pequeño.
Me quedé perpleja al sentirlo, pero fue tan dulce que no pude decirle nada.
Jungkook y yo nos miramos a los ojos y de pronto, cuando creí que el iba a decir algo, la musica se detuvo de golpe.
--¡ATENCIÓN A TODOS!
--¿Qué pasa ahora?--susurró Jungkook mirando detrás mio. Me volteé de la misma forma.
Una chica peliroja se encontraba parada arriba de una silla, de modo que todo el mundo se percatara de su existencia.
Sonrió en grande sin dejar de mirarme fijo con sus ojos oscuros.
--¿Alguien sabe de quien es esta pequeña y adorable tanga rosa?
Miré la pequeña tela en sus manos y me quedé perpleja. Era mia. ¿porqué la tenia ella?
De golpe, lo recordé.
--¿Y quién fue el que te robó la ropa?--preguntó,con un tinte molesto en la voz.
--No lo sé, unas chicas.--comenté de nuevo.
Ella fue la que robo mi ropa cuando sali de la ducha.
--Me tuve que poner un guante, porque esto tiene serios germenes y probable VIH.
Apreté los puños. ¿De verdad me trataba de enferma y de puta al mismo tiempo?
--Tiene un hijo con problemas, lo cual demuestra mi teoría--entonces, sus ojos se toparon con los mios-- ¿cierto, Lisa?
Fue entonces, cuando sentí la humillación y la rabia crecer dentro mio como una bola de fuego en cuestion de microsegundos. Sentí las miradas acusatorias de todos en mi nuca y la mano de Jungkook atrapar la mía. Pero nada me detuvo para ir dando zancadas hasta donde estaba ella y bajarla de su trono. Con mis dos manos sujeté sus mechones rojos y tiré de ellas hacia abajo. Oí su quejido, pero no me detuvo para agarrarla en el suelo y comenzar a pegarle bofetadas fuertes.
Ella me sujetó los brazos arañandolos para que la dejara ir, pero eso no fue suficiente. Ls volví a sujetar del cabello y agité su cabeza en todas direcciones, enloquecida.
Fue entonces cuando otra persona agarro mi cabello por detras haciendo que me alejara de la chica. Sin embargo, esas manos me soltaron al instante cuando Rosé se unió a la pelea para ayudarme.
Volví a mirarla con ira, pero pronto ella se levantó y tambien comenzó a dar zancadas hacía mi largando el primer golpe en mi mejilla.
Esta vez una mano firme y grande me agarró de la muñeca y jaló de ella hacia atrás. Fue asi que un cuerpo grande e imponente se interpuso entre la desconocida y yo.
Jungkook.
--Basta. ¿No crees que te excediste? Es suficiente. Nisiquiera sabemos que razones te dió para que le hicieras esto.
La chica pareció temblar al sentir la voz enojada de Jungkook. ¿Que demonios le pasaba?
--Yo... no queria que te enojaras.
¿Qué?
--¿¡Entonces todo esto es una escenita de celos a Jungkook!?--grité enfurecida.--¿Perdiste la cabeza?
--¡Tú callate!--respondió de vuelta--¡Eres una puta, no es justo que te lo quedes para ti!
--Primer punto: Jungkook no tiene dueño. Segundo punto: Que me llames puta no te hace menos ridicula. ¿Quien es tan patetica para robar ropa interior a hurtadillas de una ducha? Me das asco y pena. --escupí las palabras con tanto odio que no me reconocí a mi misma.
Todos casi rieron. Su rostro se volvió rojo de ira.
Dicho eso, se fue de ahi dando zancadas gigantes.
Yo solo podia pensar en que... ¿de donde habia sacado que yo tenía un hijo? ¿Acaso Jungkook se lo habia dicho? ¿le habia hablado de Jae?
¿Realmente me traicionaría asi?
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