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ATENCIÓN:
Este capítulo esta inspirado en una de las escenas del libro "The Dare" el cual adoro demasiado, así que le doy créditos a la autora, por tomar como base esa escena para crear el siguiente capítulo.
¿recuerdan la escena de las botas de Mason?
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Ella se había acostado con el pensamiento de Draco en su cabeza, se levantó con lo mismo y desayunó pensando en que hubiera sucedido si no se hubiera asustado por el tren.
Estaba caminando por su habitación, pues estaba en su tiempo libre, cuando de repente paso por el frente del espejo, se quedó a admirar su cuerpo y su rostro, pues al fin y al cabo no era nada del otro mundo.
Ella jamás se había preocupado o preguntado el por qué Draco Malfoy había creado ese deseo sexual por ella. Él tenía a Pansy Parkinson, una hermosa chica, su nariz respingada y pequeña, caderas desproporcionadamente grandes a comparación de su diminuta cintura, unos pechos redondos y prominentes, un cabello que a simple vista podías sentir lo suave que era, sus labios a pesar de ser delgados, tenían un color naturalmente rosado en ellos, su piel pálida de porcelana.
Ella era una mujer exquisitamente hermosa.
Mientras que Eloise se encontraba mirando su cuerpo frente al espejo, ella tenía una cintura pequeña y su cadera era de un tamaño aceptable, su trasero no sería el más grande, pero era igual de aceptable, sus pechos... esos si eran pequeños y su anatomía física se encontraba siendo delgada, sus labios eran regordetes y podría jurar que eso es lo que más le encantaba a Draco, pues él solía besar y morder ahí siempre, como si comiera su comida favorita.
Eloise observó el reloj a su derecho, posado en la mesita de noche y suspiró cansada al observar que faltaban minutos para su siguiente clase, así que tomó su varita y sus libros y se dispusó a salir corriendo por los pasillos del gran castillo.
Eso, hasta que su cara chocó con algo duró, provocando que su cuerpo cayera al piso, el grito que ella dejó escapar pudo hacer un poco de eco en el abandonado pasillo. Ella ni siquiera tuvo que mirar hacía arriba cuando pudo sentir aquel aroma.
Menta... Malfoy. Draco Malfoy.
Apretó los ojos con frustración y levantó su rostro hacía arriba, como si estuviera pidiendo disculpas, para que él no comenzará a llamarla sangre sucia o explotara en ese mismo instante.
Se puso de pie y alisó su falda, mirando sus zapatos por un segundo, ella se volvió a encontrar con la mirada de Draco, quien simplemente la miraba con los ojos entrecerrados.
—¿Por qué te vistes así? patética sangre sucia. — escupió mirando con repulsión la forma en que Eloise había acomodado su uniforme.
Porque ella se había encargado de ajustarlo todo a su cuerpo en su hora libre, un par de hechizos bastaron para ajustar la camisa y acortar el largo de la falda.
—Eso no es de tu incumbencia, patético imbécil. — respondió ella.
Draco se burló, pero no de la forma en que solía hacerlo, él se estaba burlando de una forma diabólica esta vez. Él estaba a punto de responder con alguno de sus ingeniosos insultos, pero entonces los pasos de un tercero se escucharon, haciendo que ambos voltearan hacía atrás. Severus Snape estaba caminando hacía ellos con su semblante serio y la capa volando detrás de él.
—Ni siquiera creas que esto se queda así, maldita sangre sucia. — susurró Draco muy cerca de su mejilla, dejando que el aliento caliente golpeara su piel, y así se marchó, no sin antes golpear su hombro con el de ella.
Cuando el profesor estuvo cerca de ella la miró unos segundos, examinando su corto uniforme. —Quiero creer que es parte de la misión. — dijo de forma monótona.
Eloise sintió sus mejillas calentarse y asintió sin decir nada más.
—Acompáñeme a mi oficina.
Ella lo siguió desde atrás, al estar cerca de la puerta del despacho de Snape, Eloise abrió la boca. —Tengo una clase justo ahora.
—Señorita, eso lo sé —. dijo Snape aburrido, para seguido de eso, caminar por un frasco y volver su mirada a ella —. Se perderá de su primer clase de pociones. Sin embargo, le dirá al señor Malfoy que usted es extremadamente mala en pociones. — explicó lentamente.
Eloise levantó una ceja y negó con la cabeza. —Soy buena.
Severus puso los ojos en blanco. —Tiene que pasar más tiempo con el chico —. levantó la voz, Snape se acercó a ella de forma lenta —. La llevaré a su clase, hablaré con su profesor... le haré saber lo mala que es en pociones y sugeriré que su tutor sea el joven Malfoy... y si lo arruina, me encargare de que el señor oscuro encuentre a su amada hermana sangre sucia y sus muggles padres. — le dijo Snape, con un tono amenazante hacía ella.
Eloise tragó en seco, sus ojos asustados siendo penetrados por los oscuros ojos del profesor de cabello grasiento, como si él estuviera prometiendo su diabólica y oscura palabra.
—Yo no voy a fallar, señor. — susurró Eloise, sintiendo su corazón latir de una forma violenta contra su pecho.
Y ambos se hicieron camino hacía aquella aula de pociones.
No puede fallar. No puede fallar. No puede fallar. Si falla lo perdería todo. Todo.
Al entrar el profesor Slughorn guardó silencio y miró a Snape con una amable sonrisa.
—Entra. — ordenó Snape a Eloise.
Ella obedeció y caminó junto al grupo de alumnos que estaban de Slytherin, sus ojos se cruzaron con los grisáceos de Draco, ella dudó por un segundo si debía pararse junto a él, así que de forma involuntaria sus ojos se movieron a los de Hermione, quien asentía lentamente, como si tratara de disimular frente a Harry y Ron, quienes estaban a su costado.
Y Eloise se colocó junto a Draco, quedando en medio de él y Pansy Parkinson, quien solo estaba hojeando su libreta, en busca de algún apunte supuso.
Los ojos de Eloise volaron a los dos profesores, mientras Slughorn miraba seriamente al profesor Snape. Cuando ambos terminaron su conversación, sus ojos volaron a Eloise.
—Señorita Granger. — dijo alegremente, cuando el profesor Snape se retiró.
—¿Si? — dijo Hermione.
Slughorn negó con la cabeza mientras parpadeaba un par de veces seguidas. —Me refería a... Eloise Brynn Granger.
Eloise lo miró y levantó su mano. —Soy yo, señor.
Slughorn le dio una amable sonrisa y juntó sus manos frente a él, entrelazando sus propios dedos. —Esta bien si no es buena en pociones... el joven Malfoy le ayudará.
Ron soltó la carcajada junto a Harry. —¿Eloise? ¿Mala? — la señaló Ron, como si fuera el mejor chiste que le hubieran contado. —Pero si ella es una Granger, señor.
—Señor Weasley —. lo reprendió Slughorn —. Su compañera esta aquí porque quiere mejorar su promedio en pociones, ella acepta que debe haber algo que no esta haciendo bien, algo que no comprenda de mi materia y vino aquí a mejorar y yo la ayudaré...
Malfoy miró incrédulo al profesor y negó con la cabeza. —Yo estoy ocupado en las tardes.
Blaise se burló esta vez, el moreno estaba situado detrás de Eloise y la tomó por sorpresa. —¿Haciendo qué?... abandonaste el equipo de quidditch, no tienes nada que hacer.
Pansy miró a Blaise con molestia. —Cállate, idiota.
—Tengo mis cosas que hacer, Blaise. — dijo Draco, apretando los dientes.
Slughorn los miró y asintió. —La calificación que saque la señorita será la misma nota que usted tendrá.
Eloise miró a Draco como si le suplicará que dijera que si, él frunció el ceño y negó con la cabeza.
Cuando la clase había finalizado, Eloise corrió detrás de Draco, ya que él fue el primer en meter sus cosas dentro de su mochila.
Cuando estuvo cerca de él, estiró su mano y tocó su hombro. —Por favor. — fue lo único que ella pudo decir.
Malfoy giró sobre sus talones y la miró. —No.
—Sabes lo importante que es para mi tener una buena nota.
—Ciertamente, pero lamento informar que no es mi problema.
Eloise no pudo evitar dibujar un semblante triste en su cara. —Haré lo que quieras, Malfoy. — su voz sonaba suplicante, ella en el fondo estaba sintiendo vergüenza.
Draco sonrió con malicia. —Entonces, arrodíllate y suplica.
Eloise en cualquier otro contexto hubiera salido al escuchar el primer 'no', pero la vida de sus padres y su hermana estaba en juego, el hecho de que la Orden pudiera fallar si ella no daba la información que necesitaban la orillo a mirarlo unos segundos, dudando de ella.
Draco se volvió a burlar de ella, como de costumbre. —Ya sabía.
Pero, Draco no contaba con que Eloise dejará en el piso su bolsa y se pusiera de rodillas frente a él. —Por favor. — murmuró ella, sintiendo la humillación en su cuerpo.
Draco alzó una ceja con diversión. —Sé que puedes hacerlo mejor. Suplica.
—Te lo suplico. — volvió a repetir ella.
Draco se inclinó un poco y la tomó por el cuello, los anillos fríos tocando la piel caliente una vez más, mientras ejercía un poco de presión en ella. —Oh, querida sangre sucia, besa mis zapatos.
Eloise lo miró por largos segundos, mientras él regresaba a su postura recta y cruzaba sus brazos en su pecho. Ella lo iba a hacer, pero escuchó el grupo de amigos de Draco acercarse a ellos. Pensó que Draco iba a detener su juego, pero se equivoco.
—¿Qué haces? — preguntó Pansy, como si estuviera horrorizada por la imagen de Eloise arrodillada frente a Draco. —Ay, no me digas que...
—¿La estas haciendo que te chupe la polla? — Blaise gritó en un susurro, igual de horrorizado que Pansy.
Theo se limito a cerrar la boca y negar con la cabeza.
—Manejo a la sangre sucia como se debe. — dijo en voz baja, como si esperara que solo ella escuchara. —Lo quiero para hoy, Eloise.
La forma en que pronunció su nombre hizo que una corriente intensa de escalofrío corriera por su columna, él nunca la llamaba por su nombre de pila.
—Draco... si ella no quiere. — comenzó a decir Pansy, en voz baja.
Pero Eloise pensó que si se iba a humillar frente a ellos, lo iba a hacer de la mejor forma.
"Si vas a hacer algo, sé el mejor en lo que hagas".
Y ella deslizó su túnica por los hombros, permitiendo que los amigos de Draco pudiesen disfrutar tanto del espectáculo como ella lo iba a hacer.
Ella miró a Draco intensamente a los ojos, mientras él la retaba con solo la mirada.
Eloise se colocó a cuatro patas, teniendo perfectamente en cuenta que su falda ahora estaba más arriba, tenía que inclinarse un poco más para dejar al aire su culo y sus bragas; entonces esa fue su siguiente acción, inclinando un poco su cuerpo, dejando su trasero más arriba que su cabeza, pues esta estaba muy cerca de los zapatos caros de Draco.
Sus ojos volvieron a subir a los de Draco, quien había bajado la mirada a ella.
Sabía que los amigos de Draco Malfoy estaban mirando, ni siquiera estaban emitiendo algún ruido.
Entonces ella humedeció sus labios y procedió a abrirlos un poco, para así, comenzar a besar los zapatos de Draco.
Eloise no estaba dando simples picos al material de cuero, oh no, ella estaba imaginando que podrían ser los labios de cualquier hombre atractivo que le pidiera besarlo. Cerró los ojos, inclinando su cuerpo un poco más contra el material de los zapatos, pasó la lengua por el material, dejando una larga línea invisible, para luego pasar al otro y hacer lo mismo.
Sabía que ella estaba siendo humillada por Draco, pero también tenía en cuenta que se veía jodidamente caliente. Cuando ella creyó que eso había sido suficiente, se sentó sobre sus piernas y miró a Draco con una pequeña sonrisa.
Malfoy la miraba con rabia, mientras apretaba su mandíbula.
—Supongo que gane. — dijo ella en voz baja, mientras lo miraba directamente a los ojos.
Draco bufó y entrecerró los ojos en los de ella, pero sus palabras fueron la gloria eterna para Eloise. —Supones bien.
Eloise se levantó lentamente, para luego ver a Draco irse con sus amigos por detrás.
Pronto fue, cuando ella se dio cuenta que sus bragas se encontraban empapadas, como si hubiera disfrutado ser humillada frente a más personas, como si le hubiera gustado saber que estaba siendo jodidamente caliente para Draco, mientras tenía ojos sobre ella.
Y tenía razón.
Le había encantado.
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