19
YoonGi miraba pensativo el mural en la pared del apartamento de Jisoo. Agregó la foto de la última víctima, Fiona Gómez.
Resultó ser otra camarera del casino Castle, pero eso no era lo sorprendente sino el estado en el que la encontraron. Todas sus extremidades habían sido cortadas y parte de la sangre que debía haber soltado había sido retirada.
Para los forenses eso era debido a que el asesino había limpiado parte de la sangre y no le dio tiempo ocultar el cadáver, pero para él, un cazador de vampiros con ya algunos años de experiencia sabía que no era así.
El murmullo proveniente de la entrada del apartamento lo hizo apresurarse para abrir, pero no hizo falta porque Jisoo lo hizo primero.
YoonGi esperaba encontrársela sola, pero sin embargo, estaba acompañada.
—¿YoonGi qué haces aquí?
Jisoo dejó los bultos de ropa sobre el suelo y se volteó hacia Tae buscando respuestas.
—¿Qué hace él aquí?
—Creo que debería irme —asumió Tae.
—Es lo mejor, no necesitamos a un ex cazador de vampiros que no recuerda nada de su pasado —habló con rapidez y volvió a ver el mural.
—Él recuerda, ya lo aceptó— reveló Jisoo—. Fue encerrado en un psiquiátrico en contra de su voluntad, pero por suerte la doctora Katia lo ayudó a escapar.
YoonGi hundió sus manos llenas de anillos de plata en los bolsillos de su pantalón, no se giró para encarar a Tae, pero no se frenó en corroborar lo dicho por la chica.
—¿Es eso cierto?
—Si, estuve investigando a un escuadrón llamado Black Blood y también había encontrado información sobre el D&S. Pensaba que él tenía que ver con ellos. Un miembro del escuadrón me secuestró y me llevó al psiquiátrico. Salí de ahí gracias a la psicóloga Katia como ya saben.
—Increíble, pero después de salir ¿por qué no contactaste con tu superior, la señorita Seo?
—¡Lo tenían amenazado! —interrumpió Jisoo—. Si hablaba podían haberme matado.
—¿Qué tiene de diferencia eso de ahora? —reprochó—. Te pueden matar ahora también y no solo a él, sino también a la familia de la psicóloga Katia.
—Lo se, pero no puedo seguir callado. Están muriendo chicas inocentes por culpa de esos depredadores y hay que hacer algo.
—¿Qué puedes hacer? —al fin lo encaró—. No sabes nada, diste un paso en falso que te llevo a una trampa.
—Espera —la mirada de Tae había cambiado a una analizadora—. En ningún momento dije que caí en una trampa, solo que me confundí.
—¿YoonGi sabes algo que nosotros no? —se apresuró Jisoo a decir—. Por cierto, ¿cómo entraste? Nunca te he dado las llaves de mi habitación.
—Bueno, ya es hora de tumbar el teatrito— bufó.
Asombrosamente el cuerpo de YoonGi fue cambiado por el de Jin. Su boca se abrió para dejar fuera sus blancos colmillos.
Jisoo estaba sorprendida. No salían palabras de su boca por ello.
—Jisoo estás muy callada —habló Jin—. Me sorprende que no te hallas dado cuenta de quién era todo este tiempo.
—¡Eres un mentiroso! ¿Donde está YoonGi?
—En su grupo de música, solo he tomado su apariencia para poder hacer mi nuevo empleo.
—¡¿Qué?!
—Como oyen, antes de irme de Corea llegue a un acuerdo con Seo Soojin. Debía hacerme cargo de algunas misiones y a cambio ella me dejaría en libertad de por vida.
—¿Por qué no se de ese plan?
—Creo que lo mejor era que nadie supiera que un vampiro es cazador de su propia raza, daría mala apariencia a la empresa. Mientras menos personas lo supieran era mejor.
—¿Por eso el disfraz? —preguntó Tae y Jin asintió.
—Pero nunca imagine encontrarme con Kim Taehyung, tú ex y tampoco acostarme contigo esa noche —comentó lo último apropósito— todavía no puedo olvidarlo.
Tae apretó sus manos en forma de puño, la ira se había apoderado de él, estaba celoso, pero no podía pedir explicaciones porque Jisoo era una persona libre y entendía que ella no lo quisiese como en el tiempo de su noviazgo.
—Vaya —suspiró— Se me escapó decir eso. Lo siento Taehyung.
—¡Cállate! —Jisoo le gritó con toda su fuerza— ¡Vete! ¡Sal de aquí ahora!
—Ni que hubiera dicho una mentira. Me dijiste que fue la mejor noche de tu vida y que querías más y más —reveló, eso provocó un sonrojo en Jisoo.
—¡Ya está bueno! —cortó la pelinegra—. Te dije que te fueras Jin.
—No hace falta —murmuró su antigua pareja—. Yo soy el que debo irme.
Jin usó sus poderes para cerrar la puerta e impedir que el pelicastaño saliera.
—Nadie saldrá de aquí —anunció— hasta que yo diga —sonrió ladino.
—Ok ¿Qué tienes para decir? Habla en vez de estar recordando —miró a Tae— errores del pasado.
—Voy hacerme la idea que no escuche eso —declaró — Bien, quería decirles que la última víctima, Fiona, la descuartizada, yo fui quien encontró su cuerpo y tengo una pista que nos puede llevar a su asesino.
—¿Qué? —preguntó Tae, se apoyó en la pared, cansado.
—La saliva del asesino estaba en la escena del crimen. La retire antes de que llegara la policía.
—¿Cómo sabes que es la del asesino? —Jisoo se sentó en la punta de su cama.
—Llamémosla mejor como la saliva del posible asesino —aclaró—. La analice y le envíe los datos a Soojin.
—Esa traidora —murmuró Jisoo.
—¿Ya los envió?
—No, debemos esperar a mañana. Justo se los envié hace unos minutos desde la laptop de Jisoo.
—¡Genial! Ahora usas mis cosas sin mi permiso.
Jin la ignoró y siguió hablando.
—En lo que esperamos los resultados tenemos que seguir investigando...
—Dijiste que conocías al dueño ¿Por qué tuvimos que ir hasta su casa? —interrumpió Jisoo.
—La reina Jihyo esconde algo, creí que nos daría una pista si íbamos como reporteros, pero fue en vano.
Jisoo recordó las últimas palabras que le dijo la reina: Te pareces mucho a una antigua amiga que tuve.
—Creo que yo estuve en la vida pasada de la reina —reveló.
Eso sorprendió a los dos chicos a su alrededor. Tae levantó una ceja y Jin lo expió con el rabillo de su ojo.
—¿Por qué dices eso?
—Porque dijo que me parecía a una amiga suya, la cual había matado.
A Tae le comenzó a palpitar su corazón, era consciente de lo dicho por la reina.
—No se que pinto yo en todo esto —emitió Tae.
—Claro que sabes —aseguró Jin—. No estás tan nervioso por gusto.
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*insertar song instrumental de k-drama*
¡Hola! L@s engañé 😏 ¡Sorry! 😅
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