Capítulo 14: Mascarilla.

Mordí mi labio con fuerza concentrada totalmente en las partituras que tenía frente a mi escribiendo algunas notas para borrarlas a los segundos arrepintiéndome, así una y otra vez como en un ciclo sin fin, todo era culpa de mi perfeccionismo que me tiraba para abajo a cada momento. Suspiro irritada ya cansada de estar sentada con un lápiz que sacaba punta cada 5 segundos por el estrés, tiré el lápiz a un lado de la habitación al azar.

— ¡¿Eva?! — el repentino grito masculino hizo que pegara un salto del susto, rápidamente dirigí mi mirada por toda la habitación hasta caer al ventanal sabiendo que el que gritaba mi nombre era el impaciente castaño ir vivía a mi lado.

Me levante de la silla de un salto queriendo dejar bien atrás a esas odiosas partituras para caminar al balcón donde apenas colocar un pie en él observé a Tom sonriendo plácidamente en mi dirección mientras golpeaba en un tic nervioso la baranda con sus dedos — ¿porqué gritas como loco? mis padres pueden oírte, Thomas — le regaño cruzándome de brazos exageradamente.

— Lo siento, se me olvidó por un instante lo tan sobre protegida que eres — al escuchar sus palabras solo rodeé mis ojo observando cómo se acercaba al árbol con rapidez tomando con una mano una rama de este.

— ¿Que haces? — preguntó preocupada acercándome al árbol también observando con mis ojos abriéndose por la sorpresa al ver cómo buscaba una forma de cruzar de su balcón al mío con ayuda del árbol como yo había echo hace unos días por la irracional urgencia de que mis padres descubrieran que están fuera de casa cuando especificar que no tuviera contacto con los demás humanos, en específico, con los vecinos — Tom, ni se te ocurra. Te matarás.

— Ay, por favor, soy el hombre araña, si quiero puedo saltar de aquí a tu balcón y no me pasara nada — hablo enfatizando cada una de sus palabras te a mientras apoyaba ambas manos en la rama agarrándola con fuerza dejándome ver sus nudillos blancos, se subió en la baranda y por acto de reflejo cerré mis ojos con fuerza con el temor de que cayera recorriéndome de pies a cabeza. El fuerte sonido de un golpe en el piso hizo que un grito de sorpresa saliera de lo más profundo de la garganta, abrí mis ojos con rapidez viendo a Tom perfectamente parado frente a mi con su sonrisa de superioridad — te lo dije.

Suspiré aliviada caminando a él con una mueca tomando su muñeca guiándolo dentro de mi habitación donde se tiro a mi cama con gracia haciendo que rebotara y yo soltara una risa, me senté frente a él cruzando mis piernas mientras que él entretenido atraía una de mis almohadas a su pecho mientras me miraba con sus ojos de cachorros expectantes en busca de que dijera algo, en cambio solo levante mis hombros sin saber que decir en esta situación. El chico se había colado a mi balcón sin permiso, tampoco parecía querer hablar de algo.

— Vine a pasar el rato, estoy aburrido de estar encerrado — explicó Tom mirando a mis ojos mientras sonreía cortamente con inocencia. Sonrío de vuelta recostándome de lado aplastando mi brazo derecho con todo mi cuerpo sin sentir dolor mirándolo sin saber que hacer — es mejor estar aburrido y encerrado contigo.

Suelto una risita levantándome con dificultad de la cama para caminar a la cómoda donde estaban mis cosméticos tomando un frasco de medicamentos que debo tomar todos los días tragándolos con ayuda de una botella de agua que tenía allí, después le di la espalda a Tom para agarrar mis anticonceptivos y también tragarlos con ayuda del agua. Cuando guarde todo en su lugar observé un pequeño envase de color negro y sonriendo con malicia lo tomé girándome al castaño que probablemente me estuvo mirando todo el tiempo.

— Ya se que hacer para pasar el rato — Tom alzo una de sus despeinas cejas en busca de que le contara sobre mi idea, pero solo solté una risita subiéndome sobre la cama y gatear hasta estar a un metro de él, abrí el embalse dejando una gran cantidad del líquido pegajoso en la palma de mi mano, después sonreir apretando mis labios para no reír como loca y me acerque a Tom con su mirada curiosa sobre mi. Entonces coloque mi mano sobre su mejilla y lo vi hacer una mueca separando rápidamente su rostro de mi mano quedando un hilo del líquido colgando entre ambos.

— ¿Que es esto? ¿un tipo de Venom? — deje salir todas las risas que contenía con fuerza bajando mi mirada mientras reía como loca volviendo a colocar mi mano sobre su mejilla mientras me descargaba — si, si, muy gracioso.

— Lo siento, pero si lo es — respire profundamente intentando contener mis carcajadas que luego de segundos de mucho esfuerzo se detuvieron. Ahora sonreía entretenida mientras esparcía la mascarilla negra sobre la cada de Tom con cuidado de hacerle algún daño con mis uñas que ya estaban creciendo más de lo que quería. En todo momento sentí la profunda y potente mirada de Tom sobre mi rostro, pero sin llegarme a molestar, más bien me hacía sentir más segura y calmada que nunca, bastante raro, porque en otra ovación estaría como toca gritándome en mi interior o queriendo gritar. Ese siempre era su efecto en mi, era raro y cambiante, a veces podía ser de calma, otros de seguridad, otros de tristeza y otros de locura, hasta incluso enojo. Tom era como una bomba de emociones en mi.

— Eva... — murmuró de la nada Tom mientras esparcía la pegajosa pasta sobre su frente intentando cubrir lo más que podía, pero dificultándomelo por su ya largo cabello ondulado.

— ¿Si? — preguntó concentrada al fin terminando de aplicar la mascarilla por todo su rostro, baje mi mirada a sus ojos que brillantemente me miraban fijamente, su boca estaba entre abierta y tenía una expresión de estar perdido en sus pensamiento. Sonreí enternecida y doble mi cabeza mirándolo igualmente a sus dulces ojos de cachorro.

— Muero por besarte — soltó de la nada, pero sorpresivamente no me tomo por sorpresa, tampoco me altero, no provoco ningún sentimiento aparte de comodidad en el momento y un calor intenso en mi corazón que aumentaba cada segundo que pasaba de mi silencio luego de confesión.

— Hazlo... — murmuro cerca de su rostro relamiendo levemente mis labios dejando estos un poco separados en espera del tan esperado beso.

Entonces todo paso en cámara lenta, su rostro se acercó al mío y sus labios fueron directamente a atacar los míos con suavidad y delicadeza, tomo mis mañas manos llevándolas a su cuello donde me aferré sin llegar a pensar que seguían manchadas del líquido negro. Lo atraje más hacia mi gracias al agarre que tenía, sus grandes manos fueron a mi cintura que tomo con firmeza llevando a un lado recostando mi espalda en el suave colchón si dejar de besarme y manchándome el rostro con la mascarilla que aún no secaba en su rostro. Reí contra sus labios al sentir cómo marchaba mi nariz provocándome un escalofrío, él sonrió mostrando sus hermosos hoyuelos justo cuando entre abrí mis ojos para obsérvalo, dejándome más encantada de lo que estaba.

Oh, mierda, creo que moriré, y volveré a revivir para volver a besarlo.

El toque fuerte de los nudillos contra la madera de la puerta hizo que asustado pegáramos un salto involuntario mirando rápidamente a la puerta que no se abría gracias al seguro que siempre colocaba — espero que Thomas Holland no este en tu habitación cuando entre — amenazo mi padre golpeando con más fuerza la puerta llegando a mi mente la ligera idea que podría tumbarla si se lo proponía.

Tom se levantó rápidamente quedando en un estado de shock sin saber que hacer. Bufé por lo bajo levantándome también empujándolo del pecho hacia el ventanal — okey, chico mascarilla, te tendrás que ir por donde viniste — murmuro sacándolo de la habitación hacia el balcón — Suerte, Spidey.

Si hay errores de ortografía me avisan, please.