•034• 𝕷𝖔𝖘 𝖘𝖚𝖊𝖈𝖔𝖘
Ya habíamos llegado con Elliot, lleve a Diego hasta mi habitación y lo recoste en la cama. Mientras cinco se encargaba de otras cosas yo iba a curar a Diego. Pude ver como Lila miraba por mi puerta a un Diego ya si sin camisa, la mire con seridad y con mi poder cerre la puerta y puse seguro.
- Bien, se que no puedes oírme, pero lo lamento- músite sacando algo de poder con mis manos
Mi poder podía llegar a quemar y eso serviría para cauterizar la herida de Diego. Puse mi mano sobre su apertura en el vientre y comencé a cerrarla. Me detuve al escuchar que gritaba, lo mire confundida y ya había reaccionado.
Diego- ¿Qué pasó?- pregunto mirando al techo
- Papá te atacó- respondí poniendo mi mano sobre su herido
Diego- ¿Y mi ropa?- pregunto confundido
- Por favor, ya conocí tu templo- dije negando con diversión- Lo lamento- agrege y seguí haciendo mi trabajo
De un segundo a otro grito y se desmayo ante tal acto. Me levanté de la cama y di un brinco al ver a Cinco aparecer en la habitación.
- Mierda, ¿No sabes tocar?- músite poniendo una mano en mi pecho
Cinco- No está muerto- afirmó mirando a Diego
El se encaminó hasta la puerta y la abrió dejando ver a Lila sentada en el sofá.
Lila- ¿Decepcionado?- pregunto mirandonos
Cinco- ¿De verte? Siempre- respondió con una sonrisa falsa a lo que yo rei por lo bajo
Lila- Tanta hostilidad en un paquete tan pequeño- músito sería
- ¿Algún problema con eso?- cuestione acercándome a Cinco
Lila- ¿Se cortó afeitandoce? Le puedo enseñar a hacerlo como un hombre de verdad
Cinco- Sólo nos encontramos con viejos familiares- explicó sin gesto
- Bien, ya es tarde, desata a Elliot por favor, iré a descansar- músite alejándome a mi habitación
A al día siguiente desperté muy temprano, Diego seguía dormido, no iba a respetarlo, así que me levanté con cautela y salí de la habitación.
Elliot me miro con una sonrisa y le devolví el gesto, en el transcurso de la mañana le ayude a prepar atún ranchero, era una cosa desagradable, carne en gelatina.
Cuando terminamos, escuche un quejido, suponía que era Diego, al entrar en mi habitación vi a Lila ahí parada viendo a Diego casi desnudo.
- Podrías retirarte- ordene con amabilidad y la chica salió
Cerré la puerta de golpe sin siquiera tocarla y me encamine hasta el closet, ahí estaba la ropa de Diego, la tomé y se la deje en la cama.
- Cambiate a menos que quieras que te sigan viendo en ropa interior- músite y me gire para salir del cuarto
Diego- ¿Estas molesta?- pregunto causando que me detuviera
- Preguntamelo de nuevo- músite girandome para que viera el cambio en mis ojos
Diego- No gracias, ya tengo mi respuesta- dijo dejando de lado su pantalón
- ¿Era tan difícil pedirle que se retirara?- pregunte sería
Diego- Fueron sólo segundos- explicó mirándome
- Tienes mucha razón- afirme y comencé a quitarme la blusa- No veo problema en que Elliot me vea en ropa interior, será muy normal, aunque sea por segundos- agrege y quite mi pantalón
Iba a salir del cuarto pero Diego me tomo de la cintura y me recosto en la cama quedando sobre mi.
- ¿Sabes que puedo moverte?- pregunte sería
Diego- Si y aún así no te dejaré salir asi
- Me alegra que entiendas mi punto- músite con una sonrisa
Diego- ¿Porque mejor no vamos a averiguar sobre Kennedy? , estoy seguro que papá tiene algo que ver- cambio el tema de inmediato
- No vas a salir con esa herida aún sin sanar- negué y lo aparte con mis poderes
Me levanté con rapidez y tomé mi ropa, la deje en el sillón, y puse seguro a la puerta.
Diego- ¿Qué haces?- pregunto mirándome desde la cama
- Te mantendré ocupado- dije con una sonrisa y me acerqué hasta el
Yo subi lentamente la cama, me encontraba sobre Diego sin lastimar aún más su herida, el puso sus manos sobre mis caderas, mientra yo me agachaba a besarlo. Cambio la posición después de segundos, ahora el estaba sobre mi. Desbarcoho mi brasier y lo lanzó por los aires, mientras masajeaba uno de mis senos, el otro lo succionaba.
- Ah, Diego- gemi por lo bajo
El volvió de nuevo a mi boca y me beso con pasión, después bajo hasta mi monte venus y quito mis bragas, con su mano acaricio mi feminidad, logrando que tomará las sábanas con fuerza. Introdujo dos de sus dedos y los movió con rapidez haciéndome retorcerme de placer.
Me levanté de golpe y lo atraje a mi con mi poder, quite su boxer e introdujo su miembro en mi feminidad. Se movía cada vez más rápido, mientras besaba mis labios y yo arañaba su espalda. Algunos minutos después llegamos al clímax y nos recostamos en la cama.
Diego- Hace años que no lo hacíamos- músito mirándome- Te extrañe en todas las formas posibles- susurro girandoce para verme
- Yo también lo hice aunque no te recordaba, podía sentir un vacío- comente besandolo con ternura
Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, me había quedado completamente dormida.
Despierte, pude sentir la luz sobre mi, mire por la ventana y aún era de noche, Diego seguía dormido, así que opte por seguirlo haciendo.
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