Capítulo 36

Andrew no paraba de reclamarle a Jean a gritos su traición. Éste sólo permanecía arrinconado en una esquina de la cocina mientras observaba hacia el suelo tratando de ocultar sus lágrimas.

Yo no soportaba ver tal escena, así que me interpuse en medio de ambos para evitar que Andy siguiera gritándole a su hermano.

—Andy, no es su culpa —defendí.

Él posó su profunda mirada en mí y me di cuenta de lo tanto que odiaba verlo así de destrozado. Me partía el corazón verlo sufrir y quería hacer todo lo que estuviera en mis manos para hacerlo sonreír. Para volver a ver esos hermosos dientes blancos irradiando felicidad. Sin siquiera darme cuenta me lancé sobre sus brazos y lo rodeé con todas mis fuerzas. Sabía que estaba sosteniendo a mi mundo. Él me miró extrañado por mi repentina acción pero un par de segundos después, aún confundido, respondió a mi abrazo.

—Nos engañaron a todos. Todos sufrimos, pero ahora que por fin estás aquí encontraremos una manera de solucionar todo —le dije.

—Ni siquiera puedo salir con normalidad a la calle porque si no están intentando matarme, en sus mentes ya estoy muerto. Todo esto es ridículo.

Y era verdad. No podía ponerme en los zapatos de Andrew porque su vida entera había estado llena de sufrimiento y lágrimas. Desde su niñez, donde su madre intentó asesinarlo, hasta su adolescencia, donde su padre se avergonzó de él por ser el vocalista de una banda de rock y lo negó, o incluso a su adultez, donde ahora descubrimos que su padre le dijo al mundo entero que había muerto mientras estaba en prisión.

—Perdóname Andy —pidió Jean entre sollozos—, no supe qué hacer. No podía contradecir a papá. Soy el peor hermano del mundo, lo sé.

—No digas eso Jean —interviene.

Sabía que esto se trataba de un asunto familiar, más específicamente, de una pelea entre hermanos. Yo salía sobrando al igual que mi opinión y muy seguramente no debería meterme, pero me resultaba imposible quedarme de brazos cruzados viendo tal situación. Cuando creí que Andy había muerto, mi relación con su familia fue creciendo, ya que George no paraba de mencionar que «compartíamos el mismo dolor». Ahora sé que sólo lo hacía para mantenerme cerca de él y asegurarse de que no descubriera su gran mentira. De todas maneras, nos veíamos seguido; ellos me invitaban a cenar a la mansión casi todos los fines de semana y es así como llegué a considerar a Jean como un hermano menor. Por supuesto, todo eso terminó en cuanto mi relación con Jordan se hizo pública.

Yo también me sentía traicionada por Jean, pero aún así, entendí que él había crecido totalmente de la mano de su padre y sentía que debía apoyarlo en absolutamente todo lo que hacía. Con su madre internada en un hospital psiquiátrico desde que él tenía meses de nacido, su padre ha significado todo para él. Era totalmente comprensible.

Esta vez, Jean corrió a mis brazos con los ojos llenos de lágrimas, tal como un niño quejándose con su madre de que sus compañeros lo estaban molestando.

—Dile que no me odie, por favor —me pidió como si Andrew no estuviera escuchando.

Éste miró hacia el suelo, pareció estar reflexionando por algunos segundos y se limpió lágrimas que salían de sus ojos con el dorso de la mano. Dibujó una sonrisa algo forzada y luego se acercó a acariciar el cabello de Jean.

—Nunca te odiaría, enano. A pesar de la cara de mono retrasado que tienes, eres mi hermano y te amo. Sé que papá es inteligente para manipular. Aún así, mentiría si te dijera que no estoy molesto contigo. Pero... Hagamos una promesa. Prométeme que no te dejarás influenciar por papá de nuevo. Ya no eres un niño, Jean, sabes perfectamente lo que es correcto y no.

Él aceptó cabizbajo.

—Te lo prometo, Andy. 

Acto seguido, se abrazaron y sin darme cuenta, una ligera sonrisa se había formado en mi rostro. 

Algunos minutos después el doctor apareció. Revisó la herida de Andrew y con su equipo puso varios puntos de sutura para cerrarla. Finalmente, la vendó, recetó algo de medicamentos y se marchó.

Ya era algo tarde, probablemente era cerca de la media noche cuando Jean subió a su habitación a dormir y a decir verdad, yo también moría de sueño. Tenía días sin poder descansar bien, o más bien, desde que fui raptada.

Andrew permanecía en el sofá mientras sus penetrantes ojos verdes no dejaban de observarme.

—Hay muchas cosas sobre las que debemos ponernos al tanto ¿no? —pregunté sentándome junto a él en el cómodo sofá.

—Comenzando con que vas a casarte —respondió tomando mi mano y mirando el anillo en mi dedo anular.

—Por favor, hablemos de eso después. Realmente no quiero recordarlo.

—¿Entonces no quieres casarte?

La respuesta era obvia. Sí. Definitivamente sí quería casarme, mas no con Jordan.

—Los chicos... —dije intentando cambiar de tema rápidamente—  te necesitan. Todos.

Él sonrió. Supuse que recordarlos a ellos y a la banda le hacía bien.

—A mí me pareció que Ben estaba bien. Lo vi, estaba feliz de estar contigo.

Bufé involuntariamente ante su comentario, ya que era obvio que aún insinuaba que había algo entre Ben y yo. Alcé mi mano y expandí cada uno de mis dedos, haciendo sobresalir mi anillo de compromiso.

—Estoy comprometida. No sé en qué clase de persona creas que me he convertido, pero sería incapaz de engañar a Jordan con Ben.

En un segundo noté como Andy se puso de pie frente a mí, tomó mi mano y me jaló hacia él, obligándome a quedar cara a cara con él, de nuevo, a tan sólo unos centímetros de distancia.

—¿Y qué tal conmigo? —preguntó rodeando mi cintura con su brazo, pegándome más a él.

********
He publicado un aviso en mi perfil, ¡chequenlo por favor! Los quiero♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top