Se podía ver una chica concentrada cocinando un pastel de crepas de vainilla con relleno de chocolate ¿La razón? Últimamente había estado estresada por que esperaba tener una nota alta en su examen de repostería y ese pastel era su nota final.

—...y de decoración le pondré fresas — dijo sonriendo para seguir con lo suyo

Un profesor que la observaba no pudo evitar a recordar sobre una aprendiz habilidosa, una de las tantas cosas que su abuelo le contó. Según él, está alumna estuvo hace muchos años puesto que ella creaba dulces, hermosos y nuevos pero a su vez tradicionales. Algo que quizás sonaba contradictorio pero uno podría entenderlo si lo veía, esto según su abuelo. Sin embargo eso no le quitaba el encanto, pero por desgracia una vez se graduó se fue a sy dulcería lejos de la academia, se sabe que tuvo familia pero solo eso. Ella será...

— Disculpa Megumin-chan —hablo el profesor de la chica el cual la vio muy concentrada decorando.

— ¿Si? ¿Que pasa sensei? ¿Estoy haciendo algo mal?  —preguntó apenada la chica mientras dejaba la manga pastelera que hace unos segundos se encontraba utilizando.

— No realmente, quiero preguntarte algo... ¿Por casualidad tu abuela era repostera? —su mirada era sería, quizás más seria de lo normal.

La chica solo lo miró y sonrió.

— No, seré la primera respostera de mi familia —sonrió orgullosa la chica.

— Ya veo... Por cierto ¿Por qué este fue tu sueño? — está vez le dirigió una mirada que denotaba interés.

— Cuando era niña mi hermano me llevo a la ciudad del teatro y había una tienda de dulces tradicionales ¡Eran extranjeros! —comento transmitiendo el asombro que había tenido al enterarse de aquello en ese tiempo— pero cuando entre vi a una niña y su abuela cocinando galletas juntas, era divertido verlas mientras lo hacian. Pero lo que más me gustó fue como la señora ponía azúcar a las galletas como si fuesen polvos mágicos para que cobraban vida—hablo recordando ese momento como si hubiera sido mágico

— Así que esa fue tu motivación— dijo sonrió el profesor.

La chica negó

— Mi motivación fue ver cómo las personas salían con una sonrisa de la tienda y yo quería ser eso, poder transmitirles felicidad a través de los dulces— decía sonriendo

— Ya veo, suerte megumin. Espero que puedas cumplir tus sueños— dijo su profesor retirándose para dejarla trabajar tranquila.

— Gracias sensei —se dispuso a seguir con lo suyo.

Sin embargo cuando acabo el pastel sonrió pero no duro mucho. La notificación de su celular llamo su atención así que decidió ver de qué se trataba. Al abrirla pudo ver qué se trataba del teatro donde trabajaba su hermano.

«Una oportunidad para audicionar...»

Cuando observó algunas de las grabaciones de su hermano actuando se dio cuenta que el teatro y la respostería tenían cosas en común, sin una duda persistía en su mente...

« ¿Podría hacer sonreír al igual que su hermano lo hace? »

No es que lo odiara, pero su actitud era bastante opuesta a la de su hermano.

— Bueno...  Puedo intentarlo... ¿Cierto? —no le pregunto a nadie en específico, se quedó mirando su celular junto a la notificación.

[...]

Sin embargo en el teatro una chica se encontraba viendo la televisión como si fuese una niña completamente absorta por aquel aparato, pero entonces fue interrupida por su hermana.

— ¿Yeon-chan segura que no quieres comer? —pregunto su hermana.

A lo que la chica negó.

— Si consumo la comida seguramente no la sostendré y vomitare como ayer —dijo como si fuese lo más normal del mundo.

Y ahí es donde su hermana y algunos chicos se alarmaron.

— Mocosa eres bullimica —pregunto sakyo

— Mamá dice que la comida con mucha grasa hace que engorde así que me da unas pastillas para vomitar la comida —.

— Déjame adivinar —el tono que usaba era el de alguien que predecía lo predecible— el cuerpo perfecto coreano y esas cosas ¿No? —viendo a su hermana

A lo que la chica solo asintió

— Te llevaré con un psicólogo mañana —hablo Izumi.

— No estoy loca, estoy bien — respondió la otra chica

— ¿Enserio estás bien? — habló Tsumugi viéndola

— De todos modos investigaré a la madre de la mocosa— hablo sakyo

— ¿Eh?¿Por qué nos interesa lo que haga la bruja? —pregunto Yuki

— Nadie se a puesto pensar si la mocosa es ídol y se supone su madre es la que maneja la prensa no debería ya estar buscándola — hablo el chico

A lo que todos se pusieron a pensar que Sakyo tenía razón, si uno de tus artistas desaparece de la nada lo primero que haces es buscarla ¿No? Entonces ¿Por qué no han salido reportes de una ídol desparecida?

No sabían que estaba planeando, pero algo les decía que debían tener cuidado pues parecía que por fin la caja de Pandora se iba abrir después de años.