En el infierno yacen los pecadores que deben de cumplir su condena por sus malos actos, pero en el cielo también puedes sentir dolor... ellos pueden matarse entre si, pueden traicionarse entre si, pueden mentirse o herirse entre si... pero a veces los peores demonios no tienen exactamente filosos colmillos que pueden perforar con facilidad tu piel, no tienen temerosas garras que pueden fácilmente rasgar tu piel, y tampoco pueden tener poderes sobrenaturales que amenazarán contra tu vida si te atreves a escupirles veneno de forma verbal... a veces, los peores monstruos son los ángeles, a veces los ángeles pueden ser los responsables de tu perdición, a veces estos seres no son tan buenos o inocentes como lo contaron por ahí... para ella, su verdadera amenaza era una persona "inofensiva", una persona que era tan peligrosa como la espina de una rosa teniendo tus manos al descubierto, y el sentimiento que tenía hacia ese hermoso ángel de cabellera albina era el más hermoso de todos... pero a su vez, era el más peligroso.

El amor era un arma de doble filo, dónde si tú jugabas bien tus cartas podías estar en el lado ganador, muy pocos lo logran... por el lado contrario, un error desde el principio puede provocar la peor catástrofe que puede existir para tu propia persona, desde escoger a la persona de quien te vas a enamorar hasta con tus propias palabras o las de la otra persona... pues, para Emily esto le saldría caro por varias cosas, pero las principales eran simples... primero, la persona de quien se enamoró era alguien quien jamás la vería con los mismos ojos que ella, una ángel de quien no sabía mucho sobre su persona, segundo, ella estaba consciente de que al parecer su amor platónico gustaba de alguien más, que le gustaba "su capitán", tercero, al parecer estos dos parecían corresponderse a su manera, y para empeorar todo, al parecer la ángel responsable de robar su corazón consideraba que el gustar de alguien de tu mismo sexo era algo "desagradable", ¿Entienden por qué Emily sentía que estaba arrinconada? De tantas personas que había en el lugar tuvo que ser de aquella de iris doradas.

Pero bueno... ¿Qué tiene de malo eso? Muy bien puedes tratar de olvidar a la persona por tu propio bien... bueno, desafortunadamente esto no podía ser para Emily debido a que ella la había enfermado, algo que ella jamás había visto a lo largo de su "corta" vida (si es que se podía decir así), ya que ahora las lágrimas serían como un reloj de arena, gracias a estas su tiempo iría agotándose poco a poco, con cada una que derramara.

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Emily pasaba una y otra vez su mano sobre sus ojos color cielo, cerrando sus ojos al sentir que su mano estaba a punto de tocar como tal aquella zona, ella estaba tratando de que aquella pequeña incomodidad dejara de hacerse presente... soltaba pequeños suspiros que emitían una sola emoción, tristeza... sentía tristeza por enamorarse, se suponía que al tener aquel hermoso sentimiento que alguna vez escuchó por aquellas iluminadas y vivas calles de Heaven se sentiría la persona más feliz de todas, se suponía que al enamorarse debería de sentirse fuerte, debería sentirse invencible, debería de sentirse completa... pero ese amor solamente le estaba orillando a un daño del cual jamás podría recuperarse.

Emily estaba enamorada, era un sentimiento hermoso pero era demasiado dañino para ella, se suponía que sus lágrimas debían de ser agua, siempre habían sido así, pero jamás se esperó el que en esa mañana, después de recordar el cómo la tarde anterior había visto a su "amada" abrazar de la cintura a otra persona quien emitía algunas quejas había sido solo el primer paso... en la mañana, al mirarse al espejo algunas de sus lágrimas empezaran a tornarse de colores blanco y amarillos tan brillantes que dañaban su vista, hace pocos días pensó que era por el cansancio, que ese cambio de coloración de sus lágrimas había sido producto de su imaginación, pero ahora que estaba completamente despierta descubrió que eso no era así... y en esa mañana, había empezado a sentir el que de sus ojos salían "cosas", no eran lágrimas líquidas, sino que parecían ser pequeños destellos los cuáles irritaban sus ojos y la poca luz que estos emitían le llegaba a incomodar
— Emily ¿Estás bien?... Has estado ahí mucho tiempo

La voz de Sera se hizo presente fuera de la habitación de baño, Emily se miró al espejo, trató de evitar de llorar más, de tranquilizarse, de lograr que su voz no se quebrara o emitiera alguna señal que delatara el que estaba llorando, ya que de ser así sabía que la mayor se preocuparía y preguntaría el qué era lo que pasaba, Emily solamente pudo soltar un pequeño suspiro entrecortado en silencio, antes de decir con aquel tono de voz que transmitía confianza y veracidad
— ¡Si, estoy bien!

Exclamó la de cabellera blanca, escuchando el cómo los pasos de la mayor se alejaban de la puerta del baño... cuando dejó de escuchar dichos pasos, Emily suspiró un poco más alto, de forma entrecortada, sintiendo cómo aquella zona que se encontraba debajo de sus costillas, cerca de dónde estaban sus pulmones, se movía un poco al emitir un pequeño sollozo... se miró al espejo y luego vio al lavamanos, logrando ver aquellas pequeñas piedras tan diminutas que aún emitían un poco de brillo y parecían caer sin cuidado alguno en el desagüe de este... no sabía que eran esas cosas, pero sabía que salió de sus lagrimales y que su brillo junto a su salida ardían y dolía
— Parecen... son como estrellas

Se dijo a si misma en un pequeño susurro el cual Sera ni nadie más que ella misma escucharía, Emily cerró sus ojos mientras trataba de regular su respiración... ella se dijo a si misma que debía de pensar en algo que la hiciera feliz... muy bien pudo imaginarse a aquellos adorables animales en los zoológicos en el lugar, pudo imaginarse las risas y alegría de las personas que podían caminar y volar en su amado Heaven, pero no fue así... en vez de imaginarse alguna de estas cosas, imaginó a alguien en específico.

Su mente dibujó la silueta de aquella hermosa ángel, recordó su mirada la cual parecía poder cortarse debido a que eran como una filosa espada... unos hermosos ojos dorados los cuáles podían hacían que la serafín se perdiera en estos si tuviera la oportunidad, recordó su rostro, recordó que esta siempre mantenía un semblante serio y firme... pero, que en una ocasión, pudo ver a aquella bella mujer de cabellera albina sonreír, una sonrisa que ella había logrado ver al estar junto a ella mientras se cubrían de la lluvia... el recordar el cómo esta le sonreía con ternura y diversión hacía que su corazón empezara a acelerarse sin control, el cómo sus manos sostenían aquella máscara la cual cubría su verdadero y bello rostro... y su voz, su hermosa voz la cual podía escuchar decirle las mil y un groserías en todos los idiomas que existieron a lo largo de la existencia decir "Te amo" junto a un nombre, era algo que la haría sonreír y la haría chillar de la emoción... pero, cuando recordaba la frase completa, su mundo empezaba a derrumbarse, sentía que su corazón se detenía y sentía que su cuerpo se quedaba inmóvil a la entrada de aquel callejón... el ver cómo una de aquellas mano ajenas sostenían con cuidado la cintura de la más alta mientras que la otra sostenía con cuidado el mentón de la de iris doradas, el ver cómo las narices de ambos se rozaban con cuidado mientras que sus miradas chocaban entre si... el ver cómo aquella sonrisa no iba dirigida hacia ella y esas dulces palabras no iban dirigidas a su persona, sino que iban dirigidas a otro ángel, aquel que era el primer humano y era conocido como "Adam"... aún recordando el cómo aquella mujer que la hizo suspirar de amor decía otro nombre...

"Te amo, Adam"

— Te amo, Lute

Dijo la joven con una sonrisa forzada mirándose al espejo, sintiendo el cómo aquellas lágrimas volvían a salir, y sintiendo nuevamente el cómo había ocasiones en las que parecían salir pequeños cuerpos de luz que le recodaban bastante a los granos de arena... ¿Qué era lo que tenía? ¿Por qué le pasaba esto? ¿Acaso era un castigo o era una advertencia?

𝒮𝒾 𝓂𝒾𝓈 𝓁𝒶𝑔𝓇𝒾𝓂𝒶𝓈 𝓈𝑒𝓇𝒶𝓃 𝓂𝒾 𝒻𝒾𝓃, 𝑒𝓈𝓅𝑒𝓇𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝑒𝓈𝑜 𝓃𝑜 𝓂𝑒 𝒶𝓁𝑒𝒿𝑒 𝒹𝑒 𝓉𝒾

(Si mis lágrimas serán mi fin, espero que eso no me aleje de ti)