Muchas veces me pregunto cómo te encontrarás ahora, qué estarás haciendo. Hace años que no te veo, que no te hablo. Y pensar que siempre fuimos muy cercanos...
Si no hubiésemos tomado caminos diferentes, ¿cómo hubiésemos acabado? ¿Juntos? ¿Separados? No lo sé y a veces prefiero no saberlo. No podría asumir que quizá ahora estaríamos juntos si no fuese porque decidí marcharme de aquel instituto. Ni siquiera nos separamos porque mi sueño sólo se pudiese cumplir en mi otro instituto, porque ni siquiera aún tenía decido qué quería ser de mayor. Fue un simple capricho que tuve: estudiar latín y griego porque no quería estudiar ciencias.

Así pues, cuando cambié de instituto en bachiller comenzamos a peder aquella relación tan especial que teníamos. No fue una ruptura inminente, sino paulatina. Poco a poco yo iba haciendo mi camino, encontrando un sueño que cumplir, y tu ibas haciendo el tuyo. Yo quería ser arqueólogo y tú escritor de novelas de misterio. Para ello, una vez nos graduamos yo me marché a la Universidad de otro Estado para poder estudia arqueología y tú te quedaste allí.
Así pues, estando aún más lejos comenzamos a hablar y vernos menos. Antes al menos quedábamos los fines de semana para tomar algo o dar un paseo, o incluso me acompañabas a los eventos de anime y manga que tanto me gustan.

Pensando en ello detenidamente, todo fue extraño. Llegó un momento en el que me parecías un completo extraño. Ya no podíamos hablar de lo mismo que antes porque ambos habíamos cambiado para bien o para mal, pero cambiado. Ya no eras el mismo adolescente sabelotodo que yo conocía, sino que ahora eras un punk rebelde que le gustaba ir contracorriente. En cambio yo, quien era de los de no estudiar hasta el día anterior al examen, copiar deberes y jugar toda la tarde, me había vuelto un universitario que sólo se dedicaba a estudiar y trabajar en su trabajo a media jornada. He de decir que no es que me sienta muy orgulloso de ello porque siento que no tengo vida. Pero bueno, sin trabajo no hay estudios y sin estudios no se cumple el sueño.

Al principio me sentía mal por todo esto, porque te quería mucho. Quizá no de la forma que tú deseabas, pero te quería. Actualmente mi corazón no siente nada cuando pienso en ti, en tu persona. Eres como un completo extraño para mi corazón. Sí me da pena saber que quizá podríamos haber continuado siendo amigos y el hecho de que esta amistad se perdiese, pero respecto a ti y no siento nada.
Ahora permanezco en mi monótona vida con mis nuevos amigos a los cuales casi quiero más que a los que antes consideraba mis mejores amigos del alma. Y por las noches, observo en silencio las estrellas para deleitar mi corazón con diferentes y apasionadas historias. Cada una tan diferente y a la vez tan parecidas. Aunque algunos me hacían recordarte como ha pasado hoy, pero igualmente, nunca dejaré de verlas.

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Resucité por poco tiempo.
Esta es la mayor basura que he escrito nunca, pero hecho con amor desde un tren.
Por si lo preguntáis, seguramente no, he hecho a Alfred estudiante de arqueología porque yo estudio casi eso (algunas asignaturas de arqueología, pero no todas) y me gusta pensar en el Alfufu arqueólogo.
El resto un poco mi vida y otra altas ganas tenía de hacer una historia así de UsUk/UkUs porque adoro el drama dramoso.

Eso es todo. No me extiendo más porque volveré a desaparecer seguramente.

Ciaooooooooo.