IV ♡ {parte 2}


-¿Te sientes de ánimos para salir esta noche, Hun?

Era la sexta vez que le preguntaba en el día, y es que quería que aceptara ya que tenía algo muy especial preparado solo para él.

-Chanyeol hyung, no me siento del todo bien... y lo sabes. ¿Por qué no esperamos a que me recupere un poco y luego podremos salir todos los días que quieras? –nuevamente ese tono de irritación.

¿Qué pasó con el Sehun hiperactivo y alegre de meses atrás?

¿Será que se habrá cansado de mí?

-Pero es algo muy importante, Hun. Solo por hoy ¿Si? Pronto se acerca navidad y tenemos que elegir un lindo traje para que te lo pongas.

-Con lo delgado que estoy dudo que haya de mi talla.

-Por supuesto que habrá de tu talla y si no es así entonces procuraremos engordar un poquito más esa pancita. –traté de convencerlo. -¿Solo por hoy, si? Prometo que luego te dejare en paz.

-No quiero que me dejes en paz. Me gusta que me molestes. –habla mientras recuesta su cabeza en mi hombro.

¿Es que se ha vuelto bipolar? Primero tiene un carácter de irritado y luego actúa de forma cariñosa.

-¿Entonces si aceptas?

-Sí, pero no volvamos tan tarde, hyung. Hace mucho frío y podríamos agarrar una gripe.

-¡Lo que tu digas, amor! –sonreí brillante y más aun cuando vi los ojitos de Sehun brillar.

Esa tarde recorrimos el centro comercial buscando un traje formal para Sehun, faltaban aun dos semanas para navidad pero aun así quería tener todo preparado para ese día. No sería una navidad común y corriente, tendría algo de especial, muy especial.

Luego de pasar por ya dos tiendas, entramos en la tercera del shopping y estaba hablando con uno de los empleados diciéndole las medidas de Sehun cuando dirigí mi mirada a él y lo vi observando con ojos brillosos un traje azul marino y al lado uno color crema, el color crema con unas tallas mas pequeñas.

Me acerqué a Sehun sonriéndole.

-¿Esas te gustan? –pregunté susurrando desde atrás haciendo que pegué un saltito.

-Creo que el traje azul marino te quedará de maravilla, hyung.

-Pero estamos aquí para elegir uno para ti, no para mí.

-Pero yo quiero que tengas ese traje en tu cuerpo. También me gusta el color crema, se ve más delicado. Creo que resaltaría más el color de mi piel.

-Por supuesto, es solo cuestión de probártelo. –Abracé su cintura.

-Yo me lo probaré solo si tú te pruebas el otro. –aquí vamos otra vez...

-Trato.

A decir verdad, no me quedaba para nada mal... hacia que mis piernas se vean más largas y tonificadas y que mi espalda se vea más ancha. Sehun tiene buen gusto, debía admitirlo. Salí del probador y esperé en uno de los sofás a que Sehun también termine de probarse su traje.

Luego de unos segundos más, mi hermoso chico salió de los probadores. El traje le sentaba de maravilla, se le caía un poco el pantalón pero de igual manera se veía precioso. En realidad, sea lo que tenga puesto Sehun, todo le queda de maravilla.

-¿Te gusta, hyung? –dijo dando una vueltita. –el tuyo también te queda precioso... ¡ves?, te dije que lo quería en tu cuerpo. –Dijo acercándose y tomando el cuello de mi traje arreglando y planchándolo con sus manos. –Te ves muy apuesto, Channie.

-Tú también te vez de maravilla, Hun. Hasta el propio Adonis estaría celoso de ti. –Besé la punta de su nariz. –Te hace ver más puro. ¿Lo quieres?

-Claro que si, ¿Pero has visto el precio? Debería vender uno de mis riñones para recomponer lo que gastaré con este traje.

-Tú no gastaras nada. Siempre pagas la cuenta de los restaurantes a los que vamos. Ahora es mi turno.

-¿También te compraras el tuyo? Quiero que lo tengas.

-Si así lo quieres, pues me parece bien.

La sonrisita de Sehun se ensanchó formando medias lunas en sus brillosos ojitos.

Seguimos recorriendo el centro comercial hasta que acabamos en una tienda de flores donde Sehun quedó embobado con un delicado ramillete de Nardos.

-¿Te gustan esos nardos, amor? –pregunté nuevamente sigilosos.

-Sí. Mi madre me contaba cuando era más pequeño que mi padre era un mujeriego de primera, pero que siempre iba detrás de ella con un ramo de nardos. ¿Sabes que significa cuando alguien te regala nardos? –volvió su vista a mí el cual solo negué con la cabeza. –Simboliza que esa persona quiere involucrarse contigo, pero sin tener ningún compromiso. Los nardos simbolizan la aventura e independencia. Mi mama dijo que nunca le tomó mucha atención a mi padre, pero sí que le quería muchísimo, pero temía que le rompa el corazón. Y al final ya sabes que pasó, mi papa renunció a su vida de adulterio por mi madre y luego de unos meses se casaron y luego de dos años tuvieron a su único hijo.

-El más hermoso de todos. Diría yo. –sonreí abrazándolo por el hombro. –Son muy lindas, pero no podré regalártelas. –lo tomé del mentón. –En cambio, yo te regalaría unas orquídeas o margaritas, simbolizando mi amor puro y mi compromiso para con usted. –Acerqué mi rostro al suyo y deposite un besó en su frente.

-A veces te pasas de romántico, Chanyeol. –me miró con recelo. –Me encanta. –rió divertido.


♡♥♡


-El otro día vine a buscarles. No estaban... cuando salí me encontré con una escena muy romántica la verdad... ¿Tú y Sehun están saliendo? -¿Y qué le importaba si estamos saliendo o no?

-Sí. ¿Por qué? ¿Ahora también me vendrás a decir lo repulsivo que soy solo por gustarme una persona de mi mismo sexo? –Admito que me puse un poco a la defensiva.

-No es eso... es solo que me ha sorprendido. Nunca pensé que tú hubieras llegado a ser homosexual.

-No precisamente soy homosexual. Sino que no me importa la apariencia de las personas. Sehun me logró cautivar con su carácter sensible pero decidido, con su bondad y perseverancia. Lo físico quedó en segundo plano, pero tampoco puedo negar que es hermoso como un ángel.

-Pero Sehun no puede salir contigo...

-¿Y quién dice si puede o no? ¿Acaso hay una ley que nos prohíba estar juntos? Sabes... no te entiendo, Jongin. Si a esto se debe tu visita, entonces lo lamento pero prefiero que desaparezcas. Sehun llegará en unos minutos.

-No lo has estado cuidando bien. Esta delgado y más pálido de lo normal.

-¿A mí me vendrás a reprochar eso? Al menos yo si estuve ahí para él cuando más nos necesitaba.

Jongin suspiró y bajó su cabeza.

-Lo siento, Chanyeol.

-¿Lo sientes? Deberías haberlo sentido antes de que te hayas desaparecido. ¿No sabes la depresión por la que pasó Sehun cuando le anunciaron de tu partida? Y ni siquiera te despediste...

-No me despedí porque cuando estaba por hacerlo llegué en el momento equivocado y el lugar equivocado. Esa fiesta de despedida que hizo Kris Wu, casi las 4 de la madrugada, cuarto de huéspedes, dos anatomías enredándose como si no hubiera un mañana. ¿Crees que me despediría después de eso?

-¿Por qué no? No es como si tú tampoco hubieras jodido con alguien alguna vez. Es más... cambiabas mas de pareja que de ropa interior.

-Sí, pero...

-¿Pero qué? Ahora no me vengas con que somos inhumanos y esas porquerías. Que tu padre te lo haya enseñado así no es nuestra culpa, y deberías de ahorrarte tus comentarios antes de que te saque a patadas del hogar que ahora es de Sehun y mío. No sabes lo que causaste en Sehun ante todas las idioteces que tú y tu padre dijeron. No lo sabes y nunca lo sabrás. Muy pronto le pediré matrimonio y no quiero que tu presencia lo arruine todo. Porque sabes que a Sehun le cuesta olvidar a las personas y sabes lo que le importa lo que las personas cercanas a él piensen sobre él. Y si vas por ahí predicando nuevamente que somos una abominación entonces eso lo arruinaría todo.

Mientras más hablaba, mas se retorcía la expresión de Jongin. Me estaba hartando... si estaba aquí para "saludar" entonces por qué ahora estaba reprochándome sobre mi orientación sexual. Ni que fuera un predicador.

-¿Pedirle matrimonio...? –Y antes de que la mandíbula de Jongin perfore el suelo, la dulce voz de Sehun sonó desde el pasillo.

"Ya estoy en casa, hyung."

Pronto Jongin y yo dirigimos nuestras miradas hasta la entrada del living y nos encontramos con un Sehun con la cabeza gacha carreando bolsas de papel a sus costados, y cuando levantó la mirada ninguno de los dos pudimos ignorar la expresión de asombro y algo de alegría en su rostro.

-Has vuelto, Jongin hyung... -un susurro escapó de sus labios los cuales estaban formando una sutil sonrisa el cual desapareció al instante. -¿Por qué?

-Hola, Sehunnie... solo pasaba a visitar. Quería ver como estaban, no esperaba encontrármelos a los dos como parejas. –habló sincero.

-Eh si... hace ya tres años. –dijo acercándose a mí y tomándome por el brazo. Lo cual me hizo sonreír.

No dejaría que Jongin arruine todo lo he estado construyendo con Sehun. Todo ha estado perfecto estos tres años y no dejaré que un tipo como Jongin lo vuelva a arruinar, no otra vez, y menos dejaría que rompa nuevamente a mi Sehun.


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