Familia, familiares y amigos.

Capítulo 2.

Familia, familiares y amigos.

Johan no supo cómo ocurrió, pero Cassie estaba mirándole de cerca, muy de cerca; pues de alguna manera Duncan le había convencido de colocarse la cangurera-portabebé y ahora la pequeña estaba sobre su pecho.

Ella alzó los brazos y los agitó, dándole un manotazo en la barbilla a Johan; él, como acto reflejo, entrecerró los ojos e intentó alejarse, lo último imposible, ya que literalmente la tenía atada a su torso.

Miró a la derecha, luego a la izquierda, ¿dónde rayos se había metido Duncan? Caminó por el pasillo y solo encontró a un par de familias escogiendo sus compras. Regresó sobre sus pasos y probó en otro pasillo, no tuvo éxito. Caminó más de prisa, casi trotando, y por la manera en la cual Cassidy fue sacudida comenzó a deformar sus labios y emitir un murmullo extraño.

-Oh, no no, no llores- dijo Johan, pero vez de disminuir la velocidad, caminó más rápido.

Se detuvo en un cruce, miró hacia un pasillo, luego giró de inmediato para mirar al otro, Cassie comenzó a sollozar.

-No deberías ser tan brusco-, Johan miró a la derecha y había una muchacha, una humana, como de su edad y unos centímetros más baja, le observaba entre curiosa y divertida, -la estás moviendo demasiado, por eso está asustada- se acercó un poco y sonrió, -¿es tu hermanita?

-Eh, ee-ella...

La chica se acercó lo suficiente para mirar el rostro de la bebé y hablarle con voz algo infantil, distrayéndola de su lloriqueo.

Johan decidió no prestar atención, sino que miró más allá de la humana y allí estaba Duncan, mirando la escena con una expresión socarrona, con una enorme sonrisa pegada al rostro.

Se disculpó con la muchacha y caminó hacia el beta.

-Ow, qué tierno te ves- se mofó Duncan.

-¿A dónde fuiste?- preguntó Johan ignorando su burla.

-Te dije que iba al área de lácteos- le golpeó con suavidad en la frente con el dedo índice, -¿no me estabas escuchando?

Johan gruñó y Cassidy rio, alzando los brazos y golpeando a Johan en el rostro.

Duncan se reusó a llevar a Cassidy mientras estuvieron dentro del supermercado, ya para cuando tuvieron que cargar con las bolsas, él se colocó la cangurera en el pecho; Johan tomó una de las dos bolsas, adelantándose unos pasos, pero luego, al notar que se había quedado solo de nuevo, miró hacia atrás: Duncan se había sentado en una de las bancas, poco antes de llegar al acceso hacia el estacionamiento, limpiando el rostro de la bebé con una toallita húmeda.

Johan exhaló y regresó, sentándose a su lado, observando la labor del mayor.

-No es tan difícil como parece- dijo Duncan al sentirse bajo el escrutinio del otro, -al principio estuve muy nervioso, temía hacerle daño; además, pensaba que no hacía más que babear, pero ahora creo que es linda.

Johan lo observó por unos segundos más, -nunca pensé que tú... que ustedes...ya sabes... que quisieran tener un bebé.

-¿Por qué no?

Johan se encogió de hombros, -simplemente es algo que no imaginé.

Tal vez porque aún se reusaba a pensar en ellos como una pareja consolidada... o tal vez porque creía que ya casi nada tenía mucho sentido desde que el asunto de su repentina mudanza a Blue Hills inició.

Duncan suspiró, pasó por última vez la toallita en el rostro de Cassie y luego miró a Johan, poniéndose algo serio, -sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, ¿verdad?

-¿Eh?- parpadeó algo confuso.

-Vamos, Jo; no estoy ciego.

El más joven desvió la mirada por unos segundos, -no sé de qué hablas.

Duncan sonrió, sabiendo que era inútil insistir, si lo hacía, Johan definitivamente le evadiría; así que solo atinó a acercar a la bebé al joven; Cassie agitó las manos y le pegó a Johan en la mejilla; luego la menor rio.

-¡Mira, le agradas!- exclamó Duncan, ganándose una mirada algo molesta de Johan. Bien, molesto era mejor que indiferente.

Durante el camino a los apartamentos, Duncan parloteó, mientras Cassie hacía sonidos extraños con su boca, en algunas ocasiones parecía que en verdad entendía lo que el otro hablaba; mientras Johan solo veía por su ventana. Blue Hills era lindo, muy diferente a Muna, pero lindo, al fin y al cabo.

Una vez en el estacionamiento subterráneo, Johan tomó las bolsas y esperó cerca de las escaleras a que Duncan, con Cassidy en brazos, le alcanzara.

No tuvo inconveniente en seguirle hasta su apartamento, un piso más arriba del que compartía con Cameron y Zoe.

-Oye, Jo, ¿quieres cenar con nosotros?- preguntó Duncan cuando este colocó las bolsas sobre la mesa, mirando alrededor.

Johan sacudió la cabeza en negación de inmediato.

-¿Estás seguro? Hay comida suficiente.

Johan volvió a negar y agregó, -estoy cansado, será mejor que me vaya-y caminó hacia la salida.

-Está bien, no olvides que mañana tienen chequeo médico- alcanzó a decir antes de que Johan cerrara la puerta.

El joven lobo bajó las escaleras hasta el piso que le correspondía, sacó las llaves del bolsillo de su chaqueta y entró, en la sala estaba Cameron entretenido en sus videojuegos, solo desvió su atención unos segundos de la pantalla y cuestionó: -¿dónde te habías metido?

Johan echó las llaves en la mesa que estaba cerca de la puerta y comenzó a quitarse la prenda superior para colgarla en la percha, -¿importa?- lanzó la pregunta, no con mala intención, simplemente no sentía que tuviera que dar explicaciones; Cameron era el último al que le interesaría su paradero.

-Zoe pensó que tendríamos que salir a buscarte, le dije que estaba exagerando un poco- explicó escuetamente su primo, sin dejar de mirar su partida.

Johan suspiró, como bien imaginó: efectivamente a Cameron no le interesaba; cruzó la estancia directo a su habitación y dijo, -solo fui a dar la vuelta por los alrededores.

No hubo respuesta, y tampoco la esperaba; entró a su alcoba y se dispuso a descansar.

Más de dos horas después, Jared entraba a su apartamento, evitando hacer mucho ruido, asumiendo que Cassie estaba dormida o a punto de hacerlo.

No falló. Encontró a Duncan sentado cómodamente en el sofá frente al televisor, con los pies sobre la mesa de centro y acunando a la bebé dormida entre sus brazos; lo que estaban transmitiendo era una película, Duncan le había bajado el volumen y activado los subtítulos, seguramente para evitar despertar a la pequeña.

Jared no pudo evitar sonreír, se apoyó en el respaldo del sofá y se inclinó lo suficiente para besar a su esposo sin que este se moviera de su lugar.

-Pensé que llegarías más temprano- exclamó Duncan en forma de susurro, eran poco más de las diez.

-Lo siento- le acarició el mentón, contestando de la misma manera, -no pude terminar antes, incluso Samuel se quedó en la oficina, él me trajo a casa.

Duncan asintió e hizo amago de moverse; Jared de inmediato rodeó el sofá para llegar frente a él y ayudarle, tomando con mucho cuidado a Cassie para que esta no despertara; con parsimonia caminó hacia la habitación que habían acondicionado para ella y la colocó en la cuna.

-Llevaba más de una hora intentando que se durmiera, hasta que descubrí que el murmullo de la televisión es perfecto para arrullarla- exclamó Duncan mirando sobre el hombro de Jared hacia Cassie.

Jared asintió en silencio y colocó la frazada sobre el pequeño bulto, luego tomó la mano de su esposo, tirando de él para salir de la habitación, dejando la puerta semiabierta detrás de ellos, con seguridad Cassie se despertaría a mitad de la madrugada.

Duncan recibió en sus brazos a su pareja, Jared se refugió en su pecho, ocultando el rostro en el pecho del beta, suspirando profundamente.

-Día pesado, ¿eh?- exclamó y acarició el largo cabello de su compañero, estaba atado en una coleta baja que descansaba sobre su espalda.

-Más de lo que me esperaba- contestó sobre la piel del otro.

-¿Comiste algo en la oficina?

Jared negó.

Duncan le besó la sien y luego tiró de él hacia la cocina, -con la supervisión de las pruebas de los chicos y la reunión con Dylan y David en realidad no pude regresar en todo el día al apartamento, sino hasta que el entrenamiento finalizó-, le dio la espalda un momento para sacar un contenedor del frigorífico, -solo pude conseguir comida congelada esta vez- explicó y metió al horno de microondas el contenedor, -deberá ser suficiente por ahora.

Jared le miró y sonrió, Duncan siempre se preocupaba porque comiera y le llamaba la atención cuando lo hacía a deshoras; por lo que decidió no discutir ni decir que en realidad no tenía mucha hambre, se esforzaría por probar bocado; así que fue a lavarse y cuando regresó a la cocina, sobre la pequeña isla que usualmente servía como desayunador había un plato humeante de lasaña y una lata de soda.

Durante su cena, su esposo se sentó a su lado, brindándole su compañía y hablando de lo bien que se había comportado Cassidy durante el día y de su gusto por pegarle a Johan en el rostro; luego mencionó el comportamiento un poco extraño de Johan.

-Puede que la presencia de Cameron le resulte incómoda- explicó Jared cuando ya llevaba más de la mitad de su platillo.

-¿No se llevan bien?- indagó el beta, en realidad no conocía muy bien a Cameron, solo le había visto un par de veces, andando por allí, en los pasillos de lugar de entrenamiento, en Muna.

Jared hizo una mueca, pensativo, -no estoy seguro, solo sé que son primos de sangre, Cameron es mayor por algunos meses, sin embargo, fue Johan el primero en ingresar al grupo y, de los dos, el único en ser asignado a tareas con Alex y los demás.

Para Duncan fue claro: en otras palabras, Johan había demostrado ser más hábil que Cameron.

-¿Crees que haya riñas entre su familia?- se aventuró a preguntar Duncan.

-Si el padre de Cameron es igual de estricto y exigente que el de Johan, es posible.

Duncan se relamió los labios, -Dylan está planeado establecer pequeños grupos para atender algunos llamados, parece ser que ha habido avistamientos al norte.

Jared dejó el cubierto sobre el plato, mirando a su compañero con seriedad.

El beta continuó, -después de las primeras pruebas de hoy, decidimos que Johan y Cameron estarán en el mismo equipo, sus habilidades son buenas y se complementan- se encogió de hombros, -pero si no se llevan bien, podría ser contraproducente.

Mientras Jared se encargaba de una parte de las responsabilidades que antes eran de Noah, Duncan se había unido a Dylan y David.

Jared exhaló, -eso tendrías que preguntárselo a Johan directamente, si tiene algún problema con eso.

Duncan asintió justo cuando el lloriqueo de Cassidy se escuchó, entonces abandonó el taburete; tomando el antebrazo de Jared para evitar que le imitara.

-Yo iré- anunció el beta.

-Es mi turno.

El castaño negó, -estuviste todo el día en la oficina, será mejor que tomes una ducha y vayas a la cama a descansar, yo me hago cargo de ella.

Cuando recién Cassidy llegó a sus vidas, todo fue un caos, pero Jared se sorprendió de lo rápido que Duncan se adaptó, de hecho, podría decirse que el beta era quien se dedicaba a ella: era el primero en escuchar su llanto a la media noche, era como si estuviera listo para saltar de la cama al primer ruido, también preparaba de manera eficiente la fórmula en la botella y tenía la pañalera lista; por supuesto que Jared había podido llevarla en sus brazos, como cuando fueron por Johan y los demás a la terminal; pero usualmente era Duncan quien se hacía cargo; se veía muy cómodo, y feliz, haciéndolo.

...

Leonel giró un poco en la cama y pasó el brazo sobre el torso de Samuel; -¿qué sucede?- preguntó al notar que el mayor seguía despierto, él tampoco había podido conciliar el sueño, solo se había quedado quieto y con los ojos cerrados, hasta ese momento.

-Nada- contestó y le besó el cabello, -duerme.

Leo no le creyó, así que se removió hasta que quedar sobre su pecho, con el rostro debajo del mentón del beta y preguntó, -¿quieres hablar?

Sam pareció indeciso por unos segundos, hasta que dijo: -hoy vi al padre de Noah.

Leo se tensó en sus brazos por un instante antes de decir, -Lucian está cuidando muy bien de él.

Los Bennett habían notado que Lucian siempre estaba cuidando de Noah, a la distancia a petición de él mismo, pues lo había echado del hospital; pero el alfa seguía allí, por lo que después del funeral le enfrentaron, preguntándole si en verdad le importaba su hijo; Lucian fue sincero y contundente: por supuesto que sí. Entonces Isaac y Nelly decidieron permitir sus visitas; Lucian ahora pasaba bastante tiempo en la casa de los Bennett.

-Lo sé, no lo dudo- dijo Sam, -pero Isaac está preocupado, no ha habido mejoría; es cierto que Noah ya no hace sus rabietas, sin embargo, ha dejado de hablar.

Leonel tragó fuerte, aún era un tema delicado, es decir, él solo pensar estar en el lugar de Noah le causaba un remolino en sus entrañas; simplemente no podía imaginarlo; -es muy pronto, no es un asunto fácil de sobrellevar.

Samuel asintió y abrazó mas fuerte a Leo contra su pecho.

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ESPACIO PARA CHARLAR: En realidad no tengo más que decir, solo agradecer el que sigan aquí, agradecer por la espera y la paciencia.

P.D. Lamento los errores de dedo, sintaxis y/u otros.

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