Equipos y formaciones.

Capítulo 8

Equipos y formaciones.

El vehículo Land Rover abandonó Blue Hills, desplazándose libremente por el asfalto, recorriendo el camino que todavía no había sido iluminado por el amanecer.

Conducía Jared, mientras que en el asiento a su lado iba Johan, como pasajeros estaban Cameron y Jacob, este último era el menor de los gemelos cambiaforma coyote, bastante diestro con la tecnología, casi tan hábil como David.

—Hay que tomar el próximo desvió, después de la siguiente estación de combustible tendremos que recorrer poco más de ciento veinte millas— informó Jacob mirando el mapa en la pantalla de su tableta electrónica.

Jared asintió y disminuyó un poco la velocidad para tomar la salida hacia la autopista, rumbo al este.

Después de poco más de dos horas de viaje en silencio, Jacob les indicó que estaban próximos al área que David había señalado. Entonces aparcaron a las orillas de la carretera, cerca de un predio que lucía en construcción, algo lenta para ser sinceros, pues el que parecía ser el edificio principal estaba aún sin una pared lateral; y no era extraño encontrar lugares así a lo largo de la vía carretera, algunas personas poseían terrenos fuera de la ciudad y los acondicionaban como ranchos, haciendas o meros sitios para pasar algún tiempo en el campo; el lugar en cuestión parecía uno de estos últimos y, por cierto, abandonado y un poco descuidado.

Era una mañana soleada, pero Jared ajustó mejor el chaleco elaborado de una tela gruesa a su torso, en él portaba algunos cuchillos, sus armas y las municiones de estas. Los demás poseían un atuendo similar, nada más que cada uno llevaba los aditamentos que más le acomodaban; Johan, además, en los costados de sus pantorrillas, sujetas a sus botines, portaba las dagas gemelas que Duncan le había obsequiado. Era de día, pero no por eso iban a ir menos preparados.

Ingresaron al monte, por un costado de la propiedad, siguiendo la línea de la valla periférica hasta abandonar la vía de tránsito, dejando atrás el asfalto.

Cuarenta minutos después de una sinuosa caminata, como líder de la misión, Jared sugirió separarse: él y Jacob irían por lo que parecía una bifurcación, un tramo que lucía como un sendero abandonado; y Johan y Cameron seguirían la ruta que habían trazado previamente.

Los cuatro contaban con intercomunicadores y sería mejor continuar de esa manera para abarcar mayor área.

Ni Johan ni Cameron refutaron, ambos habían decidido que sus riñas y diferencias debían quedar fuera de sus actividades, sobre todo si su integridad estaba en riesgo.

Jacob no era muy hablador y Jared agradeció eso, era mejor concentrarse en la tarea; no debía distraerse para poder concluir con éxito.

Casi un kilómetro después, la voz de Johan se escuchó por sus auriculares.

¿Jared, Jacob?— exclamó el joven.

—¿Qué sucede?— respondió el coyote, encargado de los dispositivos electrónicos y de la intercomunicación.

Aquí hay... hay una cueva— informó.

Jacob revisó en la pantalla de su tableta, no había registro de ello en la zona; pudiera ser que su información topográfica estuviera desactualizada.

—¿Estás seguro?— preguntó, expandiendo el mapa en la pantalla para abarcar más área, pudiera ser que Johan y Cameron hubieran avanzado más allá de los límites, sin embargo, al consultar las señales de sus localizadores, cuatro puntos rojos se ubicaron en el mapa, señalando sus posiciones, Johan y Cameron definitivamente estaban fuera de la ruta, pero no lejos del área en cuestión.

En realidad luce como una mina abandonada— intervino Cameron.

Ey, no te acerques demasiado, puede ser peligroso— se escuchó el murmullo de Johan, una expresión con un tinte de reprimenda.

—¿Una mina?— intervino Jared.

La entrada sin duda parece una cueva— explicó Cameron, —hay formaciones rocosas, pero mirándola mejor, se nota que ha sido excavada apropósito.

La última frase del lobo generó algo de eco, tanto Jared como Jacob lo notaron.

—No entren por su cuenta— ordenó Jared, caminando de regreso con la clara intención de reunirse con los más jóvenes; el coyote le siguió de cerca.

Poco más de veinte segundos después, Cameron informó de nuevo: —no es muy profunda, desde la entrada solo hemos recorrido unas decenas de metros; la roca solo fue perforada hasta la mit-

Un fuerte estruendo interrumpió a Cameron, también se escucharon los improperios de Johan y después silencio.

—¿Cameron?— exclamó Jared, y luego con más fuerza gritó: —¡¿Johan?!

Jacob miró la tableta electrónica, los puntos rojos correspondientes a los otros dos aún se hallaban en la pantalla; sin embargo, eso no garantizaba su bienestar, así que tanto el lobo como el coyote emprendieron la carrera.

...

Recién había amanecido cuando David echó su bolsa en el maletero del auto, estaba casi listo para iniciar su viaje al noroeste; había investigado y aparentemente un grupo de cazadores se había asentado en esa dirección. Según lo que habían descubierto antes, algunos cazadores estaban relacionados con las extrañas criaturas, por eso iba a confirmarlo. En otras circunstancias la investigación la realizaría en compañía de Kris, y puede que otro lobo más; sin embargo, esta tarea tendría que completarla en compañía de tres elementos de recién ingreso: Ava, la gemela del coyote llamado Jacob; Ray, un cambiaforma pantera insociable y callado; y Zoe, su recién descubierta compañera.

Hacía unas semanas, David estuvo más que alegre cuando la conoció, lleno de júbilo pensó anunciarle a todo mundo que la había encontrado, su manada y sus amigos estarían felices por él; pero, así como aquél pensamiento había llegado, se esfumó: Kris era su mejor amigo y aún estaba indispuesto. David se conocía a sí mismo bastante bien, estaba consciente que con el pasar de los días terminaría sintiéndose como un completo traidor si él disfrutaba mientras su amigo seguía hundido en su miseria. Y bueno, así fue como decidió callárselo; simplemente manteniéndose cerca de Zoe, como en esta ocasión, en la cual hizo lo necesario para estar en el mismo grupo.

Ava salió de prisa del edificio y se encaminó al auto.

—Los demás ya vienen— informó de manera escueta antes ingresar al vehículo, en el asiento de copiloto, así como Jacob, ella también era hábil con los dispositivos electrónicos; los gemelos eran casi tan buenos como David en ello.

Luego, Ray llegó al estacionamiento, en silencio y con un movimiento de cabeza a manera de saludo y reconocimiento pasó junto a David, para después tomar su lugar en la parte trasera del auto, como pasajero. Ray era joven, pero su semblante demasiado serio le hacía lucir hosco y mucho mayor; la única información que tenían sobre Ray era que, hacía algunos años, su madre y su hermana menor habían sido asesinadas por los monstruos híbridos, tal vez por eso era algo retraído; Dylan nunca presionó ni subestimó a Ray, simplemente le ofreció un lugar en aquél grupo.

David miró hacia el edificio en espera de Zoe, sin embargo, el ruido de una camioneta todo terrero llamó su atención, observó hacia la carretera y vio un auto conocido; seguramente era Nicholas. Y no falló, cuando la camioneta aparcó cerca de él, Nicholas y Sirhan bajaron de ella.

A pesar de ser un vampiro, Nick no demostraba ningún malestar bajo los rayos del sol, ni siquiera fruncía el entrecejo e incluso su largo cabello lacio y negro lucía muy sano con ese brillo: pero eso no quería decir que le agradara demasiado; caminó de prisa hacia David, pues él, junto a su auto, estaban debajo de un toldo.

El beta sabía que los saludos estaban de más con ese par, tanto Nicholas como Sirhan era directos; ya se había acostumbrado a ello, por eso fue preciso al informar.

Movió la cabeza, reconociéndolos, y dijo: —un equipo ha partido hacia el este hace unas horas, antes del amanecer.

Nicholas asintió y preguntó, —¿han encontrado un nido?

—No aún, solo se sospecha de ello, por eso la expedición fue para reconocer el área.

—¿Dylan fue con ellos?

David negó.

—¿Mandaron a un grupo de novatos?

David negó de nuevo y agregó, —Jared Black fue con ellos.

Nicholas permaneció pensativo por un par de segundos, luego asintió, dando al parecer su consentimiento y aprobación; Sirhan, a su lado permaneció callado todo el tiempo, solo se despidió de David con una leve reverencia antes de seguir al vampiro hacia el interior del edificio.

David observó sus espaldas alejarse, admitiendo una vez más para sí mismo que les tenía un gran respeto y admiración, Nicholas era un vampiro poderoso y Sirhan era un lobo conocedor de la magia; sin embargo, aún con grandes habilidades, por sus miradas, gestos y compromiso con "la causa", David sospechaba que tenían un triste pasado.

Cuando Nicholas y Sirhan cruzaron la puerta, Zoe apareció por la misma tres segundos después; entonces lo demás quedó en segundo plano en la mente de David.

Dentro de las instalaciones, Nicholas y Sirhan recorrieron los pasillos hasta llegar a la oficina principal; allí estaba Dylan en una llamada telefónica.
A través de la puerta de vidrio, Dylan hizo un ademán indicándoles que ingresaran y continuó con lo suyo.

Los recién llegados entraron al lugar, tomando asiento en el sofá más grande; ya que a unos metros del escritorio había una sala, con mesa baja e incluso una bonita planta artificial en el centro de esta.

Nicholas se acomodó en su lugar, cruzando las piernas, con el tobillo derecho sobre la rodilla contraria; también apoyó el codo en el reposabrazos y la mejilla en su palma y cerró los ojos; intuyendo que la llamada de Dylan iba para largo.

Por su parte, Sirhan se instaló en el otro extremo del sofá, separando las rodillas, pegando la espalda por completo al mueble y cruzando los brazos sobre su pecho; miró alrededor tratando de identificar lo que había diferente en la oficina desde la última vez que estuvo allí, probablemente algunos cuadros habían cambiado de lugar. Entonces su atención se posó en la mesa baja frente a él, allí, además de la planta artificial que la adornaba, había cuatro carpetas; las conocía, él mismo había tenido acceso a información como esa, eran expedientes y resúmenes, pero ninguna fotografía; de esa manera había "conocido" a David y a Kristopher meses atrás; Dylan Hall era bastante ordenado con la información de los integrantes de los equipos.

Aparentemente las cuatro carpetas sobre la mesa eran iguales, a excepción de una, ya que parecía más gruesa; así que, buscando con qué entretenerse en los siguientes minutos tomó esta última dispuesto a hojearla y conocer, aunque fuera por medio de una descripción general, a los nuevos miembros del grupo.

Jared Black

Leyó la primera línea recordando que era el nombre del individuo que Nick mencionó unos instantes atrás, eso quería decir que tenía en sus manos el expediente del sujeto que había ido con el primer grupo; seguramente las demás capetas pertenecían a los otros miembros del equipo en cuestión.

Luego, sus ojos recorrieron con rapidez las siguientes líneas, hasta que se detuvo en un apartado en específico.

Familia inmediata.

Madre: Emily Black.

Compañero: Duncan Villalba.

Sintió cómo el corazón se hundió en su pecho. El nombre de Emily le sorprendió bastante; Sirhan llegó a conocerla, ella era una cazadora formidable; pero eso no fue lo que le aturdió y lo dejó sin aliento, sino el nombre de Duncan allí, precedido de la palabra "compañero". No le hubiera conmocionado tanto si en el papel la expresión hubiera sido "esposo" o "cónyuge".

Días atrás, cuando estuvo en Rilltown, escuchó por casualidad algunas de las proezas de Duncan cuando era adolescente, así como las de Julián y algunos otros, sin embargo, por su personalidad distante y, además del cuidado que tenía al no involucrarse demasiado para no ser notado; Sirhan nunca entabló una conversación profunda sobre esos temas, es más, ni siquiera preguntaba sobre él.

Notó el leve temblor en sus dedos y se obligó a controlarlo cuando cerró la carpeta; se relamió los labios, luego viró el rostro hacia Nicholas y preguntó, —¿Jared Black es el compañero de Duncan?

Sí, era algo tonto, es decir, justo acababa de leer esa línea; pero quería estar seguro.

Ante la pregunta directa, Nicholas abrió lentamente los párpados al tiempo que respiraba hondo, luego se giró para mirarle, notó la leve palidez que las mejillas de Sirhan habían adquirido y pareció pensarlo unos instantes, tal vez recordando dicha información, o tal vez evaluando si era prudente decirle.

—Sí, lo es— contestó por fin e intuyendo hacia dónde iba en realidad la cuestión.

Sirhan hojeó las otras tres carpetas buscando el nombre de Duncan en alguna de ellas, seguramente Dylan los había enviado juntos en aquella misión.

Pero no, allí solo estaban los expedientes a nombre de Johan, Cameron y Jacob.

—Claro, en cuanto tengamos noticias le haremos llegar el informe preciso— la voz de Dylan se escuchó, después este se despidió y colgó. Luego, el lobo tras el escritorio les prestó toda su atención.

—Era Isaac, él ha escuchado los rumores sobre los cazadores al noroeste— explicó, —le he dicho que David junto con un grupo han ido a investigar.

—¿Qué hay del otro equipo?— preguntó Sirhan, señalando los folios en la mesa.

—Han ido al este, a buscar indicios de un posible nido.

Nicholas miró el perfil de Sirhan, debido a los años en su compañía pudo notar lo nervioso que estaba; en cambio, para Dylan no había rastro de ello.

—¿Solo ellos cuatro?— preguntó Sirhan, su voz era calmada y premeditada.

—Sí, han partido poco antes del amanecer.

Sirhan miró de nuevo la página con el nombre de Jared, sopesándolo unos instantes. Quería dejarlo pasar, pero algo le decía que no; tenía un mal presentimiento, pero lo que le tenía perturbado era que el compañero de Duncan estuviera en el medio.

Levantó el rostro y miró de nuevo a Dylan, —¿tienes la ubicación?

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ESPACIO PARA CHARLAR. Lamento la demora, en verdad, lo siento. Espero que la próxima parte llegue más pronto.

Disculpen los errores de dedo, coherencia y otros.

Ósculos virtuales a todos ~ 

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