Casco azul

Llegar a la fiesta fue complicado, los tres se perdieron por culpa del GPS unas cinco veces, pero de alguna manera lograron dar con la residencia privada al final de todo. Hoseok bromeó durante el camino, tal vez fue gracias a él que no cayeron en el estrés de no poder manejar la ubicación, porque sus chistes y anécdotas suavizaron el ambiente.

Había algo característico de la dinámica de los tres, Hoseok era ese hombre con tantas cosas que contar, Seokjin era bueno para dar opiniones y Jungkook era un buen oyente, del tipo que no olvida ni un detalle, se complementaban, sólo que esta vez durante el viaje Jungkook se desconectó varias veces y todo por culpa de ese rubio.

La vergüenza todavía se sentía fresca, Jimin le gritó, lo rechazó frente a todos y lo humilló, es posible que no haya sido la gran cosa en realidad y que todos terminarían olvidando el tema eventualmente, pero Jungkook no lo haría, él todavía sentiría el pánico de ese momento, la ansiedad al recibir tanta atención difícil de controlar y esos cuchicheos... Se sentiría así de herido todo el tiempo.

Agradeció mentalmente que Hoseok no sacara el tema frente a Seokjin, no tenía porqué enterarse, aún no le tenía ese nivel de confianza, es decir, lo consideraba un amigo importante, pero aún tenía que sentirse a la defensiva frente a él, todavía era difícil mostrarse vulnerable porque... Vamos, Seokjin era perfecto.

No le tenía envidia, era un término enfermizo para describirlo, sólo le tenía una admiración al nivel de considerarlo un ejemplo a seguir al igual que a Namjoon, pero este sentimiento a veces lo hacía sentir cansado, a veces sólo quería despertar y tener todas las fuerzas de ambos para levantarse y ser un completo diez en cualquier disciplina, tal vez una mente con menos pensamientos tormentosos repitiéndose como grabadora descompuesta.

Una vez Namjoon le dijo que la sensibilidad era parte de un artista y también parte de un humano, lo hizo sentir bien por ser tan emocional en ocasiones y también consoló por un momento sus dificultades para socializar. Jungkook detestaba ser tan tímido al hablar, no quería parecer introvertido y aunque Namjoon dijo que serlo no tenía nada de malo, todavía quería cambiar.

Y otras veces no quería parecerse a nadie, sólo ser él mismo.

O regresar y empezar desde cero, impedir que él se fuera, así jamás se habría vuelto un antisocial, ¿no?

—¿Qué haces aquí, Jungkook? —preguntó una voz animada llegando hasta el sofá donde estaba sentado—. Tus amigos ya se adaptaron bien a la fiesta.

Habían pasado al menos tres horas desde la llegada del trío. Hoseok estaba bailando en medio de la pista haciendo honor a sus estudios en danza moderna y Seokjin se había convertido en el centro de una conversación en muy poco tiempo.

Desde que llegó Jungkook no pudo evitar sentir interés por la casa, era una mansión enorme que le recordaba a la de Seokjin, había cuadros minimalistas, decoraciones de cristales y repisas de mármol y dentro de ese lujo la fiesta era tan grande como la de cualquier disco de la ciudad, en el patio incluso habían contratado a un DJ y hasta habían tenido una fiesta de espuma.

Aunque no era su tipo de ambiente, no podía negar que la fiesta era de ensueño.

Sería la apertura de semestre más sonada en las próximas semanas, estaba seguro.

—Lo siento.

—¡Hey! Tranquilo, no tienes que disculparte por eso, no todos somos iguales, ¿sabes? No tiene nada de malo preferir quedarse sentado un rato.

Jungkook sonrió y asintió con la cabeza lentamente.

—Está bien, lo siento.

—Eres imposible, vamos a tener que prohibir las disculpas aquí, ¿bien?

Una risa suave escapó de los labios de Jungkook mientras volvía a asentir.

—¿Estás tomando algo? Tengo una botella que quiero compartir con alguien.

Jungkook negó con la cabeza mientras susurraba un diminuto "no bebo", no es que se avergonzara de eso, pero algunos se burlaban de la gente que no bebía alcohol como si hacerlo fuera lo más adulto del mundo, ridículo.

—¡No lo sabía! ¿Quieres que te consiga un vaso de refresco? Acompáñame.

Sin esperar una respuesta ya estaba siendo arrastrado hasta algún lugar, pasaron entre muchas personas, el agarre de Chan nunca se aflojó en ese momento, su mano era tan cálida como su sonrisa y eso hizo que Jungkook sintiera que haber asistido a la fiesta no había sido tan mala idea.

—¿Qué quieres tomar? —preguntó Chan en cuanto llegaron a la cocina.

—Lo que sea —Jungkook respondió—. La casa es linda.

—Agradece que Félix nos dejó festejar aquí, es tan difícil de convencer, sobre todo porque sus padres son muy duros, si algo de aquí se rompe y ellos se enteran definitivamente se enfurecerán. —Tomó un vaso rojo y vertió el refresco en él mientras hablaba—. La última vez se rompió una figura de cerámica en una fiesta y tuvimos que lavar los autos de la casa durante un mes entero.

—¿De verdad lo hicieron?

—Por supuesto, Félix es nuestro amigo, no lo íbamos a dejar solo en su castigo, además fue divertido jugar a echarnos agua con la manguera.

—Qué desperdicio —bromeó Jungkook y Chan se rió junto a él.

Durante la fiesta había conocido al grupo de amigos al que Chan se refería al hablar en plural, su dinámica era distinta, muy distinta a la que tenía con Hoseok, Seokjin y Namjoon, aunque según Chan apenas tenían un año de conocerse, lo único que hacían era desbordar confianza, una muy grande que Jungkook apenas podía asemejar a la que tenía con Namjoon y eso se sentía envidiable.

—Así que... te hice venir hasta aquí, supongo que es hora de contestar tus preguntas —habló Chan después de entregarle el vaso.

—¿Preguntas?

—Cosmic, el puente y el otro lado.

De alguna manera se olvidó de la pequeña conversación que tuvo con Chan la primera vez que se conocieron y eso que no tenía más de dos días, ¿iba a ser extraño decirle que ya no tenía interés en eso? Después de lo que Jimin hizo durante el día... ¿Sería extraño?

—Ah, cierto, háblame de eso —contestó, ocultando la incomodidad tras el vaso de plástico de forma desinteresada.

—¿Qué quieres saber?

—Lo que sea.

—Veamos... Empezando por Cosmic, es un chico muy solitario, las personas del otro lado dicen que incluso es reservado, pocos lo quieren cerca y no me preguntes por qué, ni siquiera yo lo sé... Tiene un amigo en la universidad, sin embargo, nunca los he visto juntos, supe que el chico es motociclista y dicen que siempre obtiene el primer lugar en cada carrera, es algo así como una envidia andante, tienen una amistad bastante íntima.

¿Amigo íntimo?

—¿Motociclista profesional?

—Clandestino es la palabra correcta. Se hace llamar Gucci Rider entre las pandillas del puente, es un chico exótico que sabe cómo destacar, es lo único que sé de él, ni siquiera lo conozco en persona.

Jungkook memorizó el seudónimo con cautela, pondría un poco más de atención en Jimin para conocer al supuesto motociclista.

"Dime con quién andas y te diré quién eres", principio básico a aplicar y una de las frases que su padre repetía todo el tiempo.

Un momento, ¿no dijo que no iba a entrometerse en cosas sobre Jimin?

—Channie —llamó a alguien desde la entrada de la cocina—. Changbin te estaba buscando.

Cuando Jungkook dirigió la mirada hacia el recién llegado se encontró con un castaño más bajo que él, su rostro era pequeño y sus facciones eran tiernas, pero su porte y expresión iban en dirección contraria, Jungkook se encogió en su lugar por algunos segundos.

—¡Oh, y yo te he estado buscando a ti durante toda la fiesta! —exclamó Chan—. Jungkook, este es Min...

—Lee Know, ¿tú?

—Jungkook.

—¿Puedo unirme a la plática? Estoy huyendo de los otros idiotas.

—¿Los trajiste? ¡Quiero saludarlos!

—Por favor, no —Lee Know colocó una gorra negra sobre su cabeza en un intento de ocultar su rostro—. Quedé tercero en la carrera de hoy, quieren hacerme beber hasta estallar como castigo.

—Cierto, Jungkook, Lee Know es corredor de carreras clandestinas.

Los ojos de Jungkook brillaron y el interés lo hizo salir de su burbuja de introversión.

—¿Motocicletas?

—Autos —corrigió el castaño—. Debes ser cercano a Chan, él nunca diría eso tan... abiertamente.

—Perdón, cuando bebo me vuelvo un poco lengua-suelta —se excusó el mencionado con un puchero fingido—. Jungkook está interesado en esto, él está investigando sobre Cosmic.

—No conozco a ningún Cosmic de las carreras.

—No, esto es un poco más profundo —Chan se acercó hacia el castaño cerrando distancia entre los tres—. Quiere saber sobre Cosmic Morphine.

Los ojos del automovilista se agrandaron con sorpresa, estuvo estático por segundos antes de que su expresión oscureciera, Jungkook quedó intrigado por su reacción, la misma que ponían los demás, era como si todos supieran algo menos él.

—¿Por qué querrías saber de ese tipo? No es bueno relacionarse con las personas que están en los negocios de la fosa —dijo con desdén—. No sé mucho sobre él, pero si hay algo que puedo decir es que es un dolor de cabeza que necesita ayuda.

—¿Ayuda? —Jungkook arqueó una ceja ignorando lo último, no era una mentira después de todo—. ¿Qué clase de negocios son esos?

—Ilegales, por supuesto, debe estar metido en cualquier cosa ilegal que te imagines, nadie visita la fosa por gusto a menos de que viva ahí o le deba a alguien importante, y si debe ten por seguro que nunca se librará de eso —suspiró—. No respondiste a mi pregunta, ¿por qué te interesa?

La preocupación floreció en el pecho de Jungkook, todo el resentimiento por las últimas discusiones con Jimin quedó desvanecido en cuestión de segundos, esta vez era real, Jungkook necesitaba saber qué demonios le estaban escondiendo.

—¿Por qué no se libraría?

—Había un chico en las carreras que le debía a alguien de la fosa, recuerdo que hacía muchos trabajos sucios para pagar sus deudas, pero el límite de tiempo le ganó y nunca volvimos a saber de él —contestó, la amargura se volvió un reflejo vivo en su mirada—. Hay muchos casos así.

Las manos de Jungkook comenzaron a hormiguear y la ansiedad flotó sobre él, ese tipo de cosas ya no se sentían como un juego, eran asunto serio.

—No sé si Cosmic le debe a alguien o si visita el lugar por gusto, algunos solo van para comprar drogas o para buscar dinero fácil, lo único que sé es que si él está por esa última razón, alguien debería decirle que pare. Se está ganando una mala reputación entre las pandillas, incluso su nombre suena con más frecuencia entre mi gente y eso que estamos bastante lejos de la fosa, en cualquier momento terminará consumido por ese lado tóxico.

—Entiendo.

Cuando Jungkook intentó dirigirse hacia Chan se dio cuenta de que ya no estaba, ni siquiera lo había visto desaparecer.

—Te dije todo lo que querías y detesto que ignoren mis preguntas, ¿qué haces investigando sobre él? ¿Alguien te está pagando? ¿Eh?

El tipo ni siquiera estaba acorralando a Jungkook, era su simple tono demandante el que se encargaba de eso.

—Es mi compañero de habitación —contestó Jungkook intentando mantener un tono firme—. Sólo quiero saber con quién me estoy metiendo.

La mirada de Lee Know se suavizó mientras asentía con la cabeza y acomodaba su gorra.

—Sólo ten cuidado, no todos tienen buenas intenciones, si tu pequeña investigación llega a oídos del novio de Cosmic por casualidad, no te irá bien, sólo digo...

¿Novio?

—Tengo que irme, no me puedo esconder todo el tiempo de esos idiotas, te veo luego.

Jimin tenía novio.

No tenía que ser una información relevante, pero se sentía como eso, porque mierda, tenía novio, estaba en una relación romántica con alguien y aún así pasó algo el día que ingresó a la residencia... ¡Y tenía novio!

Entonces... ¿Jimin también era homosexual?

Nunca se detuvo a pensarlo, tal vez desde un principio lo afirmó y tenía muchas razones para hacerlo, a este punto no tenía sentido romperse la cabeza pensando en su sexualidad, sólo importaba saber qué tan profundo era el asunto, debía ser tan grande como para haberlo distanciado tanto.

—¡SON ELLOS! ¡SON ELLOS!

Los gritos lo sacaron del trance y descubrió que la música se había detenido en algún momento, dejó su vaso en la barra e intentó abrirse paso entre las personas para llegar hasta sus amigos, todos estaban vueltos locos, algunos mascullando, otros corriendo hasta las ventanas o saliendo de la casa para ver lo que sucedía.

—¡Seokjin! —encontró al mayor cerca de una ventana abierta—. ¿Qué sucede?

—Creo que son motociclistas —respondió mirando hacia afuera—. Le hicieron una travesura a los automovilistas, ¿quieres ver?

Seokjin se hizo a un lado para permitirle la vista, cuando Jungkook se asomó por la ventana alcanzó a observar todos los bellos autos de las carreras llenos de pintura, confeti y dolorosos rayones hechos con navaja.

—¿Cómo es que nadie se dio cuenta? —masculló.

—Si se dieron cuenta eligieron hacerse de la vista gorda, esos chicos son peligrosos, Jungkookie —contestó Seokjin, quien seguía detrás de él—. ¿Dónde está Hoseok? Iré a buscarlo, quédate aquí y no salgas, ellos lo resolverán.

Asintió con desinterés a lo último y continuó observando, había motocicletas frente a la casa haciendo rugir sus motores para llamar la atención, se veían tan increíbles e intimidantes como en las películas. El que estaba en medio tenía un casco azul metálico con un diseño de calaveras y rosas, su chaqueta era del mismo color con decorados dorados a lo largo de las mangas y su motocicleta negra tenía múltiples estampados que la hacían ver increíble, Jungkook se quedó sin aliento mientras lo observaba.

—¡Pequeño bastardo! ¡Baja de tu maldita motocicleta, te mataré por esto!

—¡Primero alcánzame, perra!

El chico de la chaqueta azul mostró el dedo medio y avanzó en su motocicleta carcajeando mientras los otros motociclistas lo seguían, cuando desaparecieron del campo de visión los demás empezaron a dispersarse y volvieron a la fiesta aún entre susurros.

—¡¿Qué pasó?! —preguntó uno de los automovilistas que apenas llegaba a la escena—. ¡¿Quién carajos hizo esto?!

—Fue otra vez esa perra de Gucci Rider... ¡Esto no se puede quedar así, tenemos que ir a buscarlos!

Gucci Rider.

Las piernas de Jungkook se movieron en automático, nunca había sido así de impulsivo, pero justo ahora no podía detenerse a pensar en las consecuencias o siquiera medir lo que estaba a punto de hacer, sólo salió de la casa y corrió hasta donde estaba Lee Know.

—¡¿Quiénes eran?!

—Una estúpida pandilla de motociclistas... ¡Mira esto! Al menos no lo rayaron.

—Lee Know, iremos tras ellos, ¿vienes? —preguntó un tipo más alto que Jungkook quien apenas estaba subiendo a su auto.

—El deber me llama...

—¡Déjame ir contigo! —pidió sin rodeos.

—¿Estás loco? Chan me matará si te traigo, es peligroso para tipos como tú.

—Deja que venga, otro par de puños será de ayuda para acabar con esos imbéciles —habló otro de los automovilistas—. Nos servirá.

—Como sea.

Jungkook subió al auto sin hacer el intento de ocultar su emoción.

Se sentía extraño, nunca imaginó que terminaría en ese ambiente o que alguna vez se subiría a un auto tan extravagante con luces rojas en el interior y un conductor con poca preocupación por la seguridad de ambos. A esas horas, en el pasado, ya estaría dormido después de muchas horas de estudio, siempre tuvo una rutina pesada con horarios fijos, ahora parecía irreal estar fuera de casa con personas que acababa de conocer.

No pasaron ni diez segundos de haberse puesto el cinturón de seguridad, cuando el conductor arrancó a toda velocidad siguiendo a sus otros compañeros, las manos de Jungkook se aferraron al asiento por reflejo, sentía que el alma abandonaba su cuerpo.

La adrenalina del peligro lo hizo repetirse en la cabeza que todo esto era una terrible idea, ¿qué planeaba hacer cuando llegaran a la pelea? ¿participar? Él ni siquiera había participado en alguna pelea callejera alguna vez, además no llevaba nada para cubrir su identidad, ¿qué tal si lo reconocían en la calle en otro momento y lo golpeaban sólo por eso?

Lee Know parecía no ser de muchas palabras porque no habló con Jungkook durante el camino, solo enfocó la mirada hacia enfrente con el ceño fruncido y la mandíbula tensa, siendo sinceros, Jungkook lo prefería así.

—Ahí están...

Algunos autos empezaron a moverse alrededor de los motociclistas, el ruido de los motores furiosos hizo eco en el amplio espacio de un embarcadero abandonado al que habían llegado.

—No es necesario que salgas, sólo quédate aquí y no abras a nadie —pidió el automovilista a Jungkook tras estacionarse y luego bajó del auto.

Los motociclistas estaban tranquilos, recargados en sus motocicletas mientras jugueteaban con sus guantes, Jungkook no podía verlos bien por la distancia y porque los autos estacionados alrededor de los motociclistas obstaculizaron su campo de visión, así que sólo bajó la ventana del auto y escuchó.

—Así que no pudieron esperar antes de correr hacia nosotros.

—Cierra la boca, Peakboy.

—Ven y oblígame, hijo de papi.

No esperaron más intercambios de palabras para estar unos sobre otros, mierda, aunque los automovilistas superaban en número a los motociclistas, en verdad estaban recibiendo pelea, todo se veía tan parejo, por algunos momentos Jungkook pensó en bajarse a ayudar, pero aún era muy cobarde para eso.

Cuando la pelea comenzó a volverse prolongada, vio al motociclista de la chaqueta azul salir de ella sin que nadie lo notara y luego empezar a caminar en otra dirección mientras sostenía un cigarro en la mano.

Ese tenía que ser Gucci Rider de acuerdo a la descripción de Chan.

En algún lugar extraño de la mente de Jungkook, las futuras consecuencias quedaron de lado y seguir al motociclista para confrontarlo sonaba como el plan perfecto, así que sólo lo hizo, bajó del auto y comenzó a caminar detrás de él antes de que desapareciera.

La chaqueta azul del motociclista se agitaba con el viento entre cada paso que daba, Jungkook se sintió hipnotizado mientras lo seguía, tan solo su silueta ya se asemejaba a la de un chico malo sacado de una película.

—¿Por qué me sigues, perdedor? —preguntó de pronto, su voz era profunda y muy familiar.

Jungkook se congeló.

—Sólo camino en la misma dirección que tú.

Tan tonto, no pudo pensar en una respuesta mejor.

—No soy idiota, te escuché bajar del auto y venir hasta aquí, sé que no eres un automovilista como ellos.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Si lo fueras habrías sido lo suficientemente inteligente como para no venir detrás de mí sin tus amigos, lamento decir esto, pero no tienes oportunidad contra mí, cariño.

El motociclista tiró su cigarro y se giró para encarar a Jungkook mientras se deshacía de su casco, la reacción inmediata fue la misma en ambos, sorpresa e incertidumbre.

—¡Ojitos! ¿Qué demonios haces aquí? Estos lugares no son buenos para ti —el tono profundo del motociclista cambió a uno más suave y agudo.

—T-Taehyung...

—¿Te juntas con esos idiotas? Espero que no estés pensando en convertirte en corredor de autos, es lo más bajo que podrías hacer y yo te haría burla de por vida.

Taehyung caminó hasta él y entrelazó un brazo con el suyo en un gesto amistoso.

—Me gusta caminar por este lugar —contó mientras retomaba el paso como si la situación fuera lo más normal, Jungkook sólo caminó a su lado dejándose llevar aún entre la confusión—, estos lugares son tan tranquilos, nadie vive por aquí y los autos ni siquiera pasan, son zonas protegidas por nuestro clan, así que no es peligroso para nosotros.

Jungkook no lo podía creer, Taehyung, el compañero de habitación de la persona que detestaba, era un motociclista clandestino.

—¿Eres motociclista?

—No, esto sólo es un disfraz —contestó con sarcasmo—, claro que lo soy.

—Increíble... —masculló sin palabras.

—Por cierto, ¿por qué me seguías? Pude haberte dejado inconsciente, tonto.

Dos opciones: mentir para excavar la información por su cuenta, aunque ocultando muchas cosas o decir la verdad arriesgándose a una actitud negativa por parte de Taehyung si es que el motociclista era Gucci Rider y sabía cosas de él gracias a Jimin. Era un verdadero dilema difícil de procesar.

—Sólo... te reconocí y quería saludarte.

—Mentiroso.

—Hablo en serio.

—No finjas, Jungkook, sé quién eres —contestó en un tono serio, sus cejas formaron líneas rectas—, ¿pensaste que no me daría cuenta? Yo lo sé todo, así que será mejor que seas sincero conmigo.

No es exageración decir que Jungkook se congeló de pies a cabeza, su rostro palideció en menos de un segundo y sus manos empezaron a sudar.

—¿De qué hablas?

Taehyung detuvo el paso para detenerse a mirarlo, sus ojos rasgados e inquisitivos se clavaron en los suyos, esta vez no se veía nada amigable como hace unos segundos, sólo hizo que la ansiedad de Jungkook empeorara.

—Eres espía de esos idiotas y viniste a sacarme información, déjame decirte que no me lograrás sacar nada, ¿tienes algo que decir al respecto?

—¿Q-Qué?

Taehyung rompió en carcajadas.

—¡Sólo estoy jugando! ¿Por qué te asustas tanto?

Jungkook soltó un suspiro pesado mientras volvía a recuperar el color, Taehyung no paraba de reírse por la cara que había puesto.

—En realidad... escuché algunas cosas sobre un motociclista y quería conocerlo...

—¿Cómo se llama? —Taehyung volvió a pasar un brazo sobre los hombros de Jungkook.

¿Decir la verdad? Tal vez Taehyung no era ese motociclista, no tendría mucha lógica que lo fuera cuando en ninguno de estos días lo había visto ir a su habitación buscando a Jimin, si fueran mejores amigos lo haría, ¿no? Como él con Hoseok.

—Gucci Rider... ¿lo conoces?

—No lo sé, tal vez sí, tal vez no... —contestó con voz cantarina.

Suspiró, al menos Taehyung no era.

—Eres bueno jugando con las personas, ¿verdad?

—Es un don.

—¿Por qué lo buscas?

—Si no me vas a decir quién es, entonces no te diré qué quiero de él —contestó Jungkook mientras se cruzaba de brazos, trajo una risita por parte de Taehyung.

—Tú también eres bueno, eh... Lamento que vas a tener que pasar mucho tiempo conmigo si quieres que te lo presente, ¿empezamos por ir a buscar mi motocicleta?

—No me pueden ver contigo...

—Entonces sólo quédate ahí mientras yo voy por ella, no tardo.

Tras ponerse el casco, Taehyung desapareció corriendo hasta donde se había quedado la pelea, Jungkook permaneció inmóvil por varios minutos intentando aclarar su mente y procesar lo que sucedería a continuación.

Aquellas calles eran frías, la noche parecía más eterna que nunca y el peligro se sentía en cada esquina, llevó la mirada hacia los edificios que se asomaban del otro lado del río, ese lado prohibido del que nunca había escuchado tanto como en esa misma noche.

¿Qué podía haber allá? Apenas parecía bien iluminado y la altura de los edificios junto a sus estructuras eran pobres a comparación de los de su lado, nunca pensó que tantas cosas pasaran ahí o que siquiera fuera tan peligroso como decía, pero lo era y tal vez si los rumores no eran mentira Jimin justo ahora estaba ahí, en esa oscuridad.

El motor ruidoso de una motocicleta a su lado lo hizo salir del trance.

—Esos idiotas seguían peleando, son tan ridículos.

Taehyung se deshizo del casco y bajó de la motocicleta dejándolo sobre ella.

—¿Por qué pelean?

—Tus amigos se metieron en nuestra zona, estuvieron bebiendo por ahí y dejaron todo su tiradero para que lo recogiéramos, tuvimos que ir a enseñarles una lección por órdenes de nuestro líder.

—¿Gucci Rider?

—Para tu información él no es nuestro líder —contestó antes de dirigirse a la banqueta y tomar asiento—. ¿Qué tanto sabes de él y por qué te interesa tanto?

—¿Si te lo digo me dirás quién es?

—No aún.

—Entonces yo tampoco te lo contaré.

Jungkook caminó hasta donde él estaba y tomó asiento a su lado, ambos permanecieron en silencio algunos minutos con la mirada fija en el mismo lugar.

El silencio no se sentía abrumante y la incomodidad de estar en un lugar así se había esfumado, tal vez estar junto a una persona experimentada hacía que Jungkook se sintiera más seguro, lo único que quería era cerrar los ojos, sentir el aire fresco en la piel y escuchar con atención el sonido calmante de los grillos para olvidarse de todo.

—¿No se ve tan oscuro allá? —preguntó Taehyung luego de un rato.

—¿Alguna vez has ido?

—Más veces de las que me gustaría contar, no tiene un buen ambiente, es tan oscuro y triste, pero allá se realizan nuestras carreras más importantes ya que es casi imposible que los policías nos interrumpan —Taehyung sacó un cigarro de su bolsillo—. ¿Te importa?

—Detesto el humo.

—Eso suena tan aburrido —Taehyung regresó el cigarro a su lugar—. Por cierto, ¿dónde está tu habitación? Le pregunté a Yoongi y no me quiso decir, es un amargado.

—No me quieres decir quién es Gucci Rider, por lo que me temo que no puedo revelarte en dónde me hospedo.

—¡Estás jugando sucio! —chilló con diversión—. Pero como quieras, tarde o temprano lo averiguaré.

Era un chantaje estúpido de todos modos, literalmente eran vecinos de habitación, en cualquier momento Taehyung lo descubriría y nada terminaría bien.

—Dijiste que es casi imposible que los policías los interrumpan, ¿cómo es eso posible? —preguntó Jungkook cambiando el tema.

—Ah, mi querido Jungkook, eres tan ingenuo —Taehyung recostó la cabeza en su hombro—. Desde hace algunos años las noticias ya no cubren casi nada relacionado a varios lugares de esa zona, ¿no es así? Como si fuera un lugar tan pacífico cuando todos sabemos que es lo contrario, eso se debe a que una mafia lo tiene todo comprado.

—¿Mafia?

—¿Tampoco sabes lo que es eso?

—¡No! Sí lo sé, es sólo que... Me hace sentir tan estúpido no haberme enterado sobre nada de eso antes, mis padres siempre fueron cerrados a hablar del tema y lo único que decían era que se trataba de zonas pobres con pocas cosas interesantes que contar.

—Así lo ve todo el mundo, pero en un par de años Taemin habrá tomado toda esta ciudad...

—¿Quién es Taemin?

—Tu celular lleva horas vibrando, Ojitos. ¿Es tu novia?

Jungkook rodó los ojos y sacó el teléfono encontrándose con varias llamadas perdidas de Seokjin y algunos mensajes.

[¿Dónde estás? Te estamos buscando por todos lados]

[¿Está todo bien?]

[¿Jungkook?]

[Más te vale aparecer en 5 minutos]

[¿QUÉ TONTERÍA HICISTE?]

[JUNGKOOK]

Mierda, justo ahora estaba en problemas.

—No vayas —habló Taehyung recargado en su hombro—. Tengo muchos lugares que podría enseñarte hoy, te encantará ver el amanecer desde el parque.

—Hoy no, me están buscando.

—Sólo diles que estás con un amigo, te llevaré a la residencia.

Jungkook negó con la cabeza.

—Tengo clase mañana.

—No entres.

—Taehyung.

—¿Qué tiene?

—No puedo hacer eso.

—¿Por qué no?

—Quiero un 10 este semestre.

—Una falta en la primera semana de clases no te va a quitar tu 10, niño bonito —Taehyung puso un dedo en la barbilla de Jungkook haciéndolo girar la cabeza en su dirección—, en cambio, si decides ir te estarás perdiendo de una noche increíble.

Jungkook lo miró fijo a los ojos, tal vez tenía razón, nunca antes había pasado una noche entera fuera de la cama y menos con un tipo al que apenas estaba conociendo, la confianza que le tenía era aterradora, sin embargo, no sentía estar pisando el camino incorrecto.

—Taehyung...

—¿Te gustaría quedarte, Ojitos?

Me gustaría.

—No me veas así... —se quejó Jungkook en voz baja para luego apartar la mirada—. Ya te dije que mañana tengo cosas que hacer.

—¡Tú fuiste el que me volteó a ver primero! —Taehyung se puso de pie y sacudió su ropa—. ¿Qué es más interesante que salir en una bella motocicleta a dar la vuelta? ¿Siquiera te has subido a una alguna vez?

—No aún.

—Y si sigues así nunca lo harás, eh.

—No lo entiendes... —Jungkook soltó con un suspiro frustrado.

—Oh, no, créeme que lo hago, yo he estado en donde estás tú, reprimiendo mis impulsos por los demás y sólo observando desde mi zona de confort, sé que necesitas probar esto por lo menos una vez en tu vida.

Las piernas de Jungkook picaban por moverse y hacerle caso, sólo subir a esa maldita motocicleta y seguirlo a donde fuera, tal vez entonces, respirando el aire y la adrenalina... tal vez encontraría partes desconocidas de sí mismo.

Tal vez entendería a Jimin.

—Lo haré.

—Perfecto, eso quería escuchar —su rostro se iluminó con una sonrisa cuadrada—, ven aquí.

Taehyung estiró su mano y cuando Jungkook estaba por tomarla una nueva llamada atacó a su celular, esta vez sí pudo escuchar.

—Sólo déjame contestar esto, ¿okay?

—Como sea, pero ya no te puedes retractar.

Jungkook se puso de pie con su ayuda y se alejó un poco para responder a la llamada, era Seokjin de nuevo, sabía que en cuanto contestara sería atacado por cientos de preguntas y reclamos, ya se estaba preparando para eso.

—¿Hola?

—Por Dios, al fin contestas, ¿dónde demonios estás?

—Estoy en...

—¡Todos ya están regresando! ¡Dicen que fuiste con ellos y de repente te perdiste! ¡¿Sabías que lastimaron de gravedad a uno de tus amigos?!

—¡¿Qué?!

—Dicen que lo lastimaron con un arma de filo, lo están trayendo para acá ahora mismo, ¡tienes que venir! Incluso tu amigo Chan está preocupado... ¿Dónde demonios estás?

—Estoy con... no importa, voy para allá ahora mismo.

—Bien, más te vale poner tu trasero aquí en cinco minutos, la fiesta se acabó.

Escuchó que llamaban a Seokjin en el fondo, parecía haber mucha agitación del otro lado, antes de poder decir algo más la llamada ya había finalizado.

—¿Cómo que vas para allá? —preguntó Taehyung detrás de él—. Te dije que no podías retractarte.

—Lo siento, creo que uno de mis amigos está herido, en verdad tengo que ir —La preocupación en la voz de Jungkook habló por sí sola, pues la falsa expresión de enojo de Taehyung desapareció de inmediato—. Pero podemos salir después.

—Ni siquiera te preocupes por eso ahora, te llevaré de regreso a la fiesta, ¿okay? Te dejaré una calle antes para que no te vean conmigo y así no se molesten.

—Muchas gracias, Tae.

—Andando.

Ambos subieron en la motocicleta, Jungkook con nervios se agarró de donde pudo y cuando empezaron a avanzar terminó agarrando a Taehyung como si su vida dependiera de ellos, era difícil acostumbrarse a la sensación y tampoco podía hacerlo cuando por dentro estaba tan preocupado por la noticia, tal vez acababa de conocer a Lee Know, pero haberlo dejado en la pelea cuando él le había permitido estar en el auto hablaba muy mal de sí mismo y se sentía tan avergonzado.

No quería empezar nada con el pie izquierdo, nunca le gustó fallarle a las demás personas, tal vez fue por su crianza, pero él siempre intentó guiarse de sus valores antes de actuar, muchas personas alababan esa buena moral suya, otros sólo lo consideraban exagerado.

—Llegamos, espero que tu amigo esté bien —dijo Taehyung tras estacionarse casi de golpe—, aunque esperarlo es una traición hacia los míos.

—No importa, muchas gracias por traerme.

—Tenemos una cita pendiente, no lo olvides.

—Ni siquiera tienes mi número.

—Lo conseguiré, créeme.

—Quiero ver eso.

Jungkook puso un pie abajo y luego le regaló una sonrisa a Taehyung, era extraño no poder ver su expresión debajo del casco.

—Adiós, Ojitos.

—Adiós, Taehyung.

Y el motociclista desapareció rápido dejando rastros de humo, acababa de irse y Jungkook ya comenzaba a extrañarlo, ¿así se sentía hacer un nuevo amigo?

—¡Jungkook! ¡Por el amor de dios! —Chan apareció en la entrada de la fiesta en cuanto llegó y se acercó para envolverlo en sus brazos—. ¿Dónde estabas? Nos preocupaste.

—¿Sabes algo de Lee Know? —preguntó una chica de baja estatura, amiga de Chan también—. Ibas con él, ¿no?

—L-Lo siento, me separé... ¿Qué fue lo que sucedió?

—Uno de ellos sacó una navaja, no pude ver bien lo que sucedió, pero le dio a alguien y entonces subieron al auto de Lee Know, ni siquiera pude ver quién era, la policía venía en camino y tuvimos que escapar de ahí antes de que algo peor pasara —habló el mismo tipo que había convencido a Lee Know de dejarlo ir—. La policía los estaba siguiendo y los perdimos, no sabemos a dónde carajos fueron, tampoco contestan las malditas llamadas, sabía que sería una idea terrible, esos malditos motociclistas...

Todos se veían realmente mal, muchos estaban tirados en el sofá mientras otros iban de aquí para allá intentando ayudar a curar sus heridas. Esto era el verdadero peligro de estar en ese mundo. Nunca sabrías lo que pasaría si perseguías a alguien, jamás habría certeza de llegar bien a casa, era un mundo de incertidumbre, sin predicciones, sólo adrenalina y amenaza.

Jungkook tragó saliva y rascó su nuca sin saber qué hacer para ayudar, todos estaban en lo suyo y sus amigos no se veían por ningún lado.

—¡Llegaron!

El sonido del motor de un auto llamó la atención de todos, era el de Lee Know, la puerta se abrió y salieron dos cuerpos, todos salieron y se amontonaron para intentar ayudar a quien sea que estuviera herido, incluyendo a Jungkook.

Cuando sus ojos cayeron en la figura más baja soltó un suspiro de alivio al ver que Lee Know no estaba herido de gravedad, quien estaba mal era su amigo, un tipo joven de cabello oscuro, aparte de los golpes la sangre aún brotaba de uno de sus brazos.

—¡Llama a Irene, necesitamos ayuda aquí! ¡Llévenlo adentro!

Dos chicos lo ayudaron a entrar a la casa, la mirada de Lee Know cayó sobre Jungkook en un segundo, no se veía nada feliz.

—¡Tú! ¡¿Qué demonios pasaba por tu cabeza?!

Oh, era el día de los gritos.

—Lo siento, sólo surgió algo...

—Te dije que esperaras en el auto, ¿qué maldita parte no entendiste de eso?

—Perdón...

Agachó la mirada, el chico estaba casi rojo del enojo, Chan quería intervenir, pero incluso a él le costaba decir algo.

—¿Y si te hubiera pasado algo? ¡¿Pensaste en eso?!

—¡Lino! ¡Pensé que te habían herido! ¿Por qué me preocupas de esta manera?

Una voz suave se abrió paso entre la gente y apareció un chico bajito de cabello castaño, quien se lanzó en los brazos del contrario en un abrazo bastante íntimo, Jungkook retrocedió para darles espacio y la multitud se empezó a disipar para darles privacidad.

—Tranquilo, estoy bien, ¿de acuerdo? Te dije que estaría bien.

El tono de Lee Know cambió considerablemente a uno más suave, tanto que Jungkook sintió que estaba interrumpiendo alguna especie de momento íntimo.

—Cuando dijeron que estabas herido me asusté demasiado...

—Sólo son un par de golpes, ¿ves? Estoy muy bien, Hanji.

—Dios, sólo cállate y vamos adentro a curar eso.

El castaño lo tomó de la muñeca y entró con él a la casa, Jungkook los siguió, pero después de eso no hubo mucho que seguir haciendo ahí para intentar ayudar, tal y como Seokjin dijo por llamada, la fiesta había terminado. Chan dijo que si se quería retirar no había ningún problema y también le informó que sus amigos estaban en el auto esperando desde hace un rato.

Salió de inmediato después de saberlo, y era verdad, Seokjin estaba recargado en el auto de brazos cruzados con una expresión indescifrable que por lo menos alegría no expresaba.

—¡Lo siento tanto por desaparecer, no quise preocuparlos así! —se disculpó mientras caminaba hacia él.

Seokjin soltó una risa nasal y apartó la mirada, algo estaba mal.

—¿Con un motociclista, Jungkook? ¿En serio?

Tal vez peor que mal.

No había vuelta atrás.

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Esta vez hice un récord en mi pausa temporal, no imaginé que la universidad fuera a consumir tanto de mi tiempo durante el semestre, pero al fin estoy de vacaciones. Agradezco mucho a las personas que siguen aquí.

¿Ya vieron la nueva portada? Más tarde publicaré la ilustración completa, la hizo una amiga muy especial para mí, así que les pido de favor que no compartan su ilustración en otros lugares, se mantendrá aquí.

Lamento la espera y muchas gracias por leer, estaré respondiendo sus comentarios.

—Princess.

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