Capítulo 6

Al volver a su habitación encontró a su esposa frente al espejo del tocador quitándose los adornos del cabello, se acostó en la cama sin quitarle la vista a su mujer quien siguió con lo suyo hasta que sintió la mirada de Anakin clavada en su nuca, levantó la mirada hacia el espejo y vio el reflejo de su esposo, la mirada en su rostro era la misma que solía usar de joven, no pudo evitar una sonrisa. Anakin arqueo las cejas sin comprender.

—¿Qué es tan gracioso?—preguntó Anakin.

La sonrisa de Padme se hizo más grande.

—Tú mirada.

El rostro de Anakin era todo un poema, Padme soltó una carcajada.

—¿Mi mirada?—repitió Anakin cada vez más confundido.

—Es la misma mirada que tenías en Naboo, la utilizas cuando estamos solos, me recuerda que a pesar del tiempo las cosas siguen estando igual.

—¿Y eso te parece divertido?— preguntó Anakin con una sonrisa pícara.

—¡Oh sí! muy divertido—asintió Padme devolviéndole la sonrisa a la vez que se sentaba a los pies de la cama.

Anakin se acercó a ella con una sonrisa.

—¿Ah sí?

—Sí.

Anakin la tomó de la cintura y la atrajo así sí, Padme se revolcó en sus brazos intentando soltarse, aun con una sonrisa en su rostro, Anakin la levantó sin ningún esfuerzo y la puso a su lado.

—¿Te sigue pareciendo divertido?

—Quizá.

Anakin negó con la cabeza y le depositó un beso en la frente.

—Eres la persona mas testaruda que he conocido—comentó Anakin.

Padme soltó una carcajada.

—¿Y hasta ahora te das cuenta?

Ninguno dijo más en toda la noche, Padme se acurrucó en los brazos de Anakin y no tardó en quedarse dormida. Anakin no podía dormirse tan fácilmente, seguía con la imagen de las heridas de Luke en la cabeza, no le había insistido en que le dijera, pero la única razón por la que no lo había hecho era porque sabía que no le iba a responder y ya se había cansado de eso.

A la mañana siguiente cuando bajaron a desayunar Luke ya estaba en la mesa, pero al verlos llegar se atragantó con la comida y se apresuró a subir, Anakin estaba a punto de detenerlo, pero Padme lo detuvo.

—Déjalo, come tranquilo y después habla con él—le suplicó la senadora.

—Como quieras—aceptó Anakin a regañadientes.

Al subir a la recamara del chico se detuvo y se lo pensó muy bien antes de tocar, no obtuvo respuesta, volvió a tocar y sin esperar respuesta entró. Sentado en la cama, dándole la espalda, estaba el chico, no parecía darse cuenta de su presencia. Se recargó en el umbral de la puerta y esperó, pasaron varios minutos y Luke parecía no darse cuenta de su presencia o podía ser que lo estaba ignorando, cansado de esperar rodeó la cama quedando de frente, el chico levantó la vista y lo miró, enseguida la volvió a bajar.

—¿Qué sucede?—murmuró Luke con la vista baja.

—Me quitas las palabras de la boca—dijo Anakin—ya me quedó claro que no delatarás a tu maestro, (sé que es él, ni siquiera intentes negarlo) sólo quiero que contestes una pregunta. ¿Por qué lo encubres? ¿Qué te ha hecho Quink para que no tengas el valor de delatarlo?

—No es eso—murmuró Luke después de un largo silencio.

—Entonces ¿qué es?

Luke no contestó. Anakin se incorporó a su lado y lo miró, Luke levantó la vista y lo miró, a Anakin no se le escapó que hacía lo imposible por ordenar sus pensamientos, a pesar que sabía que era algo cruel ya que podría traerle más problemas, aprovechó su confusión.

—¿Por qué lo encubres?— preguntó Anakin con cautela.

—No insistas, no quiero mentirte—le suplicó Luke, y Anakin detecto dolor en su mirada, así que no insistió.

—Bien.

Se dio la vuelta para irse, pero Luke lo tomó del brazo antes de que este pudiera dar un paso, Anakin se volvió, el chico tenía la mirada en el piso y por un segundo Anakin creyó que no diría nada, de repente el chico se llevó una mano a la cabeza y hizo una mueca de dolor, Anakin frunció el ceño, había sentido una presencia extraña un segundo antes que el chico se quejara.

—¿Estás bien?

—Sí, sí, sólo fue una jaqueca— dijo el chico restándole importancia.

—Voy a fingir que te creo ¿qué me ibas a decir?—preguntó Anakin después de una pausa.

—Ya no importa.

—Aquí vamos de nuevo—murmuró Anakin con una mirada severa.

—No es nada, enserio.

Anakin le dirigió una mirada severa antes de salir de la habitación. No podía creer que después de todo siguiera mintiendo y encubriendo a Quink, quien, hasta donde sabía, no había sido más que un tormento para el chico. Decidido a no dejar que se reuniera con Quink, buscó a C-3PO.

—3PO.

El androide se volvió al escuchar su llamada.

—Amo Ani—saludó el androide con alegría.

—¿Puedes hacerme un favor? No dejes que Luke salga de la casa sin la autorización mía o de Padme, no me importa si tiene una cita con el rey de todos los mundos—ironizó Anakin dejándole muy claro su cometido.

—Como ordene el amo, sus deseos son órdenes—contestó C-3PO.

—Gracias 3PO.

------

Poco antes del anochecer, aprovechando que su padre no estaba y que su madre estaba encerrada en su habitación, durmiendo lo más seguro; se levantó, tomó sus cosas y bajó a la primera planta, haciendo el menor ruido posible llegó a el recibidor, ya estaba a punto de salir cuando encontró a C-3PO esperándolo junto a la puerta, maldiciendo para sus adentros siguió caminando hasta llegar a la puerta, estaba a punto de abrirla cuando C-3PO lo detuvo.

—Amo Luke, ¿adónde se dirige a esta hora?—preguntó el droide.

Luke se apresuró a ocultar su enfado con una sonrisa antes de volverse hacia el androide.

—Tengo que ir un momento al Templo, no tardo— contestó Luke.

—Lo siento amo Luke, pero el amo Ani no me autorizó a dejarlo salir— se excusó C-3PO.

—No tardo, es sólo un minuto.

—El amo Ani fue muy claro en que no podía irse.

—Sólo será un minuto 3PO— suplicó Luke.

—Lo siento.

—No, yo lo siento.

Antes de que este pudiera hacer nada lo tiró hacía atrás con la Fuerza y corrió hasta la nave y se apresuró a salir de ahí.

—¡Oh no! Al amo Ani no le va gustar—murmuró C-3PO temeroso.

------

Ya era muy entrada la noche cuando el chico volvió a la casa, haciendo el mayor silencio posible, caminó de puntillas hasta su habitación, justo un segundo antes de entrar al cuarto, ya cuando estaba seguro que no lo habían visto, escuchó una voz a su espalda.

—¿Buscas algo?

Luke dejó escapar una exclamación por lo bajo antes de volverse para encontrarse a su padre de brazos cruzados mirándolo con el ceño fruncido.

—¿Fuiste a algún lado?— preguntó Anakin serio.

—Tenía entrenamiento.

—¿En plena madrugada?

—Se nos fue el tiempo muy rápido.

—¿Sabes que es lo curioso?

Luke no contestó.

—Tu maestro debería estar en Alderaan y le ordené a C-3PO que no te dejara salir, ¿y a que no adivinas? —ironizó Anakin con severidad— Cuando volví no estabas tú y 3PO tenía un fusible quemado—comentó Anakin con un mirada severa.

Luke bajó la mirada y no dijo nada.

—¿A dónde fuiste?—volvió a preguntar Anakin después de una pausa.

El padawan no contestó. Anakin se llevó una mano a la sien y se corrió el pelo para atrás.

—Ve a descansar—murmuró cansado de pelear con él.

El chico no se hizo de rogar y se metió en la habitación rápidamente antes que cambiara de opinión.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top