Capítulo 19

Al terminar de hablar nadie dijo nada, Obi-Wan le dirigió una mirada de apoyo antes de volverse hacía los demás jedi.

—Pruebas más claras no ocupamos, ya él lo ha dicho, no ocupamos más.

—Estoy de acuerdo—asintió Windu trás mirar al chico que permanecía arrodillado en el piso enfrente de ellos.

—Razón ustedes tienen, Quink de confianza no es—habló el maestro Yoda—¿lo has visto hacer algo más? ¿algo indebido? ¿hablar con alguien extraño o algo así?—preguntó el maestro mirando a Luke.

—Sí señor.

—¿Cómo qué?—preguntó Obi-Wan removiéndose en su asiento.

—Hace... un par de meses—contestó Luke haciendo un calculo mental rápidamente—cinco meses si no me equivoco, fuimos a un lugar vacío en el centro de la ciudad, me dijo que me quedara en la nave, él se bajó y fue a hablar con unos extraños, jamás los había visto, vestían extraño.

—Describe extraño—le pidió el maestro Windu.

—Llevaban armaduras y por encima una capa negra, pero no parecía ser como las de los jedi, eran mucho más duras como...

—Piel de un animal—lo ayudó Obi-Wan intercambiando una mirada con Windu.

—Sí, algo así—asintió Luke.

—¿No te dijo porqué había ido a verlos?

Luke negó con la cabeza.

—Él jamás me decía nada.

El maestro Yoda asintió.

—¿Volvió a verlos otro día?

—No lo sé, pero conmigo no.

—¿Qué otra cosa has visto fuera de lugar?—inquirió Obi-Wan.

El chico les contó lo sucedido en el entrenamiento del día anterior, a pesar de estar concentrado en no saltarse ningún detalle no se le escapó la mirada que intercambiaron el maestro Yoda con el maestro Windu.

—¿Te retó a que lo hirieras?

Luke asintió en silencio.

—¿Y tú te negaste?

El chico volvió a asentir.

—Eso fue muy valiente de tu parte, después de todo lo que él te hizo cualquiera lo hubiera hecho, hiciste bien al no dejar que tu ira te controlara—lo elogió Obi-Wan mirándolo.

Luke aceptó el cumplido con una inclinación de cabeza.

—¿Nada más?—preguntó Windu

—No que yo recuerde, maestro—contestó el chico después de pensarlo mucho.

—Bien si eso es todo, puedes irte, mantente en tu casa, no vuelvas al Templo a no ser que se te mande a llamar y de ser así ven con un jedi o con tu madre, nunca solo, con Quink no es seguro—le ordenó el maestro Windu.

—Gracias maestro—dijo el chico poniéndose de pie.

—Nosotros nos encargaremos de que Quink pague por lo que te ha hecho—le aseguró Obi-Wan.

Luke inclinó la cabeza con respeto dispuesto a irse, pero Yoda lo detuvo.

—El maestro Skywalker de vuelta a tu casa te llevará.

—Ven, yo te llevaré con él—se ofreció Obi-Wan levantándose.

Luke asintió con la cabeza y salió seguido del maestro, caminaron un rato en silencio, hasta que Obi-Wan rompió el silencio.

—Luces cansado—observó el maestro mirándolo de reojo.

—Últimamente no he podido dormir como se debe—contestó Luke con indiferencia.

—Anakin me habló de lo que sucedió anoche, ¿estás bien?

—Sí, sólo me duele un poco la cabeza.

—¿Y ya puedes ver bien?

—No del todo, aún veo algo borroso.

Obi-Wan iba a añadir algo más, pero en eso Anakin los alcanzó, tras intercambiar un par de palabras con su antiguo maestro, este los dejó, Anakin y Luke subieron a el speeder, Luke esperaba volver a su casa por lo que se sorprendió al ver que Anakin volaba en la dirección contraria, iba a decir algo cuando Anakin habló.

—Aún no sabemos si Quink piensa buscarte, Padme tiene un departamento en el otro lado de la ciudad ahí estarán más seguros—le explicó Anakin al ver su desconcierto.

—Así que me mantendrán escondido—resopló Luke.

—Son órdenes del Consejo, muy pocos saben de ese lugar.

—¿Cómo es que ellos saben que tú sabes?

—Ahí vivía Padme antes de la guerra, en ese momento mi misión era protegerla—contestó Anakin con indiferencia—¿Cómo te fue con los maestros?—añadió Anakin después de una pausa.

—Bien—musitó Luke en tono seco.

—¿Y tú como estás?—preguntó Anakin después de un corto silencio.

Y esta vez Luke no dudo en contestar.

—No lo sé—admitió el chico con la mirada perdida en las estrellas—últimamente no he hecho más que ser un peso para todos, incluso para Quink, la razón por la que no hablé antes fue porque temía que sólo empeorarían las cosas, con el tiempo tú me convenciste de que no sería así, pero ahora no estoy seguro, ahora los tengo a todos preocupándose por Quink cuando hay muchos más problemas que él. No quiero esconderme, no más, ya cuando por fin salí de mi escondite me quieren meter en otro—dijo Luke desahogándose.

—Tres cosas, primero, no eres una carga para nadie, segundo, Quink es tan importante como los demás problemas que tenemos ahora, un jedi al que no le molesta hacerle daño a su aprendiz, podría terminar en el lado oscuro, en realidad por lo que me has dicho podría estar seguro que eso ya es una realidad, y por último, no te esconderás para siempre, será sólo por un tiempo, hasta que atrapemos a Quink—dijo Anakin sin desviar la vista del frente.

—¿Y si no lo atrapan?—manifestó Luke, y Anakin pudo sentir claramente su inquietud.

—Lo atraparemos—le aseguró Anakin.

Pero Luke negó con la cabeza.

—A veces pienso que lo mejor sería haberme quedado callado—comentó Luke en voz baja.

—No digas eso, has hecho lo mejor—le pidió Anakin en un murmullo.

—Eso es lo que dicen todos, ¿y si no es cierto? antes Quink era mi único problema, pero ahora...

—Ahora ya puedes hacer cosas que hace un par de meses no habrías hecho por miedo de que Quink te pillara—lo interrumpió Anakin mirándolo.

—Eso no...

—¿Eso no qué?—lo cortó Anakin con dureza.

El chico no contestó.

—Eso no es cierto, ¿era eso lo que ibas a decir?

Luke siguió sin decir nada.

—Es la primera vez en mucho tiempo que podemos tener una conversación de más de dos frases en la que no tienes la vista en el piso, y sólo niegas y asientes, Padme me dijo que hablas más seguido con Leia, ya no caminas con la cabeza gacha y hablas más que antes, no me vayas a decir que no te alegra haber delatado a Quink, porque no es cierto.

—Quizás tengas razón en eso, pero hasta esta mañana, Quink nunca había llegado tan largo.

—No, pero lo iba a hacer, tarde o temprano lo iba a hacer.

El chico no dijo nada, tenía razón.

—¿Te duele la cabeza?—preguntó Anakin cambiando de tema.

Luke asintió con la cabeza.

—¿Qué tanto?

—Suficiente para no querer seguir escuchando todo este estruendo—contestó Luke refiriéndose al ruido de las máquinas a su alrededor.

Anakin cerró la cúpula de la nave haciendo que el ruido disminuyera considerablemente.

—Será mejor que mañana vayas a la enfermería para asegurarte de que sólo sea temporal—comentó Anakin aterrizando en la parte de arriba de un edificio, donde los esperaba la senadora con el ceño fruncido.

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