La historia está escrita en sangre, no importa de qué bando, ya sea de los vencidos o los victoriosos, siempre habrá una verdad oculta, un hecho que todos quieren olvidar para evitar la realidad.
Eso pasó con los helghast, expulsados de su propio hogar, obligados a vivir a la sombra de sus opresores, limitados por el miedo de sus enemigos a un resurgimiento de su gente. Fueron humillados, abandonados y rechazados, por tratar de oponerse a la corrupción de la Tierra y sus colonias.
Cuando partieron de su mundo natal, Vekta, fue el mayor éxodo realizado de la historia de la humanidad jamás hecho, un éxodo por la libertad, y su nuevo hogar Helghan materializó dicha libertad.

Sin embargo, Helghan los cambio, los hizo más fuertes, los convirtió en algo superior, Helghan los hizo evolucionar,y convertirse en algo superior a los humano,  y liderados por Scolar Visari, Autarca de los Helghast, empezaron la reconstrucción de su industria, de su ejército, de su orgullo como pueblo.

Construyeron flotas, ejércitos y vehículos, las ciudades helghast se erigieron por todo su mundo, imponentes, frías.
Scolar Visari dirigió a la nación hacia una guerra, una guerra para la que estaban preparados, nuevas armas fueron construidas, nuevas tecnologías desarrolladas, la guerra que llevarían acabo sería una guerra para imponer un nuevo orden a toda la galaxia controlada por la humanidad.
El destino de los Helghast era dirigir a la humanidad, como raza superior debían proteger a aquellos demasiado débiles para hacerlo por sí mismo, asesinando a cualquiera que se les opusiera, incluso si fueran su propia gente.

Sin embargo, un giro repentino de los acontecimientos llevó a un resultado poco favorable, relacionado a su desarrollo de nuevos motores de salto en el hiperespacio, el proyecto Gungnir, que utilizaba petrusita para impulsar sus motores, acabo relativamente mal, cuando una gran explosión envolvió todo el mundo en cuestión de minutos, y no solo limitándose al hogar de los Helghast, si no que abarcando todo el sistema de Alpha Centauri, consumiendo al planeta de Vekta y sus residentes en dicha explosion.

Cuando terminó dicho evento, una serie de tormentas inexplicables envolvieron todo el sistema, consumiendo y destruyendo naves que se acercaban a explorar el lugar, cortando de forma constante, la ruta más rapida de la Tierra hacia sus colonias más lejanas, lo que permitio a dichas colonias darse cuenta que la Tierra no era nada sin ellas, empujandolos hacia el separatismo.

Sin embargo, nuestra historia no esta en esa galaxia, esta en un lugar muy, muy lejano, donde tanto Helghast como Vektanos fueron arrojados, separados por millones de años luz, e inconscientes de si el otro había llegado, lo unico que sabían, era que habían sido transportados ah un lugar desconocido, ajeno a su galaxia natal, dada la posicion de las estrellas, con nuevas constelaciones en los cielos.

Helghast y Vektanos pasaron desapercibidos por la mayor parte de la galaxia, salvo por los usuarios de la fuerza, ya sean sith o jedi, pudieron percatarse de esta alteración tan repentina en las regiones desconocidas, sin embargo, su interés finalizo cuando dicho evento se disipo con el tiempo, incapaces de sentir a las millones de almas que eran ajenas a la galaxia.

La Historia de los Helghast y los Vektanos, estaba lejos de acabar con solo esa mudanza masiva, en una galaxia en paz, los nuevos residentes y su arte de la guerra impondrán un nuevo orden, un orden escrito en sangre de millones.

HAIL HELGHAN