Negociaciones

Palpatine estaba en la oficina del canciller mirando hacia coruscant, escoltado por el maestro jedi Dorinick, en vez de Anakin quien se encontraba en una misión de aparente importancia en Geonosis
Junto al maestro estaba su padawan Danshya, una muchacha inquieta y de naturaleza curiosa que no dejaba de mirar hacia todos lados de la oficina

Palpatine hubiera preferido que lo dejaran solo, para poder reemplazar sus planeas que ahora mismo, en términos simples, estaban rotos en muchos aspectos

"¡Tantos años desperdiciados!'

Se llevó las manos debajo del mentón para evitar hacer algo impropio, como cocer al par de Jedi con sus rayos de la fuerza, ahora mismo necesitaba pensar y tiempo, la guerra de los clones se estaba transformando en una guerra real y no en su planeado juego político, pero todo había empezado desde la aparición de ese dominio Telmariano y esas ratas mutantes que ahora vagaban a sus anchas por el borde intermedio conquistando planetas

No, un momento, todo podría ir bien si jugaba sus cartas con soltura, si, aún cuando todo se fuera al carajos podría alcanzar su objetivo de forma parcial, de todas formas, el objetivo del día de hoy era distinto, esperaba que el dolor de cabeza que había tenido últimamente no lo molestara

Hoy recibían la visita de un diplomático algo... extravagante

- Canciller - Palpatine se giro al escuchar a Danshya - ¿Tiene idea de lo que quieran estos tipos?

- No mi querida padawan, pero eh de suponer que quieren entablar amistad con la república al solicitar una audiencia diplomática - Dorinick soltó un leve gruñido de insatisfacción a lo que palpatine se giro - ¿Sucede algo maestro Dorinick?

- Si canciller, que ellos hayan querido una audiencia con usted no significa que quieran ser nuestros amigos

- No se debe juzgar a alguien por la portada maestro, sobre todo si lo primero que quieren es hablar

Dorinick no dijo más, pero miro al canciller con cierta desconfianza y recelo, se mantuvo callado el resto del tiempo hasta que llegó el embajador, un tipo llamado Anzonak

En si, su raza era desconocida para la galaxia, grande, quiza unos 2 a 3 metros, de piel verde y musculoso, con grandes colmillos en la boca y una gran quijada y medio jorobado, pese a que tenía un olor raro, llevaba un traje negro que se ajustaba a su musculatura, un sombrero de copa alta, también negro y llevaba una lente en el ojo derecho, al mismo tiempo que llevaba un bastón sujeto en la mano izquierda

- Estimado Canciller, por ordenes de mi Caudillo eh venido a negociar - informo el orko con una sonrisa algo siniestra dada la forma en como curvaba los labios aunque su tono de voz era amable

- Que mal huele... - murmuró Danshya a lo que recibió un codazo de su maestro para callarla

- Entonces, embajador... Anzonak ¿Cuales son las nobles intenciones que lo traen a coruscant capital de la república galáctica? - Palpatine se mostró tan cordial como pudo mientras trataba de no ahogarse con el olor

- Muy sencillo canciller, mi caudillo ah solicitado una única cosa - Palpatine mito al Orko con una sonrisita

- ¿Y cual es esa condición embajador? Seguramente si lo dice podríamos llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso

- Por supuesto canciller - el oro tosió un poco para aclarar su voz- rindanse - Palpatine abrió los ojos asombrado, Dorinick puso los ojos en blanco y Danshya se limito a abrir la boca sorprendida

- Lo siento, creo que escuché mal, ¿puede repetirlo? - pregunto Palpatine

- Rindanse o mueran, es la propuesta que manda mi Caudillo, y como verá es mutuamente beneficioso - Anzonak sonrió y golpeó em escritorio del canciller con sus dedos

- No veo nada beneficioso en rendirse ante una raza que ni siquiera tiene presencia en el núcleo galáctico y viene de las regiones exteriores - aclaró Palpatine molesto por la actitud del orko que consideraba arrogante

- Eso es por que usted es muy corto de visión señor canciller - Palpatine empezó a considerar freír al orko ahí mismo - Nosotros no os mataremos, esa es la parte beneficiosa de este acuerdo donde ustedes se rinden - aclaro el oro

- No - mencionó Palpatine glacialmente

- Me parece que es una respuesta contraria a la que buscaba, ¿usted está seguro? - pregunto el Orko sin mostrarse sorprendido realmente, como si esperara la respuesta

- Ah escuchado la respuesta del canciller embajador, es un no rotundo - Dorinick hablo y en su voz se destilaba el enojo y rabia por la atrevida demanda del embajador

- Si ustede esta tan seguro de su respuesta me temo que la negociación,  aunque corta, ah sido contundente- el orko tomo su sombrero eh hizo una educada reverencia

- La república no está dispuesta a negociar con tiranos embajador, asegúrese de decírselo a su... Caudillo - Palpatine habló tan calmo como podía en ese momento - ya puede retirarse, me encargaré que lo escoltado hasta su transporte - agitó la mano como si espantara una mosca

- Se las diré canciller, pero le aseguro que mi Caudillo estará encantado de tener unas cuantas palabras con usted más adelante - el Orko sonrió se dio media vuelta y salió por donde había entrado

Palpatien se quedó callado y miró al maestro jedi que simplemente se encogió de hombros

- Hoy en día uno se puede encontrar a cualquier loco por la galaxia - comentó el Maestro jedi

- Hoy en día la galaxia es un lugar peligroso, esperemos que acabe pronto y todo vuelva a su cause maestro jedi - Palpatine asintió esperando que tanto la galaxia como su plan volviera a su cause

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