Thanatos estaba sentado, solo y en silencio en el comedor principal de su palacio, le habían servido un platillo completo para llenarse y seguir con sus labores todo el día hasta la noche, hora de cenar y seguir trabajando un par de horas más antes de dormir

Pero ese día había perdido el apetito, algo poco propio de el, tenía el mentón apoyado sobre su mano, y estaba mirando la nada, no se había levantado en las ultimas horas, ni para ir a sus habituales rezos en la capilla, y sus sirvientes mantenían una distancia prudencial con el

El motivo de esta rabia, este enojo, era que una facción liderada por su tío, se había presentado esa mañana para pedirle un favor

- Querido sobrino, me gustaría ofrecerte una ayuda que encontraras más que bienvenida - había comenzado su tío

Normalmente habría ordenado que salieran del lugar sin prestarle la más mínima atención, pero el hecho que usara "querido sobrino" y "ayuda" era algo que llamaba la atención de Thanatos que le permitió hablar

A medida que pronunciaba cada palabra, Thanatos empezó a darse cuenta de sus intenciones, sus malditas intenciones y su rabia aumento, hasta el punto que los hecho a patadas del lugar, sin importarle lo que pudieran inventar de el, no le importaba, y no le importaría, si no fuera que su tío tenía razón en algo

El solo era el intendente, o mayordomo del dominio, no el líder de facto, su poder se limitaba a la regencia, y esa regencia debía terminar tarde o temprano, pero darle el poder a cualquiera sería como pegarse un tiro en la rodilla con un bolter, acabaría destrozado y el dominio se derrumbaría sobre su propio peso

"Idiotas" pensó Thanatos, y apretó su puño, luego se dio cuenta que aun tenía uno de los cubiertos en la mano y lo soltó, el objeto había acabado deforme y retorcido de su posición original

- Traeme otro tenedor - le ordeno al sirviente que estaba a su lado

La puerta se abrió antes que el sirviente llegara a ella, revelando a una Verónica cansada, pero feliz, cargando a su hija en brazos, acercándose a donde estaba el

- ¡Thanatos, la tengo! ¡tengo a nuestra hija! ¡y por el emperador esta bien! - ella se percato del rostro de su esposo y se quedo unos segundos en silencio, le hizo un ademan a una sirvienta que se acerco y tomo a la niña, luego se sentó al lado de Thanatos - ¿Por que tienes esa cara?

- No quieres saberlo - replico Thanatos

- Puedo leer tu mente, dime que pasa por las buenas, o me entero yo misma - Thanatos miro a su esposa

- El cerdo de mi tío ah llegado a solicitar que acabe la regencia, quiere nombrar un rey "calificado y justo", como si no supiera sus intenciones, y quiera poner su trasero sobre el trono que le corresponde al emperador - Verónica lo miro dubitativa

Ambos estuvieron en silencio, el sirviente que salió a buscar un tenedor, regreso, además, con un plato de comida que le entrego a Verónica, quien sin mediar más palabras empezó a comer, para irritación de Thanatos

-¿Puedes hacer menos ruido al masticar? - Verónica murmuro algo incomprensible - Primero traga - Verónica asintió

- ¿Puedes dejar de pensar cuando estamos comiendo? - Thanatos no le vio la gracia

- Mujer, estoy tratando de salvar el dominio del emperador, y tu solo piensas en comer

- Déjame comer Thanatos, si tanto te preocupa el tema de un rey, solo dales lo que quieren y punto - Thanatos miro a su mujer confundido, estuvo a punto de replicar pero Verónica lo interrumpió - Si quieren un rey, ¡que mejor que tu!

- No

- ¡SI!

- No tengo derecho, no soy un hijo del emperador - explico Thanatos

- Eres un siervo del emperador, y eso basta, el sabe que tu no lo haces por ambición ni poder, además, eres tu el que ah estado gobernando durante los últimos meses, algunos ya te consideran rey, solo sería legitimar el reclamo

- No lo se, habrá inconformes

- Mátalos a todos y clava sus cabezas en una pica - Thanatos miro a su mujer - ¿que? me ha funcionado a las mil maravillas, y si lo hizo conmigo, contigo también

- No, simplemente no

- ¡Maldita sea Thanatos! - grito Verónica y golpeo con ambas manos la mesa - Ponle huevos al asunto y reclama el maldito trono, si no lo haces tarde o temprano más gente querrá tomar la vacante y tu pasaras de ser el regente a ser el intendente - Verónica señalo a Thanatos con el cuchillo de mesa

- Nadie me apoyaría - exclamo a la desesperada Thanatos, tratando de librarse del problema

- Yo lo haría - Rakirr entro por la puerta principal en ese momento, empujando una de las hojas e la puerta con su hombro mientras en una de sus manos llevaba a la hija de Thantos - y tendrías asegurado el apoyo de todos los capítulos de marines espaciales

- Igual tienes mi apoyo, y Thrawm y Kivt sin duda estarán encantados de ayudar, incluso algunos comandantes de la guardia - Propuso Verónica - podría convencer a algunos inquisidores de apoyar la noción, y quizá algún que otro eclesiarca

- Los problemas son el mechanicum, el adeptus arbites y varios nobles - pensó Thanatos

- Puedo ayudar también con eso, pero eso ya costara algo - Thanatos miro a su esposa

- ¿Cómo que costara algo? - Veronica sonrió ante la pregunta de su esposo

- Un eversor - Rakirr y Thanatos se miraron confundidos

- ¿Un eversor? - Pregunto Rakirr

- Si, digamos que se quien fue el desgraciado de dar la orden de secuestrar a mi hija, y quiero dejarle en claro un mensaje... amistoso

- Vale, pero trata de no soltarlo antes de tiempo

- Ah se me olvidaba - Verónica alzo su mano derecha enguantada, acto seguido se quito el guante revelando su mano robótica - tengo nueva mano

- ¿Cómo que tienes nueva mano?