El Canciller
Thanatos y verónica estaban en el ascensor, en silencio y molestos, su hija había sido secuestrada, y los dos tenían puntos de vista distintos, Verónica con un enfoque agresivo para barrer todo a su paso y Thanatos con su enfoque de guerra logística, aplastando al enemigo lentamente con números superiores y de paso buscar información sobre su hija
Por eso, cuando la republica informo que tenía información sobre su hija, los dos se apresuraron a ir al encuentro, y también el hecho de estar rodeados de xenos por todas partes, no ayudaba a mejorar su estado de animo, solo Verónica parecía emocionada al principio, y apunto estuvo a toquetearle la cara a uno de los xenos si Thanatos no la hubiera arrastrado al elevador que los llevaría hasta la oficina del canciller Palpatine
- Se supone que debo estudiar a los xenos para encontrar sus debilidades - dijo Verónica irritada mientras estaba al lado de Thanatos
- Xenos muertos, no vivos, además no los toques, quien sabe donde estuvieron - le aconsejo Thanatos con una sonrisa mientras trataba de acomodar su ropa
- Deja eso, solo harás que se arrugue más - Verónica le dio un golpe en la mano a Thanatos antes de ayudarlo a acomodar el cuello de su ropa
- ¿Qué haría sin ti? - pregunto Thanatos sarcastico
- Posiblemente te ahogaras con tu saliva - Verónica le sonrió
Antes de continuar, las puertas se abrieron y entraron a la sala que estaba antes de la oficina del canciller palpatine, decorada con una alfombra roja, y un cuadro extraño en la pared, mientras más lo observaba Thanatos, más perturbador le parecía, pero para verónica era lo contrario, le fascinaba lo mucho que una civilización xeno había tratado de evolucionar, al crear estos murales
Thanatos la miro perplejo, pero el momento acabo cuando un xeno, los invito a entrar, de piel azul y con cuernos sobre su cabeza, entraron de la forma más cordial posible, sin mirar al xeno, una vez dentro, se sentaron en dos sillones frente a un escritorio, el anciano que estaba detrás de este, tenía el pelo canoso, la cara arrugada, pero conservaba un porte autoritario, y una sonrisa que transmitía confianza en el hombre
- Imagino que usted es el regente y esta dama de aquí es su esposa - empezó el anciano
- Así es, ¿su señoría es el canciller? - pregunto Thanatos
- Correcto, me eh enterado por fuentes externas de la pérdida de su hija - Thanatos observo de reojo como verónica apretaba su puño - pero también me eh enterado donde la tienen retenida
- ¿De dónde ha conseguido esa información? - Palpatine dirigió una mirada cargada de tristeza a Verónica
- Fuentes confiables infiltradas en las filas enemigas - Palpatine junto sus dedos en una posición de rezo, aunque lo que hizo fue poner ambas manos debajo del mentón
- ¿Sus espías son confiables? - pregunto Thanatos con cierta suspicacia
- Claro que lo son, esos hombres y mujeres se han entregado al servicio de la república de corazón y dudar de su lealtad sería un crimen de por si - Thanatos asintió
- Eso no demuestra nada, en qué lugar retienen a mi hija - A Thanatos le dio la impresión que Verónica quería saltar sobre el viejo y sacarle la información al viejo a puñetazos
- Bueno, viendo su insistencia tendremos que ir al punto directamente, primero establezcamos los puntos y... - Thanatos se puso de pie
- Creía que era un acto de buena voluntad entregar la información del mundo donde retenían a mi hija - Palpatine disimulo una sonrisa
- Estamos en guerra, Lord Thantos, y tenemos un enemigo en común, tendríamos más resultados trabajando juntos que por separado... - Palpatine señalo el asiento nuevamente, y Thanatos solo suspiro antes de sentarse, molesto por esta "negociación" que era más una extorsión
- ¿Y cuáles son sus demandas? - pregunto Verónica
- Libre tránsito por su territorio, una cooperación militar conjunta e intercambio de planetas una vez acabe la guerra - hablo Palpatine
- No haremos lo último, ceder planetas que hemos conquistado y hemos pagado con sangre no entra en la negociación - exclamo Verónica
- Bueno, ese punto puede ser retirado, o negociado, no es importante ahora como la seguridad de su pequeña - Eso hizo que Verónica apretara sus labios en una línea fina y cruel de odio hacia el canciller
- Podemos aceptar los dos primeros puntos, ¿Ahora dónde está mi hija?
- En el planeta Ravaged, un mundo del CIS, de imponentes montañas y deshabitado, me gustaría poder informarles que eh designado un batallón para ayudar en la liberación de su hija... como una muestra de confianza, claro - Palpatine sonrió
- Me parece bien, nosotros asignaremos una compañía - Verónica miro a Thanatos con incredulidad antes de levantarse
- Nos vemos luego canciller, gracias por su ayuda - expreso Verónica y se dio media vuelta para salir
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