Capítulo 2: Misión en Naboo

Narrador Padmé:

A la mañana siguiente, me arreglé para dar mi recorrido anual por toda la ciudad de Theed, la capital de Naboo, era mi evento favorito de todos, además de algunos bailes que organizan mis padres; pero este me gusta más, porque en cierto punto, Fernanda y yo, cambiamos de vestuario para que me permita caminar entre la gente y que pueda pasar sin que nadie me reconozca, ni siquiera mis padres se dan cuenta de la diferencia. Pero lo más importante, es que puedo ser yo misma dentro de esta vida, no me gusta ser siempre la princesa de la galaxia, es mucha responsabilidad y necesito un descanso de todo esto y el festival es un de los mejores momentos para hacerlo; me gusta ir a la feria y a disfrutar de las diferentes comidas del planeta, sobre todo, hay un puesto de postres que hace mi pastel favorito, es un día excepcional.

Jobal: - De prisa Padmé, tu padre y yo, ya vamos a ir a la carroza - me llamó mi mamá, me puse un arreglo con poco maquillaje para hacer el cambio rápido, Fer y yo, escogimos los atuendos que íbamos a usar para no tardarnos tanto en desvestirnos.

Padmé: - Voy madre, me estoy terminando de poner la peluca - contesté con uno de los pasadores en la boca.

Dormé: - ¿Se encuentra lista, my lady? - me preguntó una de mis damas más fieles, por lo general tengo cuatro damas de honor, que me ayudan a arreglarme y me acompañan casi a todos lados, pero también son mis grandes confidentes, cuando no puedo hablar con nadie más o cuando Fer no está.

Padmé: - Sí Dormé, gracias por ayudarme con el peinado - le dije poniéndome de pie y observándome en el espejo - recuerda que Fernanda y yo, nos veremos en el callejón secreto de Theed, para poder cambiar de atuendo, necesitamos que.... - me interrumpió poniendo una mano en mi hombro.

Dormé: - Todo estará bien, Padmé, hemos hecho esto por más de 10 años ¿recuerdas? - sonreí cuando recordé mi primera vez de hacer eso, Fernanda y yo, estábamos muy nerviosas que casi nos descubren, de no ser por mi amigo Paolo el guardia de seguridad, su padre fue un gran jefe de seguridad y me alegra decir, que nos llevamos muy bien como amigos - el maquillaje y la crema desmaquillante, están aquí en la bolsa y traigo el cambio de ropa de Fernanda....las veré allá en menos de lo que se imaginan y nadie, notará la diferencia.

Jobal: - ¿Padmé, cielo? - llamó otra vez mi madre - Ya es tiempo, ¿estás lista? - dijo entrando a mi cuarto.

Padmé: - Sí mamá, en seguida voy - le dije segura y ansiosa, luego me fui con ella y entramos al festival en el carruaje, saludando a todos los ciudadanos, todos sonrientes y manifestando alegría en todo momento; ése es el motivo por el cual amo este festival, mi vida cobra sentido en el momento en que puedo apreciar el gozo y el respeto de la gente. Después de que dimos todo el recorrido, nos sentamos en el trono y mi padre comenzó con su discurso.

Ruwee: - Este día es un día de alegría, porque celebramos la unión en los nubianos y los gungans - todos gritaron llenos de alegría - hoy....mis más fieles súbditos, no dejaremos que la tristeza nos apague la alegría, miren a los cielos y tendremos un hermoso amanecer - siguió dando su discurso por mucho tiempo y ya no puedo esperar a que de inició la ceremonia - ....y ahora, que comience el festival - como era tradición, sonaron las trompetas y los fuegos artificiales, que anunciaban el inicio del mejor festival del Universo. Durante media hora, me la pasé observando a la gente que jugaba, las danzas y la comida que olía delicioso; por eso, Fernanda y yo, hicimos el acuerdo de hacer el intercambio de personajes, porque hací podíamos disfrutar de los placeres que nos daba el festival. Pasó una hora y me encontré de lejos a Fernanda y me asintió para decirme que ya era hora.

Padmé: - ¿Mamá, papá? Voy al baño, en seguida regreso - les dije comenzando a pararme.

Jobal: - ¿Quieres que te lleve la escolta, querida? - me preguntó consternada, pero negué con la cabeza porque sabía que seguían obsesionados con lo de los jedi; pero hoy es mi día libre y quiero disfrutarlo sin interrupciones.

Ruwee: - Bueno, está bien pero no vayas tan lejos ¿eh jovencita? Eres nuestro mayor tesoro y no sólo eso, sino que eres el destino de Naboo - claro, siguiendo el legado de asesina de jedis, lo único bueno que veo de ser reina, es que podré cambiar las cosas.

Padmé: - Claro, padre, ahora si me disculpan sus altezas, necesito ir al baño - me despedí con cortesía, disfrazando mi molestia, con el perfil de princesa educada y me fui, llegué rápido con Fer y Dormé, nos arreglamos y yo, después vi que Fernanda, salió corriendo a la zona del trono - bueno Dormé, nos veremos en dos horas aquí mismo - ella asintió y salimos par a dispersarnos, comí varios platillos exquisitos de Naboo, que me llenaron como un elefante marino; a la hora de llegar al postre, no sabía si elegir dulces o algodón de azúcar, pero en eso, capté el olor del postre más delicioso que pudiera existir en la galaxia - disculpe señor, ¿podría darme un pedazo del pan de cinco brotes, por favor? - le pedí con cortesía, por lo general, no como pastel en el festival, por cuestiones que debo digerir pronto antes de jugar más, pero hoy entraré en tentación y disfrutar de mi postre favorito.

Vendedor: - Por supuesto - me dijo sonriendo, después vi que cortaba el pastel y en cuanto me entregó el plato, pagué en seguida y comencé a saborear la crema - que lo disfrute alteza - al escuchar sus palabras, me quedé sorprendida y quise corregirlo.

Padmé: - Ah...no sé de qué habla - le dije nerviosa tratando de irme.

Vendedor: - Su alteza, la conozco desde que era una criatura del tamaño de mi rodilla y sé perfectamente que a usted le cuesta trabajo resistirse a este pastel - a decir verdad, ya sabía que estaba hablando con el jefe de cocina del palacio y pues por lo general, no me acerco a él para evitar esa situación - descuide, la he visto pasar tantos años por aquí, que no le he dicho a nadie de su aventura - me guiñó el ojo y me dio un vaso de leche gratis y un pase a la rueda de la fortuna.

Padmé: - Gracias Hans, siempre logras alegrar mi día - le constesté sonriendo y me despedí comiendo mi pastel, justo después de un rato, comencé a caminar por todo el lugar, hasta que choqué contra alguien que no me había fijado que venía en mi dirección - lo siento ¿estás bien? - me disculpé tratando de arreglar mi error, pero al verlo bien, me di cuenta de que se trataba de un hombre joven, muy alto y guapo, muy muy guapo; casi podía decir que era como un sueño andante en persona.

Anakin: - (Vaya....qué mujer más....hermosa) - por la forme en que me veía, con sorpresa y fascinación, me sentí halagada y sentí un poco de rubor en los cachetes, no sólo por la forma en la que me mira, sino por el mar de ojos profundos que tiene; un color de azul en sus ojos tan hermoso y leal, que yo jamás haya visto - ah....no discúlpeme a mí, yo...yo tenía prisa y no me fije por dónde andaba - me dijo nervioso, lo cual lo hacía ver tierno y adorable, porque de los nervios también se puso rojo como un niño que confiesa su error.

Padmé: - Descuida, yo también estaba distraída, el festival es una de mis épocas favoritas que no puedo evitar sentir mucha emoción - le dije sonriendo, sin poder dejar de observar su cara y cuerpo, madre de la Fuerza, este hombre parece un atleta o bailarín, es bastante fuerte y es muy alto.

Anakin: - Ya lo veo, para una señorita tan hermosa como usted - me dijo sonriendo, en un tono que implicaba que quería ligar conmigo - un día así de deslumbrante, le queda muy bien - me quedé sorprendida, que lo único que quería hacer era abrazarlo, pero tampoco sabía si sentirme halagada u ofendida.

Padmé: - Gracias por el cumplido - terminé por contestar después de unos segundos - soy Padmé - me presenté, tampoco le voy a decir a la primera que soy la legítima al trono de una buena vez, este señor me llamará la atención, pero no quiero que me salga con una sorpresa.

Anakin: - Mucho gusto, señorita Padmé - me tomó la mano, la cual se sentía dura, pero suave entre mis dedos - me llamo Anakin Skywalker - su nombre era como la miel, yo no podría escoger otro mejor nombre para un hombre tan peculiar como él, pero antes de poder continuar, se escuchó un grito de un soldado.

Guardia: - ¡Atrápenlo, es un portador de la Fuerza! - la gente comenzó a alarmarse, mientras los soldados perseguían al sujeto.

Anakin: - Fue un placer verla, señorita, pero tengo que retirarme - se despidió con cortesía, pero yo no quería que se fuera.

Padmé: - Espera.... - lo tomé de la mano sorprendida de mí misma, jamás en la vida me había interesado en alguien y menos, en un desconocido - ¿te volveré a ver? - pregunté ansiosa, antes de que mis padres llegaran.

Anakin: - Sería un honor hacerlo otra vez - dijo serio, pero con un toque de prisa y de fascinación - pero por su bien, sería mejor que no lo hiciera - se soltó y se fue en seguida, en eso me quedé impactada, porque yo quería volver a verlo y estaba dispuesta a buscar hasta el fin de la galaxia con tal de encontrarlo; pero por lo pronto, debo arreglarme de nuevo, lo que está por suceder, no ha de ser bueno y necesito estar en mis vestimentas otra vez.

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Narrador Obi-Wan:

Todos los maestros nos alejamos de Courusant en la madrugada, la hora más segura para los criminales para salir, nosotros no somos criminales, pero nos ocultamos como tales hasta encontrar al responsable del crimen de Naboo. Temo por el bienestar de mis hermanos y sobre todo, por el de Anakin, él ha estado conmigo en las buenas y en las malas, que no podría imaginarme un dolor más fuerte que perderlo a él y a Ahsoka; pero ahora, me dirijo a Mandalore, un planeta neutral al que fui una vez con Qui-Gon, cuando tenía diecinueve, antes de que lo matara el sith. Lo que nadie sabe, es que hay alguien que me está esperando cerca del mar, en una casa privada.

Guardia: - Bienvenido a Mandalore, señor - me recibió un guardia real, Mandalore es gobernado por Korkie Kryze, recientemente coronado Duque de Mandalore y representante del Consejo de Sistemas Neutrales - ¿tiene su identificación? - como siempre preparado, le mostré una identificación falsa, ya que nadie sabe que Obi-Wan Kenobi, ex-protector de la duquesa....es prófugo de la injusticia.

Obi-Wan: - Aquí tiene - le mostré la identificación, la revisó y asintió.

Guardia: - Todo en orden, señor, que tenga buena estancia aquí - me despidió y tomé un speeder que me llevó lejos hasta la costa, donde al ver al mar, pude apreciar una silueta pequeña de una persona que estaba esperando junto al cielo, me acerqué a ella y puse mis manos sobre sus hombros con dulzura y ternura; de repente, siento una electricidad tan grande que no había sentido hace tanto tiempo.

Obi-Wan: - Buenas tardes, Duquesa - le dije al oído, yo la conocí como la duquesa más hermosa de la galaxia y me enamoré de la mujer más maravillosa de toda mi vida.

Satine: - ¡Obi-Wan! - sentí su emoción y se volteó a recibirme con sus brazos y le contesté por igual - ¡Llegaste! - me besó con fuerza y correspondí a su amor, porque salía con la misma intensidad con la que yo la amo - Estaba muy angustiada por ti, creí...creí que...te había capturado, mi amor - me dijo al borde las lágrimas. 

Obi-Wan: - Aquí estoy, Satine - le di un beso en la frente - siempre cumplo con mis promesas, amor mío y eso tú lo sabes mejor que nadie - la abracé por la cadera, acercándola más a mí y respirando el perfume de su nueva colección; no es mi preferido, pero todo de ella me encanta. 

Satine: - Lo sé, mi cielo, es sólo que no quiero que me dejes en este mundo, sabiendo que no vas a regresar - me dijo acariciando mi barba, sus manos eran tan frágiles y suaves como las perlas y sus ojos, brillantes y profundos como el océano. 

Obi-Wan: - Jamás te dejaré sola, siempre hallo la manera de regresar a ti, mi damisela en peligro - la cargué con euforia de volver a verla, igual de hermosa que siempre y la besé con pasión - te amo - susurré sonriendo - te amo como a nadie en el mundo - le dije entre besos, entrando a la casa.

Satine: - Y yo a ti, mi caballero en armadura - me contestó igual y profundizamos el beso, hasta llegar a nuestro cuarto, mi estancia es indefinida ahora y quiero aprovechar al máximo nuestra reunión - te extrañe mucho, Obi - me dijo cuando la acosté y comencé a besar su cuello - ¿tú me extrañaste?

Obi-Wan: - Claro que sí, no he dejado de pensar en ti en ni un sólo segundo y más ahora - comencé a quitarme la armadura y nos adentramos más a la cama.

Satine: - ¿Cuánto? Dime cuánto me extrañaste - fue más una orden que pregunta.

Obi-Wan: - Más de lo que te pudieras imaginar, mi amor - de pronto, nuestros pechos quedaron al descubierto y comenzamos a acariciar toda la piel que teníamos en frente, nuestros labios jamás se separaron, nos siquiera para terminar de quitar nuestra ropa interior - ha sido una eternidad, desde la última que estuvimos juntos - le dije adentrándome a ella, sintiendo lo hermoso que era regresar a donde pertenezco, dentro de ella.

Satine: - Obi...hazme el amor siempre - dijo entre cortado por la respiración agitada - quiero hacerlo contigo....y nadie más - nuestro paso se aceleró, sintiendo como nuestras almas se conectaban cada vez más; nuestro amor más grande que cualquier peligro, que podría morir hoy mismo.

Obi-Wan: - Te amo, Satine - le dije muchas veces entre besos, pero en cuanto dije éste, sentí la liberación tanto mía como de ella y consumimos nuestro amor ante el cielo y las estrellas; me acosté sobre su pecho y la abracé lentamente, escuchando cada latido de su corazón.

Satine: - Yo también te amo, Obi - me dijo cansada, acariciando mi cabello y mi espalda con sus dedos, este momento era como un sueño, pero su respiración agitada, me hacía darme cuenta de que era una realidad - ¿Obi?

Obi-Wan: - ¿Mmm? - pregunté cansado, pero satisfecho aunque jamás podría saciarme de ella lo suficiente.

Satine: - ¿Podríamos hacer eso otra vez? - me preguntó acariciando mi espalda baja y mi cuello, al subir mi rostro, tenía los ojos abiertos por la sorpresa, pero al ver sus ojos y una ligera sonrisa, no pude resistirme a la petición de mi bella duquesa.

Obi-Wan: - Por supuesto que sí, my lady - y volvimos a besarnos y a adentrarnos en nuestra pasión.

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Narrador Anakin:

Varias horas más tarde, después de esconderme por los callejones por media hora, me detuve a almorzar la comida que me hice antes de irme; no era gran cosa, pero serviría para mantener las energías hasta llegar a mi destino. No me hacía gracia, el tener que cuidar a niños, pero si se trata de mantener la orden, será mejor llevar a cabo esto pronto, ya era de noche cuando llegué finalmente al escondite de los padawans; hubiera llegado antes, de no ser porque tuve que esconderme a cada rato de los guardias, por fortuna, mi sable está guardado en mi maleta, lo que no quiero es que me revisen lo que traigo.

Anakin: - Vaya, hasta que por fin - me dije suspirando exhausto, toqué la puerta con decisión para que me escucharan, como no contestó nadie, volví a tocar y se abrió una pequeña ranura en la puerta.

X: - ¿Contraseña? - se escuchó la voz de un niño decidido, pero yo no sabía que tenían contraseña.

Anakin: - Yo no sé la contraseña, el maestro Yoda, no me advirtió de alguna contraseña - dije con la verdad, tratando de vigilar que nadie me siguiera, luego de repente se escuchó una voz muy conocida.

Fernanda: - A ver jovencito, compermiso que mi reemplazo ya llegó - alcancé a escuchar su comentario y me quedé con los brazos cruzados - vaya Anakin Skywalker, hasta que por fin llegas - me dijo creída pero sabía que era en un tono burlón.

Anakin: - Ajá, entonces ¿eso es lo que soy para ti, nada más? Un reemplazo - fingí estar indignado.

Fernanda: - Ja. Ja. Ja, podría terminar de discutir con usted maestro, pero debo regresar al castillo, no sé si lo supiste pero capturaron a uno - asentí y le expliqué cómo fue que lo vi - pues bueno, será mejor que no llegue tan tarde y te encargo a los niños, hay comida en la cocina y la mesa está puesta, cada vez que terminen de comer, los más grandes se deben de turnar para limpiar la cocina y lavarse los dientes antes de dormir.

Anakin: - Y ¿qué hago si no quieren limpiar la cocina? - ella, vio para ver que no hubiera muros en la costa y se acercó a mí.

Fernanda: - Les adviertes que si no lo hacen no habrá ida a la feria mañana temprano - intenté replicar por el hecho de que estuve ahí hace unas horas y que no sería buena idea, pero ella salió como bólido - ya se los había prometido, así es que no hay mucha opción y con eso se fue corriendo con cuidado.

Anakin: - Muy bien, aquí empieza la diversión - dije acomodándome en el cuarto de huéspedes y me dirigí a la sala común - ok, de acuerdo niños, soy Anakin Skywalker su nuevo tutor hasta que se acabe la persecución y en lo que llega Fernanda.

Katooni: - ¿Usted nos cuidará en lo que termina el día, maestro? - preguntó una padawan de 10 años, era igual que la maestra Galia, pero en miniatura.

Pietro: - Usted, no sabe nada niños, ¿cierto? He escuchado sobre sus hazañas pero nada sobre enseñar a los jóvenes - me preguntó algo engreído uno de los más grandes y me parece que más experimentados.

Sophie: - ¿Qué es la..lasaña? - preguntó una de las más pequeñas, que parece que tiene como 5 o 6 años.

Pietro: - Es hazaña Sophie, no lasaña - y comenzó la discusión, bueno ésta será una noche larga.

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