Cap. 95 - Aliados Peligrosos
---------------------
Audiolibro disponible en YouTube:
https://youtu.be/9yA9KmhyLdI
-----------------------
Foxley: - Y estás frito... -
Kergans no era un planeta cercano, incluso tomando las rutas estelares. Una nave como el Fantasma pasaría desapercibido ante el ojo imperial, cosa que no podía decirse lo mismo de la Munificent, la cual debería encontrarse a la mitad de su viaje, según los cálculos de Ícaro. Mientras tanto, no había mucho que la tripulación pudiese hacer al respecto para pasar el tiempo. ¿ Y que mejor que unas partidas de Dejarik para matar el tiempo?
Zeb: - ¿Qué...? ¿Cómo...? Mi Rankor debería haber aguantado más. -
Hera: - El Rankor es una unidad fuerte, pero incluso él tiene problemas si se enfrenta solo al resto de enemigos en el tablero. -
Zeb: - Eso no tiene sentido. Hiciste trampa... Estoy seguro. -
Foxley: - Eh Eh... No me acuses si no tienes pruebas. -
Zeb: - No las necesito... Estoy seguro. -
Hera: - Si si... Vamos levanta... Es mi turno. -
Zeb: - La próxima vez no será tan fácil. -
Y así, varias partidas fueron ganadas y perdidas. Foxley era el campeón indiscutible, y aunque Hera le ganaba un par de ocasiones, aún tenía mucho que aprender. Kurt y Zeb eran terribles, y entre los dos se discutían el título de peores jugadores. El resto, simplemente prefería mirar o hacer otras cosas. Hasta que:
Ícaro: - Creo que podría intentarlo. -
No había que ser un genio para saber que esa era una muy mala idea. Foxley aceptó su derrota incluso antes de empezar, pues sabía que no podría ganarle a una computadora como el general.
Aún así, había que darle mérito a la valentía de Zeb, quién se creyó capaz de poder hacerle frente a la mente maestra de Gwori. El resultado: ¨El descubriento que había una forma de ganarle a tu oponente con un mínimo de jugadas.¨ Tres turnos menos que el récord intergaláctico. Algo que dejó al muy derrotado Zeb en un estado bien deplorable.
Nadie era tan tonto para enfrentarse a Ícaro. Una pena, pues hubiese sido un muy buen entrenamiento, pero el droide no podía obligar a jugar a nadie. Aunque parece que había uno de los presentes que sintió algo de curiosidad.
Contacto: - Esto puede ser interesante. -
El misterioso hombre se sentó frente a la mesa, mirando a su oponente metálico, como si quisiera descubrir su mentalidad antes de comenzar el enfrentamiento... Y de hecho, su rostro confiado daba la impresión de que era capaz de hacerlo.
Las fichas fueron desplegadas, los jugadores hicieron sus primeros movimientos. Movimiento precisos y nada arriesgados. Tan solo fintas y falsas amenazas, con la intensión de descubrir la forma de jugar de su adversario. Entonces, se hizo una jugada bastante temeraria.
Ícaro: - Mmmm... Extraño. Poner a los shierk-hawk en el medio del terreno es un movimiento arriesgado. Apenas carecen de defensa para resistir un ataque. -
Contacto: - Es correcto. Pero su amplio rango de movimiento los hace bastante escurridizos. -
El hombre tenía razón. Una unidad tan ágil en el medio del fuego sería un efectivo bastante útil, pero de nada servía si los condor-dragón de Ícaro eran capaces de derribarlo. Si bien eran más lentos, tenían mucho más daño y defensa, y estaban dentro del alcance, así que capturar esa posición y acabar con una ficha enemiga era muy tentador... Pero había algo más oculto en esas intenciones.
La partida fue mucho más larga que la de un juego de Dejarik promedio. Para los espectadores, los monstruos de ambos contrincantes caían uno tras de otro, mientras ambos jugadores hacía movimiento bastante peligrosos. Pero desde el punto de vista de Ícaro, él estaba perdiendo a sus unidades importantes en el campo de batalla. Finalmente, Ícaro se hizo con una ajustada victoria.
Contacto: - Bueno... Nunca pensé derrotar a una supercomputadora en un juego de estrategia. Pero fue divertido. -
Kurt: - Nunca antes había visto al general tan enfocado en una partida. -
Numa: - Nunca lo habías visto ganar en más de treinta jugadas querrás decir. -
Ícaro: - Fue un enfrentamiento interesante... Creo que aprendí mucho. -
Kurt: - Wow... Eso no se escucha todos los días. -
Contacto: - Yo igual aprendí mucho. Sus estrategias eran muy difíciles de descifrar. Seguro podremos jugar otro día. Ahora debo organizar mis cosas. Llegaremos pronto a Kergans. -
Todos estaban bastante emocionados después de tal enfrentamiento, debatiendo sobre las estrategias que tanto el general como el Contacto mostraron sobre el tablero. Sin embargo, Ícaro estaba aterrado en su interior.
Esa forma de jugar. Esa forma de sacrificar a las piezas más débiles. Esa forma de engañar al oponente para después dar un golpe mortal. Era algo que preocupaba enormemente a Ícaro, y un cómputo se generó en sus circuitos, y en su núcleo.
¨Este Contacto no dudaría en sacrificarlos si eso significaba cumplir la misión. Confiar en él, no era una opción.¨
Finalmente, el Fantasma salió del hiperespacio, y ya se podía divisar el planeta de Kergans en la distancia. Gracias a los código que el Contacto portaba, la guardia fronteriza no hizo pregunta alguna sobre el motivo de su estadía, alegando que el gobernador planetario esperaba ansioso por su llegada.
Y así fue. Tan pronto la nave atracó en uno de los puertos de la ciudad capital de Kergans, una pequeña comisión de droides de servicio de la casa gubernamental se presentaron para brindar ayuda.
Droide: - Bienvenido, señor Valomir. Por favor, permítanos ayudarlo con su cargamento. -
Kurt: - ¿Valomir? - Le susurró al contacto.
Contacto: - Debe presentarme correctamente. ¿No es así? -
Y mientras Ícaro esperaba oculto en el interior de la nave, Kurt, Hera, Zeb, Foxley y Numa ayudaron a los droides a colocar las muchas cajas del contacto encima de carros electromagnéticos, los cuales serían usados para transportar las reliquias históricas hacia la residencia del regente de Kergans.
Contacto: - Muy bien, señores. Gracias por el aventón. Sus créditos serán transferidos esta misma tarde. Les recomiendo que visiten la taberna ¨Futaner¨ en el barrio comercial. Dicen que hacen unos licores maravillosos. -
Foxley: - Eso haremos. Me muero de ganas de tomar algo decente. -
Eso no fue una mera despedida, sino una pista bien oculta. El resto de tripulantes dejó al Contacto desempeñando su coartada de coleccionista, y despegaron en la nave rumbo a los puertos civiles en la zona residencial de la ciudad, bastante alejada de las casas nobles.
De momento, su misión principal era mantener un perfil bajo hasta la llegada de la Munificent, la cual demoraría un par de días más debido al largo trayecto alejado de las rutas espaciales que debía seguir.
Una vez la nave fue atracada y reabastecida, la tripulación se dispuso a ir a la famosa taberna que el Contacto mencionó. Caminar por las calles de la ciudad capital de Kergans no llamaba mucho la atención, pero era mejor que Zeb portara una capucha para ocultar su identidad. La presencia de un lasat llamaría atención innecesaria, y que hablar de Ícaro, el cual parecía un mercenario con esa armadura que portaba.
Aunque claro. Un mercenario de dos metros de alto no pasaría desapercibido en una zona civil, aunque era mucho mejor que ser un droide separatista.
Finalmente llegaron al famoso lugar, donde, a diferencia de las tavernas a las cuales estaban acostumbrados, llena de locos y matones, esta parecía ser un lugar bastante decente. No tardaron en tomar mesa, pedir unas bebidas... Y esperar.
Numa: - ¿Cuanto tiempo nos queda? -
Ícaro: - Cuatro rotaciones planetarias. Una extra si tuvieron que desviar su curso. -
Foxley: - Bueno... Eso nos da algo de tiempo. -
Zeb: - Ufff... Este licor si que está fuerte. -
Hera: - Zeb... -
Zeb: - ¿Qué? Es la verdad. -
Hera: - ¿Podrías prestar más atención a lo que estamos hablando? -
Zeb: - ¿Y crees que no lo estoy haciendo? -
?????: - Valla... Si que sois un grupo animado. -
De pronto, todas las miradas se posaron en el recién llegado, un zeltron adulto, el cual se acercó a al mesa sin muchos problemas.
Ícaro: - Supongo que nos estaba esperanado. -
Zeltron: - Algo así. Valomir dijo que llegarían hace una hora. Además... No es muy común ver a dos twi'lek en esta ciudad. -
Ícaro: - Eso es correcto. Terminen sus bebidas antes de continuar. -
Foxley: - He he... Alto ahí señorita. Eres demasiado joven para tomar alcohol. -
Hera: - No seas aguafiestas. Solo quiero probar a que sabe. -
Foxley: - Si si... Cuando seas mayorcita. De momento toma esto. - Le regañaba mientras le daba un vaso con un líquido rojo en el interior.
Hera: - ¿Jugo? ¿En serio? -
Ícaro: - Estoy de acuerdo. No es correcto que alguien de tu edad consuma alcohol. -
Hera: - Son unos aguafiestas. -
Numa: - Tranquila... Te acostumbrarás. -
Zeb: - Ja ja. Eso te ocurre por canija. -
Hera: - Me las vas a pagar por eso, gato sobre desarrollado. -
Zeb: - ¿¡Cómo me llamaste!? -
¿Y este era el equipo de élite que supuestamente iba a infiltrarse en la fortaleza más custodiada del planeta y robar los datos imperiales? El zeltron los veía con bastantes dudas, pero no reírse de tal situación era simplemente imposible.
Zeltron: - Son un grupo animado sin lugar a dudas... Vamos, el resto nos espera. Por cierto... Pueden llamarme Gustav, Gustav Demaris. -
Una vez concluyeron, el grupo siguió al zeltron por las calles de la ciudad hasta su próximo destino. Para aquellos más atentos, no pasaron desapercibidos las multiples miradas que se posaban sobre ellos con regularidad. Miradas de desconfianza provenientes de individuos que se topaban en su camino. Miradas descontentas de un pueblo que quería libertad. Miradas que preocuparon bastante al superdroides táctico.
Finalmente, el grupo llegó a la ubicación final. Una vivienda algo alejada del ojo público. Un lugar perfecto para pasar desapercibidos hasta que llegase el momento oportuno.
En el interior, un peculiar grupo de individuos muy peculiares esperaban a los recién llegados. Individuos de diferentes especies de la galaxia. Pero sin lugar a dudas, era el único humano de ese lugar el que más destacaban.
Gustav: - Ya estamos todos. General, permítame presentarle al sargento Grezit. Él nos ayudará desde el interior de la fortaleza cuando llegue el momento. -
Foxley: - ¿Sargento? Entonces... Él es... -
Ícaro: - Un stormtrooper. ¿Correcto? -
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top