Cap. 92 - Paz
-----------------------
Audilibro disponible en YouTube:
https://youtu.be/Hwdtr3nh_ag
---------------------------
El resto del viaje de regreso transcurrió sin muchas complicaciones. Para cuando ya estaban en la órbita de Gwori, Wag Too ya se había despertado, aunque el dolor en el cuello le duraría unos días. Ícaro y el resto se alegraron al verlo con buena salud, aunque se preocuparon un poco cuando en tierra Miraj se lanzó sobre él llorando de felicidad al verlo.
Hubiese sido una escena de lo más conmovedora, si la propia Zigerriana no le hubiese alado la enorme oreja del lurmen y le llamase la atención frente a todos como si fuese un niño pequeño, por la imprudencia. No reírse de la situación era imposible para los orgánicos.
Un momento muy tenso se llevó a cabo durante las horas posteriores de llegar a Gwori, pues a diferencia de los civiles; los cuales aceptaron la oferta de una vida tranquila lejos de la guerra, el grupo de mercenarios y cazarrecompensas no estaba de acuerdo con que lo obligasen a luchar para la resistencia.
Si bien algunos decidieron quedarse como el propio Foxley, quien pareció haber establecido una extraña amistad con Zeb y Vander, otros simplemente decidieron irse. No eran guerreros honorables ni nada por el estilo, y solo los créditos movían sus intereses. No podían obligarlos a luchar por una causa justa después de todo. Pero Ícaro no estaba dispuesto a correr el riesgo de que alguno de ellos revelase su posición.
A ojos públicos, el que no estuviese dispuesto a luchar por la causa era libre de irse, y eso fue lo que pasó con la mayoría de mercenarios y cazarrecompensas rescatados, pero estos nunca lograron abandonar el sistema solar.
Como bien Ícaro le había dicho al inquisidor antes de acabar con su vida, él no era ningún héroe, y estaba dispuesto ha hacer todo para que esta rebelión tuviese éxito. Así fuese ordenar a Tifón y Lanza destruir a todas las naves mercenarias una vez dejasen el planeta. Esta era una guerra que no podía darse el lujo de perder, y nadie podría saber de la ubicación del Oasis... Si alguien debía ensuciarse las manos de la peor manera posible, ese alguien debía ser él mismo.
De momento, los stormtrooper prisioneros se mantenían bajo custodia en las celdas de la ciudad, y aunque no era del todo justo, al menos tenían la posibilidad de tener un mejor trato que los reclusos del imperio. Eso sí, cualquiera que estuviese dispuesto a prestar su fuerza laboral en tareas menores del Oasis era bienvenido, aun estando bajo la constante vigilancia de los droides. Ya el tiempo diría si era mejor permanecer fiel al Imperio, o unirse a la causa de la rebelión.
Organa: - Me alegra verlos sano y salvos. Es una pena que no hayamos podido extraer la información requerida, pero creo que puede considerarse una victoria. -
Cuando la situación estuvo un poco más controlada, en el salón del ayuntamiento se llevó a cabo un pequeño consejo de guerra junto a varios líderes rebeldes de la galaxia, incluidos el senador Organa, Chan Syndulla, los Mon Calamari entre otros.
Ackbar: - Sin embargo fue demasiado arriesgado. Después de esta infiltración el Imperio duplicará sus defensas contra ataques cibernéticos. De momento debemos mantenernos al margen. Nuestros ingenieros ya comenzaron a trabajar en los planos que el general nos entregó... Si todo se mantiene estable, estaremos listos para la fecha indicada. -
Cham: - Es bueno escucharlo. Ya saben... Perfil bajo... Debes esperar hasta entonces. -
Una vez Ícaro terminó de dar el informe a los líderes rebeldes, todas las holoproyecciones se desconcertaron, con excepción del senador Organa, quién aún tenía que tratar algunos asuntos pendientes con el general, Hondo y los clones comando presentes.
Ícaro: - Senador... Ha oído algo relacionado a ¨ Estrella de la Muerte¨ -
Organa: - Es la primera vez que escucho ese nombre. ¿Qué es? -
Ícaro: - Lamentablemente no pude obtener información alguna más que el nombre. El nivel de encriptación de esos datos estaba muy por encima de lo esperado... No me extrañaría computar que dicha información no quería ser descubierta. -
Organa: -Creo que tengo una idea de lo que quiere decir. Usaré mis contactos para tratar de averiguar cualquier cosa al respecto. -
Ícaro: - Tenga cuidado, senador... Tengo un mal sentimiento al respecto. -
Organa: - Lo tendré en cuenta, general... Comandante, Hondo. Espero su llegada a Alderaan. Tengan cuidado. -
Boss: - Entendido, señor. Partiremos a primera hora de la mañana. -
Holdo: - Senador... -
La voz de la mujer interrumpió la reunión, pero dudó en decir una palabra más. Lo que quería decir era que pudiera resultar inapropiado, pero estaba dispuesta a seguir adelante costase lo que costase.
Organa: - ¿Qué ocurre, señorita Holdo? -
Holdo: - Pi... Pido permiso para quedarme en el Oasis, senador. - Su petición tomó a varios por sorpresa.
Organa: - ¿Y a qué se debe tal decisión? -
Holdo: - Yo... Quisiera poder quedarme y aprender más acerca de tácticas de guerra... Claro... Si el general Ícaro está de acuerdo. -
Ícaro: - No tengo problemas al respecto. Ya varios orgánicos están siendo instruidos bajo mi cargo. Si estas dispuesta a seguir los protocolos, no veo inconvenientes en instruirla. -
Holdo: - Yo estoy dispuesta... Quiero aprender de usted... Quiero ser una gran comandante algún día y ser de utilidad para esta causa. Así como cualquier peligro que amenace esta galaxia. -
Tanto el senador como el droide pudieron percibir esa decisión inquebrantable dentro de la mujer, a pesar de sus palabras temerosas ante la idea de contradecir una orden. Su voluntad era de acero y su destino tenía guardado para ella un gran sacrificio. Uno que jamás sería capaz de imaginar. El senador Organa solo pudo sonreír al respecto.
Organa: - Está bien. Si el general está de acuerdo no veo ningún inconveniente. Solo... Avísale a Leia cuando tengas la oportunidad. -
Holdo: - Así lo haré... Senador. Muchas gracias. -
Organa: - General... La dejó bajo su cargo, Puede que sea algo testaruda y obstinada... Pero es buen estudiante. -
Ícaro: - Si... Ya soy consciente de ello. -
Y así la reunión concluyó, con el senador Organa riéndose al respecto, la joven Holdo apenada por la burla de esos dos, e Ícaro por fin experimentando una sensación de alivio después de tanto tiempo.
Esa sería una noche larga, lo suficiente para que todos pudiesen tomarse un merecido descanso... Y pensar.
Algunos como Hawser, Li Mu o Cranel no tuvieron problemas en conciliar el sueño, aunque algunos más entusiastas como Numa y Lubo prefirieron pasar la noche contando a sus amigos del Oasis sus hazañas de la batalla.
El teniente Helgait estaba bastante cansado, pero su actitud demasiado responsable lo obligaba a concluir con todo el papeleo antes de irse a dormir, a pesar de las muchas veces que el droide RT-1 le dijese lo contrario.
Tífany ni siquiera supo cuando se quedó dormida en los laboratorios, y el propio Hunkboll tuvo que taparla con una manta para que el frío nocturno no le provocase un resfriado.
A pesar de las complicaciones, Wag Too pudo encontrar una noche placentera con su esposa Miraj y sus cinco retoños, los cuales no podía dejar de expresarle su cariño y afecto. Tal vez un acto involuntario tras estar tan cerca de haberlo perdido todo.
Mirane, en cambio, prefería quedarse un rato sentada frente a la ventana de su habitación, viendo el paisaje nocturno del Oasis. Un momento de paz para encontrar algo de tranquilidad, y recordar a los viejos amigos. No como el joven Vander, cuyos ronquidos serían capaces de despertar a sus vecinos si las paredes no estuviesen aisladas contra los ruidos.
Zeb se mantenía sentado sobre su cama, y en sus manos descansaban sus prendas de la guardia de Lasat. Era su mayor tesoro y único recuerdo de lo que una vez fue o tuvo. Y al mismo tiempo, lo estancaba en el pasado. Su mente estaba confusa... Tratando de determinar qué debía hacer... Hacia dónde debía ir... De algún modo... Tenía que encontrar un propósito en su vida... Y tal vez esta resistencia desesperada fuese su mejor respuesta.
Foxley estaba en un estado similar, pero acostado sobre su cama mirando el monótono techo de la habitación. Su mente se refugiaba en recuerdos y anécdotas del pasado, pero no era capaz de ver un futuro- De hecho... Eso era algo que jamás se había planteado. Su vida se trataba del día a día, y aunque aceptó cooperar con este intento de resistencia, no sabía si este sería su lugar en la galaxia... o no.
Hondo, en cambio, a pesar de estar acostada y lista para dormir, era incapaz de conciliar el sueño. Las expectativas de su entrenamiento la tenían despierta, y los cuentos de Numa acerca de lo riguroso que era Ícaro como tutor la tenían algo nerviosa. Esa sería una larga noche para ella.
Ni Boss, ni Sev ni Fixer eran de buen dormir, y preferían usar el tiempo que les quedaba en el Oasis para darle mantenimiento a su equipo, y reabastecer sus suministros. Pocas veces tenían acceso a un arsenal tan grande y variado, y Alfa y Delta se encargarían personalmente de preparar cualquier equipo que necesitasen. Órdenes del general.
Y finalmente, fuera de todo rastro de concreto y metal, el superdroide táctico caminaba tranquilamente por el verde pasto de las planicies de Gwori seguido por las dos magnaguardias. La mayor parte de la tarde y la noche temprana estuvo junto a Toba, oyendo todos sus cuentos y jugando junto a ella y otros niños del refugio. Pero que dejó dormir, tranquilo de saber que Titán se mantendría en modo de reposo junto a ella.
Ahora tenía un poco de tiempo para computar, analizar todo lo sucedido y asimilar todas las experiencia acumuladas. Esta guerra cada vez iba escalando en dificultad y peligro. Eso era algo que sabía que ocurriría tarde o temprano, pero que hasta él mismo supo que no estaba preparado.
Sus sensores ópticos se posaron sobre el infinito mar de estrellas, como si fuese capaz de identificar sus objetivos entre la vastedad del Imperio Galáctico. Como si fuese capaz de ver el porvenir, y eso lo asustaba incluso siendo en su mayor parte metal y circuitos.
Y quien sabe... Puede que incluso hubiese sido capaz de ver una sonrisa en ese mar de estrellas... Una sonrisa que le servía de guía y consuelo... La sonrisa de un clon.
----------------------------------------------------------------------
Primero que nada, quiero disculparme, pues recién me doy cuenta que he puesto el nombre de Hondo... en lugar de Holdo. Y eso puede que haya traído confusión. El personaje de esta historia es Holdo, la mujer que se convertiría en la comandante de la rebelión durante el tiempo de la Primera Orden. Hondo es el pirata de clon wars, y hasta ahora no ha hecho aparición en esta serie. Me disculpo por la confusión.
Y hasta aquí llega la cuarta temporada de Ícaro y el resto de personajes de esta historia. Hasta el punto en que escribí este capítulo, no tengo muy en claro cómo será la temporada 5, pues yo pensaba que sería la última, pero me llegaron algunas ideas y puede que pueda escribir un poco más.
Gracias a todos los que leyeron y votaron. Gracias a todos los que aportaron ideas y espero que hayan quedados satisfechos con el resultado. De momento trataré de avanzar en las otras dos historias, y si eres fan de Star Wars, te invito a leer las otras tres historias de la franquicia que he escrito. ¿Quien sabe? Y puede que encuentres algo de tu interés.
Estoy pensando en abrir un canal en Discord donde discutir con todos los de esta comunidad ideas entre otras cosas... Después de todo. Tenemos lectores de Wattpad, Inspired, Fanfiction y YouTube. Fijaré un mensaje a este párrafo con el link si te interesa participar.
Sin nada más que agregar, me despido hasta la próxima aventura.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top