Cap. 77 - Un Hueso Duro de Roer

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Audiolibro disponible en YouTube:

https://youtu.be/25quzpwX8HE

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Ícaro: - Realmente no pensé que eso fuera a funcionar. -

Kurt: - Jeje. Puedes que seas un superdroide de análisis y todo eso... pero conozco bien como "tratar" a las personas. -

Ícaro: - Te recuerdo que este cuerpo no posee la capacidad de análisis de emociones. Además, nunca hubiese pensado que un oficial imperial fuese tan incompetente. -

Kurt: - Te sorprendería. -

Wag Too: - ¿Podemos volver a concentrarnos en la misión? Este traje de Gonk es increíblemente incómodo. -

Ícaro: - Ya cada cual tienes sus asignamientos. Vallan a su posición designada y esperen mi llamado. Kurt, Wag Too yo seguiremos a los astilleros. -

Tras escuchar sus comando, cada droide se dispersó por la estación y se hizo pasar como un soldado más de la guarnición, imitando hacer registros, e incluso completando tareas como cualquier otro stoormtroper. De hecho, estas unidades mejoradas eran tan buenas integrándose, e incluso interactuaron con otras tropas como cualquier ser humano. Mientras tanto, el stoormtroper y los dos "droides" se dirigieron al lugar donde supuestamente encontrarían a su contacto.

Kurt: - ¿Y se puede saber como la encontraremos? El senador no nos dio ninguna pista de su apariencia. -

Ícaro: - El senador dijo que podríamos reconocerla sin problema alguno. Aunque desconozco el motivo. -

Kurt: - ¿Es en serio? ¿Él solo dijo eso? -

Wag Too: - Supongo que habrá algo que la identifique. A lo mejor un símbolo que podamos reconocer. O tal vez...

?????: - ¡Holdo! ¿¡Se puede saber que demonios estás haciendo!? -

Al parecer el cenador estaba en lo cierto. Pues tan pronto llegaron, la voz de un molesto sullustano hizo eco en esa parte de los astilleros. Y de entre todo el ajetreo de maquinarias y piezas de metal que se movían de un lado para el otro, se asomo una muy enérgica y gruñona mujer humana de unos veinte años o poco más.

Holdo: - ¿¡Que quieres ahora, viejo gruñon!? ¿¡No vez que estoy ocupada!? -

Sullustano: - ¡Esa pieza no va de esa forma! ¡Si la pones así vas a invertir los conectores! -

Holdo: - Oh... ¡Mi culpa! -

Sullustano: - Estos jóvenes de hoy en día... -

El sullustano se retiró maldiciendo algunas cosas en su idioma natal, pasando por al lado de Kurt, Ícaro y Wat Too si siquiera hacerles caso.

Ícaro: - Valla. Eso fue muy gorcero. - Dijo al escuchar al alíen hablar.

Kurt: - Estonces... ¿Es ella? -

Ícaro: - Eso parece. -

Kurt: - Bueno... Supongo que tendré que "hablar con ella." -

Wag Too: - ¿Seguro que es buena idea? -

Ícaro: - Coincido. Será mejor si yo hablo con ella. -

Kurt: - Eh chicos. Tranquilo. Se como tratar con señoritas. -

Wag Too: - Oh no... Va a ser igual que con Vírtany. -

Ícaro: - ¿Qué ocurrió con Vítany? -

Wag Too: - Mejor no saber. -

Y allí iba. Kurt portaba su cosca sujetado a su cintura con su mano, dejando su melena rubia ondear libremente. Sus peculiares sientes blancos como la nieve mostraban una impresionante sonrilla, y esos ojos azules eran todo un deleite para la vista. Además, sus rasgos fasciales aguileños le dotaban de una hermosura natural, como si hubiese sido esculpido personalmente por el gran Miguel Angel. Lástima por esas cicatrices que tenía, sino fuese un perfecto retrato de un angel. Y él lo sabía.

Kurt: - Hola preciosa. Así que tu eres la famosa Holdo. He escuchado hablar mucho de ti. -

Muy diferente a lo que Kurt pensaba, la humana dejó de atornillar esas piezas y lo miró con una indiferencia nunca antes vista. Puede que incluso con un poco de asco. Cosa que, por supuesto, Kurt no había notada, el cual parecía querer encandecerla con esa brillante dentadura que mostraba a los cuatro vientos.

Holdo: - ¿Qué ocurre, soldado? ¿Se te frisó la cara por falta de oxígeno? -

La cara de Kurt no tenía comparación. Su sonrisa seguía atorada bajo su nariz, pero sus ojos mostraban una confusión inmediata. Esta definitivamente no era la reacción que esperaba, y la cosa solo iba de mal en peor.

Kurt: - Este... Yo no... Es que... -

Holdo: - Escuche soldado. No me interesa que motivos los trae aquí pero necesito que se valla. Como puede ver... Tengo cosas más importante que lidiar con su parálisis cerebral. -

Hasta Ícaro sin su núcleo mejorado pudo sentir algo de pena por él, tanto que, a diferencia de Wag Too que disfrutaba del espectáculo, decidió intervenir.

Ícaro: - Disculpe a mi compañero. No era nuestra intensión molestarla. -

Holdo: - ¿Un droide de seguridad tiene que venir a tu rescate? Eso es... Inesperado. -

Kurt: - Oiga... Nadie tiene que... -

Ícaro: - "Dicen que las aves de Naboo suelen cantar más tempranos en primavera." -

Holdo: - "Demasiado alto para los que quieren dormir la mañana." - Rió con diversión al saber que era por ellos por quien estaba esperando. - Valla... Si que se demoraron. Vamos. Síganme. -

La mujer se quitó los guantes y las gafas de trabajo y los tiró sobre una mesa, al mismo tiempo que tomaba una servilletas para limpiarse un poco el sudor mientras se iba del lugar seguido por el stormtrooper y los dos droides.

Kurt: - ¿Tenían una clave secreta o algo de eso...? ¿Por qué no me dijiste? -

Ícaro: - Nunca preguntaste. -

Kurt: - Serás... -

Sullustano: - ¡Eh! ¡Holdo! ¿¡A dónde crees que vas!? ¡Esas piezas deben estar lista para esta tarde! - Gritó al verla retirarse del lugar.

Holdo: - ¡Lo siento, viejo gruñón! ¡Pero como puedes ver tengo cosas más importantes justo ahora! - Fue entonces que el capataz vió a Kurt vestido de stormtrooper junto al droide de seguridad.

Sullustano: - ¿¡Se puede saber en qué líos te metiste ahora!? -

Holdo no respondió a esa pregunta. Al menos no verbalmente, y en cambio, le dedicó una mueca bastante alocada con un par de gestos de sus manos algo obscenos. Holdo actuaba bastante inmadura a opinión del droide, cuestionándose seriamente si este contacto de la resistencia era realmente competente para esta misión, pero el senador Organa tenía buena opinión de ella, y eso era algo que no podía ignorar, aunque le costase no hacerlo.

Holdo: - Se demoraron más de lo esperado. Se supone que llegaría hace una rotación. -

Ícaro: - Viajar por rutas no convencionales toma más tiempo de lo previsto. -

Holdo: - ¿Y tu quien eres? ¿La cabeza al mando o algo por el estilo? -

Ícaro: - Se podría decir que si. -

Holdo: - Valla. Que confíen más en un droide que en ustedes debe de ser doloroso. ¿No es así, stormtrooper? - Le dijo con mueca a Kurt.

Kurt: - ¿Usted es así de insoportable todo el tiempo? ¿O yo soy un caso especial? -

Holdo: - En lo absoluto, de hecho... -

Ícaro: - Agradecería que no se desviara de nuestra misión. Si es tan amable. -

El droide solo se maldecía en su interior por estar al lado de estos dos. ¿Cómo dos orgánicos que apenas de conocieron podían llevarse tan mal? ¿Y en plena misión suicida? Incluso si su núcleo mejorado podía determinar la idiotez de los orgánico en esta situación.

Holdo: - Vaaaaale... Aunque no fue mi culpa. -

Kurt: - Serás... -

Holdo: - La terminal a la que tienen que acceder se encuentra cerca de las astilleros de máxima seguridad. No será sencillo. Aún con sus disfraces van a necesitar más que eso para poder ingresar. -

Ícaro: - Nosotros nos encargamos de eso. -

Holdo: - Eso espero, porque yo no tengo autorización para ingresar a esa zona y... creo que un soldado raso tampoco podrá. - Dijo en tono de burla dirigiéndose a Kurt, el cual no titubeó en demostrar su descontento.

Ícaro: - Usted no tiene que preocuparse por eso. El equipo que disponemos está más que preparado para esta tarea. -

Holdo: - Eso espero. El segundo equipo ya esté en posición esperando por ustedes. -

Ícaro: - ¿Segundo equipo? El senador no mencionó nada de un segundo equipo. -

Holdo: - No me preguntes a mi. Yo no hablo con el cenador desde que me infiltré a aquí. Tan solo conozco las claves y la información de la nave. -

Ícaro: - Creo que... será mejor que nos presentes a este segundo equipo. Quiero saber todo antes de ejecutar un plan. -

Holdo: - Está por aquí. Síganme. -

Esto fue algo inesperado, sobre todo para Ícaro. El droide ya tenía una idea de como infiltrarse, aunque era bastante arriesgada, pero si contaban con más efectivos podría ejecutar un plan menos arriesgado. La pregunta era, si estos nuevos individuos serían capaces de estar a la altura de una misión tan peligro. Lo que el droide desconocía, era que ellos si lo estaban, y con creces.

El pequeño grupo liderados por Holdo se adentró en un sector de la estación donde parecían estar fabricando diferente piezas para las naves que allí se manufacturaban. El ruido era ensordecedor, las chipas de las soldaduras salpicaban por todos lados y el olor a metal fundido era embriagador. Especies rudas de toda la galaxia trabajaba en esas condiciones tan extremas, donde el calor era incluso más fuerte que sobre las arenas de Tatoine.

Ícaro miraba cada movimiento a su alrededor, a pesar del apresurado paso con el cual Holdo los llevaba. Algo que era bastante complicado para el pobre Wag Too en ese traje de Gonk tan incómodo. Y entonces los vió.

Cerca de las áreas de soldadura, fuertes hombres alzaron la mirada hacia el grupo. Eran humanos definitivamente, aunque las máscaras de soldar y el equipo protector cubría la mayor parte de su cuerpo. Holdos les devolvió la mirada, y con un leve asentimiento de la cabeza, estos respondieron.

Eran tres de ellos, los cuales dejaron lo que estaban haciendo y con mucha discreción comenzaron a caminar tras de ellos, poniendo nerviosos a los tres que iban al frente. No sabían por qué, pero esos tres individuos por algún motivo, les provocaban un escalofríos en la espalda. Incluso a Ícaro, quien literalmente no podía experimentar tal sensación.

Tan pronto salieron de esa parte de la fábrica, se adentraron a un lugar bastante alejado, uno que al parecer no tenía mucha seguridad. Uno que la propia Holdo había establecido como punto de encuentro en caso de emergencia. Y una vez allí, los tres hombres removieron las máscaras de soldar de sus cabezas, revelando su verdadera identidad. Una que, para sorpresa de los otros orgánicos, eran clones.

Clon 1: - ¿Ellos son a los que el senador Organa envió? -

Clon 2: - Un droide. No me gusta esta idea. -

Clon 3: - Si el senador lo envió no tenemos muchas alternativas. -

Kurt: - Valla. Veo que le tienen confianza, general. -

Ícaro: - Tranquilo. No es la primera vez que esto ocurre. -

Era obvio que estos clones no estaban muy cómodos con la presencia de Ícaro, y eso que ni siquiera estaban viendo su verdadera forma, pero en esos momento había una misión que cumplir y poco tiempo que perder.

Holdo: - Bueno, ya estamos todos. General Ícaro, le presento al comandante Boss y a los comando Fixes y Sev. -

Ícaro: - Un pacer conocerlo, comandante. -


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