Cap. 73 - Los Nuevos Brotes.
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Audiolibro disponible en YouTube:
https://youtu.be/dnmBdp6DxE4
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Cuando Ícaro le encomendó la tarea a Numa de adiestrar a los nuevos reclutas en el arte de la guerra, esta no pensó que fuese tan caótico.
Bly era un gran oficial, pero tratar con jóvenes es muy diferente a tratar con soldados profecionales o droides programados. El clon era incapaz de hacer que los joves lo escuchasen, mucho menos que hicieran lo que él quería. Ser maestro o instructor es un don, un don que Bly parecía no tener en lo más mínimo.
Bly: - No no no, Stella. Debes alzar más el codo. Martin, agarra la empuñadura del arma más arriba... Pero no tanto. ¡Tina! ¡El arma al frente! Eso no es un juguete señorita... -
Numa ni siquiera había llegado a la sala de entrenamiento y ya podía escuchar los gritos del clon a la distancia. Los cadeter eran en su mayoría adultos que se enlistaban voluntariamente a las filas de la resistencia, o alguno que otro adolescente que tenía interés en aprender. Stella y Toba incluida. Aunque esta última a opinión de mucho era demasiado joven para aprender a usar armas, pero en una galaxia en guerra, algunos conceptos morales se hacen pedazos tras el disparar del primer blaster.
Numa se detuvo detrás de la fila, observando como Bly hacia lo posible para que aquellos que estaban practicando tiro con las armas en modo de aturdidor le dieran al blanco que estaba a unos cuarenta metros de sus posiciones. Algunos eran capaces del golpear a sus objetivos, otros incluso eran capaces de dar justo en el centro, pero la mayoría erraba considerablemente.
Bly respiraba profundamente para mantener la paciencia. Era un comandante, no un instructor, y estaba acostumbrado a que las cosas saliesen lo mejor posible acorde a los planes. Pero lidiar con reclutas era por mucho más complejo que los clones novatos que solían llegar a su batallón. Por suerte, una voz vino a ayudarlo.
Numa: - ¿Teniendo problemas, comandante? -
Bly: - Teniente Numa. Que bueno verla. La verdad... si. Estoy teniendo algo de problemas. - Los dos se apartaron del resto para platicar con más calma.
Numa: - Ellos no son clones, comandante. Debe empezar por lo básico antes de ordenarles a disparar contra un blanco. -
Bly: - Hago lo que puedo. Nunca he entrenador cadetes. Y han pasado años desde que fue entrenado. Lo que se ya es más algo en mi subconsciente que no se como explicarles. -
Numa: - Bueno... El comandante me ordenó venir a echarle una mano. -
Bly: - Adelante. Igual no estoy logrando mucho avance hasta ahora. -
Numa: - Bueno. Empecemos con algo de motivación. -
Si bien Bly no entendió a la primera que tenía en mente Numa con "motivación" pronto lo entendió cuando la twi'lek le pidió a Numa que se acercara al frente. Usar a la más joven del grupo para demostrar que lo fácil que sería la prueba de tiro tal vez no era una muy buena idea, pero si lo lograba al menos tendría un resultado bastante positivo. O al menos eso era lo que Numa esperaba.
A pesar de su corta edad, la joven nelvaana no dudo en tomar el rifle E-5 tan pronto lo tuvo al alcance, pero mayor aún fue la sorpresa de Numa al ver como Toba regargaba el arma y lo configuraba para el modo de disparo único, uno de los dos que tenía ese modelo de rifle.
Lo que Toba no le contaba a nadie, era que ella le ordenó a los drodie que la enseñase a usar las armas. Después de todo, ella tenía el rango de comandante ante las unidades mecánicas, y cualquier petición de ella los droides la cumplirían sin refutar. Privilegio que Ícaro no recordaba que poseyera.
Aun así, usar el arma correctamente ers otra historia. Los droides B1 y los droides comando disparaban los blaster desde la altura de la cintura, algo que hacían usando una programación de disparo asistido. Una que en los B1 era tan barata que causaba una gran dispersión a la hora de efectuar un disparo. No como el ojo orgánicos, que al alinear un blanco con su objetivo tenía mayor probabilidad de dar en el objetivo. Los droide comando tenían una puntería asistida optimizada, pero no carente de errores.
Los droide B2 disparaban alzando sus brazos y alineando sus cañones con su brazo y sus sensores ópticos, lo que le permitía una mejor puntería comparado con sus unidades antecesoras. Eso sin mencionar las droidekas, cuya armas tan separadas de los sensores ópticos le daba una de las puntería más desastrosas de todo el ejército Separatista. Algo que compensarán con su abrumadora cadencia de disparo.
Ícaro intento rectificar estos problemas, pero una actualización de software no era suficiente. Si bien ahora los droides tenían un aumento de puntería de hasta un cincuenta porciento, muchos de los problemas caían en el propio diseño de los droides. Algo que él no sería capaz de remendar.
Numa: - Muy buen. Boca del cañón al frente. Culata sobre el hombro. Manos firmes. Alinea la mira con el objetivo... Y dispara. -
La nelvaana siguió las instrucciones al pie de la letra, aunque cuando disparó no pudo acertar al blanco.
Toba: - Es muy pesada. -
Numa: - Si. Lo es. Y tu eres muy pequeña. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar jugando con tus amigos? -
Numa: - No. Quiero luchar. Quiero poder proteger a todos. Quiero proteger a la señorita Miraj, a Wag Too, a Mirana, a papa, a todos. No quiero... no quiero perder... a nadie mas... -
Todos eran conscientes de sus palabras. Toba se refería a Boil y era comprensible su actitud. Numa era quien más la entendía de todos los presentes, y le costaba trabajo decirle que se diera la vuelta y dejase la guerra para los adultos. Pero Numa no sería capaz de ordenar algo que ella misma no sería capaz de cumplir. Pero al menos tenía algo en mente.
Numa: - Tengo una idea. ¿Por qué no me acompañas y vemos como les va a los otros? Así puedes ir aprendiendo y cuando sea el momento estarás más preparada que el resto. ¿Qué me dices? -
Toba dudo por un momento, pero al final termino accediendo a su propuesta. Numa comenzó a instruir al resto de cadetes mientras la nelvaana miraba todo con sumo detalle. El resultado de las instrucciones de Numa eran tan óptimo, que hasta Bly se emociono de más.
Bly: - Perfecto. Ese es un mejor disparo. Ahora solo tienen que saturar los escudos y podrán darle al blanco. -
Stella: - ¿Saturar los escudos? -
Numa: - Paso a paso... comandante. -
En tono de la twi'lek parecía más un regaño que un consejo. Ese era el motivo por el cual a Bly le costaba tanto trabajo instruir cadetes, pues siempre se apresuraba a la hora de exigir resultado. Ademas... ¿Escudos? ¿De qué escudos estaba hablando? Esa fue una pregunta que mucho hicieron.
Tal vez era mejor demostrar que explicar. Numa avanzo al frente y se puso junto a los blancos de tiro. Todos la miraban confundida, y cuando menos se lo esperaban, le ordenó a Stella que le disparase.
Stella se negó de inmediato argumentando que era una locura. Ella había acertado catorce de quince blancos, para una puntería del noventa y tres porciento. Pedirle que le disparate era una locura, auncuando las armas estaban en modo aturdidor. Pero la twi'lek parecía saber lo que estaba haciendo. O no...
Tras mucha insistencia, Stella cumplió la orden, pero grande fue su sorpresa cuando vio el anillo de energía desviarse de su trayectoria, impactando bastante lejos de donde estaba Numa.
Stella no podía creerlo. Estaba segura de haber apuntado correctamente. ¿Qué fue lo que pasó? Estaba tan intrigada que cuando Numa le dijo que disparate una segunda vez no dudo en hacerlo, aunque el resultado fue exactamente el mismo.
Todos los presentes pedían una explicación. Veían a la twi'lek atónitos mientras ella se acercaba como si nada. ¿Acaso ella sabía que Stella fallaría? ¿Lo hizo intencionalmente? ¿Stella no tuvo el valor de disparle? De todos, la más confundida era la propia Stella quien estaba convencida de haber hecho lo correcto, pero no se explicaba como pudo haber fallado de ese modo.
Numa: - Y eso... fue el escudo que el comandante Bly se refería. - El clon noto el regaño entre sus palabras.
Toba: - ¿Que fue eso? -
Numa: - Acabo de responder esa prefunta... - Dijo con cara de poker tras un suspiro. - Los placas protectoras del pecho suelen estar equipadas con un pequeño escudo. Cómo el comandnate Bly mencionó, es necesario saturar esos escudos antes de poder darle al objetivo. -
Toba: - Oh... Eso explica por qué todos tienen tan mala puntería. -
Bly y Numa se miraron, y les fue imposible sostener una carcajada ante la inocente frase de la niña.
Bly: - Pequeña. Mala puntería en este siglo. Eso sí es muy ocurrente. -
Numa: - Aún asi... para aquellos que no están familiarizados con la guerra es un pensamiento bastante lógico. -
Numa: - ¿Entonces? ¿Los stormtroopers tienen buena puntería? -
Bly: - No exactamente. Use uno de esos cascos de stormtrooper por un tiempo, y he de admitir que son bastante incómodos, más que lo de la armadura Fase 1. Además que esos lentes no te dejan ver nada. Aún así, darle a un blanco cinco veces seguidas para saturar su escudo no es tarea sencilla. -
Numa: - Si mal no recuerdo... ¿Los stormtrooper tienen un escudo de 1ra generación no? -
Bly: - Correcto. La 1ra generación es casi inútil. Los droide B1 también tienes escudos de 1ra generación. Los clones usamos la 2da, y la face 2 tenía una versión mejorada. -
Numa: - Incluso los rebeldes usamos un escudo de 2da generación. -
Stella: - Pero... ¿Por qué el Imperio no protege mejor a sus soldados? -
Bly: - La verdad... no les importa. Prefieren los números a la eficiencia... Por eso jamas serán mejor que los clones. -
Numa: - Es posible. Pero en cambio es un ejército mucho más numeroso. -
Bly: - Y los números eventualmente superan cualquier técnica. Si... eso es algo que he aprendido con el tiempo. Ademas... nosotros nos hacemos viejos demasiado rápido. -
Era claro que al clon eso le afectaba, y no era sin motivos, pues muchos de los clones no tuvieron un final agradable una ves las guerras terminaron. Debían haber sido héroes... pero apenas se les trataba como basura.
Numa: - Bueno. Entonces más te vale entrenar a estos reclutas antes que no seas capaz de levantar el blaster. -
Bly: - ¡Eh! ¡Un poco de respeto jovencita! -
Numa: - ¡Vamos abuelo! ¿¡O ya te duelen las rodillas!? -
Bly: - Seras... -
La pequeña broma fue suficiente para liberar un poco la atención y hacer que el clon recuperase un poco el ánimo. Y una ve todos pudieron superar las risas, el entrenamiento siguió con igual rigor que antes, y con la ayuda de la twi'lek, los cadetes pronto mostraron una clara mejoría. No podian dejar que los droides hicieran todo... ¿No es así?
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