Cap. 71 - Culpa

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Audionovela disponible en YouTube:

https://youtu.be/PrG8O2LZ2KY

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Fueron doce horas terrestres. Doce horas que Ícaro tuvo que aplacar todo impulso por dejar todo atrás a la suerte e ir a ver que había pasado con Boil, pero ni siquiera aquellos presentes tenían una respuesta correcta para él. La única información que tenía a disposición fue la que los droides de la Guardia Punitiva le habían dado. La cual era:

"El estado del comandante Boil es crítico."

Aparte de eso, sabía que Delta estaba fuera de servicio, pero no sabía por qué, ni por qué tenían los cuerpos desechos de dos magnaguardias, pero eso podría aclararse luego. Ahora que ya había acomodado a los nuevos refugiados con la ayuda de muchos funcionarios públicos, se dirigía a paso apurado hacia el hospital del Oasis.

Lo primero que llamó la atención del superdroide táctico fue todo el grupo que estaba esperando noticias de Boil en la sala de espera del hospital. Wag Too estaba presente, después que Miraj hubiese regresado para cuidar a su pequeño. Mirana y Numa permanecían cabizbaja sentada en los banquillos de espera, con un semblante ta sombrío y ojeras tan grandes como sus ojos, como si las lágrimas y el cansancio hubiesen drenado toda su energía. También estaban Li Mu y algunos otros sobrevivientes de Felucia, así como alguno oficiales que se subordinadas directamente al comandante.

Li Mu: - ¡General en cubierta! ¡Firme! -

El grito del gossam tomó a todos por sorpresa, pero basto con ver la figura del droide para que todos se pusieran en pose de firme. Pero antes siquiera que la mitad pudiese hacerlo el droide intervino.

Ícaro: - Descanse. No hay tiempo para eso. ¿Cual es la condición de Boil? -

El silencio y las caras de desconcierto eran desgarradoras.

Mirana: - No sabemos. No hemos tenido noticias desde hace horas. -

Numa: - Tengo miedo... No quiero que él también muera... - Dijo al borde de las lágrimas.

En ese momento nadie era lo suficientemente fuerte ni tenía la esperanza para darle ánimos a la twi'lek. Era imposible que hubiese esperanza después de tanto tiempo. Irónicamente, fue el más lógico de todos el que dio el paso al frente.

Ícaro se acercó a Numa. La twi'lek estaba tan deprimida que por un momento se olvidó de su temor por los droides de batalla. La joven alzó la mirada y cruzó la vista con los sensores ópticos de Ícaro, y de su voz escucho algo de esperanza.

Ícaro: - Boil es fuerte. Más fuerte de lo que todos pensamos. -

Numa: - ¿En serio... lo crees? -

Ícaro: - Tengo... fe. -

Puede que pareciera algo banal tener fe en un momento así. Algo nada fuera de lo común, pero que un droide tuviese algo simplianamente similar a la esperanza como la propia fe representa era inaudito para cualquiera. Aún asi... Ícaro parecía decirlo en serio. Entonces... una enorme figura se hizo presente.

Ícaro: - ¿Doctor Hunkbor? ¿Qué hace usted aquí? -

El enorme skakoano se convirtió en el centro de atención de todos los presentes de inmediato. Lucía agotado, casi al punto de desfallecer después de tantas horas de operación. Su rostro no mostraba ningún tipo de emoción, aunque ya de por sí en su especie eso era algo bastante habitual.

Hunkbol: - General. Un placer verlo. - Dijo con una voz ronca y casi inaudible.

Mirana: - ¿Quién es usted? -

Ícaro: - El doctor Hunkbol es un antiguo miembro del círculo de científicos selectos de Wag Tambor. Un especialista en prótesis y bioingenieria. -

Mirana: - Bioingenieria. -

Hunkbol: - Reparo a orgánicos con piezas de metal. En pocas palabras. La operación del comandante Boil fue todo un desafío. -

Numa: - ¿Cómo está? ¿Cómo está Boil? -

El skakoano dudo en responderle, y busco en Ícaro una respuesta. El droide entendió la seña al instante, ordenando a todos los presentes que se retirasen por el momento. Ya después él personalmente se comprometió a darles noticias a cada uno de ellos, dejando solamente a Mirana, Numa y a Wag Too como testigos.

Ícaro: - Adelante doctor. - Le indico al skakoano.

Hunkbol suspiro profundamente, y tras indicarle al resto que lo siguiera comenzó a explicar lo sucedido. El skakoano era famoso por su falta de tacto, y esta no sería la ocasión a pesar de tener a una joven de apenas quince años presente. Pero su agotamiento le impedía pensar con claridad.

Humkbol: - Los órganos de Boil estaban en condiciones irreparables. Corazón, pulmones, hígado, páncreas, estómago, y parte del duodeno fuero severamente dañados. El simplemente que se mantuviese con vida es gracias a los esfuerzos de la doctora Tifany y... ¿Dusk? -

Mirana: - Kurt. -

Ícaro: - No reconozco ese nombre. -

Mirana: - Le informaré luego. Por favor doctor. Continue. -

Humkbol: - (Suspiro) Todo esos órganos tuvieron que ser... remplazados... Ahora su cuerpo está estable. Pero no soy capaz de predecir como será su estado emocional cuando se despierte. -

Numa y Mirana se quedaron perplejas. ¿Tan complicado fue como para poder causar un trauma severo? Ninguna de las dos tenía las fuerzas para preguntar, por suerte Ícaro estaba desesperado por respuesta.

Ícaro: - ¿Que... porcentaje de organico... le queda? -

Humkbol: - Si no contamos extremidades... diría que... - Suspira. - Un treinta por ciento. -

¿Solo un treinta por ciento de humanidad? La noticia golpeó a Numa y a Mirana como un directo al estómago. Aceptar esa noticia sin duda era difícil para ellas. No querían ni imaginarse que tan difícil seria para el propio Boil cuando supiera la verdad.

El grupo finalmente recorrió todo el hospital, llegando a la sala donde Boil fue operado. A través de un cristal se podía ver al clon, tapado con una manta que solo permitía su cabeza expuesta, pero se podía ver todos los cables que subían desde el suelo y parecían conectarse a su pecho y espalda. Ahora mismo, Boil era más máquina que hombre.

Numa: - ¿Puedo... entrar? -

Hunkbol se iba a negar de inmediato, pero gracias a una seña del propio Ícaro supo que no era lo correcto. O más bien lo más apropiado. Él desconocía la relación de esos dos, pero supuso que sería brusco negarse tan abrutamente, aunque para la salud del paciente eso no fuese lo más recomendable. Así que finalmente accedió.

Numa entro a la habitacion temerosa. Las luces blancas bañaban en lugar y perjudicaba ligeramente la vista. Ella estro sola, pues el resto se mantuvo fuera, mientras Mirana iba a ver el estado de Tifany, quien yacía dormida sobre una silla incomoda tras haber sucumbido al agotamiento.

Humkbol: - Ella hizo un gran trabajo. Este resultado... no tan nefasto fue gracias a ella. Denle las felicitaciones de mi parte cuando despierte y díganle que me gustaría hablar con ella. Alguien con su habilidad me seria muy útil... General. Me retiro por ahora. Ya me cuesta trabajo mantenerme despierto. -

Ícaro: - Entendido doctor. Y gracias... por todo. -

Mirana: - Boil... se sacrifico por nosotros... Debi... debí haberme quedado a su lado... -

Dijo mientras trataba de acomodar a Tifany una vez que el doctor Humkbol se retiró. Pero ni ella misma tenía fuerza para mantenerse en pie, e Ícaro tuvo que intervenir y cargar a la rodiana entre sus brazos.

Ícaro: - Necesitan descanzar... Todos. -

Wag Too: - Traeré un catre de levitación y unas mantas para Tova. Asumo que no querrá apartarse de Boil por el momento. -

Ícaro: - Esta bien. Hazlo... Mirana. Vamos a tu departamento. Acoje a la doctora Tifany bajo tu techo hasta mañana que le designados una habitación propia. -

Mirana: - Es... Esta bien. -

Ícaro acompaño a la mujer hacia su departamento, y una vez dejó a la rodiana acostada sobre la cama se retiró en silencio.

No era momento para hablar, a pesar que Delta ya le había informado sobre la destitución momentánea debidos a protocolos de emergencia, pero eso sería una conversación para otro momento.

Ahora, a altas horas de la madrugada, el Oasis se sumergía en un silente descanso sepulcral. Todos dormían plácidamente, sobre todo aquellos recién llegaban después de toda una vida de esclavitud. El Oasis no tenía mucho que ofrecerles, pero una vida tranquila en los campos o en las industrias era mejor que el infierno en el que vivian.

Pero ajeno a todo posible descanso, un droide solitaria vagaba por las sonas más silenciosas de la ciudad subterránea.

Ícaro estaba... buscando algo. Se decía a su mismo. Pero la verdad no tenía idea el que. Pensaba que si caminaba e intentará computar con algo de tiempo hallaría las respuestas a sus dudas. Y por sobre todo, porque sentía tan pesado su extraño núcleo.

Es atenuación era... nueva para él. En términos orgánicos se podría clasificar como dolorosa, agonizante. Como si estuviese herido, pero si cuerpo de metal no podía estar en mejores condiciones. Pero entonces... ¿Qué era?

Esto de las emosiones era complicado para una mente tan lógica y a veces carente de imaginación. El era un pionero en el campo del desarrollo emocional, y si bien muchos droides suelen desarrollar códigos que se interpretan como empatía hacia sus dueños, no suelen ser tan complejos como lo que él estaba sintiendo. Por primera vez, y aunque no fuese consiente de ello, Ícaro estaba experimentando el sentimiento de culpa. El peso de sus desiciones. La responsabilidad de sus malas decisiones.

Una mente orgánica sería incapaz de pensar en algo así. Lo que sucedió con Boil era completamente ajeno a sus decisiones, un accidente, una casualidad... mala suerte. Pero no para él droide.

Ícaro estaba convencido que ese fue un error de sus cálculos. No culpaba a Boil por tomar una acción temeraria, ni a Mirana por dejarlo atrás para salvar a los twi'lek, mucho menos a los magnaguardia que solo estaban obedeciendo su programación. La culpa era de él, y de no ser capaz de haber previsto una situación de las miles de millones de situaciones posibles que analizo antes de dejar a Boil al mando de esta misión. Era culpa de él, y de nadie más.

Esa sensación dentro de su cuerpo era tan fuerte y pesada, que ni cuenta se dio de todo el tiempo que había pasado hasta que se vio a sí mismo frente a las puertas del modesto lugar al que llamaba oficina. Cómo había llegado allí era todo un misterio para él, pues no podía encontrar registros en su memoria del camino que siguió. Era como si su computador estuviese tan enfocado en interpretar la situación que su cuerpo hubiese camino por puro reflejo.

La puerta se abrió de pronto al identificar su firma magnética, una que sólo él tenía. La habitación era tan oscura como siempre, siendo esa silla de metal con siento de cables conectados a cada rincón del Oasis lo único destacable. Y la modesta mesa que estaba al frente donde sus subordinados solían poner los papeles y registros del avance de los diferentes sectores.

Ícaro se acercó lentamente, como si aún no fuese consiente de sus actos, y con algo de delicadeza apoyo sus manos de metal sobre la mesa mientras bajaba la cabeza, intentando encontrar una respuesta lógica a todo lo que ocurría. Entonces... algo en él estalló.

Las manos metálicas del droide se tentaron como poderosas prensas hidráulicas, haciendo añicos la frágil madera que cedía ante su fuerza. Un agarre tan fuerte que desprendió los tornillos que la fijaban al suelo, y en un acto de rabia, la mando a volar por los aires, formando un desastre de papeles e información por todas lados.

Ícaro: - ¡Ahhhhhh! -

Por primer vez en su existencia, el droide gritó de rabia y frustración. El estruendo provocado por la mesa al impactar con las pares retumbó en el local, pero al ser un lugar hermético el sonido no llego a ninguna lado. Y con la misma furia que brotaba de su núcleo de midiclorian, desató un devastador golpe a la pared con su puño que causó una pronunciada abolladura sobre el metal que supuestamente era indestructible, revelando del otro lado el manojo de cables que se escondía tras la pared.

Sobrecargo de cosas que no era capaz de comprender, Ícaro se apoyó sobre la pared y se dejó caer lentamente mientras su espalda de metal provocaba un irritante sonido metalico al arañar los muros del recinto y solo cuando sus articulaciones de la cadera tocaron el suelo, el silencio sepulcral volvió a adueñarse del lugar mientras Ícaro permaneció allí, inmóvil. Y por primera vez desde que despertó en Mygeeto, apago sus funciones vitales tras programas un reinicio en 8 horas.

Por ahora solo quería dejar de computar y descanzar.

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Hola a todos. Una palabras del autor antes de terminar.

Primero que nada informar que este será el final de la temporada 3 de esta historia.

Aprobaechare esto para organizar un poco las ideas, y ver dentro de la larga lista de pendientes que tengo para Ícaro cual será el mejor orden posible. Dicho esto, me tomaré un descanso por un tiempo. Pueden ser días o incluso puede que mañana mismo saque otro capotulo. Pero nada es seguro. Depende de mi imaginación e inspiración

Agradecerle a todos los que han leído hasta este punto. Y en especia a aquellos que han dejado su voto y sus comentarios. Su apoyo es la mejor forma que tengo de saber si estoy tomando las mejores decisiones en el transcurso de la historia, y por supuesto, me inspira a seguir adelante.

Dicho esto, los invito a leer mis otras historias. Y si te entusiasma tanto Star Wars puedo asegurarte que tanto Roy, Rage y el escuadrón clon 236 serán de tu agrado. Y quién sabe. Y puede que te gusten mis historias de otras temáticas.

Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer estas palabras y hasta la próxima. Qué la Fuerza los acompañe.

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