Cap. 7 - Decisiones.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Podcast disponible en YouTube:
https://youtu.be/UBrbgzet2zE
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Fue una larga noche. Lo suficientemente tranquila como para no interrumpir a ninguno de los dos. Ícaro permaneció a las afueras del refugio, mirando tranquilamente el cielo estrellado mientras analizaba las posibles formas de retomar su camino. Por otro lado, Wag Too no podía conciliar el sueño. El lurmen yacía sobre su cama, con la mirada perdida en el rústico techo de metal. La habitación era tranquila y solamente se podía escuchar el sonido proveniente del pequeño ventilador que refrescaba el descuidado pelaje de Wag Too.
Los primeros rayos de sol marcaron el despertar de Wag Too quien, después de mucho tiempo pensando sobre su cama, logró conciliar unas horas de sueño. Wag Too se puso de pie, algo desanimado. Por la noche recordó todo lo sucedido desde que tuvo que abandonar su aldea, hasta los últimos días que compartió con el droide. Había tomado una decisión con respecto a lo que habló el día anterior con Ícaro, y no podía esperar para darle una respuesta.
Al ver que Ícaro no estaba dentro del refugio, Wag Too salió al exterior para tener una larga conversación con el droide. Pero para su asombro, Ícaro no estaba por ningún lado. El lurmen buscó en todos lados. En cada rincón del refugio, sobre los tejados y los alrededores. Bajó hacia la superficie, y pudo percatarse que la carreta donde solían llevar las partes y chatarras desde la ciudad al refugio, estaba en su lugar. Exactamente igual a cómo él la había dejado el día anterior, dando indicios que Ícaro no la había tocado desde entonces. Acaso ¿Ícaro se marchó durante la noche? -
Wag Too no podía creerlo. ¿Cómo fue capaz de hacer algo así? ¿Por qué no dejó un aviso, una nota, un indicio de a dónde se dirigía? El lurmen estaba muy afligido, tanto que olvidó completamente tomar algo para el desayuno. Simplemente regresó al interior del refugio y se sentó al lado de las baterías que eran recargadas por los paneles solares en el exterior.
El lurmen experimentó una lluvia de emociones tan fuertes cómo las del día que vió su aldea y todos sus seres queridos ser consumidos por el fuego abrazador. Sentía tristeza, miedo, soledad, enojo, ansiedad y un enorme vacío en el pecho. Todo por el hecho que su única compañía durante estos largos años había desaparecido. Pero mientras estaba luchando contra sus sentimientos, un amargo pensamiento recorrió su cabeza con tal fuerza, que lo hizo olvidar todo lo demás.
"No puedo culparlo. Después de todo, es un droide. Y hay cosas que simplemente no puedo evitar. Ícaro fue creado para la batalla... Para derrocar a su enemigo... Y esta programado para cumplirlo... Simplemente... No puede evitarlo... No puedo culparlo por ser lo que es... En todo caso Yo fui el egoísta por no tener en cuanta sus metas... Yo... Un errante perdido que vaga por un basto desierto de ruinas... Sin metas... Sin aspiraciones... Ícaro al menos tiene un propósito y está dispuesto a seguir adelante... Yo no soy digno de retenerlo en este basurero" Pensó Wag Too.
El lurmen se encorvó sujetando sus rodillas con las manos y no pudo evitar llorar en el rincón del refugio en el que estaba. El peso de todos esos años había caído sobre sus hombros de golpe, y hacía la suficiente presión cómo para evitar que pudiese ponerse de pie. Y así, sin siquiera darse cuanta, Wag Too permaneció recluido en su propia prisión mental durante mucho, mucho tiempo.
El calor comenzaba a hacer presente, dando a entender que el sol había alcanzado su punto de mayor altura sobre los cielos, sin embargo, el lurmen aún permanecía encorvado en ese peculiar rincón del refugio. Sin darse cuenta, se había quedado dormido, producto al cansancio de sus ojos tras el llanto y una noche sin apenas poder conciliar el sueño. Y solo fue capaz de despertarse cuando un extraño ruido llamó la atención de sus sensibles oídos.
Wag Too aún estaba medio dormido, pero podía percibirlo con claridad. Era un sonido metálico, similar al producido por un cable de metal al ser sometido a mucha tensión. Fuese lo que fuese, no estaba lejos, así que decidió ponerse de pie lo más rápido que pudo, pero su desorientado cuerpo resultó ser más torpe de lo habitual. Cuando finalmente logró mantener el equilibrio, el extraño sonido había cesado, y en cambio, unos golpes extraños sobre el metal se hacía cada vez más fuerte. Wag Too se acercó a la entrada de refugio, cuando de repente, la cortina que hacía de puerta se sacudió con fuerza. El lurmen pensaba que se tratada de un fuerte viento, pero tal fue su sorpresa al ver a Ícaro justo al frente, nadie más y nadie menos.
Ícaro: - Buenos días. Sus ojos rojos dan a entender que no ha podido descansar cómo es debido. -
Wag Too se mantuvo en silencio. El ver a Ícaro justo frente a sus ojos le dio una sensación de felicidad que hacía mucho tiempo no había experimentado. Casi sin tener control sobre su cuerpo, se acercó lentamente hacia el droide y apoyó su frente sobre las placas de Ícaro. El droide especializado en el combate, no tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo. Sus mejoras le permitían comprender y manipular el miedo y los impulsos del enemigo, pero emociones como el afecto y la felicidad eran un terreno completamente desconocidos para él. Así que simplemente se mantuvo en silencio, esperando a que el lurmen reaccionara.
Pasados unos minutos, Wag Too logró recuperarse. Y mientras se daba la vuelta hacia el fogón para prepararse una bebida similar al café de la mañana:
Wag Too: - ¿Dónde habías estado? -
Ícaro: - Fui a las ruinas de la ciudad. Quería comprobar una cosa. - Decía mientras se sentaba junto a las baterías y conectaba un cable a su cuerpo para cargarse.
Wag Too: - ¿Qué buscabas exactamente? -
Ícaro: - Información. -
Wag Too: - ¿Información? - Dijo impactado.
Ícaro: - Si. Con mi núcleo cargado al 100% pude conectarme a la computadora del antiguo puesto de mando de la ciudad. Aunque fue por sólo unos minutos, logré recuperar mucha información valiosa. -
Wag Too: - ¿Qué tipo de información? -
Ícaro: - Puesto de avanzadas, rutas comerciales, cadenas de mando, fábricas de droides, y básicamente, cualquier dato relevante del Ejército Separatista antes que la computadora fuese desconectada de la red tras el bombardero cinco años antes. -
Wag Too: - Ya veo... - Un tono algo triste fue notable en su voz. - ¿Así que no piensas darte por vencido? -
Las palabras de lurmen removieron los cómputos de Ícaro una vez más, pues había pasado toda la noche computando al respecto. El droide no estaba ideando un plan de acción o una estrategia para derrotar al Imperio, eso era algo que hacía mucho tiempo había desarrollado. Ícaro pasó toda la noche intentando analizar la reacción de Wag Too al enterarse que debía seguir su camino, con el fin de poder entender con mayor profundidad estas emociones de afecto y apego que el lurmen había desarrollado hacia él. Después de todo, para Ícaro era un campo desconocido, y debía aprenderlo por su cuenta, y paso a paso.
Ícaro: - Mira... Wag Too... Con lo que hablamos ayer Yo... - Hizo una breve pausa para computar mejor sus ideas. - Mira... Debo regresar Se que suena egoísta Pero es algo que debo hacer. Si lo que dices es verdad, muchos deben estar sufriendo Y cómo remanente del ejército Separatista, mi misión es hacerles frente y recuperar nuestra antigua gloria. La República que una vez conociste ya no existe, y este nuevo régimen que oprime la galaxia no tiene rival capaz de hacerles frente. Pero es un 87% seguro decir que al menos debe de haber alguien luchando contra ellos. Ya sean restos Separatistas, o alguna nueva fuerza, debo encontrarlos y unirme a su lucha. Ese es mi... propósito. -
Cuando Ícaro terminó de hablar, Wag Too simplemente suspiró profundamente mientras se mantenía con la mirada perdida en la bebida burbujeante que se estaba calentando. El droide no supo que más decir, y ni siquiera sabía si lo que había dicho estaba correcto, así que simplemente se mantuvo en silencio. Finalmente, Wag Too se dió la vuelta, con la bebida en la mano, tomó una silla y la puso delante del droide sólo para luego sentarse sobre esta. El lurmen miró a Ícaro con ojos tristes, quién no tenía la menor idea de lo que estaba pasando.
Wag Too: - Así que... ¿Es tu decisión final? - Ícaro lo restó mas atención de lo habitual. - Pase lo que pase ¿Seguirás adelante con tu camino? -
Ícaro: - Si. Debo hacerlo. -
Wag Too: - ¿Serás fiel a tu propósito sin importar las circunstancias? -
Ícaro: - Esa es la razón de mi existencia. Es para lo que fui creado. -
Wag Too: - ¿Irás Aunque yo te pida lo contrario? -
Las palabras del droide se hicieron mudas mientras bajaba un poco la cabeza. De cierto modo, era capaz de experimentar algo dentro de su núcleo, algo que se asemejaría a un "corto circuito". Tal vez ¿Era eso dolor? ¿Dolor emocional? Ícaro no lo podía descifrar, pero su resolución era inquebrantable. El droide alzó la cabeza y miró a Wag Too directamente a los ojos.
Ícaro: - Si. Lo haría. -
La atmósfera se volvió bastante densa. Ícaro no quería seguir hiriendo a Wag Too, pero debía seguir adelante. El lurmen se recostó al espaldar de la silla, suspiró profundamente y bebió con calma su bebida. Pasaron unos segundos y ninguno de los dos dijo nada. Hasta que:
Wag Too: - Bueno... Supongo que no puedo retenerte. Eres fiel a tu propósito, y eso lo respeto. Es mucho más altruista que lo que yo haría. Así que no intentaré detenerte. -
Ícaro sintió esa extraña sensación que clasificó como "dolor" dentro de su circuito. Después de haber compartido estos más de treinta días juntos, realmente sentía apego por el lurmen, así que la realidad de tener que separarse era realmente dolorosa. Sin embargo:
Wag Too: - Bueno. - Se puso de pie con energía. - Supongo que no tengo más opción que ir contigo. - Lo miró con una sonrisa dibujada en su rostro.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top