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Audionovela disponible en YouTube:

https://youtu.be/17jmcT_poWM

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Mirana: - ¡Tifany! ¡Que bueno verte! -

Mirana grito de emoción al ver a la rodiana. Al parecer la conocía de antes, pero esta en vez de responder a su saludo amigablemente se viró a ella con ojos molestos y le ordenó que se callara. O más bien que bajase la voz.

Tifany: - Shhh. ¿No ves que están tratando de descansar? -

Mirana: - Oh, lo siento. La emoción de domino. ¿Cómo has estado? -

Tifany: - Como puedes ver. La situación aquí es casi vez... -

Boil: - ¡Tu! - La voz exigente del clon llamó la atención de todos, quienes vieron asombrados la situación y como Boil apuntaba con su dedo hacia el de la armadura clon con franjas rojas. - ¿¡De donde sacaste esa armadura!? -

No había duda alguna. El clon no tenía la menor intención de calmarse a pesar de los intentos de Mirana por hacerlo entrar en razón. Pero... ¿Cómo podría calmarse? Todo clon reconoce la armadura del  comandante Thorn. Un héroe entre héroes. Y un símbolo para los clones de su antigua gloria.

?????: - Eh eh amigo. Cálmate un poco. -

La voz pidiendo apaciguar las cosas se escucho proveniente de la armadura de detalles rojos. Por su voz era claro que no se trataba de un clon, lo cual ponía a Boil aún más colérico.

Boil: - ¿¡Quién demonios eres!? ¿¡Y de donde sacaste esa armadura!? -

En este punto Mirana tenía que sujetar a Boil para que no hiciera un disparate, pues aunque el casco que llevaba no revelaba ni su identidad ni su expresión facial, se podía notar que no estaba muy contento. Aunque el resto de los presentes no podían entender por qué.

?????: - Calmémonos un momento. ¿Quieres? -

Boil: - Lo que quiero es una explicación. -

Entonces, el misterioso individuo que llevaba la armadura del comandante Thorn reveló su identidad, revelando que se trataba nada menos que de un chico de apenas unos veinte o treinta años. Aunque tenía varias marcas sobre su rostro que expresaban parte de su pasado. 

Tifany: - Por favor, Mirana. Calma a tu amigo. Si nos descubren estaremos perdidos. -

Mirana: - Ya oíste Boil. Quieres calmarte un momento y decir que diablos te pasa. -

Chico: - Esa es una buena pregunta. Acaso tienes algún problema con esta armadura. -

Boil: - Si. Lo tengo. -

Su voz fue dura y fría como la roca, mientras removía su casco revelando su identidad. Cuando todos vieron que el loco enfurecido se trataba de un clon se quedaron asombrados, aunque parece que pudieron relacionar el tema de la armadura con su cólera.

Boil: - Esa armadura le perteneció al comandante Thorn. Uno de los héroes más grandes de la República. -

Chico: - Un héroe muerto que no la necesita. Y una República que ya no existe. Encontré esta armadura en los basureros de Vulpter, y nada me impidió reclamarla. -

Boil: - Blasfemia. -

Tifany: - Es la verdad soldado. Y pediré que se calme o tendré que expulsarlo del lugar. -

Boil miro a la rodiana de una manera bastante amenazante, pero ella ni siquiera se inmuto, completamente segura de sí misma. El clon pudo calmar su enojo injustificado por un segundo, momento en el cual se dio cuenta que era el centro de atención de todos. Incluso Numa lo estaba mirando algo preocupado por su forma de reaccionar. Por eso, lo mejor que se le pudo ocurrir fue darse vuelta y alejarse de todos, a un oscuro rincón donde nadie lo molestaría por un tiempo.

Chico: - ¿Se puede saber que le pasa? -

Tifany: - Es un clon, Kurt. - Se dirigió al chico con la armadura del comandante Thorn.

Kurt: - Eso lo veo. ¿Y eso que tiene que ver con su actitud? -

Mirana: - Si supieras todo lo que los clones sufrieron tal vez pudieras entenderlos. A los que son como él le quedan muy pocos recuerdos y héroes de esos días. -

Kurt: - Lo que tu digas. Pero como dije antes, no tengo ningún tipo de interés en eso. -

Mirana solo pudo mirarlo con desaprobación. Estaba claro que era mucho más joven que la teniente. De unos veinte o poco más, aunque las marcas en su rostro mostraban que ya había pasado por mucho para su edad.

Mirana: - Cambiando de tema. Aun no nos hemos presentado. Mi nombre es Mirana, ex-cazarecompenzas. -

Kurt: - Mi nombre ya lo oíste. Kurt. Cazarecomenzas. -

Tifany: - Kurt nos está ayudando a recoger y resguardar a los más necesitados. Sus servicios son necesarios aquí. -

Kurt: - Por un precio justo. Claro está. -

Mirana: - Eso ya puedo notarlo. - Dijo con desaprobación.

Tifany: - Es un mal necesario. Pero ha sido de mucha ayuda. -

Mientras los presentes comenzaron a planificar como llevar a cabo las operaciones de extracción, Numa y Lubo se sintieron algo fuera de lugar, si bien escuchar los planes era interesante, ya cuando comenzaron a hablar de números y detalles más pequeños el tema se les hizo algo tedioso, así que decidieron explorar un poco el lugar. 

Todos los refugiados tenían un aspecto horrible. Muchos parecían tener anorexia, además de las muchas marcas de látigos y heridas que malamente podrían cubrir con vendajes y telas de su ropaje, pero eran tantos que al parecer Tifany no tenía los medios necesarios para ayudarlos a todo. El control de los Hutt era horrible sin lugar a dudas.

Cuando el corazón de los dos jóvenes twi'lek parecía no soportar ver más sufrimiento, encontraron un pequeño escape sentado en una esquina alejado de la luz del lugar. Boil se veía bastante mal moralmente, más por arrepentimiento por su propia actitud que por la cólera que sentía por el joven con el cual discutió hace un rato. Y no era para menos, pues... ¿Qué comandante se comportaría de esa manera? Si Mirana no hubiese estado presente quién pudiese pensar como habría terminado todo. Se comportó como un tonto.

Numa: - Boil. ¿Estás bien? -

El clon dejó de restregarse el rostro al escuchar su voz. Alzó la mirada y vió a los dos jóvenes frente a él e hizo lo posible por dedicarle una sonrisa, pero estaba claro que eso no sería suficiente. 

Numa: - ¿Por qué te molesta tanto que Kurt lleve la armadura de un clon? -

Boil: - ¿Kurt? ¿Ese es su nombre? - Los jóvenes asintieron con la cabeza. - Esa es una buena pregunta. Supongo... Supongo que es porque aún no logro deshacerme del pasado. Nosotros los clones... no tenemos mucho... que recordar con orgullo. Supongo que por eso me molestó el hecho de que la armadura de uno de mis hermanos más valiente sea portada por alguien que no es un clon. Pero ese joven tiene razón... "Un héroe muerto que no la necesita. Y una República que ya no existe." -

Lubo: - ¿Y quién era el comandante Thorn? ¿Fue un gran héroe? -

Boil: - ¿Quieren escuchar su historia? 

Ante el entusiasmo de los twi'lek por oir su historia, Boil no pudo resistirse a contarles. El clon recordaba con lujo de detalles muchas de las hazañas del comandante fallecido con mucho detalle, incluso cuando nunca lo conoció en persona. Thorn, Cody, Rex, Doom, Bacara, Appo, Grey, Bly, Wolffe, Jet, Odd Ball, entre otros, eran nombres que los clones recordarían durante su corta vida aún cuando nadie más los recordase. Pero para ellos, para ellos era mucho más que herramientas de guerra. Eran sus hermanos después de todo.

Los minutos pasaron mientras Boil contaba sobre las muchas hazaña de Thorn antes de convertirse en soldado de choque de la Guardia de Coruscant, y mientras más contaba, más y más refugiados se sumaban para escuchar, pues la verdad no había mucho que hacer por allí, y una buena historia siempre era bienvenida. Los minutos pasaron, e incluso Mirana, Tifany y Kurt había terminado con la planificación, pero cuando vieron a tantos oyendo gustosos la historia del clon no pudieron interrumpirlo, y al final terminaron oyendo el relato. 

Cuando Boil contó como Thorn murió valientemente luchando contra una horda de droides ante una invasión separatista al planeta Scipio, todos prestaban suma atención, algo emocionados al oir como aún rodeados por droides y con la muerte frente a su rostro, Throrn siguió disparando su cañón Z-6, hasta que un blaster atravesó su pecho, luego otro, y otro más. 

Muchos de los presentes no pudieron evitar sentirse mejor ante tal historia, cosa que alegró bastante los ánimos del lúgubre lugar. Cuando Boil se dió cuenta que Mirana y el resto estaban esperando por él, tomó una bocanada de aire y se acercó a ellos, dejando escapar un "Lo siento" cuando pasó por el lado de Kurt, antes de seguir su camino. 

El joven Kurt solo pudo asentir con la cabeza antes de quedarse pensando por un momento en la historia que había escuchado. Miró a su alrededor y vió a todos esos refugiados que contaban con ellos, incluso pudo divisar a algunos que lo miraba con ojos tristes aunque con algo de esperanza, y no pudo evitar que un pensamiento atravesara su mente. Si bien era un cazarecompenzas y hacía esto solo por dinero, ahora en parte entendía por que Boil estaba tan molesto cuando lo vió con esa armadura. "Sin lugar a dudas la armadura que portaba iba a ser difícil de llenar." ¿Acaso los créditos serían suficiente?

Una vez que todos recuperaron algo la compostura decidieron ponerse al día. EL plan era simple en pasos, pero complejo en ejecución. Los grandes almacenes de Pons Ora estaban custodiados las 56 horas del día planetario de Abafar, y no tenían punto ciego. Solo una nave de transporte llegaba cada semana para recoger el rhydonio extraído, y contaba con una pesada escolta y armamento pesado. Atacarla no era una opción, pero aún así, había una pequeña brecha que podrían aprovechar.

Un nombre. Takke. El nombre de un trandochano que era nada menos que el que controlaba todas las operaciones del clan Hutt en el planeta. Era vil, despiadado, y extremadamente cruel. Aún así, era inteligente y tenía la aprobación del propio Jabba para hacer lo que quisiera en el planeta siempre y cuando mantuviese la producción del rhydonio. Pero su mayor pasión era tener esclavos. 

Los cuentos de aquellos que una vez estuvieron cerca de las oficinas de Takke no eran exactamente agradables. Se decía que disfrutaba maltratar a sus esclavos hasta la muerte, y en solo pensar en hacerle frente hacía que todos los refugiados dieran un paso atrás. Incluso Tifany estaba en contra de hacerle frente, pero no tenía muchas opciones. Mirana y su grupo necesitaban de ese combustible, y ellos necesitaban sacar a los refugiados en su nave. Lo peor de todo, era que no se les ocurría ninguna idea que no resultase peligrosa. 

Boil: - ¡Jamás! ¡Ni en un millón de años! - Gritaba Boil algo alterado. - No pienso dejar que entren solos a ese lugar, mucho menos después de todo lo que hemos escuchado. -

Mirana: - ¿Y tienes alguna mejor idea? -

El clon solo pudo golpear la mesa y apretar los dientes ante la impotencia. El plan que propuso Mirana era demasiado arriesgado. 

Tifany: - ¿En serio crees que entrar al recinto de Takke es buena idea? No va a ser una experiencia agradable. -

Mirana: - Yo no tengo problemas. Se defenderme y no pienso meter la pata. Pero no estoy de acuerdo con que ellos dos vallan. - Dijo señalando a Numa y Lubo.

Numa: - Por supuesto que debemos ir. Tu mismo lo dijiste... Nuestra especie es muy tentadora para esos esclavistas. Somos la mejor carnada. -

Lubo: - Podemos hacerlo... creo. -

Boil: - No. No. No. Ni en sueños. No puedo dejar que dos niños entre a ese lugar. No importa si Mirana va con ustedes. Estarán rodeados de enemigos si algo malo ocurre. -

Kurt: - Por extraño que parezca, estoy de acuerdo. Conozco a Takke desde hace años. Y no solo él, muchos de su grupo no son del tipo de gente con el cual te quieres topar en una situación peligrosa. -

Numa: - Bueno... Si tienen un mejor plan... soy todo oidos. - El silencio y las caras ofuscadas no podían ser más desesperanzadoras. - Eso pensé. -

Tifany: - Por más que quiera negarlo, Numa tiene razón. El tiempo se agota, y solo tenemos treinta horas hasta que llegue la nave de carga. Si eso pasa tendrán que esperar otra semana, y créanme. Las semanas en Abafar son más largas de lo que creen. -

Mirana: - Debe haber un mejor plan. ¿Boil? -

El clon tenía la mirada centrada en el piso. Su mente era un caos de pensamientos contra reloj que no parecía encontrar una solución a dicho problema. Dejar a Numa ir a ese lugar era algo que le causaba un desagradable sabor de boca. Pero... ¿Qué otras opción tenía? No tenía tiempo para hacer un reconocimiento completo del lugar y planear algo mejor, mucho menos la información necesaria para trasar una mejor ruta de acción. Si tan solo Ícaro estuviese allí...

NO. El general confió en él para llevar a cabo esta misión. Era algo que debía hacer. Y así lo haría. Alzó la cabeza, mostrando en su rostro una mezcla de desaprobación y preocupación, pero ya estaba decidido. 

Boil: - Muy bien. Eso haremos. Confiaremos en Numa y Lubo para esta misión. -

Mirana: - ¿Qué? -

Kurt: - ¿Estás seguro de eso? -

Boil: - No. - 

El clon dirigió la mirada hacia Numa, quien más que miedo parecía desprender cierta pisca de confianza en sus habilidades. Pero la confianza puedes ser una peligrosa arma de doble filo si se excede de ella. 

Boil: - Numa, Lubo. ¿Contamos con ustedes? -

Numa: - Si, comandante. -

Lubo: - Si... Si señor. - Este respondió algo nervioso. 

Boil: - Muy bien. Empecemos con la operación. Contamos con todos ustedes. -

El clon miró a cada uno de los presentes. Todos tenía un roll que desempeñar y su papel era crucial. Boil tenía la impresión que el plan no tendría fallos, y que todo saldría bien. Pero si algo aprendió al estar bajo las órdenes de Ícaro, era que nunca se estaba lo suficientemente preparado. 

Boil: - Unidad Delta. ¿Me recibe? - Llamo por su comunicador. 

Delta: - Alto y claro, comandante. -

Boil: - Diríjase con la Guardia Punitiva a las coordenadas que les envié. Tomen posiciones elevadas y manténganse ocultos. Si las cosas se salen de control... Disparen a matar. -

Delta: - Roge. Roger. -