Cap 64. Confianza
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Audionovela disponible en YouTube:
https://youtu.be/4ZSWFM8989Q
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Ícaro no era de dejarse llevar por las corazonadas, pero cuando Tronda se apareció en su despacho sola le causó una gran curiosidad por saber que tenía la extraña twi'lek entre manos. Aun así, ella se negaba a hablar de ello es ese lugar por aunque motivo.
Tronda insistía en ir a un lugar muy al sur del Oasis. Según sus propias palabras, un viaje que debería durar al menos unas cuatro horas en speeder. Cosa que capto mucho la atención del droide, pues sus indicaciones coincidían perfectamente con ese bosque apartado donde él tuvo ese inexplicable contacto con fuerzas que no fue capaz de entender. Y el hecho que Tronda pudiese saber de la existencia de ese lugar solo por su instinto era algo a tomar en cuanta. Acaso... ¿Ella era sensible a la fuerza?
Ícaro la analizo de pies a cabeza. Era una anciana sin lugar a a dudas, y no parecía tener capacidades físicas sobresalientes para alguien de su edad. En otras palabras, no era un Jedi, o cualquier otro tipo de usuario de la Fuerza, o al menos de los que el droide tenía conocimiento. Esa conclusión solo hizo que se generasen más preguntas en los circuitos de Ícaro.
Pero esa oportunidad no podía desperdiciar. Se puso en contacto con Alfa y le ordenó preparar un speeder lo antes posible, sin siquiera tener en cuanta las altas hora de la noche. Y al parecer, Tronda no estaba en desacuerdo con esto. Ambos caminaban en dirección hacia los garajes, cuando unas voces los interceptaron por la espalda.
Boil: - ¿Saliendo de noche, General? -
Ícaro: - Comandante Boil, señorita Numa. -
Numa: - Tronda. ¿Qué estas haciendo? -
Tronda: - Descuida mocosa. Se cuidarme sola. -
Numa: - No me refería a eso. -
La joven twi'lek miraba al droide con clara desconfianza. Bien los pudo haber salvado hace apenas unas horas, pero loa recuerdo del asalto a Ryloth por parte de los Separatistas durante las Guerras Clon dejó marcas que no se eliminarían tan fácilmente. Ícaro era consciente de ello, e intentar imponer cualquier resolusion solo traería consecuencias negativas.
Ícaro: - Cambiando de tema. ¿Cual es su urgencia, comandante?
Boil: - General, hace dos días uno de nuestro contactos nos dio una información muy valiosa. -
Ícaro: - Os escucho. -
Boil: - El mensaje proviene del planeta Abafar, situado en los territorios del Borde Exterior. Una valiosa fuente de Rhydonio. -
Ícaro: - Eso sin duda es algo interesante, pero Abafar si mal no recuerdo estaba bajo el control de señor del crimen Jabba de Hutt. -
Numa: - Esa escoria criminal no merece esos recursos tan importantes, deberíamos ir de inmediato de tomarlos de sus babosa garras. -
Ícaro: - Cuidado con lo que desea, señorita Numa. - La twi'lek lo miró confundida.
Boil: - El clan Hutt no es lo que se dice ser. Tengo entendido que mantiene tratos con el Imperio para mantener el Borde Exterior bajo control. Si nos lanzamos a siegas no solo tendremos a todo el clan Hutt tras nuestras cabeza, sino también podríamos toparnos con visita imperial no deseada. -
Ícaro: - Veo que esta bien informado. Y dígame, comandante. ¿Tiene algo en mente? -
Boil: - Creo que una operación encubierta sería la mejor opción. Hacernos pasar por una banda rival y no como una organización de la resistencia. Entrar al planeta de incognitos y cuando menos se lo esperen... -
Numa: - BUM... Darle donde más les duele. Me gusta ese plan. -
El clon y la joven twi'lek se miraron y rieron gustosamente. Ellos tenían un fuerte vínculo y era fácil poder descifrarlo con solo ver sus rostros.
Ícaro: - Muy bien. Comandante Boil, queda al mando de la operación. -
Boil: - ¿¡Qué!? -
Ícaro: - Tomara a la unidad Delta bajo su cargo y a la Guardia Punitiva y se infiltrará en Abafar para recuperar la mayor cantidad de combustible posible y ayudar a nuestro contacto en ese lugar. -
Boil: - Un momento. ¿No se está apresurando? -
Ícaro: - La capitana Mirana lo ayudará en la tarea. Ella tiene experiencia en como tratar con criminales. -
Boil: - ¿General? -
Ícaro: - Fuera de esas órdenes, el libre de elegir la tripulación que usted desee. ¿Puede cumplir con la misión? -
El clon se quedó atónito ante la situación. ¿Él? ¿Al mando de una operación? Eso no parecía una buena idea. Boil siempre fue un soldado, y aunque en su momento dirigió a tropas en la batalla y varios tipos de operaciones él nunca estaba a la cabeza de todo el panorama. Él siempre siguió ordenes. Por algún motivo esto no le arecía una buena idea, pero tenía a alguien al lado que de seguro lo empujaría hasta el otro extremo de la galaxia.
Boil miró a Ícaro con dudas, pero cuando vió a Numa con esa cara llena de ilusión no pudo negarse. Era un paso muy grande para él, y eso lo abrumaba. Solo recordar el peso que cargaba su antiguo comandante Cody lo hacía dudar.
"¡Pero no! ¡Él era un soldado! ¡Un veterano de la guerra más sangriente que esta galaxia a vivido y salió con vida! ¡Debía seguir adelante! ¡Debía dar el paso final y crecer a lo más grande que un clon podría ser! ¡Por sus hermanos! ¡Por su 212th batallón! ¡Por Waxer!"
Boil: - Señor, si señor. -
La voz del clon fue firme como una montaña, cuadrándose en pose militar, chocando los talones y saludando a su comandante de metal con orgullo. Estaba decidido. Estaba listo para dar el siguiente paso. Aunque por dentro estaba bastante asustado. Numa, en cambio, saltaba de emoción.
Ícaro: - Lo dejo en sus manos, comandante. Valla a la bahía 12 y comuníquele al teniente Helgait que le asigne "Fantasma" para esta misión. Eso es todo comandante. Contamos con usted. -
Y el droide se dió media vuelta acompañado de la twi'lek vidente, quién no hizo más que escuchar con interés la forma en que este droide se relacionaba con sus subordinados orgánicos como si fuese otro más. Cada ves su interés crecía más y más, y tenía la sensación que pronto obtendría respuestas. Aunque estaba convencida que dichas respuestas solo traerían más dudas.
Y así, Ícaro, Tronda y Alfa abandonaron el Oasis rumbo a su destino, dejando a un clon en shock y a una twi'lek muy entusiasmada a sus espaldas.
Boil: - Esto... -
Numa: - ¿Qué estamos esperando? Vamos. - Su entusiasmo era evidente.
Boil: - Un momento señorita. Nunca dije que iba a ir a esta misión. -
Numa: - Venga ya. He estado en la resistencia desde que tengo memoria, y se lidiar con este tipo de gente mejor de lo que tu sabras. ¿Me equivoco? -
Boil no podía refutar eso. Ella tenía razón sin lugar a dudas. Puede que estuviese a cargo, pero tendría que seguir las indicaciones y consejos de Mirana y Numa si querría tener éxito en esta misión. Así que solo suspiró derrotado.
Boil: - Muy bien. Avísale a tu amigo Lubo y espérenme en la bahía 12 dentro de treinta minutos. Yo le avisaré a Delta y a Mirana. Nos vemos en la plataforma, sargento Numa. -
La twi'lek no pudo esconder su emoción cuando Boil la llamó con un grado militar. Pudiese ser una joven, pero este tipo de cosas aún los trataba como aquella niña pequeña que Boil y Waxer recataron en Ryloth hace más de diez años.
Numa: - Si señor. - Respondió correspondiendo al saludo militar, y se fue corriendo a avisarle a Lubo.
Y a la hora acordada, todos los implicados en esta misión estaban reunidos, caminado por los pasillos de los hangares hasta su nave designada. El teniente Helgait guiaba al grupo hacia la nave, cuyo nombre hacía que los orgánicos se llenasen de expectativas, pero menuda sorpresa se llevaron a ver la gran nave que portaba el nombre "Fantasma"
Numa: - ¿Es en serio? ¿Un carguero clase Aurore? - Dijo con decepción.
Helgait: - No te dejes engañar, joven twi'lek. Este bebe tiene una buena capacidad de carga y una adecuada velocidad para su función. Además, su origen zygeriano no levantará sospecha alguna. -
Numa: - Si tu lo dices. -
Boil: - Bueno. No perdamos tiempo. Delta, tome los controles y prepare todo para despegar. -
Delta: - Roger. Roger. -
Boil: - El resto. Preparen sus cosas, este será un viaje interesante. -
La tripulación era realmente escasa en orgánicos, y por buen motivo. Tenía un plan, pero para poder pasar la guardia fronteriza necesitaban discreción, y un batallón de orgánicos sería un problema. Boil tuvo que dejar su armadura atrás y vestirse como un cazarecompenzas, aunque ese aspecto no le gustaba mucho, pero todos coincidían que le quedaba muy bien. Bastante bien de hecho.
Y así partieron. Siendo Boil, Mirana, Numa y Lubo los únicos orgánicos a bordo, aunque Delta y la Guardia Punitiva sin lugar a dudas se podría considerar el haz bajo la manga del General. Si él se lo asignó a Boil en una misión, es que confiaba en su buen juicio y capacidades.
El viaje fue bastante ameno, pues nadie de Imperio le prestaba atención a un carguero Zygeriano como el Fantasma, así que usar los corredores y rutas principales no resultó un inconveniente. En apenas unas horas llegaron al espacio aéreo de Abafar, donde una nave de guardafrontera los interceptó de inmediato.
Oficial: - Usted acaba de entrar al espacio aéreo bajo la protección del clan Hutt. Cualquier acto hostil será castigado con la muerte. Diga sus intensiones y motivos para esta aquí. - Hablaba por el comunicador de la nave.
Mirana: - Estamos aquí transportando "esclavos." Un pedido de los contactos de Pons Ora. -
Oficial: - ¿Cuantos? -
Mirana: - Dos jóvenes twi'lek. Solo estamos nosotros y mi piloto. -
Oficial: - Entendido. Detenga la nave mientras hacemos un escáner. -
Un momento tenso en todo escenario de infiltración. La nave de guardafronteras usaba su escaner que se manifestaban como un rayo azul para examinar el Fantasma, y aunque Mirana estaba muy confiada en esta situación, no se podía decir lo mismo del resto, por lo menos hasta que la nave guardafronteras dejó de escanearlos.
Oficial: - Chaequeo correcto. Pero detectamos otras formas de vida en la bodega de carga. - Boil, Numa y Lubo casi gritan del sobresalto.
Mirana: - Arg. Malditas ratas. Tengo que hacer una desinfección en esta nave. -
Oficial: - Enterado. Le pido que trate eso lo más pronto posible cuando aterrice. Puede pasar. -
Mirana: - Muchas gracias. Cambio y fuera. -
Boil no perdió el tiempo. Cuando escuchó la autorización suministró energía a los propulsores y se dirigió a tierra firme.
Numa: - ¿En serio? ¿Ratas? -
Mirana: - ¿En un carguero como este? Siempre hay roedores. Que eso no te quepa duda. -
Lubo: - Odio las ratas. - Hizo una mueca de disgusto.
El plan era sencillo, aunque algo arriesgado. Mirana asumiría el mando del grupo al ser la que mayor experiencia tenía en este tipo de situaciones. Numa y Lubo actuaría como esclavos twi'lek, algo muy cotizado en todo el borde exterior. Incluos el propio Jabba tenía un gran interes por ellos. Así que debía tener cuidado. y finalmente, Boil se quedaría en la retaguardia. El clon no era bueno en estas situaciones, así que se mantendría e silencio como último recurso, y si las cosas se ponían feas, daría la orden a Delta y a la Guardia Punitiva y tomaría el mando. Aún así, la maxima prioridad era pasar inadvertidos.
Finalmente aterrizaron en una de los hangares de Pons Ora, la ciudad principal de Abafar, con una de las minas de rhydonio más grandes del planeta. Una vez salieron de la seguridad de la nave, estaban en territorio hostil, y cada ser vivo o droides en ese lugar era un potencial enemigo. Mirana tomó el liderazgo, seguida de cerca por los dos twi'lek, quienes usaban capuchas para no llamar la atención. Y finalmente, Boil en la retaguardia. Los droides se quedaría en la nave de momento y se mantendrían sin hacer ruido para no llamar la atención. Aunque no dudaría en atacar si alguien se ponía de curiosos.
Las calles de Pons Ora estaban plagadas de miseria y podredumbre. Nada fuera de lo común en los planetas bajo el dominio Hutt. Los esclavos que trabajaban en las minas vagaban como vagabundos en las calles, prisioneros en un planeta que no podían escapar. Los cuatro miraban todo ese panorama con disgusto y tristeza, sabiendo que no podían hacer nada al respecto o pondrían e peligro no solo a la operación, sino también a la resistencia. En todos los lugares de la galaxia los inocentes sufrían, y este mundo era uno de las muchas cárceles planetarias de la Galaxia.
Mirana: - Las coordenadas están cerca. No se separen. -
O eso quería decir ella, pero bastó con dar unos pasos para que todo se pusiera de patas para arriba. Numa tubo que detenerse de pronto cuando sintió que alguien sujetaba su mano. Se dió la vuelta asustada, solo para ver a un trandoshano mirándola con malas intensiones en su rostro.
Trandoshano: - Mira que tenemos aquí. Una joven y valiosa esclava. - Numa ni siquiera podía hablar por el miedo.
Mirana: - ¡Oye! ¡Idiota! ¿¡Qué crees que haces con mi esclava!? - Saltó en su defenza.
Trandoshano: - ¿Es tuya? O... Pero que interesante. Tengo una idea, porque no me vendes a estos... dos esclavos tuyos. Te daré un buen precio. Mejor de lo que encontrarás en todo este lugar. -
Miranan: - Eso no será necesario. Ya tengo un buen comprador. -
Trandoshano: - Entonces hagamos un trato... Te daré el doble de lo que te ofrecieron... -
El trandoshano dejó de hablar cuando sintió la punta de una blaster bajo sus costillas, soltando a la joven de inmediato.
Trandoshano: - ¡Eh! ¿¡Y tu quien eres!? -
Mirana: - Veo que ya conociste a mi socio. Ahora si no es mucho molestia... Piérdete. -
El trandoshano se retiró lentamente, temeroso a que su corazón fuese fusilado de un disparo por el misterioso ser que se puso a sus espaldas sin que él lo notase. Así que se fue del lugar, no sin antes ver al grupo con un claro desafío en sus ojos, como si tuviese algo planeado.
Mirana: - No perdamos tiempo. Seguidme. -
Numa: - Gracias. - Susurró cuando el coraje volvió a su cuerpo.
Boil: - Por supuesto. No dejaré que nada malo te pase. A ninguno. -
Un rápido agradecimiento por parete de Lubo y siguieron hacia su destino. Tal como Mirana había dicho, la ubicación no quedaba demasiado lejos. Era un lugar algo apartado. Una pequeña casa apilada sobre muchas otras con la puerta de metal. Mirana toco el timbre, y automáticamente salió un brazo mecánico que culminaba en un sensor óptico.
????: - ¿Qué quiere? -
Mirana: - Vengo de parte de aquel que voló hacia el sol. -
Esa era la clave para acceder al lugar. El brazo mecánico regresó a su lugar de origen, y al instante la puerta metálica se abrió, permitiéndoles el paso hacia en interior. Mirana entró al instante, seguido de cerca por los jóvenes twi'lek y finalmente Boil, quien miró hacia todos lados antes de entrar para cerciorarse que nadie los había seguido.
En el interior del lugar había varios esclavos desamparados, que parecían estar recibiendo algún tipo de ayuda alimenticia y médica de algún tipo. Al parecer alguien los estaba ayudando con los pocos recursos disponibles, y eso les dió algo de esperanza. A medida que fueron caminando llegaron a un pequeño salón, donde se encontraba una rodiana vestida con bata de médico, y un individuo justo a su lado conversando con ella. Un individuo que Boil no pudo creerlo cuando lo vio.
Boil: - No puede ser. -
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