Cap. 60 - Confianza

Dos situaciones complicadas sin lugar a dudas. El poco tiempo que ante tenían se había reducido a apenas unos minutos. Si esa gran columna de stormtropers les cortaban el paso nunca serían capaces de poder escapar a tiempo, y el reloj seguía avanzando.

Una equipo tomaba posiciones en los edificios que circundaban la plaza que deba al ayuntamiento. Todos estaban escondidos tras los muros, evitando ser detectados a toda costa. Estaban distribuidos a lo largo del cordón de estructuras de baja altura, listos para abrir fuego cuando se escuchase el primer disparo.

Bly: - Alfa. ¿Cuál es la situación? - Hablaba por el comunicador.

Alfa: - Cerca de la posición. Dos minutos para llegar. Estableceremos un temporalizador. -

Bly: - Entendido. Cambio y fuera. -

Las indicaciones de Herra fueron muy certerzas. Los conductos de drenaje los habían llevado bajo el ayuntamiento, y tal como mencionó la twi'lek, aquellos que eran demasiado grande no podrían pasar.

Loa droides comando tenían una flexibilidad muy superior a cualquier orgánico del grupo.  Sus articulaciones le permitían optar por una pose fetal, usando solamente las muñecas y los tobillos para avanzar por el estrecho conducto como si fueran tortugas. Herra al menos era capaz de arrastrarse guiando al grupo, hasta que finalmente llegaron a una cámara que era más espaciosa.

Herra: - Aquí. Esa esclusa lleva al patio del ayuntamiento. Una vez estemos fuera debemos tomar el corredor hasta los ascensores. Mi padre debe estar encerrado en la sala del gobernador. -

Alfa: - Entendido. Preparado sus armas. Herra, detrás de nosotros. Saldremos en doce segundos. -

El dispositivo electrónico sobre la muñeca de Bly comenzó a vibrar. La cuenta atrás había terminado y era hora del espectáculo. El clon fue el primero en sacar la cabeza, y abrió fuego contra los stormtroopers que tenía más cerca, confiado que el resto de su grupo cumpliese la única orden al pie de la letra. "El primer disparo marca el inicio de la batalla."

Con casi una sincronización perfecta, el resto de soldados del grupo de Bly se unió al ataque desde todos los flancos. Los imperiales ni siquiera sabían que estaba pasando, pues desde que se cortaron las comunicaciones no había tenido noticias del frente. Se suponía que las fuerzas principales estarían enfrentando al enemigo en las llanuras del este, y se tenía total desconocimiento de lo que ocurría al norte y al sur de la ciudad. La aparición de un grupo desconocido en medio de la ciudad era algo inaudito, y lo primero que pasó por la mente de los superiores imperiales era que se trataba de un pequeño grupo rebelde, remanentes de la arrasada rebelión.

La ventaja de Bly y sus hombres no duró mucho. Poco mas de veinte hombre no eran rivales para cientos de imperiales, algunos de ellos equipados con armas pasadas. Gracias a la Fuerza que no tenían tanques. Los stormtroopers rápidamente adquirieron posiciones defensivas, y la balanza se torno a favor de los números. Pero no había necesidad de exponerse al riesgo, solo disparar y cambiar de posición. Después de todo, Bly y su grupo era solo una distracción.

Los droides comando pudieron notar la conmoción desde el interior de las alcantarillas, y cuando sintieron los pasos de los imperiales que estaban en el interior del ayuntamiento correr hacia el exterior supieron que era el momento indicado. Cuando los pasos cesaron, el primer droide de la Guardia Punitiva abrió la escotilla y salió al exterior.

Una rápida mirada alrededor y la zona parecía segura. Los droides de la Guardia Punitiva rápidamente avanzaron hacia posiciones a cubierto, por si alguna patrulla rezagada aparecía de repente mientras el resto de droides, Alfa y Hera salían de las alcantarillas.

Alfa: - Muy bien. ¿Hacia donde? -

Hera: - Por aquí. Siganme. -

El plan resultó a la perfección. El grupo de droides comando y la joven avanzo sin encontrar ninguan resistencia por los corredores del ayuntamiento, aunque eso no permitía no estar atentos tras cualquier esquina.

Finalmente llegaron a los ascensores, pero estos eran demasiado pequeños para subir todos de un vez. Dos grupos de siete droides fueron primero, luego el grupo de cinco droides con Alfa y Hera, y finalmente los últimos dos grupos de siete. Aunque lo que vio la joven twi'lek al llegar arriba la dejó bastante impactada.

Cuando Herra llego al último piso del ayuntamiento, no se esperaba encontrar connuna verdadera masacre. Decenas de armaduras blancas de stormtroopers yacían sin vida sobre el suelo y las esquinas, reviviendo por unos segundo aquellos terroríficos recuerdos de cuando esos mismos droides que ahora tenia como compañeros habían arrasado su ciudad.

Alfa: - Herra. ¿Estas bien? -

La mano fría y dura del droide se apoyó sobre su hombro, sacando a la joven de sus pensamientos de un sobresalto. Sus ojos expresaban un temor arraigado, mientras intercambiaba su mirada entre la cara metálica de Alfa y un cadáver de stormtroopers que estaba justo a su lado. Una escena capaz de asustar a cualquier orgánico, pero que un droide común no sería capaz de entender.

Alfa: - Herra. ¿Se encuentra bien? No tenemos tiempo que perder. Debemos buscar a su padre. -

"Padre." Esa palabra hizo que Herra regresara a la realidad, aunque sus miedos no se esfumaron del todo. La twi'lek dio un paso atrás para liberarse de la mano del droide, y aún con desconfianza en los ojos acepto el hecho que, por ahora, solo podía confiar en ellos si quería rescatar a su padre.

De igual manera, en la zona norte de la ciudad se llevaba a cabo una situación igual de desastrosa. Howser vio atónito como Boil salía corriendo tras Numa, cuando la joven twi'lek se negó a aceptar las órdenes del comandante y decidió buscar a algún conocido por su cuenta.

Ahora más de ochenta combatientes y unos trescientos civiles dependían de la habilidad de liderazgo algo oxidada del ex-capitan, pero era la mejor opción que tenían. Y valla que tuvieron suerte, pues Howser no dudo en ordenar la retirada inmediata. Si lo que informo el droide era cierto, ya tenían solo quince minutos antes de quedar atrapados por las fuerzas imperiales en retirada.

La suerte, en cambio, no sonrió igual para Boil. El comandante clon intento con todas sus fuerzas alcanzar y detener a Numa. Pero no puede ganarle a alguien que juega en su terreno, más cuando es más ágil, rápida, y tu portas una armadura de plastoide de cuarenta kilos. Afortunadamente Numa parecía esperarlo en uno de los callejones tras haberla perdido de vista.

Boil: - ¿Se puede saber que estas haciendo? ¿Y...? ¿Qué haces con un blaster? -

Numa: - Shhh. No hagas ruido. Mira. -

La DC-17 que portaba numa estaba muy bien justificada. Cuando Boil asomó la cabeza pudo divisar lo que parecía ser un pequeño bunker dentro de ña ciudad. Apenas estaba protegido por cinco stormtroopers, y se podían ver algunos oficiales vestidos de negro en el interior. Pero lo más llamativo, era la enorme antena que se alzaba sobre la estructura.

Boil: - ¿Eso es...? -

Numa: - Bajo el bunquer hay una pequeña prisión, mis amigos están atrapados allí. -

Boil: - Es más que eso. Esas deben ser las antenas que están interfiriendo en nuestra comunicaciones de mediano alcance. Si las destruimos podremos contactar con el general. -

Nuna: - Pero... debemos salvar a mis amigos. -

Boil: - Haremos ambas cosas. - El clon revisó su equipo mientras hablaba. - Tengo un plan. Escucha con atención. Esto es lo que vamos ha hacer. -

Los stormtropers estaba ajenos a lo que sucedia más allá de su posición. Sabían que sus aliados estaban luchando contra una fuerza invasora, y la enorme Munificent que se alzaba sobre la atmósfera junto a los dos cruceros Arquitens lo confirmaba, pero no tenían idea de como iban las cosas. Aunque tensos, solo podían esperar.

El fuego de un blaster impactó contra un stormtroopers, y otro a su lado cayó de igual manera antes de poder llegar a la cobertura.

Stormtroopers: - ¡Nos atacan! -

Los imperiales tomaron posiciones defensivas de inmediato y comenzaron a abrir fuego hacia donde provinieron los disparos. Boil tuvo que agacharse para evitar ser alcanzado, pero Numa no estaba cerca de él. ¿A donde se había ido?

Stormtroopers 1: - ¡Seguid disparando! ¡No dejeis que...! ¡Arg! -

Stormtroopers 2: - ¡Nos flanquea...! ¡Arg! -

Los imperiales no lo vieron venir. Numa se asomó desde su retaguardia y los abatió de un solo disparo. Las DC-17 eran pequeñas, pero su potencia de disparo era enorme. El último imperial entró en pánico y trató de darse la vuelta para dispararle a la twi'lek, pero el blaster de Boil le atravesó el casco antes de siquiera intentarlo.

Boil: - Te has vuelto buena... mocosa. -

Numa: - Aprendí de los mejores. -

Una referencia a él mismo ya a su hermano Waxer por supuesto, lo cual causó una sonrisa en el rostro del clon. Lastima que el casco no le permitía mostrarla.

Los oficiales imperiales estaban aterrados. Ellos solo fueron capaces de escuchar los disparos por el comunicador y ahora ninguno de los stormtroopers respondía. Presas del miedo, se apostaron cerca de la entrada del bunquer, con los blaster listos para disparar en cuanto las puertas se abrieran. Boil y Numa se acercaron y se pusieron a cubierto a cada lado de la puerta.

Boil: - ¿Lista? -

Numa: - Estoy lista. -

Boil: - Como te explique. En tres... dos... uno... -

Boil disparo a los controles y la puerta del bunquer se abrió de golpe. Los oficiales abrieron fuego de inmediato, y las descargas de rayos rojos comenzaron a salir del interior sin control, con la esperando de darle a algun enemigo en el desesperado intento de supervivencia.

Boil: - ¡Ahora! ¡Lanzala! -

Si asomar la cabeza la twi'lek lanzó un detonador térmico que rodó por el suelo hasta posicionarse bajo los imperiales. Ellos seguían disparando sin control, y solo uno se dio cuanta cuando el detonador choco con su pie.

Oficial: - ¡Grana...! -

KABOOM. La explosión estremeció la estructura y restos de escombros salieron disparados por la puerta del bunquer. Cuando todo se calmo, Boil y Numa entraron, y lo único que vieron fueron los cuerpos mutilados de los oficiales esparcidos por todos lados. Numa estuvo a punto de vomitar ante tal escena, pero Boil la agarro del brazo y la saco del lugar de inmediato.

Boil: - Oye. ¡Oye! ¿Estas bien? -

Numa: - Si... es solo que... uff. -

Boil: - Bien. Escucha. Toma estos detonadores. ¿Sabes como usarlos? - Numa asintió con la cabeza. - Bien. Eres mas ágil. Súbete al techo y coloca las cargas en la base de la torre de la antena. Una en cada pata. To bajaré y rescataré a tus amigos. ¿Estas de acuerdo? -

La twi'lek no tuvo más remedio que aceptar. Pensar que tendría que pasar por ese lugar, lleno de sangre y con pedazos de carne esparcidos por cada rincón le revolvía el estómago. Para Boil también era desagradable, pero tras muchos años de ver cosas similares su estómago había adquirido una mayor resistencia a esos panorama. Para acabar con la vida de personas nunca sería igual a disparar a droides.

Tal como Numa le comento, habían unas escaleras que llevaban a un nivel subterráneo. Ni siquiera era una presión, era un simple almacén en el cual encadenaron a algunos prisioneros. Seguro porque la prisión de la ciudad estaba abarrotada tras los varios días de ley marcial.

Boil liberó a todos los twi'lek presentes y para su alegría se tomó con los dos amigos que Numa que encajaban con su descripción. Ambos twi'lek. Un joven contemporáneo con Numa, de piel verde y ojos pequeños, y una anciana de piel blanca con ojos afectados por la ceguera.

????: - ¿Quién eres? - Pregunto el joven.

[Lo siento. No encontré una mejor foto de él]

Boil: - Un amigo de Numa. Ella me envió por ustedes. -

????: - Así que esa mocosa lo logro. Es toda una traviesa. - Dijo la anciana blanca.

Boil: - Tenemos que salir y huir al norte de inmediato. No tenemos tiempo que perder. Yo la cargaré hasta nuestro destino. -

Los prisioneros escaparon con la ayuda del clon, quien cargaba a la twi'lek anciana a sus espaldas. Pasar por la carnicería que había dejado la explosión por difícil para algunos, e incluso con su ceguera, la anciana podía oler el desagradable olor a hierro de la sangre. Y una vez fuera:

Numa: - ¡Lubo! ¡Tronda! -

Lubo: - ¡Numa! -

Tronda: - Que alivio volver a sentir tu voz, pequeña. -

Los dos jóvenes se abrazaron por unos segundos de la emoción, y luego Numa tomó la mano de la anciana para indicarle que estaba bien.

Boil: - Numa. ¿Ya estan listado las carga? -

Numa: - Si. Todas listas. -

Boil: - Muy bien. Ten. Has los honores. -

El clon de iba a dar el detonador para activar las explosiones a la joven, pero una voz más impetuosa se adelanto.

Lubo: - ¿Puedo hacerlo yo? -

Boil: - Eh... si... Creo. No veo por qué no. Si Numa esta de acuerdo. -

Numa: - Déjalo. Es amante de las explosiones. -

Boil le entrego el detonador inalambrico al entusiasmado joven y este no dudo en presionar el botón rojo. Las cargas detonaron en la base de la estructura y todos miraron sorprendidos como la enorme torre metálica caía hacia un costado.

Lubo: - Wow. Jajaja. ¡Eso fue increíble! -

Boil: - Vamos a ver si dio resultado. -

El clon tocó unos botones en su comunicador y se establecían una señal estable de comunicación con la sala de mando de la Munificient.

Boil: - Hola. ¿Hola? ¿Alguien me escucha? -

Ícaro: - ¿Comandante Boil? -

Boil: - General. Que bueno escucharlo. -

Ícaro: - ¿Que ha pasado? -

Boil: - Encontramos y destruimos la señal de radio que bloqueaban nuestras comunicaciones. -

Ícaro: - Bueno hecho comandante. Pero detecto que esta muy lejos de su zona designada. ¿Qué ha ocurrido? -

Boil: - Es una larga historia. De momento... - Una tercera señal interrumpió la comunicación.

Howser: - ¡Hola! ¡Hola! ¿¡Alguien me escucha!? -

Boil: - Capitán Howser. Lo escucho. ¿Qué ocurre? -

Ícaro: - ¿Quien es ese? -

Howser: - Comandante Boil, estamos en problemas. Los imperiales llegaron mucho más rápido de lo esperado. Estamos rodeados y no podremos mantener a los civiles a salvo por más tiempo. ¡Necesitamos ayuda!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top