Cap. 51 - El Sabor de la Derrota.
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https://youtu.be/sb4r1RodJgw
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A pesar de su "relativa victoria," los tropas imperiales no le dieron ningún respiro a la resistencia. Todo estaba perfectamente planificado por el comandante enemigo. El ataque a los refugiados gossam, la emboscada al convoy y el repentino ataque a la Aldea no fue mera casualidad. Algo que Li Mu entendió a la perfección cuando vio la Kestrel Nova volando a baja altitud, perseguido por nuevos cazas TIE.
El estado de la nave aliada no era el más óptimo, y el humo que salía de uno de los propulsores daba a entender que había sufrido daños en el sistema de propulsión. Los tres cazas TIE le seguían de cerca, sin darle tiempo a siquiera aterrizar para apoyar a los aliados.
Ícaro: - ¿Dónde están las unidades Vulture? -
Delta: - No pueden apoyarnos, comandante. Están enfrentándose a otros cazas enemigos. -
Ícaro: - Mirana, Wag Too. Tomen los controles de las torretas de babor y estribor. Delta, a la torreta superior. - Decía mientras se conectaba a los controles de la nave.
Mirana, Wag Too, Delta: - Enterado. -
Cuando Ícaro tomó el control directo de la nave las tornado cambiaron a su favor. El droide sabía que no había nada que podía hacer para apoyar a las unidades de tierra. Así que tenían que terminar el combate aéreo cuando antes posible.
Una vez la tripulación se aseguró en sus asientos, la enorme nave comenzó a hacer giros que parecían imposible para una mole de ese tamaño. Los caños, ahora controlados manualmente, comenzaron a responder el fuego con mejor precisión. Los cazas TIE ahora tenía que evadir los blaster que venían de frente, mientras intentaban penetrar el escudo de la Kestrel Nova.
La nave giró 90 grados y luego giró 180 grados hacia el otro sentido. Los cañones seguían disparando, hasta que el primer caza TIE cayó por el fuego de la torreta de Wag Too.
Wag Too: - ¡Eso! -
Mirana: - ¡No es una competencia! - Hablaba por wl comunicador.
Wag Too: - ¡Si lo es! -
Entonces, sin tiempo de anticipación, los otros dos cazas TIE explotaron al recibir el fuego de blaster que le destruyó las alas y la cabina. Inhabilitándolos y dándoles tiempo para poder regresa. Mirana y Wag Too se quedaron atónitos, pues ninguno de los dos fue el responsable.
Delta: - Creo que yo gano. -
Mirana: - Si... Eso parece. -
Delta: - ¿Y cual es el premio? -
Wag Too: - ¿El que...? -
Delta: - El premio... Toda competencia tiene un premio. -
Mirana: - El premio es... nuestro respeto. -
El droide se quedó estático por unos segundos, pues no entendía la broma de ambos orgánicos, ni mucho menos que se trataba de un juego más que de una competencia.
Ícaro: - Detengan los juegos para más tarde. Vamos a aterrizar. Preparen todo. - Habló por el comunicador.
Con los cazas TIE abatidos, la Kestrel Nova descendió hasta una zona cercana a la Aldea, pero lejos del conflicto que se disputaba al norte de refugio. Tan rápido como la rampa de aterrizaje se desplegó, Mirana bajó de la nave y corrió al interior de la Aldea mientras Ícaro Wag Too, y el otro combatiente gossam se dirigían al campo de batalla. Delta se quedó en la nave, tomando control de todos los sistemas de armas y pilotaje. Una tarea difícil para un solo droide que no fuese Ícaro, pero no imposible.
Tal como se lo imaginaban, los felucianos estaban oponiendo una dura resistencia contra las fuerzas imperiales, las cuales se extendían por kilómetros en el interior de la selva de hongos gigante. Las ráfagas de blaster volaban de un lado a otro del campo de batalla. Los pesados cañones de los AT-ST causaban estragos sobre las líneas de defensas de la resistencia, las cuales respondía con potentes disparos de lanzacohetes, remanentes de las reservas separatistas.
Ícaro se apresuró al a una posición no muy lejana del frente, donde Shaak Ti, Casiss y varios otros altos rangos distribuían las fuerzas para resistir el embate imperial.
Ícaro: - Generala, informe. -
Shaak Ti: - Comandante. Cómo puede ver... estamos luchando con las tropas de reserva. No sabemos cuando podamos aguantar. -
Casiss: - Esos AT-ST están causando demasiadas bajas. ¿Podemos contar con las unidades Vulture? -
Ícaro: - Lamentablemente he perdido todo contacto con mis unidades. Aún así, posicionaré a la Kestrel Nova sobre esta posición y brindaré fuego de cobertura. El daño que ha recibido es crítico, así que no puedo exponer la nave al frente de batalla. -
Shaak Ti: - Eso será suficiente por el momento. -
Ícaro: - Muy bien. De momento iré al frente. Necesito ver cómo... - Una transmisión para Casiss interrumpe al droide.
Casiss: - ¿Qué ocurre? - Preguntó a la proyección de su subordinado.
Feluciano: - Señor. Tenemos fuego de apoyo del sector sur. No podemos identificar de quién se trata, pero sin duda alguna están de nuestro lado. -
Casiss: - Pude ser alguna de nuestras fuerzas rezagadas. Prepare una unidad una unidad para... - La instrucción se interrumpe cuando el gossam presente recibe otra transmisión.
Gossan: - ¿Li Mu? ¿Li Mu, eres tú? - Hay un poco de interferencia, pero a los pocos segundos se ve claramente la imagen del gossam comando.
Li Mu: - Cranel. ¿Me recibe? - Se dirigió al otro gossam.
Cranel: - Alto y claro, viejo amigo. -
Li Mu: - Muy bien. Estamos en el sector sur disparando sobre las posiciones enemigas. necesitamos que... -
Ícaro: - ¿¡Dónde está Tova!? - Interrumpió la conversación.
Li Mu: - Está sana y salva. Pero necesitamos apoyo para poder llegar a una posición segura. -
Si pensarlo dos veces, el droide se dio la vuelta y se dirigió al sur, sin siquiera escuchar el llamado del resto para que no hiciera ninguna estupidez. Estaba fuera de si, como si todos los pensamientos lógicos se hubiesen esfumado de su cabeza. Estaba desenfrenado, y eso era peligroso. Wag Too y Cranel lo siguieron lo más rápido posible, mientras Casiss ordenaba a las tropas de avanzada que se prepararan para avanzar sobre las posiciones enemigas del sur, la llegada del superdroides táctico sería la señal.
Y así ocurrió. Ícaro llegó al campo de batalla a los pocos segundos, disparando el blaster E-5 en todas direcciones, abatiendo a varios stormtroopers a pesar de la larga distancia. Wag Too buscó terreno elevado y se posicionó con su rifle de francotirador mientras Cranel seguía de cerca al droide. Su llegada fue la señal esperada. El feluciano al mando dio la orden, y una masa desenfrenada de la resistencia avanzó hacia el frente, luchando con coraje contras las fuerzas imperiales, las cuales estaban intentando protegerse del fuego cruzado. Los felucianos no sabía por qué avanzaban, pero no se cuestionaron a hacerlo.
Los stormtroopers cayeron uno por uno, al no esperarse un asalto repentido de tal magnitud. Los felucianos avanzaron rápidamente atravesando la jungla de hongos, hasta que las posiciones enemigas de ese sector se vieron diezmadas. Muchos había muerto, y ni siquiera sabían el porque. Entonces, unos arbustos se sacudieron, alarmando a los presentes, quienes alzaron los blaster ante el peligro, pero quien se presentó fue nada más y nada menos que Li Mu, acompañado por Tova y el clon de blanca armadura con patrones dorados.
Ícaro: - ¡Tova! - Exclamó al verla.
La pequeña no pudo contenerse, y se lanzó hacia el droide dándole un fuerte abrazo, el cual fue correspondido. Sus emociones oprimidas por lo peligroso de la situación salieron a flote, en un arraigado llanto que bien pudo romperle el corazón a cualquiera, aunque era un llanto de felicidad más que de tristeza. Li Mu se encontró con su amigo Cranel, compartiendo un extraño saludo que era bastante vistoso. Por otro lado, los felucianos veían con intriga al Bly, llamándolo "El fantasma" aunque más tranquilos ahora que conocían la verdadera naturaleza de tal leyenda.
Entonces, el sonido de los blaster sacudió las inmediaciones, y las descargas de energía volaron sobre sus cabezas. Eran los stormtroopers de los flancos, quienes había recuperado terreno y se acercaban a la posición en la que ellos se encontraban. No podían quedarse allí, y no pudieron hacer más que iniciar una retirada desorganizada, corriendo con todas sus fuerzas hacia la seguridad de sus propias líneas mientras se escondían tras la densa vegetación. Lamentablemente, muchos felucianos cayeron en la refriega.
Una vez a salvo, lejos del combate, el grupo se tomó un tiempo para recuperar el aliento mientras los blaster volaban sobre sus coberturas. En pocos segundos, Shaak Ti y Casiss llegaron al lugar, acompañados por un grupo de combatientes que se adelantó y se unió a la refriega.
Shaak Ti: - ¡No podemos mantener la posición! ¡Debemos replegarnos! -
Ícaro: - Tenemos que retroceder las líneas defen... -
Bly: - ¡NOOOO! - Gritó de pronto llamando la atención de todos.
El clon tenía la mirada fija sobre la Jedi. Recordaba a la togruta a la perfección. La recordaba de Kamino, y todo el tiempo que estuvo allí. Después de todo, era Shaak Ti la que estaba a carga del programa de clonación por parte del Consejo Jedi. La mente del clon volvió a darle un fuerte dolor de cabeza, el chip instalado dentro de su cráneo comenzaba a mandarle dolorosas señales eléctricas, señales tan fuertes que podían volver loco a cualquiera. Intentaba contener su dolor con sus manos, pero su propio casco le impedía poder respirar correctamente. Un segundo de silencio fue solamente interrumpido por el sonido de los blaster, mientras los presentes veían asustados como el clon alzaba la cabeza lentamente.
Bly: - Un buen soldado sigue órdenes. -
El clon se lanzó contra la Jedi, no con su arma, sino con sus manos limpias. Se dirigió al cuello, pues pensaba estrangularla en un acto frenético que no podía controlar. Si no tuviese puesto el casco, el rosto pudo haber visto la paranoia y el odio marcado en su rostro, aunque no fuese su propia voluntad. Afortunadamente, Shaak Ti no tuvo que esforzarse mucho para hacer levitar al clon con la fuerza, mientras veía como este hacía todo lo posible por alcanzarla. Y casi de inmediato, Ícaro le dio un fuerte golpe en el cuello con la culata de su rifle que lo dejó inconsciente.
Cranel: - ¿Qué fue todo eso? -
Shaak Ti: - Debe ser el ship inhibidor. Al parecer aún lo tiene implantado aunque le esté fallando. -
Ícaro: - No tenemos tiempo para esto ahora. Tenemos que regresar. -
Wag Too: - ¿Que está ocurriendo aquí?... ¡Tova! - Dijo mientras descendía de la copa de los gigantes hongos.
Tova: - ¡Wag Too! -
Como un encuentro entre hermanos, los dos seres se abrazaron de la emoción. El lurmen se disculpaba de corazón por no haber sido capaz de hacer nada para salvarlo, pero la pequeña lo entendía. No fue su culpa, no fue de nadie la culpa. Fue un accidente, una prueba del destino, o un capricho de la fuerza. Aún así, la conmovedora escena se vio interrumpida cuando los quejidos se escucho al clon derribado, quien parecía recobrase un poco.
Ícaro: - Parece que no le golpee tan fuerte. -
Wag Too: - Espera... Conozco esas marcas. -
El lurmen se acercó y le removió el casco lentamente, llevándose una gran sorpresa. Wag Too no supo cómo, pero de entre los miles de millones de clones que hubo, todos iguales en cuerpo y rostro, pudo reconocerlo al instante sin importar la larga barba o los cabellos desarreglados. Fue cómo si hubiese visto a través de sus ojos, como una mirada hacia el pasado.
Wag Too: - ¿Bly? - El clon alzó la cabeza y entre su confusión, pudo tener un momento de lucides.
Bly: - ¿Wag... Too? - Luego calló otra vez inconsciente.
Wag Too: - Tenemos que llevarlo a enfermería. Ahora. -
El lurmen se dio la vuelta a Ícaro, con una mirada rara vez vista en la cara del pequeño ser. Sus palabras no fueron una petición o una sugerencia, fue una orden. Una orden que el droide no quiso refutar o discutir.
Ícaro: - Delta, ve a las coordenadas designadas. - Habló por el teme-comunicador. -
Delta: - Roger. Roger. -
El droide se acercó al cuerpo del clon y lo cargó sobre sus hombros, luego se dió la vuelta, y le dijo a la Jedi con palabras tristes.
Ícaro: - Es hora. -
Casiss: - ¿Hora? ¿Hora de qué? -
Shaak Ti respiró profundamente y se arrodilló ante el feluciano. Lo miraba directamente a los ojos, como implorando que escuchara atentamente sus palabras.
Shaak Ti: - Casiss. Lo he pensado durante mucho tiempo. He tratado de pensar en las mejores estrategias, pero ninguna tiene una victoria final. E Ícaro me lo confirmó hace un tiempo. La guerra en Felucia no se puede ganar. Tenemos que retirarnos. Huir a otro planeta. Ya hablé con Ícaro y ellos nos ayudarán. -
El feluciano quedó en shock al oír esas palabras. Y no solo él, los felucianos alrededor dejaron de disparar y miraron con tristeza hacia ellos, con clara preocupación y dolor en sus rostros. Casiss se dio la vuelta, sólo para ver las decenas de rostros de sus semejantes que lo miraban con dolor a abandonar su mundo natal. Abandonar su historia, y todo el sacrificio que con tanto esfuerzo, lágrimas y sangre había derrochado. Pero en vez de ahogarse en un profundo llanta, el líder de los felucianos tomó una bocanada de aire, y se dirigió a la Jedi.
Casiss: - Hemos luchado contra criaturas atroces, piratas despiadados y saqueadores hambrientos. Luchamos contra las hordas del ejército droide y las fuerza de la República. El Imperio es solo otro enemigo más que debemos derrotar, y no dejaremos nuestras tierras por tal cosa. -
La Jedi quería reprenderlos, hacerle entender que era un suicidio. Ícaro quería decir que su decisión carecía de toda lógica, y todos querían hacerlos entrar en razón, pero al ver la determinación en su rostro, y en los rostros de todos aquellos que luchaban a su lado, no fuero capaces de decir tales cosas. Ícaro se acercó al feluciano, y como un acto de honor se cuadró en pose militar y lo saludó con la mano apuntando a su sien.
Ícaro: - Ha sido un honor, comandante. -
Casiss: - Lo mismo digo, comandante. - Dijo mientras respondía con el saludo militar.
Shaak Ti, en cambio, era menos estricta no hizo tal cosa. Respiró profundamente a agarró las manos del feluciano, y los miró con una alegría dibujada en su rostro, una que escondía una gran tristeza tras sus ojos.
Shaak Ti: - Que la fuerza le acompañe. -
Casiss: - Que la fuerza le acompañe, maestra. Gracias por todo. -
Tras la breve despedida, el grupo se retiró hacia la Aldea, a una zona donde Delta estaba organizando el abordaje de los sobrevivientes gossam al interior de la Kestrel Nova.
Mirana: - Comandante. Los tengo. - Habló por el comunicador.
Ícaro: - Enterado. Diríjase al sector quince y apoye a las unidades Vulture. Nos reuniremos antes de abandonar la órbita del planeta. -
Mirana: - Roger. Roger. - Dijo en burla, y apagó la comunicación tras una breve risa.
Todos ingresaron para partir lo antes posible. Los gossam ayudaron a Wag Too a llevar a Bly hacia la enfermería y colocar su cuerpo junto al de Boil, quién aún no se recuperaba del incidente en la emboscada. Tova los acompañó, hasta que finalmente quedaron solamente Ícaro y Shaak Ti. Aún así, la Jedi tenía la mirada perdida sobre el campo de batalla que dejó a sus espaldas.
Ícaro: - Shaak Ti. ¿No viene? - La Jedi se dio la vuelta lentamente, y respondió tras un suspiro.
Shaak Ti: - Siento que mi papel aquí aún no ha terminado. Lo siento comandante, pero parece que no está escrito que valla hoy con usted. -
Ícaro la miró detenidamente, pero supo que había algo más que solo palabras en el comentario de la Jedi. Y si esa era su determinación, no podía hacer nada al respecto.
Ícaro: - Que la fuerza la acompañe, maestra. - La togruta se quedó impactada al oír tal respuesta, pues no esperaba que algo mecánico entendiera su significado. Claro, si es que Ícaro realmente supiese que es lo que significaba.
Shaak Ti: - Que la fuerza lo acompañe, comandante. -
Y así, la Kestrel Nova despegó de la superficie, dirigiéndose lo más al sur posible para escapar del alcance del Arquitens. Debía sentirse afortunados, pues de haber sido un destructor imperial no hubiesen tenido tanta suerte. Las unidades Vulture, abordaron en la bodega de carga una vez que el Tridente de Mirana se les unió a la batalla y derrotaron al resto de cazas TIE. Y sin perder un segundo, ambas naves saltaron al hiperespacio.
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Mientras tanto, en el interior del puesto de mando del Arquitens.
Oficial 1: - Comandante, se confirma que el enemigo ha perdido del 80% de sus fuerza. Es solo cuestión de horas para que el último bastión de la resistencia caiga. -
Crees: - Excelentes noticias. Eso les mostrará a esos perros a no desafiar el poder del Imperio. -
Oficial 2: - Señor, se confirma que dos naves han saltado al hiperespacio. -
Crees: - Deben de ser ellos. ¿Pudimos trazar su ruta de escape? -
Oficial 2: - Al parecer se dirigen a los mundos de núcleo. -
Crees: - Es un señuelo. Seguro un maniobra para despistarnos. Es imposible que una nave tan grande pase desapercibida por los mundos del núcleo. Seguro solo nos tratan de engañar para dar un segundo salto. - Y tenía razón.
Oficial 3: - Señor, ya decodificamos las imágenes del campo de batalla. -
Crees: - Muy bien. Reprodúzcanlas en el holo-proyector. -
Crees pudo ver como una imagen poco a poco iba despixelándose mientras mostraba una vista singular de un sector del campo de batalla a las afueras de la Aldea. La imagen mostraba una gran grupo de felucianos avanzando hacia las posiciones enemigas, un movimiento que al comandante le resultó demasiado extraño, pero su respuesta fue clara, al ver la imagen de Ícaro guiando el ataque.
Crees: - Contacte al Gran Moff Tarkin. Esto es algo que debe ver personalmente. -
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