Cap. 48 - Acto de Amor.
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Podcast disponible en YouTube: (Recomendado)
https://youtu.be/5aVolPxWnQQ
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De regreso en la selva de Felucia:
Mirana, Boil y Wag Too hacía todo lo que podían para resistir el avance imperial sobre su posición. Los dos gossan que aún quedaban con vida apenas podían asomar la cabeza para devolver el fuego. Los blaster pesados de los AT-ST impactaban peligrosamente cerca de su posición, provocando pequeñas explosiones de energía que quemaban la vegetación a su alrededor.
Mirana: - ¡Tenemos que salir de aquí! -
Boil: - ¿¡Acaso estás loca!? - Gritaban desde sus posiciones. - ¡Si alzas la cabeza tengo por seguro que la perderás! -
Wag Too: - ¿¡Qué debemos hacer!? - Los tres se miraron por un segundo, pero la duda en sus rostros era visible.
Pero no tenía mucho tiempo para pensar. Los stormtroopers comenzaban a flanquearlos, y tenía que disparar rápida entre la maleza para evitar quedar bajo fuego cruzado. Boil y Mirana usaban sus blaster para acabar con los enemigos que se acercaban demasiado, mientras Wag Too usaba su rifle de francotirador para mantenerlos a rayas. De esta forma, lograron mantener a los imperiales alejados por un tiempo, hasta que todo se vino abajo cuando un blaster pesado de los AT-ST impactó justo sobre la cobertura de Boil.
La rama a sus espaldas se hizo pedazos producto a la violenta explosión, y Boil salió volando por tres metros hasta caer sobre el suelo. Mirana y Wag Too no podía hacer otra cosa que mirar aterrados como su amigo yacía sobre el suelo, inmóvil.
Wag Too: - ¡Boil! - Gritó a la vez que saltó para sacarlo del fuego enemigo.
Mirana: - ¡Wag Too! ¡Espera! - Refunfuño. - ¡Cúbranos! - Les dijo a los gossam.
Mirana se apresuro a ayudar al lumen a arrastrar el cuerpo del clon hacia la cobertura más cercana mientras los gossam hacía lo posible por mantener a los stormtroopers a raya. Los blaster pasaban peligrosamente cerca. Un disparo incluso pellizcó la oreja derecha de Wag Too y le quemó el pelaje, pero tanta era su adrenalina y su concentration para salvar a Boil que ni siquiera lo sintió. Fueron los Cinco segundos más tensos para ambos, pero afortunadamente pudieron arrastrar el pesado cuerpo con armadura de plastoide hacia la cobertura más cercana.
Gossan: - ¡Sáquenlo de aquí! - Gritó uno de los refugiados.
Mirana: - ¡¿Qué?! -
Gossan: - Les datemos cobertura para que puedan llegar a la próxima fila de árboles. -
Wag Too: - ¡No! ¡Si se quedan aquí morirán! -
Gossan: - Entonces habrá valido la pena. - Mirana y Wag Too miraban a los dos refugiados, quien les sonreían a pesar de encontrarse bajo fuego enemigo. - Gracias por venir a ayudar a nuestro pueblo. -
La humana y el lurmen sabían a lo que se referían. Los dos refugiados estaban dispuestos a sacrificarse para que ellos tuviesen la oportunidad de escapar. No iba a ser una tarea fácil, pero al menos podrían conseguirles algunos segundos. Cargar el pesado cuerpo de Boil por el terreno irregular sería todo un desafío, y evitar que un blaster les diera podría considerable una proeza. Pero tenían que intentarlo. No tenían muchas opciones.
Los gossan tenían sus blaster listos, Mirana cargaba el torso de Boil y Wag Too las piernas. A la señal, comenzarían a correr mientras los gossan les cubrían. El momento era ahora, y se podían ver los nervios en los rostros de todos. Apretaron los dientes y se dieron una última mirada de voluntad y decisión, cuando un extraño sonido retumbó desde los cielos.
https://youtu.be/mpWfpM2ZfHE
¡Era los droides Vulture! ¡Los refuerzas habían llegado!
El ruido causado por loa droides rompiendo la barrera del sonido tomó a todos por sorpresa. Incluso los imperiales se dieron vuelta para intentar ver que ocurría por encima de la copa de los árboles y de los gigantescos hongos. Pero lo único que pudieron ver, fue unas ráfagas de blaster rojos pesados barriendo las posiciones en la que ellos se encontraban. Uno de los AT-ST explotó cuando la ráfaga de blaster impactó sobre el casco. El otro, recibió un impacto de un misil sobre una de las patas y cayó tras perder el equilibrio.
El caos se adueñó del campo de batalla, y los imperiales no sabían que estaba pasando. Tan rápido como llegaron, los cazas Vulture volvieron a desaparecer, aunque aún podía escuchar su sonido característico desde la distancia. Entonces, otra nave se unió a la refriega. Era la Kestrel Nova.
La nave sobrevoló el campo de batalla, mientras sus torretas giratorias de babor y estribor disparaban sin cesar sobre los stormtroopers en tierra. Los soldados imperiales huyeron por sus vidas, intentando ocultarse tras la maleza mientras la Kestrel Nova descendía lo más cerca que los árboles le permitía.
En tierra, Mirana, Wag Too y los gossan cubrían sus rostros para evitar que el polvo levantado por los motores de la naves cayese sobre sus ojos, al mismo tiempo varias cuerdas caían desde la rampa de aterrizaje de la nave. Eran los felucianos.
Seis se ellos descendieron portando blaster E-5, y montaron un perímetro alrededor del lugar mientras otros tres ayudaban a Wag Too y a Mirana a sujetar el cuerpo de Boil para subirlo a la nave. El clon estaba inconsciente, y según las palabras de uno de los felucianos que se identifico como médico, su vida no corría peligro.
Poco a poco, los cables tiraba del clon hacia la rampa, donde Titán lo recibiría para ponerlo en un lugar seguro. En el interior de la cabina de mando estaba Ícaro junto al resto, esperando a que todos estuvieran a salvo. Una vez que Boil llegó a la nave, Mirana, Wag Too y los gossan se apresuraron para abordar, pero al llegar arriba l, se encontraron con una veintena de felucianos armados listos para descender.
Casiss: - Dejo el resto en sus manos, comandante. -
Ícaro: - Buena suerte, capitán. -
Tras este rápido intercambio, los felucianos descendieron rápidamente por las cuerdas y montaron un pequeño punto de control bajo la Kestrel Nova. Devolvieron los blaster por unos segundos, y luego se dispersaron por el bosque a sus espaldas mientras la nave poco a poco alzaba bueno.
Mirana: - ¿Qué están haciendo? - Preguntó preocupada.
Ícaro: - Van a buscar a loa gossan dispersos. Conocen la zona, y pueden llegar a la Aldea por su cuenta. -
Tova: - ¿Cómo puedo ayudar? - Interrumpió de pronto.
Ícaro: - ¡Tova! ¿Qué haces aquí? Regresa inmediatamente. - La regaño con fuerza.
Mirana: - ¿Cómo se te ocurre traerla a la batalla? -
Ícaro: - Ya estaba en la nave cuando recibimos la noticia. No había tiempo que perder. -
Sin embargo, los tripulantes de la Kestrel Nova ignoraban lo que pasaba en tierra.
Capitán stormtroopers: - ¡Traigan esos lanzamisiles! -
Dos soldados se apresuraron al frente, cargando enorme lanzamisiles RPS-6. Se posicionaron de rodillas, apuntando sus armas a la nave.
Capitán stormtroopers: - ¡Fuego! -
Los dos proyectiles salieron a gran velocidad, directo hacia el fuselaje de la nave. Dado la discusión que tenían Ícaro y Mirana en el interior de la cabina, no pudieron escuchar la advertencia de Delta del misil acercándose.
BAM
El impacto sacudió la nave, y una tragedia ocurrió. La rampa de desembarco aún no estaba sellada y Tova, junto a un gossam, salieron volando fuero de la nave. A todos los que apreciaron la escena, se les detuvo el corazón.
Ícaro: - ¡TOVA! - Fue el único capaz de gritar al ver a la pequeña volando a más cincuenta metros de altura fuera de la nave.
Aun así, no fue Ícaro, ni Mirana, ni Wag Too los primeros en reaccionar. Cumpliendo su programación al pie de la letra, Titán dio un fuerte brinco fuera de la nave, en una trayectoria perfecta hacia los dos pequeños orgánicos, agarrando a ambos en pleno vuelo.
Gossan: - ¡Vamos a morir! - Gritaba mientras caía a gran velocidad.
Tova: - ¡Titán! ¡Tengo mucho miedo! ¡No me sueltes! -
El droide, quien estaba mirando hacia abajo, alzó la cabeza y con au ronca voz le dijo de la manera más paternal que pudo.
Titán: - Todo va a estar bien. -
Tova: - ¿Qué? -
Sin previo aviso, el droide lanzó a los dos orgánicos lejos de él, mientras Tova lo miraba confusa. ¿Por qué hizo eso? No tenía ningún sentido. Pero antes de poder reaccionar, Tova y el gossan cayeron sobre el suave píleo(*) de un gigante hongo de color Azul. Sin embargo, Titán no detuvo su trayectoria hasta encontrar el duro suelo de la jungla.
Mientras tanto, en el interior de la Kestrel Nova.
Ícaro: - ¡Tova! ¡Tova! - Gritaba de una forma muy antinatural para un droide. - ¡Da la vuelta! ¡Da la vuelta! ¡Debemos volver a por ella! -
Sin embargo, la Kestrel Nova recibió otra fuerte sacudida.
Delta: - ¡Comandante! ¡Son cazas TIE! -
https://youtu.be/ICXUssXNLmM
De la nada, cinco cazas TIE descendieron a la atmósfera abriendo fue contra la nave. El fuselaje se sacudía con cads impacto, aun así los escudos aguantaban. Pero no podían estar allí por mucho tiempo.
Ícaro: - ¿¡Donde están los Vulture!? -
Delta: - ¡Están dando la vuelta, comandante! ¡Dos minutos! -
Ícaro: - No es suficiente. -
Los presentes se impactaron al escuchar sus palabras. Nadie podía aceptar la realidad. No podían dejar a Tova sola allí. Por primera vez en su corta vida, Ícaro no sabía que hacer.
El droide miraba a todos lados. Sus sensores ópticos le mostraban la cara de preocupación de Mirana y Wag Too, pidiéndoles con ojos llorosos que no la dejara, y al mismo tiempo, podía ver los cazas TIE volando por las ventana de la nave. Sus sensores acústicos podían captar el sonido de los disparos impactando sobre los escudo. Su cerebro robótico le decía que no podían quedarse. Que la opción más lógica era dejar a Tova para poder garantizar la seguridad del resto y de él mismo. Que su supervivencia era de vital importancia pata cumplir sus metal, pero su núcleo le decía todo lo contrario, provocando un agonizante corto circuito en su interior. Y en todos ese caos, una mano se apoyó sobre su antebrazo.
Gossan: - No te preocupes. - Le dijo con una conviction en los ojos que no podía ignorar. - Li Mu está con ella. -
Ícaro tuvo que golpear su propio núcleo para calmarse. Poner sus circuitos en blanco, y tomar la decisión más dura de a la que se había enfrentado.
Ícaro: - ¡Escudos al Maximo! ¡Vamos a luchar! -
Delta: - Roger. Roger. -
Mirana: - ¿¡Qué!? - Gritó en shock. - ¡No podemos dejarla! -
Ícaro: - No tenemos opción. -
Mirana: - ¡No puedes dejarla sola! ¡En el medio del bos...! -
Ícaro: - ¡Teniente! - Gritó colérico, tan o más adolorido que cualquier otro presentes. - A sus puestos de combate. - Aun así, Mirana lo miró desafiante y llena se resentimiento.
Mirana: - Si... señor. - Y se retiró de la cabina.
Mientras tanto, en la superficie de Felucia.
Tova: - ¡Titán! ¡Titán! - Gritaba mientras bajaba desesperadamente de la copa del hongo gigante.
Li Mu: - Niña... ¡Espera! - Le gritaba el gossam, pero ella no miraba hacia atrás.
Los pies de Tova tocaron el suelo por primera vez pero eso no podía importarle menos. La niña comenzó a correr hacia el cuerpo de droide B2, que yacía hecho pedazos a pocos metros de su posición. El brazo derecho de astromecánico estaba tirado a pocos metros, con los circuitos desparramados sobre la tierra. Su pierna derecha se torció al aterrizar sobre una roca, y la izquierda estaba hecha pedazos.
Tova: -¡Titán! ¡Titán! - Le fritaba descorazonada. - No... no me dejes sola. Tengo mucho miedo... -
Por muy sorprendente que pareciera, al droide le quedaban unos última reservas de energía, las suficientes para poder funcionar unos últimos segundos.
Tova: - ¡Titán! - Exclamó emocionada, pero aún con lágrimas en los ojos.-
Titán: - Co... mandan... te... - Dijo con una voz robótica entrecortada.
Tova: - Lo siento... por todo. Yo... yo se que te preocupabas por mi... yo lo sabia... pero... pero... - Su propio llanto aplacó sus palabras, hasta que el droide con mucha gentileza alzó la mano y la apoyo suavemente sobre el rostro de la pequeña.
Titán: - To... todo estará... bien. Ha... ha sido... un honor... co... comandante. -
El droide dijo sus últimas palabras, mientras un largo pitido daba a entender que se había apagado para siempre. Tova se quedó sin palabras, y solo pudo quedarse llorando sobre el caparazón de metal del droide B2, mientras el gossam no podía hacer más que esperar. Pero su dolor debía esperar.
Stormtroopers 1: - ¿Estás seguro que fue por aquí donde los viste caer? -
Stormtroopers 2: - Los vi con mis propios ojos. Deben estar por aquí en alguna parte. -
Stormtroopers 3: - Muy bien. Sign buscando. E informen al comandante de cualquier cosa. -
Stormtroopers 1: - Enterado. - La voz de los imperiales se oían demasiado cerca.
Li Mu: - Tenemos que irnos. No podemos quedarnos aquí. - Le susurró a la pequeña.
Y así, ambos se adentraron en la profundidad de la jungla de Felucia.
(*) Píleo - Sombrero de los hongos.
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