Cap. 32 - Juego de Poder

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Podcast disponible en YouTube:

https://youtu.be/RE4vFEbufMI

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Mirana e Ícaro llegaron finalmente a la entrada del refugio. Cerca de la entrada, los recibieron Alfa junto a las dos unidades droidekas con unos alegres pitidos. Y a través de la puerta de metal, se podía escuchar el proceso de descontaminación en la entrada del refugio. La puerta de metal se abrió una vez finalizado el proceso, revelando el cuarto blanco con Delta y el resto de la tripulación de la Kestrel Nova: Doom, Titán y la pequeña Tova, cuyo aspecto había cambiado significativamente tras su primer "baño" en mucho tiempo. 

[Agradecimiento de las fotos a app.Leonardo.ai y a un poco de retoque con Krita. Dos buenos programas gratis para diseño y creación de imágenes. Fin de los comerciales. XD]

Tova: - ¡Ícaro! - Exclamó la niña entusiasmada al verlo, pero antes de poder acercarse y lanzarse sobre el droide con un abrazo, fue interceptada por Mirana. 

Mirana: - ¡Ah! Que monada. - Exclamó mientras le daba un fuerte abrazo, tomando a la niña completamente desprevenida. -

Tova: - Gra... cias. - Dijo a duras penas mientras estaba siendo comprimida por la extraña mujer. 

Mirana: - ¿Cómo te llamas, pequeña? -

Tova: - Tova. Tova-Adaz. - Le dijo formalmente mientras la mujer la miraba, pero antes de poder reaccionar, Mirana le dio otro abrazo, incluso más fuerte que el anterior. 

Mirana: - Eres toda una lindura. - 

Tova: - Í... ca... ro. A... yu... da. - Intento hablar. 

Por otro lado, el droide no tenía la más mínima idea de lo que estaba pasando. Entre el cambio de aspecto de Tova, o el extraño comportamiento que estaba teniendo Mirana, no sabía cual de los dos le causaba mayor corte de circuito. Cabe destacar que Mirana parecía no conocer nada relacionada con el espacio personal, aunque su actitud cariñosa y maternal no se parecía en nada a la actitud serena y apática que tenía hace apenas unos minutos. 

Tal vez simplemente sentía mayor afecto por los niños. Tal vez algo relacionado a su pasado. Ícaro trataba de descifrarlo, pero computó que ese lugar sería un buen comienzo para Tova, un comienzo libre de las guerras. Tal vez Mirana pudiese acogerla, e incluso formar relaciones de amistad con Stela, quien parecía de su edad, o con otros habitantes de la zona. Después de todo, una nave llena de droide apáticos no es un buen lugar para que una pequeña crezca correctamente, o al menos eso decía la lógica del droide. 

Mirana: - Pobre pequeña. ¿Has tenido un viaje muy difícil con todos esos droides? - Preguntó con voz infantil e inflando los cachetes, haciendo reír a la pequeña, pero confundiendo aún más al droide. 

Tova: - No. Ha sido un buen viaje. -

Mirana: - Oye. - Se viró al Ícaro, pero con su habitual tono de voz siniestro y con una mirada acusadora. - ¿Por qué esta pequeña está con ustedes? ¿La secuestraron? - Les preguntó directamente, provocando que Ícaro retrocediera intimidado mientras Fifi producía una serie de sonidos molestos. 

Tova: - No. No. Ellos me salvaron. - La respuesta tomó por sorpresa a Mirana, quien vio los enormes ojos de Tova con una notable tristeza. - Ícaro, Wag Too, Fifi, Titán, Doom... Todos ellos cuidaron de mi. De nos ser por ellos yo estaría sola... - La niña finalizó con una pequeña lágrima brotando de sus ojos. 

Mirana la mira condecendiente, y le devolvió una sonrisa sincera, logrando calmar un poco el corazón de la pequeña. Quería saber por que estaba sola cuando Ícaro la encontró, pero puso asumirlo de inmediato. Sabía que había perdido a sus padres, y asumió que el droide tal vez supiera algo al respecto. Así que se encargaría de preguntarle más tarde. 

Mirana abrazó a Tova una vez más, esta vez con dulzura y delicadeza. La pequeña se calmó un poco, y Mirana se  hizo lo posible por tornar su rostro hacia Ícaro, devolviéndoles una sonrisa de agradecimiento. 

Mirana: - Tranquila. Ya no volverás a estar sola. -

Sin duda alguna una escena conmovedora, pero no para el droide. La computadora de Ícaro, y del resto de droides presentes, era un caos. Primero Mirana actúa como una niña ante Tova, luego los amenaza con la mirada, y finalmente les sonríe. Esta serie de eventos si bien tiene sentido para un orgánico, para un droide costaría un poco de tiempo procesar. 

Con todos reunidos, emprendieron su camino una vez más al interior del refugio. Al ver la inmensidad del lugar, Tova casi le da un mareo de tantos edificios y ciudadanos transitando de un lugar a otro. La pequeña nunca había estado en un lugar así, y le resultaba hermoso a pesar de estar en un refugio subterráneo. Pensar que sorpresa se llevaría si un día viese la belleza de Naboo. 

Finalmente llegaron al ayuntamientos, donde Miraj y Boil los esperaban mientras hablaban de algunos temas de la administración del Oasis. Cabe destacar que la escena en el refugio se repitió una vez más, sólo que ahora Miraj era la protagonista de tal asombro al ver a Tova. Ícaro incluso pensó que esa era una reacción normal entre los orgánicos. 

Cuando Miraj dejó a Tova "libre," la joven Stela se acercó a saludar. Stela era un poco mayor que Tova, tal vez uno o dos años, aún así, la joven nelvaana se escondió tras los pies de Ícaro para saludar con timidez. Otra reacción que Ícaro tenía que averiguar que era. 

Miraj: - Que bueno que ya estemos todos. Pero creo que no es necesario que todos demos ese aburrido recorrido por el lugar. - Dijo llamando la atención de todos. - Boil, ¿por qué no llevas a los droides al taller, así podrán darles algunos ajustes y mantenimientos mietras yo le enseño al comandante el lugar? El droide médico nos informó que su amigo despertará en unas horas, así que aún tenemos algo de tiempo. -

Boil: - Como ordene. Mi señora. -

Stela: - ¿Puedo enseñarle la ciudad? Conozco los mejores lugares del Oasis. - 

Mirana: - No me lo preguntes a mi. -

De pronto, todas las miradas calleron sobre Ícaro. El droide no tenía idea de que decir, pero asumió que la decisión dependía de él. Bajó la mirada y vio a Tova tras sus pies, con una expresión confusa entre temor y ganas de ir a explorar. Como si esos enorme ojos negros le estuviesen pidiendo permiso sin decir una palabra. 

Ícaro: - No veo por qué no. Sólo no hagas ninguna estupidez. - Le dijo a la pequeña. 

Como un rayo, Tova salió tras los pies del droide y aceptó la mano de Stela, que la condujo hacia el exterior del ayuntamientos mientras le contaba acerca de los lugares interesantes que podían ver en la ciudad. Por otro lado, Boil se retiró con el resto de droides mientras Mirana y Miraj conducía a Ícaro por un rápido recorrido por las instalaciones del Oasis. 

Tras el breve tour, Ícaro pudo hacer los apuntes de todos los recursos que tenía a su disposición y ya incluso estaba computando algunos planes para emplearlos. El Oasis constaba con una población de 130 mil ciudadanos. De ellos, 13 mil eran niños y ancianos, lo que daba un total de 117 mil posibles trabajadores de todas las razas y géneros. La agricultura era básica, pero compensaba los gastos de comida y de alimentos para el ganado. La industria era básica (para la época) y podía resolver las necesidades de la población. El mayor problema era la energía.

El Oasis producía energía con la ayuda de dos grande generados geotérmicos gracias a la actividad del planeta. Era suficiente para sostener el refugio, pero no suficiente si querían expandirse y convertirse en una futura potencia militar. Afortunadamente, Ícaro ya tenía planes para resolver ese problema. 

Cuando preguntó por el otro lugar donde estaban concentradas varias formas de vida en la superficie, Mirana le confirmó que se trataba de un refugio de chatarreros. No molestaban a nadie, pero les gustaba mantenerse alejados. Sin embargo, su establecimiento estaba en los restos de una antigua mina de duracero. Así que eventualmente había que hacer algo al respecto, pues ese material era demasiado valioso. 

El mayor problema era la superficie del planeta. Para lograr todas sus objetivos necesitarían espacio disponible, y bajo tierra no era factible. Por ende, debía encontrar una solución para poder construir en la superficie, pero no podía arriesgar la vida de los trabajadores. Había que hacer algo con la polución del aire antes de empezar cualquier proyecto. 

Pero la prioridad en este momento era recuperar la Munificent. Con su simple presencia, cualquier actividad podría avanzar a pasos agigantados. Una vez que Wag Too se recuperara y con la ayuda de varios técnicos del Oasis, podrían diagnosticar si la nave puede ser reparada o no. Y una vez terminado el recorrido, Mirana, Miraj e Ícaro regresaron al saló de regente en el ayuntamientos, donde Boil los esperaba una vez dejó a los droides con los técnicos. 

Ícaro: - Muy bien. ¿Cuál será nuestro actuar a partir de ahora? - 

Miraj: - ¿Qué quiere decir? -

Ícaro: - No iré con rodeos. Tal cómo se me fue asignado, mi misión fue derrotar a la República. Pero ahora que la República se convirtió en el Imperio, planeo llevar la guerra a ellos. -

Mirana: - ¿Y se puede saber cómo planeas hacer tal cosa? - Dijo burlona, pensando que Ícaro no tendría un plan al respecto, pero para su sorpresa, ese no era el caso. 

Ícaro: - No tenemos las fuerzas ni los recursos para enfrentar abiertamente al Imperio. Por tal cazo, debemos crear pequeñas células rebeldes alrededor de toda la Galaxia. Debemos buscar cualquier fuerza que esté dispuesta a enfrentar. Apoyarlas para que crezcan en número, pero mantenerlos distantes para que no nos descubran a todos. -

Miraj: - Eso es un sueño demasiado ambicioso. -

Ícaro: - No es un sueño. Es una convicción. - Le dijo directamente.

Boil: - ¿Y cómo planeas hacer eso? -

Ícaro: - De momento no podemos hacer mucho. Aumentar nuestras fuerzas y nuestra producción.  Aprovechar la lejanía de Gwori para montar una base operativa oculta. Una vez tengamos las fuerza suficiente. Podremos expandir nuestras operaciones por toda la Galaxia. -

Miraj: - Una nueva guerra. - Dijo tras suspirar mientras tenía la mirada perdida sobre el techo de las instalaciones, cómo si estuviese recordando el doloroso pasado. Mirana lo sabía, y no quería decir nada al respecto, pero Ícaro tomó la palabra. 

Ícaro: - Me niego a pensar en la posibilidad, pero actualmente somos los únicos que pueden oponerse al Imperio sin llamar la atención. Si no actuamos, la catástrofe se volverá a repetir. Mygeeto, Kamino... Zygerria. - Miraj miró a Mirana de reojo, sabiendo que le había contado su historia al droide. - 

Miraj: - Muy bien. Comandante Ícaro. Seguiremos su plan. - Dijo algo molesta. - Me niego a llevar a mi pueblo a la guerra una vez más, pero lo que dice no carece de razón. Actualmente, somos los únicos que pueden hacer algo al respecto. Por tal motivo, a partir de este momento, todas los poderes, militares y administrativos, están bajo su cargo. -

Los tres miembros del Oasis se miraron entre ellos y estuvieron de acuerdo. Sabían que Ícaro era más que capaz de llevar esa tarea mucho mejor que ellos y tenían fe de sus estrategias. Sin embargo, la respuesta del droide los dejó a todos en shock. 

Ícaro: - Lo siento alcaldesa. Pero no tengo intensiones en tomar el poder del Oasis. - 



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