Cap. 29 - El Oasis

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Podcast disponible en YouTube:

https://youtu.be/QQ-PUc_4sNE

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Ícaro: - ¿¡Un clon!? - Exclamó sorprendido.

El droide sabía que cinco años eran suficiente para que ocurriesen muchas cosas, pero jamás se esperaría algo cómo esto. Pero el clon no pudo decir una palabra antes que Alfa alzara su rifle E-5 y apuntase a la cabeza del que una vez fue su enemigo jurado.

Clon: - ¡Eh, eh, eh! Tranquilo. No soy tu enemigo... Bueno... Ya no. -

Mirana: - ¡Espera! ¡No dispares! Gracias a él, es que todos estamos vivos aquí. - Los dos gritaron asustados, mientras la joven Stela se quedó en shock.

Alfa no titubeó, y mantuvo su rifle apuntando constantemente hacia el rostro del clon, y no fue hasta que Ícaro alzó la mano y la apoyó sobre el arma del droide que este se designó a apartar la amenaza del que una ves fue su némesis.

Ícaro: - Parece que tienen mucho que explicar. - Dijo con algo de desconfianza.

Clon: - Mi nombre es Boil. Y sí, una ves fuimos enemigos en un mismo campo de batalla. Pero esos días quedaron muy en el pasado. ¿Y por qué están aquí? - Le preguntó a la mujer.

Mirana: - Su amigo respiró el aire contaminado. Le están haciendo un transplante de tráquea. -

Boil: - Es una pena escucharlo. Pero no te preocupes. La mayoría de nosotros ha sufrido lo mismo. Yo incluido. Las tráqueas sintéticas son tan efectivas cómo las naturales y no perjudican el bienestar del paciente. -

Ícaro: - ¿Hace cuanto que están aquí? -

Boil: - Mejor pasemos a mi despacho para hablar con calma. -

Ícaro sabía que tenía razón, pero miró una vez más la ventana oscurecida del salón de operaciones algo preocupado.

Stela: - No te preocupes. Tu amigo está en buenas manos. Yo me encargaré de informarte cuando despierte. - Dijo la joven afrodescendiente con una sonrisa en su rostro. 

Ícaro: - Muy bien. Los seguimos. -

Boil: - Muy bien... Espere. - Se lleva la mano a su oído. - Nos informaron que sus acompañantes llegaron a las puertas del refugio. En este momento está en el proceso de descontaminación. -

Ícaro: - Entendido. Unidad Alfa. Id a la entrada de refugio y reuníos con el resto. Esperadme allí. -

Alfa: - Entendido. ¿Alguna señal de la nave? -

Ícaro: - Negativo. Te informaré cuando reciba algo para que los vallan a buscar. Llevad una máscara de las pequeñas para Tova. -

Alfa: - Roger. Roger. -

Y la unidad comando se retiró a la puerta mientras Ícaro seguía al clon y a la mujer enmascarada al interior del refugio.

Boil: - Han pasado dos años desde que nos asentamos aquí. Pero hemos logrado establecer una pequeña comunidad. No es mucho, pero es todo lo que tenemos. -

Al terminar de hablar, el clon se apartó de su camino mostrando una vista increíble del interior de la caverna.

Ícaro no podía creer lo que veían sus sensores ópticos. Al pasar por una esclusa iluminada, se mostró ante él una enorme ciudad subterránea. La altura de la cámara era de más de cincuenta metros, lo suficientemente alto como para que algunos edificios resaltaran entre las estructuras que se esparcía por todo el lugar. Solo con la mirada, el droide pudo identificar más de un centenar de diferentes estructuras de todo tipo, e incluso se veían tuberías que ascendían hasta la superficie. Si tuviese que adivinar, esas tuberías provenían de alguna fábrica en este lugar. Sin lugar a dudas, una buena señal para sus planes. 

Boil: - Impresionante. ¿No lo crees? -

Ícaro: - Si, lo es. Pero me parece imposible que todo esto lo hallan fabricado en tan solo dos años. -

Boil: - Ese mérito le corresponde a los habitantes de Gwori y a su regente. Quienes comenzaron ha construir esta ciudad tras el ataque de la República. -

El droide siguió a los otros dos a través de las calles principales de la ciudad subterránea. Ícaro miraba a todo y a todos, cientos de caras que de alguna forma, se alegraban de su presencia. los ciudadanos eran de todo tipo de especies de diferentes lugares de la Galaxia. Humanos, twi'leks, zabraks, bith, neimodianos, quarrens, sullutanos, weequays, trandoshanos, zyngerrianos, entre otros que una vez pertenecieron a planeta de la Alianza Separatista. Todos ellos se agrupaban en las calles para ver al imponente superdroide táctico pasar a sus lados.

A la distancia y entre la multitud, se podían apreciar varias docenas de droides B1. No portaban armas, pues seguro eran utilizados para labores domésticas o mantenimientos. Pero su simple presencia era una señal muy alentadora. 

Mirana: - Eres muy popular. - Dijo interrumpiéndolo de sus pensamientos. 

Ícaro: - La introducción del superdroide táctico modelo 1 en los campos de batalla fue un gran logro para los Separatistas. Las victorias acumuladas eran alabadas desde todos los mundos de la Alianza. Y de no ser por los "últimos acontecimientos," calculo que la victoria se inclinaba un 74.8% a nuestro favor. -

Mirana: - No es de extrañar que te alaben tanto. -

La mujer respondió con una pequeña sonrisa oculta bajo su casco, pero de inmediato miró disimuladamente al clon que caminaba a su lado, sabiendo que esos "últimos acontecimientos," era algo que aún lo atormentaban.

Ícaro: - ¿Ocurre algo, clon? - Preguntó algo rígido, al ver que tenía la mirada fija en el piso. 

Boil: - No. No es nada. - Dijo tratando de alejar los malos pensamientos. - Y agradecería que no me llame clon. Mi nombre es Boil. -

Ícaro: - Eso lo veremos. - Dijo desafiante, después de todo, Ícaro aún estaba programado para enfrentar a los clones en cualquier campo de batalla.

Mirana: - Bueno. Hemos llegado. - Dijo tratando de aliviar la situación. 

Frente a ellos se mostró un pequeño edificio blanco, aislado del resto por un paseo circular y una pequeño anillo de arbustos. Muy bello sin lugar a dudas, con sus superficies ligeramente cóncavas en forma de huevo. Se trataba del ayuntamiento de la ciudad. 

Boil: - Deberíamos ir a ver a la alcaldesa. -

Ícaro: - ¿Alcaldesa? - Preguntó confundido. - Pensé que habías dicho que eras el comandante de este lugar. -

Boil: - Lo soy. Pero no podemos vivir bajo un régimen militar por tanto tiempo. La alcaldesa es quien realmente gobierna el Oasis, nuestro pequeño refugio subterráneo. -

Los tres individuos subieron por las escaleras del edificio hasta llegar a un pequeño recibidor, al cual coincidían una enorme puerta metálica de color blanco y varios pasillos que conducían a otras habitaciones y despachos del lugar. Se acercaron a la enorme puerta y Mirana presionó unos botones sobre la terminal. La puerta se abrió y los tres ingresaron a la habitación que obviamente lucía cómo el despacho del regente, pero sobre la silla giratoria que estaba del otro lado del buró, justo en el centro de la habitación, Ícaro miró con asombro la imagen de un fantasma. 

Ícaro: - ¡Miraj Scintel! ¡Imposible! - Dijo en shock

Miraj: - Valla. Parece que ya no necesitamos presentaciones. - Dijo la zyngerriana, algo juguetona. 

Ícaro: - Imposible. Tu estabas muerta. Los registros afirman que el mismo Conde Dooku se encargó de acabar con tu vida. ¿Cómo es esto posible? - 

Miraj: - Querido, soy una zyngerriana. Tengo muchos trucos bajo mi manga. - Sin embargó, el droide no entendió en lo más mínimo ese comentario. - ¿Has oído hablar de la flor de thirkle [invento]? - El droide negó con la cabeza. 

Mirana: - El extracto de sus pétalos crea una infusión que puede bajar el biorritmo a niveles similares a la muerte. -

Ícaro: - Pero. Tu cuello... ¿Cómo? -

Miraj: - ¿Crees que todos estos anillos son simple decoración? - Le preguntó mientras señalaba a los más de quince anillos de oro que recubrían su largo cuello desde la base del cráneo hasta sus hombros. 

Ícaro: - ¿Y Kadavo? - Hizo una última pregunta. - La nave en la que el Jedi te sacó de Zygerria fue destruida apenas aterrizar en el planeta. -

Miraj: - Nunca fui a Kadavo. Cuando desperté, aún me encontraba en Zygerria. En los grandes campos de mi bello planeta., acostada sobre una enorme roca con forma de pedestal, rodeada por las hermosas flores blancas de las planicies del sur. - Dijo con una voz melancólica., como si estuviese recordando un antiguo amor juvenil. 

[Si no entienden nada de esto deberían ver los episodios del 10 al 12 de la temporada 4 de Star Wars la Guerra de los Clones; o simplemente buscar en internet. Y así de paso descubren quien es este personaje si nunca lo habían visto en el canon]

El droide se quedó en shock por unos segundos. Pensar en todos las emociones que había experimentado en un solo día lo tenía aturdido. Pero este no era momento de flaquear. Ante él estaba alguien que había sido "asesinada" por el mismo conde Dooku, el líder de la Alianza Separatista, lo cuál la hacía alguien muy peligrosa para sus planes y para la propia Alianza si quería reclamar su venganza. A sus ojos, la zyngerriana era su enemiga más potencial. 

Ícaro: - Alguien que fue capaz de burlar al propio conde Dooku... Resulta un mal chiste... Muy bien... Tienes toda mi atención. - 

Le dijo con voz serena, mientras colocaba sus manos en sus espaldas, mostrando un claro aire de superioridad. Algo que, tal vez, estaba copiando involuntariamente de su encuentro con Kalani. 


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