Cap. 24 - Despedida
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Podcast disponible en YouTube:
https://youtu.be/btCg7k-jKzw
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Mandaloriano: - ¿Acaso me está escuchando? - Dijo con un tono desafiante al ver cómo el misterioso encapuchado le daba la espalda.
Ícaro: - Oh. Mis disculpas. Parece que aún estoy aturdido con todo lo que pasó. -
Mandaloriano: - Eso no me interesa. Deberá responder por todos los daños que ha hecho. -
Ícaro: - Puede quedarse con todas las pertenencias de esos bastardos. Además, creo que esto será suficiente para compensarlo. - Le dijo mientras le lanzaba una pequeña bolsa de créditos.
El mandaloriano tomó la tomó la bolsa en pleno vuelo y la revisó. En su interior, había una generosa cantidad de créditos, más de los necesarios, de hecho.
Mandaloriano: - Tiene 24 horas para abandonar el planeta. - Sentenció mientras guardaba la bolsa en uno de los compartimentos de su cinturón.
Ícaro: - Así será. -
El mandaloriano no dijo una palabra más antes de encender su jetpack y abandonar el lugar de la misma forma en que llegó. Dejando a Ícaro algo preocupado, computando más preguntas de las que antes tenía. ¿Quién era ese Ben y por qué su núcleo reaccionó ante un Jedi? ¿Por qué no podía percibir la presencia del Jedi ahora? ¿Cómo había hecho para esfumarse sin que se diera cuenta? ¿Qué era lo que mencionó el Jedi tan importante que debía hacer? Muchas preguntas que no podía responder pero en ese momento, tenía otras prioridades.
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Mientras tanto en la Kestrel Nova, se encontraba la pequeña Tova estudiando la lengua común en su datapad mientras los droides esperaban pacientemente. La temperatura de Tatooine era demasiado extrema para la pequeña nelvaana, quien estaba adaptada a las bajas temperaturas de su planeta natal.
Wag Too: - Hola. Hola. ¿Pueden escucharme? - Llamaba desde su comunicador al centro de mando de la Kestrel Nova.
Doom: - Lo recibo, comandante. -
Wag Too: - Estamos afuera con las provisiones. Abrid las rampa. -
Doom: - Entendido. -
Con la rampa desplegada, Wag Too y Alfa pudieron acceder al interior mientras cargaban varias cajas de suministros. En el interior, los esperaba una impaciente niña, curiosa por saber lo que había visto en su pequeño "paseo."
Wag Too: - Eso fue una locura. - Dijo desplomándose sobre una silla frente a un conducto de ventilación, tratando de refrescar su cuerpo un poco mientras se hidrataba.
El lurmen dejó caer la capucha sobre el suelo, empapada de sudor y arena. Su cuerpo estaba muy sudado, y tenía marcas en el rostro de la radiación.
Wag Too: - Este planeta es un infierno. ¿Cómo puede alguien vivir aquí? -
Tova: - Yo quiero salir también. -
Wag Too: - ¿Es una broma? -
Doom: - Computo que durarías diez minutos antes de que te de un golpe de calor. Tu especie no está acostumbrada a estas temperaturas. -
La niña sólo pudo hacer un puchero de descontento, antes que unos golpes se escucharan desde el exterior de la nave. Wag Too le levantó de mala gana, teniendo que dejar la conformidad de la esclusa del aire acondicionado para ver quien era. Sobre la rampa de la nave se encontraba esa mujer, Peli Motto, con su droide empujando una carreta con las piezas que Ícaro le pidió.
Peli Motto: - Muy bien. Tal cómo lo pidió. Un generador y cinta aislante suficiente. Cómo nuevos. - Obviamente, la última parte era mentira.
El lurmen volvió a descender a la ardiente arena de Tatooine y revisó las piezas con cuidado. Estaban algo desgastadas, pero parecían estar en buen estado. La mujer comenzó a hablar de lo "difícil" que fue conseguir esas piezas, contando una historia similar a las sagas de grandes aventuras y desafíos, un claro engaño, sabiendo que ella tenía su propio contacto con los Jawa y de allí conseguía todas estas piezas. Cuando una voz la asustó a sus espaldas.
Delta: - Señor. - Dijo con voz grave, haciendo que Peli Motto diese un brinco del susto.
Peli Motto: - ¡Diablos! Casi me matas de un infarto. - Le gritaba al encapuchado que apareció a sus espaldas.
Wag Too: - Ya estás de vuelta. ¿Dónde está Ícaro? -
Delta: - El comandante se desvió. Me ordenó que regresara a la nave. Debería volver pronto. -
Wag Too: - Ese cascarrabias Bueno, eso nos dará tiempo para instalar todo esto. Espera adentro con el resto. -
Delta: - Entendido. - Y el droide subió a la nave por la rampa.
Peli Motto: - "¿Comandante?" - Dijo algo curiosa. - ¿Quienes son ustedes? -
Wag Too: - Nadie importante. - Le dijo sin prestarle mucha importancia. - ¿Qué tal se te da la mecánica? -
Peli Motto: - ¿Es una broma? - Dijo altanera. - No encontrarás mejor mecánico en todo Mos Eisley. -
Wag Too: - Muy bien. Acompáñame. -
El lurmen tomó la carreta y la movió sobre la arena hasta llegar a la parte trasera de la Kestrel Nova.
Wag Too: - Doom. Abre la compuerta de la bodega. - Dijo por su comunicador.
Doom: - Roger. Roger. -
Un leve estruendo sacudió la nave cuando las puertas se despegaron del fuselaje, y poco a poco, comenzaron a descender hacia las arenas de Tatooine. Peli Motto estaba ansiosa por completar el trabajo y ganar una buena suma de dinero, pero cuando vió el interior de la nave, la felicidad de borró de su rostro, mostrando un miedo y una preocupación evidente cuando vió a los droides de batalla en el interior de la bodega de carga.
Los dos enormes droides Vulture fue lo primero que vió, apoyados sobre sus cuatro estabilizadores que se rotaban lentamente hacia la compuerta que se abría, y después, pudo ver al resto de droides que ocupaban el lugar. Peli Motto estaba muy asustada, e incluso su pequeño droide se compactó para ocultarse tras sus pies, pero antes que pudiera siquiera pensar en darse la vuelta y salir corriendo, el pequeño lurmen comenzó a hablarle a los droides sin preocupación.
Wag Too: - Muy bien, señores. Muévanse un poco hacia atrás. Necesitamos espacio aquí. - Y los droides hicieron lo posible para agruparse en el fondo de la bodega de carga sin golpear el resto de suministros.
Tova: - Yo quere ayudar. - Decía la pequeña mientras entraba a la bodega de carga y se escabullía entre los droides. - Hola. - Le dijo a Peli Motto.
Peli Motto: - Hola. - Le respondió involuntariamente.
La mujer no sabía que era más confuso, si todos esos droides siguiendo las órdenes del pequeño lurmen, o el hecho que una pequeña niña de una especie que nunca antes había visto conviviese con ellos.
Wag Too: - Lo siento, pequeña. Pero vamos a trabajar con herramientas peligrosas. Debes esperar a una distancia segura. ¿No es verdad? - Dijo mientras le preguntaba a la mujer.
Peli Motto: - Eh.. si. Si. Es cierto. - Dijo algo aturdida.
La pequeña Tova hizo un puchero, pero después tuvo que regresar junto a los droides y esperar pacientemente con el resto. Escena que Peli Motto no podía entender del todo.
Wag Too: - Muy bien. Esto es lo que haremos. Pondremos el generador en ese agujero de allá arriba, y crearemos un selló en esta sección para crear un campo uniforme ¿Me estás entendiendo? - Dijo mientras miraba la cara de preocupación de la mujer, pero sin saber que lo que le preocupaba era otra cosa.
Peli Motto: - Eh. Si. Entiendo. Pero... ¿Cómo instalaremos el generador allá arriba? No tengo ningún ascensor a mi disposición. -
Wag Too: - Eso es fácil. Lanza. Ven y échanos una mano. -
El droide Vulture se acercó, caminando torpemente sobre la plataforma metálica antes de descender su cuerpo todo lo posible para crear un elevador improvisado.
Wag Too: - ¿Me ayudas? - Le preguntó a la mujer mientras tomaba uno de los extremos del generador.
Peli Motto: - ¿Estás seguro de esto? - Le preguntó al lurmen, pero antes que Wag Too pudiese contestarle, el droide Vulture emitió una serie de pitidos agudos. - ¡Ah! ¿¡Te crees muy confiado!? - Le dijo al droide.
Wag Too: - ¿Los entiendes? -
Peli Motto: - Claro que sí. Debes saber binario si quieres ser un buen mecánico. -
Tova: - ¿Poder entender lo que dicen? Eso ser genial. ¿Puedo hacerlo yo también? - Dijo ilusionada desde el fondo de la bodega.
Peli Motto: - Claro que si, pequeña. El binario es estándar para todos los droides. -
Tova: - Escuchar eso Fifi. Poder hablar cuando aprenda. - Dijo mientras abrazaba a la droideka.
Tras la conmovedora y extraña escena, Peli Motto se sintió un poco menos incómoda con la presencia de los droides de combate. Con la ayuda de la unidad Vulture, pudieron alzar e instalar el generador de escudo en el espacio que Wag Too preparó previamente y lo sujetaron con soldadura y una placa de metal para protección. Después tuvieron que instalar la cinta aislante en el interior de la bodega de carga, para crear una barrera que permitiese abrir las compuertas de la bodega de carga sin perder esas cantidades exageradas de oxígeno o tener que sellarla para que las unidades Vultures pudiesen aterrizar o despegar del interior.
El trabajo hubiese durado un par de días, pero con la ayuda de los droides comando pudieron soldar todas las partes en apenas un par de horas. Y cuando el sol de Tatooine está en su punto máximo, las obras de reconstrucción habían terminado.
Peli Motto: - Muy bien. Eso debería ser todo. - Dijo empapada de sudor.
Wag Too: - Bien. Vamos a probarlo. - Dijo exhausto. - Doom. Enciende la nave. -
Doom: - Entendido. - Dijo por el comunicador.
Los motores de la Kestrel Nova comenzaron a gruñir, aunque las turbinas se mantenían apagadas para no despegar del suelo. El lurmen usó un datapad y comenzó a pulsar unos controles.
Wag Too: - Muy bien. Ahora es el momento de la verdad. -
Cuando el lurmen inició la activación, un sonido agudo se escuchó por un segundo, antes que un misterioso campo magnético comenzaba a desplegarse desde el generador hasta las cintas aisladas que estaban instaladas sobre el fuselaje de la bodega de carga. Era hermoso, de una tonalidad azul celeste.
Peli Motto: - ¡Funciona! - Exclamó de alegría.
Wag Too: - ¿Acaso dudaba? - Le preguntó pícaramente, sabiendo que las piezas no eran nuevas.
Peli Motto: - No. Por supuesto que sabía. - Se aclara la garganta. - Es sólo que me tomó por sorpresa que lo termináramos tan rápido. - Dijo para tratar de disimular la verdad.
Ícaro: - Veo que hicieron un buen trabajo. - Dijo mientras se acercaba a la Kestrel Nova desde el exterior de la bodega de carga.
Wag Too: - Si. Estamos listos para partir en cualquier momento. -
Ícaro: - Muy bien. Saldremos de inmediato.
Peli Motto: - Espero que no se olvide del trato. "Comandante." - Dijo tras aclararse la garganta para llamar la atención del encapuchado que recién llegaban.
Ícaro: - Nunca lo hago. - Le dijo mientras le daba una bolsa grande de créditos que la mujer vió con un resplandor en sus ojos.
Peli Motto: - Ja, ja. Eso si es un buen trato. Al fin podré comprarme una plataforma en el interior de la ciudad. Un lugar cerrado donde nadie me moleste. - Pero su alegría se dispersó un poco cuando Ícaro se removió la capucha y le permitió ver lo que realmente era.
Ícaro: - Tus habilidades nos serían de mucha utilidad. Sería de mucha ayuda si decidiera venir con nosotros. -
La mujer se quedó en shock, impactada por la repentina propuesta del droide. No esperaba algo así, y no estaba preparada para responder de inmediato. Miró detenidamente a cada uno de los tripulantes, más detenidamente el Wag Too y en la pequeña Tova, pero luego se dió la vuelta y vió el mar de dunas de Tatooine que se extendía a espaldas de la Kestrel Nova.
Peli Motto: - Agradezco la oferta, "comandante." Pero mi destino está aquí. En este apestoso y arenoso planeta. Pero es mi hogar. No creo que pueda darle la espalda a eso. - Dijo con una sincera sonrisa al darse la vueltas para mirarlos con cierta tristeza.
Los presentes no dijeron nada. Simplemente asintieron con la cabeza antes que cada cual siguiera su propio camino. Y desde las ardientes arenas de Tatooine, Peli Motto veía cómo la Kestrel Nova alzaba vuelo mientras se despedía de aquel peculiar grupo. Sin saber, que un misterios encapuchado veía desde las distantes montañas rocosas, pensando en el futuro y algo alegre sabiendo que aún quedaban algunas tenues luces de esperanza.
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