Cap. 16 - Capricho del Destino
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Podcast disponible en YouTube:
https://youtu.be/Sy6gH4mcF-Y
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Hola a todos. Antes de empezar con el capítulo me gustaría aclarar una cosa. Usaré las letras negritas para señalar el idioma Nelvaaniano.
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Había transcurrido media rotación desde lo sucedido en las instalaciones científicas, y la Kestrel Nova se encontraba en el espacio exterior a las afueras de Nelvaana. Por muy irónico que pareciera, las condiciones en el espacio abierto eran más amigables que las gélidas temperaturas del planeta.
Tras destruir la montaña sobre la que se había construido el laboratorio, un fuerte estruendo sacudió la tierra y millones de toneladas de roca sólidas sucumbieron ante el vacío creado por las cámaras abiertas, que no pudieron soportar la presión y colapsaron. Con suerte, todos esos atroces experimentos quedaron sepultados para siempre, e incluso Ícaro eliminó todo rastro de ellos en los archivos de su memoria. Ni siquiera un droide carente de alma podría tolerar tales atrocidades. ¿Cómo era posible que algunos orgánicos fuese capaces de tal cosa?
Habilitar los cañones de la Kestrel Nova tampoco fue una tarea fácil. Ícaro no tenía ningún registro de la nave, ni listado de especificaciones. Era un modelo tan viejo que ni siquiera aparecía en los archivos de las computadoras centrales separatistas. Por lo que tuvieron que hacer un análisis a detalle, y tras varios intentos de programación fallidos, el droide fue capaz de acceder a todos los sistemas de la nave. Pero había un motivo por el cual tan importante revisión rutinario no se pudo hacer en Mygeeto.
Ícaro era un superdroide táctico, por lo que sus creadores nunca pensaron en instalarle algún software de navegación o mucho menos de diagnóstico. Su papel era fundamentalmente el de sobresalir en el campo de batalla, así que esta información no era relevante para su misión. Una vez que se conectó a las computadoras de los laboratorios de Nelvaana, fue capaz de descargar todas esas funciones secundarias junto a una gran cantidad de información relevante que tenía que revisar con detalle.
[No tienen idea de cuantos sitios web he buscado para encontrar "algo" sobre la Kestrel Nova, pero al no haber nada, me siento con la libertad de hacer mi pequeño aporte. XD]
La Kestrel Nova contaba con características impresionantes para un modelo tan viejo. Lo cual sorprendió bastante a Ícaro, teniendo en cuenta que carecía de toda información de la nave: 50 metros de largo, 5 de alto y 4 de ancho es sus zonas más prominentes. Un hiper-motor de clase 1, y una considerable potencia de ataque compuesta por dos canoes laser gemelos y un cañón turbo-laser en la proa, complementados con cuatro lanzaderas de misiles. Además, contaba con torretas giratorias a estribor, a babor, y en la parte superior, lo que permitía una moderada defensa ante el ataque de naves enemigas de menor tamaño y mayor velocidad como los cazas. Salvo la parte inferior de la nave, que estaba totalmente desprovista de armas, pero con una buena estrategia en el combate ese problema podría ser solucionado. A todo eso, le complementaba un escudo reflector que, si bien era mucho más débiles que los que tenían las naves de la época, podría brindarles cierta protección ante un fuego enemigo de mediana y baja intensidad.
El cansancio no solo afectó a la niña. Wag Too también decidió descansar un poco sobre las duras cajas de metal de la bodega de carga. Al parecer durante su vida en el exilio, el lurmen tuvo que dormir en lugares tan inimaginables, que el metal le parecía igual de cómodo que un colchón de agua. Y en esas cinco o seis horas de tranquilidad, Ícaro tuvo tiempo para revisar algunos archivos que le resultaban de utilidad.
Con su mano conectado a la terminal del asiento del capitán, envió otra grabación de Wat Tambor al holo-proyector, y escuchó con mucha atención las palabras del antiguo líder separatista.
"(...) Registro 1: Tras varias pruebas fallidas, creo que finalmente lo hemos logrado. El nuevo núcleo funciona a la perfección, y tras muchos intentos de prueba y error, logramos determinar el material idóneo para contener sus "estallidos," por decirlo de alguna manera. Los detalles son clasificados, pero puedo decir que el Beskar es el único metal capaz de contener las radiaciones que emanan del núcleo (...)
(...) Registro 3: La estructura ya está lista. Usaremos un modelo de superdroide táctico para contener el nuevo núcleo. Con suerte, los resultados obtenidos serán los deseados (...)
(...) Registro 6: Lamentablemente la reacción ha destruido al modelo de superdroide. El nuevo núcleo no es compatible con la refacciones del droide. Como consecuencia, las placas de duracero del interior alcanzaron su punto de fusión. Estos extraños "organismos" tienen un comportamiento muy diferente a cualquier otro ser microscópico que conozcamos. (...)
(...) Registro 87: Después de una docena de fracasos se ha decidido posponer el proyecto Overlord. El núcleo se mantiene estable, pero su anfitrión no soporta la descarga de radiación que recibe. Hasta que el general Grievous no nos provee de más Beskar no creo que lleguemos a un nuevo resultado. Además, las carcazas destruidas por el núcleo han alcanzado niveles muy peligrosos de radiación. Los procesos de descontaminación nos están reduciendo el presupuesto incluso más rápido que el proyecto original. (...)
(...) Registro 97: El nuevo armazón de Beskar está listo. El núcleo ya está instalado, y procederemos con el proceso de inicio. Comenzando en tres... dos... uno... Inicio... El núcleo parece aceptar al receptor... 10 segundos y se mantiene estable... O no... Sistema sobrecalentándose... Niveles de radiación fuera de la norma... Apágalo... Apágalo (...)
(...) Registro 115: El Beskar puro es demasiado inestable ante los niveles de radiación del núcleo, así que utilizaremos una aleación del metal con oro y niveles moderados de plomo. Debido al incremento del peso, el armazón se dejará sólo para las placas que envuelven el núcleo. El resto del droide usará las piezas originales." - Wat Tambor bosteza. - "No he dormido en tres días. Pospondremos todo para mañana (...)
(...) Registro 116: Muy bien. Hoy seguiremos con el proceso de inicio. Comenzando en tres... dos... uno... Inicio... El núcleo se mantiene estable... 10 segundos y se mantiene estable... 30 segundo sin cambios... 1 minuto sin cambios... Muy bien... Aquí vamos... Cambiando a alimentación remota en tres... dos... uno..." - Wat Tambor presiona un botón y cientos de chispas salpican a su alrededor, pero tras varios segundos todo se tranquiliza. - "¿Funciona?... ¡Funciona!... ¡El núcleo es estable! ¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos!... ¡El núcleo de midiclorianos es estable! (...)
(...) Registro 121: El droide pasó las pruebas sin ningún problema. Su nivel de análisis está a un nivel superior que el mismo Almirante Trench... Sin embargo... su simple existencia es más peligrosa que lo que puedo imaginar. Decidí llamarlo Ícaro; un nombre procedente de la antigua cultura humana. Pero con un gran significado. Mi creación... mi mayor logro... No puedo estar más orgulloso."
La imagen de Wat Tambor en el holo-proyector se congela, dando a entender que la grabación concluyó. Sin embargo, Ícaro se quedó mirando la imagen del skakoano por unos segundos, sintiendo una sensación extraña en el pecho, justo donde se encontraba su extraño núcleo. Algo que podría clasificar como "nostalgia" o algún tipo de añoranza, pero no pudo entender del todo que era.
Ícaro pasó varias horas más revisando diferentes archivos y grabaciones de los últimos momentos de la guerra. Lo que ocurrió en Mygeeto no fue algo aleatorio. Los clones mataron a sus generales en cada frente de batalla. Y lo último que estaba viendo era una proyección proveniente de Mustafar. Los líderes separatistas siendo asesinados por un misterioso ser encapuchado con un sable azul en su mano. El ser mató a sangre fría a todos los presentes sin ningún tipo de remordimiento, y luego dió la orden para que todos los droides se desconectaran.
Ícaro miró bien el rostro del asesino. Sus ojos amarillos le provocaban una sensación incómoda, y su nombre se repetía una y otra ves en sus circuitos. Darth Vader. El que destruyó a los separatistas y mató a los líderes de la facción, incluyendo su creador, Wat Tambor.
El droide no lo sabía, pero en ese momento estaba experimentando algo completamente nuevo. Algo que hacía que sus puños se cerrasen, le causaba ansiedad, y unas ganas incontrolables de derrotar a esa extraño ser. Ícaro experimentó por primera vez el odio, y su núcleo reaccionaba a ese sentimiento. El droide estaba tan concentrado en sus cómputos que no escuchó los suaves pasos que se acercaban a él.
????: - ¿Qué te ocurre? -
Ícaro se dió la vuelta súbitamente, asustado. Y sin saberlo, había encendido el sable de luz y lo apuntaba en dirección a la puerta del centro de mando. Y cuando pudo computar con claridad, se percató que se trataba de la niña nelvaniana, un poco asustada ante la luz del sable.
Ícaro: - Oh... Dis... Disculba. Erto ser nuevo... para me. - Hacía lo posible para hablar el idioma de la pequeña, lo cual provocó una sonrisa en su infantil rostro una vez Ícaro guardó el sable. - ¿Qué ocule? -
Niña: - Ja ja. Nada. Es solo que tu acento es horrible. -
Ícaro: - No soi un espelto en tu idoma, ni an dloide plotocolo. Bueno... ¿Qué dezea? -
La niña no dijo nada. Simplemente se quedó en silencio con la mirada perdida sobre el suelo, pero antes de que Ícaro pudiera preguntarle de nuevo, un fuerte rugido provino del pequeño cuerpo de la criatura.
Ícaro: - ¿Qué fue echo? - La niña no dijo nada. Sólo apoyó sus dos manos sobre su abdomen. - ¿Tienez hamble? - La pequeña asintió con la cabeza. - Hay lacione en la cocina. Puede tomal uma. -
Ícaro se dió la vuelta, y siguió mirando en los archivos, pero cuando regresó la mirada, la niña seguía en el mismo lugar, como esperando algo.
Ícaro: - ¿Qué ocule? -
Niña: - ¿Qué es una cocina? -
El droide no podía creer tal pregunta, pero decidió no perder el tiempo, así que se desconectó de la terminal, se levantó del asiento y caminó por el lado de la pequeña, e instintivamente, ella lo siguió. En la cocina Ícaro revisaba en los cajones por unas raciones mientras la niña miraba todo con curiosidad. Pero antes que pudiera hacer una pregunta, el droide le dió un rollo extraño que parecía "comestible."
La pequeña lo tomó en sus manos, pero al principio lo miraba con cierta extrañez, como si se preguntase si eso era comida para seres vivos o comida para droides, pero tras varios olfateos decidió darle un mordisco.
La cara de repulsión que mostró no tenía igual, pero tenía tanta hambre que decidió tragarse el bocado de todos modos. Intrigado, Ícaro decidió preguntar.
Ícaro: - ¿Ocule algo? -
Niña: - La carne cruda sabe mejor. -
Ícaro: - E comida de emelgencia. Te dala nutlientes necesalios pala seguir fucionando. -
A pesar de la peculiar forma de hablar del droide, la niña hizo lo posible para no reírse. Volvió a mirar el royo de "comida" y le dió otro mordisco. Pero a los ojos del droide no pasó desapercibido que ella no le resultaba muy placentero. Así que intentó otra cosa.
Ícaro se dió la vuelta y revisó las diferentes estanterías para ver que más tenían, pero lo único que encontró fueron unos extraños polvos que no parecían muy comestibles: azúcar, harina, proteínas, levadura, sal, entre otros. El droide se preguntaba para que servía todo eso, así que decidió encender la terminal de la cocina para encontrar algún tipo de información. Y de entre los datos que encontró, le llamó la atención una carpeta con el nombre de "Recetas" y revisó el contenido por varios segundos.
El droide tomó de los contenedores diferentes polvos y siguió las instrucciones al pie de la letra. Preparó una extraña masa viscosa de un color blanquecino y lo puso dentro del horno por unos minutos. La niña había devorado la ración, sin embargo, la extraña masa amorfa le causaba aún más repulsión. Y mientras esperaban, Ícaro decidió saber más acerca de la pequeña.
Ícaro: - Etamos en la olbita de tu planeta. Podemos desendel y llevalte con tu familia. Podemos djalte una raciones pala que... - El droide dejó de hablar cuando vió la cabeza de la pequeña agitarse. - ¿Ocule algo? -
Niña: - Yo... No tengo familia. Mi villa fue destruida hace mucho tiempo. Mi papá y yo sobrevivimos cómo pudimos... - Una lágrima brotó del ojo de la pequeña - Pero entonces ellos aparecieron. Y se llevaron a mi papá. -
La niña había aguantado bastante, pero simplemente ya era demasiado. Comenzó a llorar desgarradamente , aunque hacía todo lo posible por contener sus lamentos dejando escapar sólo un par de sollozos. Ícaro la veía, pero no sabía que hacer en esa situación. Por más que buscara en su banco de datos, no encontraba nada relacionado a cómo calmar a un niño que lloraba. Así que tuvo que improvisar.
Arrastró un contenedor y ayudó a la pequeña a sentarse encima. Tomó un vaso y lo llenó con agua y se lo ofreció, creyendo erróneamente que estaba perdiendo líquido, y luego simplemente se sentó al lado de ella, en silencio, y con su tosca mano metálica comenzó a acariciar la cabeza de la pequeña. El droide no sabía que estaba haciendo, pero había visto a Wat Tambor hacer lo mismo con una extraña y pequeña criatura a la que llamaba mascota. De alguna forma, eso la calmaba, y parecía tener el mismo efecto sobre la niña.
[No se imaginan lo difícil que fue convencer a mi corrector que la manera de hablar de Ícaro no era incorrecta. XD]
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