(XII) La Traición de Krell. Parte I
Recomiendo ver el capítulo 10 de la temporada 4 de la serie La Guerra de los Clones. Estos eventos suceden en otro plano de la misma historia y algunos eventos coinciden, así que es una recomendación por si no recuerdas el capítulo para un mejor entendimiento de la lectura.
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Audiolibro disponible en YouTube:
https://youtu.be/Wu7897_DBHg
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La compañía Anvil descansaba en las reservas mientras el resto de la 212 continuaba luchando por el control de la ciudad capital. El capitán Hook y los otros 11 heridos habían sido atendidos y sus vidas no corrían peligro, aunque aún no despertaban. Habían pasado unas diez horas desde que llegaron. Gil, Kisu, Reyes y Stas descansaban en las barracas junto al resto de la compañía y otros clones que escuchaban gustosos los relatos de la batalla en el búnker al sur de la ciudad. Entonces, un oficial entra a donde ellos se encontraban.
Kisu: - Atención. Oficial presente. - Se trataba del capitán Waxer.
Waxer: - Tranquilos soldados. ¿Es usted el teniente Kisu? -
Kisu: - Sí señor. -
Waxer: - Muy bien. Me encomendaron una tarea de alto riesgo y se solicitó que la compañía Anvil se uniera a la mía, aunque veo que Hook aún no despierta, eso lo deja a usted a cargo. -
Kisu: - Si, señor. El resto de la compañía Anvil queda bajo sus órdenes. -
Waxer: - Muy bien teniente. Estén listos. Salimos en treinta minutos. -
La compañía Anvil fue absorbida temporalmente por la compañía Fantasma bajo las órdenes del capitán Waxer; quién había sido promocionado en combate por su superior el general Obi-Wan Kenobi hace tan solo unas horas. Las compañías marcharon al norte de la ciudad, a unas coordenadas que no parecían tener ningún sentido.
Kisu: - ¿Y qué hacemos aquí exactamente?
Waxer: - Según el informe del general Krell. Su batallón falló en la toma de la base aérea y los umbaranos vistieron las armaduras de la 501 y sus armas. Tenemos que encontrar a ese grupo y eliminarlo de inmediato. -
Gil: - Eso no tiene sentido. Hace horas que los cazas umbaranos no sobrevuelan la zona. ¿Cómo es posible que la base aérea no fuera tomada? -
Waxer: - No sabemos. Solo sabemos que el enemigo portando nuestro uniforme es peligroso, y puede emboscarnos en cualquier momento. Estense alerta muchachos. -
Los clones de la 212 llegaron a las coordenadas dadas por el general Krell, aunque aún no había rastro del enemigo. Entonces se escuchó a una extraña criatura rugir en la distancia.
Stas: - Teniente, habla Stas. - Llamaba desde su Tele-comunicador. - Estoy en posición. La información del general era correcta. Se acerca el enemigo portando las armaduras de la 501. -
Waxer: - Esos bastardos. ¡Abrid fuego a discreción! ¡Vengad a nuestros hermanos caídos! -
Los clones de la 212 comenzaron a abrir fuego contra el enemigo. El terreno era escabroso y había mucha vegetación. La batalla fue sangrienta y muchos clones de las compañías Fantasma y Anvil estaban muriendo en batalla.
Stas: - Teniente, se acercan morteros. Debo retirarme de in... - Se interrumpe la transmisión.
Kisu: - Stas. ¡Stas! Capitán tenemos que ponernos a cubierto. -
Waxer: - A todas las unidades, vienen morteros. ¡Cúbranse! -
Las salvas de mortero estallaron muy cerca de su posición, aunque no hubo muchas bajas.
Waxer: - A todas las unidades. ¡Avancen! ¡Háganlos salir de sus agujeros! -
Los clones de la 212 avanzaron hasta una meseta donde podían dispararle al enemigo. Allí tomaron cierta ventaja y pudieron dominar el combate. Reyes se encontraba acostado junto a otro clon de su escuadrón cuando algo llamó su atención.
De las filas enemigas, un soldado salió corriendo de frente, no disparaba, tan solo gritaba desde la distancia. Reyes usó sus binoculares y se percató que el soldado no llevaba puesto el casco. ¡Era el capitán Rex! ¡Eran clones! Reyes de inmediato detuvo al clon a su lado que estaba a punto de dispararle.
Reyes: - Wou, wou, wou, wou. Alto -
Gil se encontraba al frente, y se quedó en shock cuando vió al capitán Rex corriendo hacia él.
Gil: - ¿Pero qué? -
El capitán Rex saltó sobre Gil y ambos rodaron sobre el suelo. Rex le quitó el casco y lo levantó agarrándolo por el cuello para mostrar su rostro al resto de la 501.
Rex: - ¡Miren! ¡Son clones! ¡Todos somos clones! -
Las fuerzas de ambos batallones dejaron de disparar, consternados, y se quitaron sus cascos para mostrar que no eran el enemigo. Caminaron hacia el frente y se detuvieron justo delante de sus hermanos del otro batallón. Todos sentían un gran dolor en el pecho, angustiados y confusos por lo que había pasado. Habían matado a sus propios camaradas. Rex soltó a Gil y este cayó sobre el suelo, destruido; intentando buscar una respuesta. Rex se arrodilló a su lado, y puso sus manos sobre su frente intentando encontrar la misma explicación.
Después del combate, los clones revisaron los cuerpos de los caídos en búsqueda de sobrevivientes. Stas no aparecía por ningún lado, mientras Reyes y Gil ayudaban a los heridos. Kisu estaba junto a Waxer, quién había recibido un disparo en el abdomen y estaba agonizando recostado a la raíz de un árbol. Entonces llegan al lugar Rex junto a otros dos clones de la 501.
Rex: - Waxer. - Se acercó y le removió el casco. - Dime. ¿Quién te dió la orden de atacarnos? -
Waxer agonizaba y apenas podía hablar. Pero con los últimos suspiro logró responderle a su amigo Rex.
Waxer: - Fue el general Krell. - Tose. - Nos dió estas coordenadas para detener el enemigo... Creímos que tenían nuestro uniforme. - Tose. - Pero... eran u... ustedes. -
Una lágrima se asomó sobre el ojo izquierdo del capitán Waxer. El clon había dado su último aliento. En cambio, Rex no lloraba por la muerte de su amigo, sino que tenía un rostro lleno de odio y sed de sangre.
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