"Vigilamos el puesto de control durante una hora aproximadamente, tratando de descubrir la mejor forma de poder ingresar a Kilo dentro de la torre de control para que este pudiera buscar los archivos. Los clones tenían un cronometrado circuito de patrullaje. Y fue ahí donde encontramos nuestra oportunidad.

Cada diez minutos, los clones cambiaban sus posiciones, y en una de las rotaciones, uno de los clones se estacionaba tras un muro en la zona industrial. Lo suficientemente alejado para no estar a la vista de los otros dos. El único problema, era que para entrar al sector industrial había que tener una identificación y eso sí sería imposible conseguirlo. Pero de todas formas, había otras maneras de cruzar.

Un poco más alejado del punto de control se encontraba una rejilla lo suficientemente grande como para que yo pudiera cruzar. Estaba formada por anchos barrotes de metal, pero no eran rivales para el poder del sable láser. Cuando revisé que no había nadie en las proximidades, corté las barras y crucé al otro lado sin hacer el menor ruido. Kilo se quedó cerca de la torre de observación, a la espera de mi señal, y no lo suficientemente cerca como para llamar la atención de los guardias.

Una vez listo, esperé a que los guardias hicieran sus rotaciones, y cuando el clon se acercó a donde yo estaba. Golpeé su cabeza lo suficientemente fuerte cómo para dejarlo inconsciente.

Es gracioso, pero esos cascos de generación 1 eran increíblemente incómodos. Sus placas estaban demasiado pegadas a nuestras cabezas y cualquier golpe se sentía con fuerza. Por supuesto, podía detener un blaster débil, pero un golpe contundente era definitivo.

Antes que el clon cayera al suelo lo agarré por debajo de las axilas, pero sin darme cuenta dejé caer el tubo de metal con que lo golpeé y este chocó con un contenedor provocando un fuerte ruido. Lo cual alertó a los guardias que estaban del otro lado.

Clon 1: - Eh. Max. ¿Qué fue ese ruido? - Pensé con prisa en una respuesta para darle.

Rage: - Fue un trabajador. Dejó caer unas piezas de metal. -

Clon 2: - Debe ser el viejo Spencer. Siempre tropieza una y otra vez. -

Rage: - Él mismo fue. - Les seguí la conversación mientras me ponía la armadura del otro clon.

Estuve hablando con los otros clones cómo si fuese uno de ellos. Al final... todos teníamos la misma voz. Traté de seguirles la corriente hasta que finalmente el tiempo de la ronda terminó y tuve que ir para el otro lado, pero tenía una mejor idea.

Clon 2: - Eh. Max. ¿Qué haces ahí parado? - Me dijo al ver que yo no me movía de lugar.

Rage: - Ah. Disculpa. Estaba distraído. -

Clon 2: - Bueno. Deja la pereza y ve para... -

Antes que terminara de hablar, usé el bláster DC-15S en modo aturdidor y le disparé al otro clon. Y una vez fuera de combate. Lo introduje dentro de uno de los contenedores de basura junto al clon Max. Al cual también le disparé una aturdidora por si acaso. Finalmente, fui hacia el otro lado.

Clon 1: - Max. ¿Qué estás haciendo? ¿Llevas 3 min de atraso? -

Rage: - Disculpe sargento. Estaba ayudando a Spencer a recoger las cosas. - Le dije para intentar disimular tras ver su rango pintado en el pecho pero lo que hice fue meter la pata.

Clon 1: - ¿Sargento? ¿Desde cuando me llamas sargento? - Estaba claro que ya había cometido un error.. y para empeorar las cosas:

????: - ¿Otra tarde ocupada, eh sargento? - El otro clon y yo nos dimos vuelta y vimos a un humano que le habló al sargento.

Clon 1: - ¿Spencer? Pero si hace unos momentos se te habían caído unas piezas de metal allá adentro. -

Spencer: - ¿De qué estás hablando? Mi turno empieza ahora. -

En ese punto las cosas no podían empeorar. Mi cuartada se había desplomado, y sólo cuestión de tiempo para que me descubriesen, así que antes que el sargento reaccionara le disparé con el blaster en modo aturdido. El viejo Spencer se quedó en shock, pero no tuve más remedio que aturdirlo a él también, o sería el fin de todo. Me apresuré para esconder a los dos hombres dentro de la torre antes que alguien me descubriera. Afortunadamente la vía no era muy transitada, y una vez despejado, le hice la señal a Kilo para que se acercara.

Kilo se conectó a la red y comenzó a buscar los archivos mientras yo revisaba los signos vitales del anciano y del clon. Afortunadamente estaban estables y despertarían en un par de horas. Hasta que finalmente:

Kilo: - Lo encontré. -

Rage: - ¿Tienes el archivo? -

Kilo: - Si. Lo estoy descifrando.

Rage: - No hay tiempo para eso. Descarga el archivo completo y lo descifras en otra terminal. No podemos quedarnos aquí por mucho tiempo. -

Kilo terminó de descargar el archivo y se retiró hacia la ciudad mientras yo regresaba al contenedor de basura dónde dejé los otros clones. Al cruzar la puerta me encontré de frente con un trabajador, el cual me miró impresionado al ver la prisa que llevaba.

Rage: - Prosiga. - Le dije tras aclarar mi garganta.

El trabajador se fue con paso apurado hacia la ciudad y yo aproveché para quitarme la armadura y volverme a poner mi túnica y regresar con Kilo.

Aún siento algo de pena por lo que le hice a mis hermanos. Pero con suerte despertarían en unas horas sin más consecuencia que un poco de dolor de cabeza. Pero la verdad no tenía muchas opciones.

Cuando por fin pude reunirme con Kilo, nos dirigimos a unos de esos lugares ¿Cómo se llamaba?... Ah. En un cibercafé, y con una terminal libre, Kilo pudo descifrar los datos.

Kilo: - Ficha digital correcta. Se confirma la entrada de la Kaminoana Hina hace varias rotaciones. Al parecer, se acogió a la ley 14 de Traumas en Combate y se retiró del ejército. -

Rage: - Esa Hina es más lista de lo que parece. ¿Y bien? ¿Puedes localizarla? -

Kilo: - Si. Se retiró al departamento 541 del bloque RT-34 del sector 6. La zona residencial al lado del mayor sector comercial de Coruscant. -

Rage: - Genial... más problemas. -

Kilo: - Espere hay algo más. -

Rage: - ¿Qué ocurre? -

Kilo: - Según estos registros Hina no ha regresado a su departamento en más de cuatro noches y no hay registro alguno de cualquier otra localización posible. -"