"Sólo fue cuestión de tiempo para que los droides nos encontraran. Retrocedimos todo lo que pudimos tratando de evitar ser alcanzados por los blaster. Los escombros de la red de edificios nos proporcionaban cierta ventaja. Pero había tantos de ellos que era imposible poder escapar.

Las columnas de droides ocupaban todas las calles principales, así que teníamos que movernos por callejones para evitar ser atrapados por el fuego cruzado. Logramos llegar a los edificios que aún se conservaban en pie, pero no había ningún rastro de los nuestros.

Para nuestra desgracia, terminamos encontrándonos con un callejón sin salida. Nuestra única forma de escapar era mediante las escaleras de emergencia de los edificios. Pero con los droides disparándonos, eso sería imposible.

Mantuvimos la posición por un buen tiempo. Prig y yo nos escondimos detrás de los contenedores de basura y pudimos abatir a una docena o más de droides de combate. Pero no era suficiente. Los droides se acercaban cada vez más y más, y para empeorar las cosas Prig recibió un disparo en el pecho.

El pobre Prig yacía en el piso quejándose de dolor. Su miedo a morir lo hacía gritar desesperadamente y eso me creaba un agujero en el pecho. Me escondí asustado detrás del contenedor. El miedo comenzó a controlarme. Dejé el blaster a un lado y saqué el sable de luz del compartimiento. Lo sujetaba con fuerza, aún apagado, y me temblaban las manos. Fue entonces cuando escuché esa extraña voz una vez más.

????: - Úsala. -

Me quedé atónito, pensando que era producto de mi imaginación. Tal vez el miedo que sentía había consumido mi cordura y empezaba a imaginar cosas. Los droides se acercaban cada vez más. Podía sentir sus pasos a pocos metros de mí. Entonces, volví a oír la misma voz.

????: - ¡Úsala! Usa la fuerza. -

¿La Fuerza? Me pregunté. ¿De qué estaba hablando? No entendía nada de lo que estaba diciendo. En aquel entonces no podía explicarlo, pero sentía algo recorrer mi cuerpo. Algo... energizante. Mi corazón comenzó a acelerarse, mi respiración se descontroló, y me sudaba todo el cuerpo. Pensaba que era mi miedo, controlándome. Pero la voz me habló una vez más.

????: - ¡Empújalos! -

Algo se activó en mí al escucharlo. Salí de atrás del contenedor de basura e intenté empujar al droide que estaba apenas medio metro de mí. Pero lo que ocurrió quedaría marcado en mi memoria para toda la vida.

Recuerdo que el miedo y la ira me controlaban. El droide que estaba a unos pasos de mí se hizo pedazos mientras sus piezas volaban a gran velocidad. Todos los droides que estaban detrás tuvieron el mismo destino. De mis manos salieron extraños rayos que impactaban contra el cuerpo de metal de los droides y les hacían corto circuito. E inmediatamente una cortina de polvo se levantó.

Cuando pude volver a ver quedé impactado. No solo los droides estaban hechos pedazos, el piso y las paredes tenían inmensas abolladuras, como si una bolsa de demolición hubiese chocado contra ellos. Me quedé paralizado por unos segundos, pero reaccioné al escuchar más droides acercándose.

Miré a todos lados y pude encontrar una entrada al drenaje. Tomé a Brig y lo cargué por las escaleras hasta llegar a los conductos. El olor era terrible, pero mejor que estar con los droides. Así que una vez dentro, corrí todo lo que pude para alejarme del lugar."