Capítulo 11.- Más preparativos
Shmi se recostó en uno de los finamente decorados sillones de la sala de estar de la hacienda, tomó un pequeño libro y lo abrió para reanudar la lectura donde la había dejado, el libro trataba sobre la historia de Aldrovia, aunque había muchos otros libros, le pareció correcto empezar a aprender sobre su nuevo hogar, desde que Anakin se fue de regreso a Coruscant con los Jedi había gozado de mucho tiempo libre que dedico a su nuevo habitó de la lectura
Realmente podía hacer lo que quisiera, pero tenía unas 6 sirvientas para toda la hacienda, además de dos mayordomos, dos chef y una docena de personal de seguridad, aunque lo considero excesivo, la mayor parte del tiempo sus empleados le daban bastante libertad, a veces iba a la cocina para tratar de cocinar algunos platillos de Tatooine y los chef y sirvientas se acercaban para verla, platicar y aprender, en realidad podía decirse que eran amigos
Cliegg estaba revisando los terrenos de la hacienda, deseoso de empezar a cosechar lo que sea que sembraban aquí, había una planta curiosa, la papa, era una planta robusta, podrías sembrar uno de estos tubérculos y generalmente se obtenía unos 5 o 6 tras cosecharlas, estaba el trigo, el maíz, las uvas, almendras, cocos, una variedad de plantas que habían fascinado a Cliegg y Owen en general, tenían 20 hectáreas para plantar lo que quisieran
Owen estaba contratando empleados para ello, era la primera vez que podían permitirse eso, aunque en Tatooine no fuera necesario, aquí dirigir una plantación requería mucha mano de obra, algo curioso, pues pese a poder fabricar droides los aldrovianos no los construyen, algo de que el trabajo construye el carácter, por lo que comprar droides en cantidades grandes estaba descartado, quizá un droide mayordomo al caso
Beru estaba... bueno siendo ella, realmente se la pasaba explorando el lugar, aprendiendo sobre algunas cosas y adaptándose, platicaba bastante con las sirvientas y el resto del personal, adaptarse a un cambio de vida tan repentino parece ser bastante fácil, ya que se tenía mucho que aprender y mucha gente que conocer, Shmi sonrio y volvió a centrarse en el libro
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Agatha se sentó un momento en silencio frente a Santiago, estaba aburrida, realmente aburrida, pues pese a que le gustaba estar en Star Wars, sentía que su vida era realmente aburrida en algunos aspectos, y la estresaba, quería hacer algo
- Santiago - el chico se detuvo de leer los papeles que tenía en sus manos
- ¿Qué sucede? - le pregunto
- ¿Puedo hacer algo?, lo que sea, estar aquí sin hacer nada me esta volviendo loca - dijo ella, y Santiago se llevó una mano al mentón pensativo
- Uhm... ¿Puedes viajar a coruscant? - le pregunto
- Si, puedo - contestó ella
- Excelente, he hablado con el Senador de aldrovia y está haciendo una propuesta interesante - comentó Santiago
- ¿Propuesta interesante? - pregunto Agatha
- Si, formaremos una cruz roja, es cierto que existen los médicos pero... como decirlo, los médicos que usarán los clones estarán muy limitados a su propio ejercito y la confederación no usara médicos, ¿para que? son droides - Agatha asintió
- ¿Por eso usaras la cruz roja para operar en ambas líneas del frente? - pregunto Santiago movió la mano ligeramente indicándole que estaba más o menos cerca de la respuesta
- Fundare la cruz roja para que sea un organismo que no sólo opere en la guerra que se avecina, si no en tiempos de paz, se ganaran el corazón de la gente en los mundos del borde exterior, y los mundos del borde medio y en cualquier lugar donde la pobreza y el sufrimiento existan - indico con una pequeña sonrisa
- Eso... eso es muy noble de tu parte - comentó Agatha sonriendo ante la idea de llevar esperanza a este lugar
- Si es noble, pero su fin es... horrible en cierta parte - Santiago negó con la cabeza, mientras una expresión seria cruzaba por su rostro - usaremos esta organización para que la gente vea a los separatistas como su única opción, mera propaganda, tendremos que asegurarnos que sea una organización neutral en el conflicto y que Palpatine no meta sus manos dentro - Agatha suspiro recordando el mayor de sus problemas
- El cabecita de algodón... seguro al ver esto querrá manipular la organización o evitarla rotundamente - Santiago asintió
- Exacto, por eso mismo el senador Julius Kluster ha estado trabajando con una red de senadores afines para que ese propósito se lleve acabó - mencionó
- ¿Eso incluye a Padme Amidala y a Bail Organa? - Santiago asintió
- Estamos por el 23 Antes de la Batalla de Yavin, cuatro años antes de las guerras clon, así que Padme estará empezando su carrera politica en el senado, lo que significa que podríamos ganarnos su favor con relativa facilidad, así tendríamos un puente para la paz asegurado - Agatha volvió a soltar un suspiro
- Sabes que Palps no dejará que eso pase ¿cierto? - Santiago asintió
- Si... - Santiago cruzo los dedos - Pero no perdemos nada por intentarlo sabes, es mejor esforzarse en algo y decir "casi lo consigo" que simplemente no intentarlo - Agatha se rio levemente
- Bueno, te doy la razón, ¿cuando debo salir a Coruscant? - Santiago parecio dudar
- Bueno... cuando quieras en realidad... solo... solo cuidate - Agatha asintió
- Claro, tu igual cuidate - ella se puso de pie algo más animada - Sabes, ahora solo nos tenemos el uno al otro, por lo que no quiero escuchar que hagas alguna estupidez como ir a comandar alguna flota o hacer tratos con criminales - Santiago se estremeció notablemente ante eso, Agatha entrecerro los ojos
- Bueno... ¿tu crees que te dejaría ir a ese lugar sin una buena escolta? - Agatha se sintió repentinamente preocupada
- ¿A quien contrataste? - preguntó ella
- Prometes que no me vas insultar o te vas a enojar - Agatha frunció el ceño pero asintió, Santiago tragó saliva - Cad Bane y Jango Fett, escoge a cualquiera - Agatha dejo caer su mandíbula visiblemente conmocionada
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