La Historia se Repite
Capítulo 6: La Historia se Repite
El grupo entró al Parque de los Príncipes donde ya estaba montada una tarima lista para el concierto.
Jagged los vio llegar de detrás del telón y se acercó a hablar en privado con Marinette, quien había llegado quince minutos antes junto a Star.
–Oye, respecto a eso que me dijiste de... –le susurró al oído.
–¿En serio? –sonrió ella.
La joven princesa los observó secreteando desde el otro lado de la tarima, sin tener idea de lo que se traían entre manos.
–¿Qué te parece? –terminó de preguntar el rockero.
–Genial –dijo Marinette, y después le envió una nueva instrucción por mensaje de texto a Max quien estaba en la parte superior del escenario acomodando los reflectores.
El muchacho levantó un pulgar indicando que había entendido, y Jagged subió a la tarima y dio inicio al concierto.
–¡HOLA PARÍS! –vociferó empezando a tocar ante los vitoreos y aplausos de los chicos.
A continuación, Marinette salió empujando a Star de detrás del telón invitándola a unirse a la multitud.
–Anda, no querrás quedarte toda la noche tras el escenario.
Star bajó de la tarima, dejando boquiabiertos a los chicos por lo hermosa que lucía con ese conjunto que le había preparado Marinette. La princesa seguía sin entender que estaba pasando, pero cuando vio a Marco entre la multitud en compañía de Jackie su rostro se iluminó de alegría y sin perder tiempo fue a encontrarse con su mejor amigo.
–Star, ¿donde te...? Star...
Marco la miró con detenimiento para apreciar lo bien que se veía arreglada.
–Te ves encantadora –la elogió Jackie.
–Gracias... Supongo –respondió un poco apenada.
Los tres se dispusieron a gozar del espectáculo. Marinette quiso asomarse para ver que ocurría, pero no pudo debido al bullicio de todos los presentes.
***
El concierto continuó por un par de horas, hasta que finalmente Jagged dejó a un lado su guitarra y pasó a tocar su piano.
–Y para cerrar esta noche tan maravillosa con broche de oro, quiero dedicar esta canción a una adorable pareja de jóvenes enamorados que nos visita desde América.
Max bajó las luces y Jagged empezó a tocar una bella tonada romántica acorde a la petición de Marinette, mientras que cierta famosa cantante que había llegado de antemano terminaba de subir los peldaños de la tarima lista para participar en un dueto sorpresa.
–¡Damas y caballeros –anunció el rockero–, con ustedes Clara Ruiseñor!
El publico aplaudió a Clara, que no se hizo esperar por acercar su micrófono a sus labios y así abrir el dueto con Jagged.
(canta Clara)
Tiempo aquel, viendo a la distancia.
Tiempo fue viendo al interior.
Tiempo que no me imaginaba lo que me perdí....
Y hoy aquí, viendo las estrellas.
Y hoy aquí, todo es claridad.
Desde aquí, ya puedo ver que es donde debo estar.
Y la luz encuentro al fin, se aclaró aquella niebla.
Y la luz encuentro al fin, ahora el cielo es azul.
Es real brillando así, ya cambió la vida entera...
Esta vez, todo es diferente.
Veo en ti la luz...
Varios chicos levantaron en alto unos encendedores que Janna les había pasado con anterioridad y los empezaron a mover de izquierda a derecha al compas de la canción. Star sonrió al ver a Marco y Jackie danzando abrazados por los hombros y quiso alejarse para dejarlos a solas, pero su mejor amigo la rodeó con su brazo libre para invitarla a unírseles. Entonces la princesa felizmente levantó su varita en el aire y la media estrella emitió un brillo anaranjado, siendo la luz más resplandeciente de todas las que se mecían entre el publico.
Desde la tarima, Clara intercambió una mirada de complicidad con Jagged quien prosiguió con el dueto.
(canta Jagged)
Tiempo aquel, persiguiendo un sueño.
Tiempo fue, en la oscuridad.
Tiempo que no había visto cómo es la realidad.
Ella aquí, luce como estrella.
Ella aquí, todo es claridad.
Si aquí está, me es fácil ver que aquí hoy quiero estar.
(cantan Jagged y Clara)
Y la luz encuentro al fin,
(canta Jagged)
se aclaró aquella niebla.
(cantan Jagged y Clara)
Y la luz encuentro al fin,
(canta Clara)
ahora el cielo es azul...
(cantan Jagged y Clara)
Es real brillando así, ya cambió la vida entera...
Esta vez, todo es diferente,
veo en ti la luz...
Veo en ti la luz...
Siguiendo las instrucciones que Marinette le había enviado por el mensaje de texto, Max terminó de bajar las luces y enfocó con un reflector a Marco que se encontraba en medio de Star y Jackie.
–¿Qué estás esperando? –le habló Jagged claramente a través del micrófono.
–¡Bésala ya! –lo incentivó Clara.
Todos se quedaron callados esperando a ver que ocurría. Marco miró a Star y esta le sonrió y asintió con la cabeza... Entonces Marco tomó a Jackie de la mano, se acercó a ella y la besó en la boca.
Los alumnos de Eco Arroyo aplaudieron eufóricos, con excepción de Janna quien permanecía indiferente, y de Star que seguía inmóvil junto a Marco sin desdibujar una sonrisa forzada de su rostro. En cambio la mayoría de los parisinos se quedaron consternados al ver que las cosas no pasaron tal y como ellos esperaban. Incluso Jagged estuvo a punto de perder su concentración en el piano.
–No me dijiste que Marco salía con Jackie –se apresuró a hablarle una Alya casi tan consternada como los demás a Janna.
–Ah si. Supongo que se me olvidó –fue lo único que dijo esta.
–¿Qué no lo sabías? –intervino Adrien.
La más consternada de todos fue Marinette a quien la mandíbula se le cayó como una pala mecánica. Por la expresión de la princesa, con esa sonrisa forzada viendo como su mejor amigo se besaba con otra chica delante de ella, fue que pudo interpretar el verdadero contexto de esa situación, y se sintió como toda una estúpida por el error fatal que acababa de cometer. Se arrepintió como nunca de no haber escuchado las advertencias de Tikki y Alya, al ser consciente de que en realidad Star estaba atrapada desde hacia tiempo en lo que vulgarmente se conoce como la friendzone, y lo único que había conseguido con sus ridículos planes fue lastimar a su nueva amiga al abrir una vieja herida y meter el dedo en la llaga.
Marinette se abrió paso entre la multitud para llegar hasta donde estaba Star. Lo único que le quedaba por hacer en ese momento era disculparse con ella.
–¡GRACIAS, BUENAS NOCHES! –se despidió Jagged. Clara hizo una venia y las luces se apagaron.
En medio de los gritos y aplausos de todos los presentes, Marinette llegó al punto donde la pareja seguía besándose y se apresuró a buscar a Star con la mirada, solo para darse cuenta de que esta ya se había ido.
Las luces del estadio se prendieron para que los estudiantes pudiesen ir en dirección al estacionamiento, donde el autobús de dos pisos los esperaba para llevarlos de regreso al hotel.
Marinette levantó la vista y vio a la nube viviente de color rosa alejarse volando, por lo que de inmediato salió del Parque de los Príncipes a tratar de seguirle el rastro.
Marco, quien seguía besándose con Jackie, entreabrió los ojos y nuevamente vio la luna impregnada de un color rojo intenso. Al ver que Star no estaba entre la multitud, quiso detenerse un momento para buscarla, pero Jackie lo tomó del rostro para besarlo más apasionadamente y este terminó por ceder y se dejó llevar por el momento.
***
Tras haberse alejado lo suficiente del Parque de los Príncipes, Star bajó de Nubí, la hizo desaparecer y empezó a caminar por las calles de París manteniendo aun su sonrisa forzada. A sus alrededores pudo observar como varias parejas compartían momentos especiales intoxicados por la atmosfera romántica de la ciudad del amor. Esa de la que hablaba Marco.
Poco a poco, su sonrisa forzada se fue deformando en una sincera mueca de tristeza. Varios transeúntes se quedaron viéndola preguntándose que le ocurriría; incluso André le ofreció un helado gratis al verla tan afligida cuando pasó junto a su carrito, pero Star ni lo tomó en cuenta.
La princesa tenía motivos de sobra para sentirse triste. Su varita averiada, su libro de hechizos desaparecido, Ludo, Glossaryck, etcétera. Pero se suponía que ese viaje le serviría para olvidarse de sus problemas. Esa también había sido idea de Marco... Ah, el buen Marco. Tampoco se olvidó de su mejor amiga. Star sabía que podía contar con el de manera incondicional. Por algo fue que este dejó atrás su vida perfecta en la dimensión de Hekapoo. Se merecía todas las cosas buenas que le estaban pasando. Se merecía a una chica como Jackie Lynn Thomas... Entonces, ¿por qué Star no podía sentirse feliz por su mejor amigo?, ¿por qué al contrario se sentía triste?, ¿por qué tenía esa sensación de que algo le estaba carcomiendo el pecho?
–¡Ah!, ¿qué esta pasándome? Es que no lo entiendo...
(canta Star)
Si a los engaños dieran premios.
Hubiera varios ya ganado.
No me interesa tener novios.
En ese momento, la media estrella de su varita emitió brevemente un brillo de color rosa.
(canta Star)
Eso es historia ya lo sé todo.
Mágicamente, los narvales, los guerricornios, Nubí, la Araña con Sombrero de Copa y el resto de criaturas que constituían sus hechizos se materializaron en el acto.
(cantan los hechizos)
¿A quién crees que engañas?
El es lo que tu más quieres,
ocultarlo tratas, es hermoso lo que sientes (Oh Noo).
No lo disimules, bien sabemos donde está tu corazón (Ohh).
Star se alejó para no seguir escuchando los reproches de sus hechizos, mientras que la Araña con Sombrero de Copa salió corriendo a toda prisa en dirección hacía la ruta más cercana al hotel Le Grand París.
(canta Star)
No van a oír que lo diga, no, no...
(cantan los hechizos)
Tu sueño es, no lo niegues (uh oh).
Star alzó su varita e hizo desaparecer a todos sus hechizos, menos a la Araña con Sombrero de Copa que en ese momento se encontraba en las puertas del hotel.
(canta Star)
Jamás lo haré, no hablaré de mi amor...
Star llegó hasta el Puente de las Artes y vio a una pareja colocando un candado en uno de los barrotes. Cosa que le recordó como fue cuando empezó su noviazgo con Tom Lucitor..., y el porqué terminó su relación con el.
Entretanto, la Araña con Sombrero de Copa se escabullía por los pasillos del hotel hasta la habitación de Star.
(canta Star)
Creía ya haber aprendido.
Siempre al inicio es hermoso.
Mi mente dice ten cuidado.
La varita de Star emitió un segundo brillo de color rosa...
(canta Star)
Por que no todo es maravilloso.
... y nuevamente los hechizos se volvieron a materializar para hacer coro en esta ultima estrofa.
(cantan los hechizos)
Claramente vemos que lo quieres y lo extrañas,
no lo aceptaremos, date cuenta que lo amas (uh oh).
Star quiso alejarse, pero a donde iba varios hechizos la alcanzaban para cortarle el paso.
(cantan los hechizos)
Trata de admitirlo, tienes que aceptarlo,
muy enamorada estás (Ohh).
Star intentó correr nuevamente pretendiendo no hacer caso a lo que decían sus hechizos, mientras que la Araña con Sombrero de Copa encontró lo que buscaba en el velador de su habitación del hotel.
(canta Star)
No van a oír que lo diga, no, no...
Star dejó de correr cuando de lejos alcanzó a ver al retratista de esa misma tarde, dibujando a una pareja de jóvenes enamorados que posaban en la misma forma en que lo habían hecho ella y Marco. Es decir, con la chica reposando la cabeza en el hombro de su novio.
Star no pudo evitar sonreír al recordar ese lindo momento que compartió junto a Marco y los símbolos de sus mejillas brillaron...
(cantan los hechizos)
Ya ríndete, tu sonrisa es de amor.
Pero inmediatamente cerró los ojos, sacudió la cabeza con escepticismo y se alejó por otro rumbo.
(canta Star)
No insistan más, no diré que es amor.
(cantan los hechizos)
Quieras o no te atrapó el amor.
Sus hechizos fueron tras ella tratando de convencerla; al tiempo que la Araña con Sombrero de Copa ya emprendía su camino de regreso desplazándose a toda velocidad saltando de un edificio a otro, llevando consigo un papel cuidadosamente enrollado en su espalda.
(canta Star)
No pidan más que lo diga...
(cantan los hechizos)
No lo evitará.
(canta Star)
No harán jamás que lo diga...
Star fue acortando el paso al llegar al parque, donde fue a sentarse enfurruñada en una banca de brazos cruzados. Sus hechizos la rodearon persistentes, y la Araña con Sombrero de Copa aterrizó junto a ella y colocó cuidadosamente el papel a su lado.
(cantan los hechizos)
Su orgullo no deja que hable de amor...
Star rozó el papel con la punta de los dedos, lo tomó en sus manos con delicadeza, y lo desenrolló para ver de nuevo ese hermoso retrato con ella reposando su cabeza en el hombro de su mejor amigo.
(canta Star)
(Ohh)
Nadie sabrá...
No hablaré de mi amor...
Los hechizos sonrieron enternecidos y fueron desapareciendo lentamente para dejar a la princesa a solas inmersa en su felicidad. Ahora todo estaba claro para Star. Reconoció que después de tantas aventuras juntos, tantos jueves de amistad, tantos momentos en que cada uno sacó lo mejor del otro, y tantos abrazos reconfortantes: Si, había terminado por enamorarse de su mejor amigo.
Star se sintió aliviada, liberada, como si se hubiese quitado un enorme peso de encima. De sus ojos brotaban lagrimas de alegría, ya que ese sentimiento la hacía feliz; pero al mismo tiempo eran también de tristeza, pues sabía que ya era tarde para hacer algo al respecto. Había perdido su oportunidad, pero nada de eso importaba ahora. Star amaba a Marco, y si Marco era feliz con Jackie ella también era feliz. Ya no tenía caso lamentarse. Lo único que le quedaba por hacer era ser una buena amiga y apoyarlos a ambos en su relación, y eso es lo que haría.
Recordó entonces que esa era una noche muy importante. Era la noche en que Marco había planeado una hermosa velada romántica para pedirle a Jackie, la chica de sus sueños, que fuese su novia formalmente (aunque ya se había besado varias veces con ella y el plan en si no tenía motivo de ser; pero que más daba, así era el buen Marco). Star quería presenciar ese momento, no para espiar a la pareja en un inconsciente arrebato de celos como había hecho antes, sino para brindarles su apoyo moral.
La princesa sonrió, enrolló el papel con cuidado y lo puso a un lado de la banca, se secó las lagrimas, alzó su varita, cerró los ojos e inspiró profundamente.
–Invoco al ojo que todo lo ve, para enseñarme lo que no se...
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