➺ O3




—Es linda ¿no?—preguntó Peter mientras Beatriz caminaba de reversa sin perder la vista de la nave cuyos árboles iban ocultando con cada paso—cuando volvamos puedo mostrarte el interior.






Las hojas crujían con cada paso que daban, la fría brisa matutina movía el cabello suelto de la chica quien mantenía las manos en sus bolsillos. Finalmente caminó de manera correcta y devolviéndole la mirada a su acompañante asintió emocionada.








—Oye, no me odies pero ¿qué es un compresor?—él se detuvo, con una clara muestra de confusión en el rostro. Beatriz se encogió de hombros teniéndole enfrente—es que me daba pena preguntar enfrente de tus amigos.








—Bueno, es más pequeño que un vortex y se parece mucho a un convertidor de...—dejó de hablar al ver su rostro—no tienes ni idea de lo que estoy hablando ¿verdad?









—Ni un poquito.










—Uh...—se llevó la mano al cuello tratando de buscar las palabras necesarias—es una pieza metálica así de grande—hizo la señal con sus manos—con dos orificios a los lados.










—Mi papá tiene muchos fierros olvidados en el cobertizo de mi abuelo, algo podremos encontrar.










Continuó caminando sabiendo que Peter le seguiría. No faltaba mucho para llegar a la cerca metálica que cubría los límites del terreno familiar. El cielo se pintaba poco a poco de naranja dando lugar a los primeros rayos de sol del día. Un grupo de perros corrió a la puerta en cuanto lograron reconocer a Beatriz saliendo de entre la vegetación, siendo un detalle que olvidó por completo; se volverían locos, ladrarían llamando la atención y...









—¡Hola pequeños!—dijo en voz baja mientras acariciaba las cabezas de quien podía. Estaban vueltos locos, si, pero por el cariño que Peter les daba a través de la reja—creo que tus perros me aman. ¿Cuáles son sus nombres?









Había logrado abrir la pequeña puerta dejándole entrar primero. Los animales seguían brincando a su alrededor.










—El de collar azul es Cap, el de rojo es Tony, morado Hawkeye, verde Hulk y amarillo Thor. Como los Vengadores.










—¿Y esos quienes son?—preguntó avanzando detrás suyo rumbo al cobertizo, la primera estructura a la vista—¿es una especie de boyband?









Giró la cabeza enarcando una ceja.









—Según las noticias son los "héroes más poderosos del planeta"—ella abrió la puerta metálica y encendió la luz del interruptor en la pared—pero para ellos el planeta sólo es Estados Unidos así que...









Beatriz cerró la puerta detrás de él. La anécdota se había convertido en una queja y honestamente no le molestaba. Se le dificultaba relacionarse con las personas y Peter comenzaba a agradarle.









—Suenan como unos idiotas. En cambio nosotros, los Guardianes de la Galaxia, en verdad nos dedicamos a salvar planetas.









—Esa sí suena como una boyband.










—Espera, ¿nunca has escuchado hablar de los Guardianes de la Galaxia?—negó y él le miró ofendido—bueno, no importa. Sólo protegemos a la galaxia entera y hemos salvado al universo dos veces. Apuesto a que los Vengadores no tienen un curriculum tan asombroso como el nuestro pero si...









Ella soltó una risita ante su reacción, le parecía dulce y si esa era su manera de intentar impresionarla estaba sirviendo. Aunque siendo sincera ya se la había ganado con el simple hecho de haber sido amable. No podía decir lo mismo de todos los hombres y menos en donde vivía.









—Bueno, por lo menos ustedes parecen un grupo más diverso y simpático. Aunque en realidad tengo algo así como prohibido hablar mal de ellos porque el Capitán América es el mega crush de mi mamá...—suspiró deteniéndose frente a la estantería llena de piezas oxidadas—¿está tu compresor por aquí?









—Wow—miraba con detenimiento las tres hileras que sobrepasaban en altura a Beatriz—son muchas piezas. Esto nos llevará un buen rato.









—No te preocupes, puedo despejar mi agenda. ¿Qué es más importante que ayudar a los Guardianes de la Galaxia?

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