➺ 47



Beatriz miraba el cielo naranja de Titan. Lucía tan muerto y desesperante como todo a su alrededor: los edificios con formas peculiares abandonados, las calles cubiertas de polvo, las ruinas olvidadas por el tiempo. Trató de imaginar cómo es que ese lugar se vio antes de lo que sea que le llevó a su fin pero le fue difícil.






—¿Pero qué le pasó a este planeta?—preguntó Quill sosteniendo un pequeño y resplandeciente dispositivo analizador—está ocho grados fuera de su eje. La fuerza gravitatoria está muy inestable.






—Si, tenemos una ventaja. Él vendrá a nosotros—le siguió Iron-Man. En el fondo se encontraba Mantis brincando animadamente en un objeto que Beatriz ni siquiera se molestó en pensar qué era. Spider-Man le miraba confundido—escuchen, tengo un plan. O al menos los comienzos de uno.






Todos se acercaron para escucharle. Se notaba la clara confusión en el rostro de Star-Lord ante la actitud que tomaba el Vengador.






—Muy simple. Atraerlo, capturarlo y obtener lo que necesitamos—Peter apretó los labios entrecerrando los ojos para luego mirar a su novia—no quiero una pelea con él, sólo queremos el guante...¿estás bostezando?






Drax estaba efectivamente bostezando. Beatriz se cubrió la boca con la mano para ocultar la pequeña risa que soltó.






—¿En medio de esto? ¿Mientras explico el plan? ¿Siquiera escuchaste lo que dije?






—No—respondió con sinceridad—dejé de escuchar cuando dijiste "necesitamos un plan".






—Okay, el Maestro Limpio está en otra onda—lo acusó con Star-Lord—¿y tú de qué te ríes?






—De nada—le dijo restándole importancia. Stark le devolvió la atención a Peter sintiéndose ofendido por la situación.






—Si, mira, eso de planear no lo hacen ellos.






—Entonces ¿qué hacen? No entiendo—preguntó el más joven de todos.






—Patear huesos. Triturar traseros—Mantis sonaba muy confiada de sus palabras, mismas que Drax respaldaba.






El hombre de traje rojo suspiró rindiéndose.






—Sólo acérquense, por favor—nadie le hizo caso, ni siquiera Beatriz que sólo se limitaba a verlo divertida, así que volvió a recurrir al líder de los Guardianes—señor Lord. ¿Les dirías que formen un círculo?






—Señor Lord...Star-Lord está bien—hizo el gesto y al momento el par se acercó. Beatriz dio un paso adelante quedando justo a su lado ganándose una mirada cansada de Stark.






—Tenemos que unirnos—empezó—porque si sólo lo atacamos con nuestra briosa actitud...






—Oye, no nos llames briosos—Peter habló defendiéndose para después murmurarle a la castaña—¿qué es eso?






Sólo ignóralo—le respondió sabiendo que los veía y escuchaba—yo veo que habla pero hasta allí.






—¿Eso es español?—el muchacho frunció el ceño curioso.






—¿Sabes español?—él negó. Peter sonrió sabiendo que era el único presente que la entendía, acto seguido avanzó un poco hacia dónde Tony—oye, me gusta tu plan...excepto que es un asco. Déjame a mi el plan y con suerte lo volveré bueno ¿si?






—Cuéntale del baile que salvó al universo—el orgullo se notaba en la voz de Drax.






—¿Cuál baile?






—No, no es nada...






—¿Cómo en Footloose?—Beatriz enarcó una ceja sorprendida de que alguien de la edad de su hermana conociera la película.






—¡Exacto, como en Footloose! ¿Aún es la mejor película en la historia? Bueno, junto a Jurassic Park—señaló a la chica quien sonrió por el comentario.





—Nunca lo fue...—la expresión de Quill cambió radicalmente—¿y Jurassic? Es un clásico pero hay muchísimo mejores en la ciencia ficción.






—¿Qué tal si primero terminas la secundaria y luego opinas?—habló Beatriz tratando de no perder la calma.






—Deja de darles cuerda ¿si?—le regañaba Iron-Man—Flash Gordon y Leia malhumorada no están ayudando en nada.






—¿Si saben que esos son halagos para nosotros?—el líder de los Guardianes se llevó las manos a la cintura—no olvides que soy mitad humano, el 50% de mí es estúpido que es su 100%.






—Excelentes matemáticas, genio. Pero tu novia también es humana ¿qué no?






—Me refiero al género masculino, Robocop.






—¿Bea?—ella miró a Mantis quién le tomaba del brazo—¿es normal que haga eso?






A lo lejos, el tal Strange flotaba en una posición algo extraña meditando. Pero esa era la parte normal pues se movía como si estuviera en un videojuego rayado además de un ligero humo verdoso rodeando sus brazos.






—Uh, oigan, creo que su amigo se buggeó.






Todos miraron lo mismo que el par de mujeres igual de confundidos.






—¡Strange! ¿Todo bien?—Iron-Man se dirigió a él quien parecía moverse más rápido hasta caer del trance, siendo atrapado casi al instante. Jadeaba como si hubiera corrido un maratón—volviste. Estás bien.






—¿Qué estaba haciendo?—preguntó el tercero de su grupo.






—Avancé en el tiempo para ver futuros alternos y estudiar los posibles resultados del conflicto que viene.






—¿Cuántos viste, doctor?






—Catorce millones seiscientos cinco finales.






—¿En cuántos ganamos?






—En uno.






Beatriz observó a todos los presentes retrocediendo poco a poco. Esto era lo que los ojos de Gamora reflejaban todas las veces que mencionaba a Thanos y era justamente a lo que se refería cuando le hizo la promesa horas antes. Sin darse cuenta chocó con Mantis y ese pequeño toque bastó para que la de antenas hablara en voz alta.






—Estás aterrada.






Antes de que la atención se posara en ella se dio media vuelta para alejarse del tan aleatorio grupo de combate.






—Eso va a ser un problema—señalándola, Tony Stark suspiró.






—Te aseguro que no—dijo Star-Lord con firmeza.






No era común que se comportara de esa manera. Siempre actuaba con confianza en cada misión, incluso muchas veces solía ser quien les ayudaba a mantener los pies en la tierra. Había algo que Peter Quill no sabía y quería hacerlo. Por eso se detuvo un instante para pensar en lo que estaba por decir antes de alcanzarla a la distancia. Mantenía los brazos cruzados intentando abrazarse a sí misma.






—Ya no tienes porqué hacer eso ¿recuerdas?—habló en una voz suave y tranquila.






Alguna vez le llegó a contar la situación con que creció en su casa que había sido casi contraria a los ocho años qué él pasó al lado de su madre, siendo el afecto físico en lo que más contrastaban. Un abrazo nunca fue problema para Peter, pero sí para Beatriz que sólo obtenía en su cumpleaños y funerales. Eso cambió drásticamente teniéndole a su lado, no siendo esta ocasión la excepción pues ponerse enfrente suyo bastó para que se refugiara en sus fuertes brazos.






—Gamora me habló de esto y no quise creerle hasta que fue muy tarde.






—Hey—se apartó un poco para poder verle a los ojos—no culpa tuya, ni de Gamora. Eso es lo que hace Thanos. La lata gigante y yo idearemos un plan para que esto acabe de una vez por todas...sobre todo yo porque se nota que no sabe nada acerca de titanes morados espaciales terroristas.






Una sonrisa sincera se dibujó en sus labios. Se acababa el universo y Peter Quill seguía siendo Peter Quill.






—Allí está. Eso es lo que me hacía falta—dijo refiriéndose a la expresión que tenía. Acto seguido besó dulcemente su frente—ahora vamos a patearle el trasero a ese, literalmente, gigantesco idiota y recuperemos a nuestra amiga ¿te parece?






Asintió antes de volver a sentirle cerca en otro abrazo. Nunca se cansaría de aquello.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top