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El hombre fue dejado en la mesa tras ser rescatado, rodeado por los Guardianes que le miraban con curiosidad pues seguía inconsciente. Beatriz entrecerró los ojos observando su rostro y cruzándose de brazos. Estaba segura que de algún lado lo reconocía pero no sabía de dónde o cómo.
—¿Cómo es que este tipejo sigue con vida?—preguntó Peter.
—No es un tipejo...y tú si—Drax dijo señalándolo—él es un hombre atractivo y musculoso, Quill.
Si las miradas mataran ni el mismísimo Drax el destructor sobreviviría a la manera en que Beatriz le veía. El mencionado, claramente ofendido no podía creer lo que su amigo decía.
—Lo dice el pitufo con esteroides—Beatriz dio un paso adelante sin importarle la expresión se Drax—no le hagas caso, mi amor.
—No defiendas lo indefendible, Betty. Tu "amor" está a un sándwich de reventar—si pensarlo dos veces y al tenerlo cerca, recibió un golpe en la cabeza—¡oye!
—Rocket tiene razón—añadió de nuevo el destructor haciendo gestos señalando su abdomen.
—¿Qué? ¿Bea tú crees que...?—miró a su novia quien negó tomando su brazo tranquilizándolo.
Acto seguido se dirigió a Drax al otro lado de la mesa para señalarlo y después pasar su dedo por la garganta lentamente. Por lo general era una persona que en vez de crear conflictos entre ellos los detenía pero cuando trataban de pasarse de listos con Peter la cosa cambiaba totalmente.
—Está ansioso—interrumpió Mantis tocando la frente del desconocido haciendo que sus antenas brillaran—enojado. Siente una pérdida dolorosa y culpa.
Sin soltar a Peter, Beatriz volvió a mirarlo llevando su otra mano a sus labios pensativa. Lo tenía en la punta de la lengua más simplemente no venía nada a su mente.
—Parece que un pirata tuvo un bebé con un ángel...
—Es tu tipo y fue amor a primera vista, ya entendimos Drax—se burló Beatriz.
Star-Lord escondió una risita apretando los labios ante el chiste. Rocket llegó a olfatear al inconsciente e incluso Gamora admiraba sus músculos.
—Bueno—respiró e inhaló profundo antes de continuar—despiértalo.
—Despierta—murmuró Mantis apenas tocándolo.
El sujeto se levantó de golpe gritando haciendo que todos retrocedieran y al mismo tiempo dándoles la oportunidad de armarse: Drax sostenía sus cuchillos, Gamora estaba lista con la mano sobre su espada, Rocket apuntaba con aquella arma de su tamaño y desde luego, Peter y Beatriz —él delante suyo un tanto protector— en conjunto desempuñaron sus blasters.
—¿Y ustedes quienes son?—dijo con voz profunda al darse media vuelta.
—Los Guardianes de la Galaxia. Acudimos a la llamada de auxilio—Peter miraba fijamente al hombre—¿tú quien eres?
—El que los llamó—Gamora miró a sus compañeros—Thor Odinson. Dios del trueno y...
—¡Un Vengador!—exclamó Beatriz bajando el blaster. Su novio le miró confundido—¿no te acuerdas? Mis perros se llaman como ellos. Thor era el más pequeño.
—Ignoraré eso. ¡Sí, soy un Vengador! ¿Eres de la tierra?—comenzó a dirigirse hacia ella pero Peter se interpuso entre ambos tras guardar el blaster. Por lo menos ya tenía la confianza de que no era un total desconocido.
—Es de México y déjame decirte que no es fan.
—¿De qué hablas? Todos en el mundo aman a los Vengadores.
—Ella no habita en ese mundo desde hace tiempo así que...—le barrió con la mirada sin bajar la guardia.
—Oye, Salma Hayek, ¿es tu secretario o porqué habla por ti?
—Es mi novio.
—Soy su novio, Star-Lord. Y ella es Star-Girl. Más respeto ¿si?
—Ay que bonitos, hasta alias que encajan tienen—Peter ladeó la cabeza entrecerrando los ojos ante su comentario.
—Ya basta de marcar de territorio, Quill—interrumpió Rocket subiéndose a la mesa—disculpa a mi amigo es medio rarito. Me llamo Rocket, la de las antenas es Mantis, ese es Drax, Gamora y Groot.
Thor saludó con la mano a los mencionados que ya habían guardado sus armas.
—Ahora que ya todos nos presentamos—Gamora se acercó a la mesa—¿hay algún otro sobreviviente o...?
El rubio retrocedió hasta sentarse en una de las sillas vacías con una expresión que no les decía nada bueno.
—Oye...¿quieres algo de comer?—le preguntó Beatriz acercándose.
No podía creer que estaba actuando como su abuela queriendo confortar con comida pero en realidad no sabía exactamente qué hacer. Él asintió con la mirada baja. Peter entrecerró los ojos dándole un último vistazo antes de seguir a su novia a lo más cercano a una cocina que tenían en la nave a un par de metros de donde yacía la mesa.
—¿De verdad eso es un Vengador?—dijo en voz baja recargándose en el metal donde ella puso el bowl.
—Que yo recuerde era el más exótico de todos—movía con la cuchara la mezcla para que pudiera convertirse en una especie de sopa—lanzando rayos y golpeando cosas con un martillo mágico.
—Un martillo. Qué tonto.
Se puso de puntillas para besar su mejilla tras terminar de preparar lo que hacía. Tomando el plato regresó a donde se encontraba, ahora siendo cubierto por una manta cortesía de Gamora.
—Gracias—Beatriz le sonrió amablemente. Y sin desperdiciar tiempo comenzó a comer—justo necesitaba recargar energía antes de ir tras Thanos.
—¿Thanos?—repitió Gamora casi en un murmuro. Como si temiera decir su nombre.
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