Capítulo 45

Jungkook se sentía que su corazón de saldría de su pecho en cualquier momento, estar viendo a Jimin allí frente a el, se sentía como estar en las estrellas, fue como un choque de las galaxias, tantas emociones intensas y añoradas, una mezcla de amor, alivio y dolor que los envolvió en cuanto sus ojos se encontraron.

Con el bebé en un brazo, extendió el otro hacia Jimin, tirando de él para abrazarlo con una fuerza que parecía querer borrar cada segundo de la distancia que los había separado.

Ese abrazo era su forma de asegurarse de que no era un sueño, que Jimin realmente estaba allí, en sus brazos, y que esta vez no dejaría que nada los separara.

—Te extrañé tanto, Jimin... —susurró una y otra vez, su voz temblando mientras apretaba a su esposo contra su pecho, cada palabra era una súplica, un desahogo, un eco del vacío que había sentido durante su ausencia.

Jimin, escondió su rostro en el cuello de Jungkook, dejó escapar un suspiro tembloroso antes de responder, su voz rota pero llena de sinceridad— Yo también te extrañé... Te amo tanto, Jungkook. Lo siento, lo siento tanto por haberte dejado —Sollozó —Era la única forma de protegerte, de salvarlos a todos—

Jungkook cerró los ojos, inhalando el aroma familiar de Jimin, una fragancia que había temido olvidar. Sacudió la cabeza ligeramente, sintiendo el alivio llenarle el alma —No importa... estás aquí ahora, eso es lo único que me importa. No vuelvas a dejarme, Jimin. No sabes cuánto te necesito—

Jimin le acarició la espalda, asintiendo mientras las lágrimas empezaban a caer por sus mejillas. —Te lo prometo, Jungkook... A partir de ahora, siempre estaremos juntos—

—Te amo — Volvió a repetir y con cuidado, Jungkook aflojó un poco el abrazo, solo lo suficiente para poder mirarlo a los ojos.

Observó cada detalle de su rostro, como si quisiera memorizarlo de nuevo, sus ojos brillantes, su bonitas mejillas, sus labios rosas, y esos preciosos risos dorados de su cabello, quería grabarlo en su mente y en su corazón.

Y entonces, sin dudarlo, se inclinó hacia él, uniendo sus labios en un beso cargado de todas las emociones reprimidas, de los “te amo” que no pudo decir, de las noches en vela, de la esperanza que nunca se apagó.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras se besaban, cada lágrima era un reflejo de todo lo que habían pasado y de todo lo que habían ganado al reencontrarse.

El mundo a su alrededor se desvaneció; no existía nada más que ese momento, sus corazones latiendo al mismo ritmo, sus labios encontrando consuelo y amor en el otro.

Cuando finalmente se separaron, ambos respiraron hondo, pero no soltaron sus manos, como si con ese contacto pudieran reafirmar que, pase lo que pase, ahora estaban juntos.

Jungkook miró el rostro de su bebe, sintiendo que su corazón no podía estar más completo. Los ojos del pequeño brillaban con esa inocencia pura y, al verlos juntos, su amor por Jimin se hacía aún más profundo. En ese momento, todo lo vivido, el dolor y las batallas, parecían desvanecerse en el resplandor de ese instante, donde solo ellos tres existían.

—Este bebé —dijo Jungkook, su voz llena de orgullo— es el milagro de nuestro amor, Jimin. Es nuestro hijo, fruto de lo que somos juntos —

Jimin levantó la mirada hacia él, sorprendido y con una ternura que hacía que el aire se volviera más suave. Con los ojos abiertos de asombro y con una sonrisa apenas contenida —Pero, Jungkook… ¿cómo es posible? Me dijiste que no podíamos tener un hijo porque… —su voz se entrecortó un poco— porque ambos somos hombres—

Jungkook sonrió, con una mezcla de complicidad y ternura, y levantó una ceja mientras respondía —Este pequeño nació del fragmento que me dejaste, Jimin. Tú… nos dejaste una parte de ti porque lo deseabas, aunque ni tú mismo lo supieras del todo—

Jimin miró al bebé y con cuidado lo tomó en sus brazos, aún sin poder creer el milagro que sostenía, nunca había visto un bebé humano antes, y era la criatura mas preciosa que sus ojos admiraban, con extremo cuidado, acarició su mejilla, dejando que la realidad de lo que veía llenara cada rincón de su ser.

—No sabía que sería posible, pero me alegra que así sea —dijo con un susurro de adoración— Nuestro hijo… y se parece tanto a ti, Jungkook—

Los ojos de Jimin se llenaron de un amor tan puro y profundo que hizo que Jungkook sintiera que el universo entero se inclinaba ante ellos, así que se acercó y los abrazó a ambos, sintiendo su vida completa.

—Gracias, Jimin —dijo, su voz suave y cargada de emoción—. Eres el ser más maravilloso que existe, y me has dado el regalo más hermoso… nuestro hijo. Ahora somos una familia—

Juntos, en ese abrazo, encontraron la paz que tanto anhelaron, y un amor que superaba cualquier límite, por fin, podían ser solo ellos tres: una familia unida por el milagro de su amor.

Este momento único quedaría grabado en sus memorias, en ese momento Jungkook se incorporó y miróa Jimin, quien aún observaba a su hijo con una mezcla de asombro y ternura, sintió una calidez profunda en su pecho.

Había algo mágico en ese instante, como si el mundo, después de tanta tormenta, les estuviera regalando paz .

—¿Crees que puedas caminar para regresar? —preguntó Jungkook, viendo la dulzura en el rostro de Jimin.

Jimin levantó la mirada, haciendo un puchero adorable y bajando los hombros —No sé… creo que mis piernas están un poco débiles… Y también tengo hambre—

Jungkook soltó una risa suave —Te llevo yo, entonces —Con cuidado, volvió a asegurar al bebé en el portabebés y se agachó, dándole la espalda a Jimin. —Sube, te llevaré a la comida—

Jimin no dudó. Se subió a su espalda, rodeando su cuello con sus brazos y apoyando la barbilla en su hombro.

Jungkook sintió la calidez de su aliento, y por un momento, le pareció que todo el tiempo que había pasado sin él se desvanecía. Era como si nunca se hubiera ido, como si siempre hubieran estado juntos.

Después de unos minutos de silencio, Jimin suspiró, apoyado cómodamente —¿Cuánto tiempo ha pasado, Jungkook? —preguntó con un toque de melancolía— ¿Desde que… tuve que irme? —

Jungkook, con una mezcla de tristeza y alivio, respondió sin voltear la cabeza. —Más de un año. —Notó cómo Jimin se tensaba ligeramente en su espalda.

—¿Tanto tiempo? —Jimin alzó el rostro, con los ojos llenos de sorpresa.

Jungkook asintió suspirando, habían sido días grises para el —¿No recuerdas nada? ¿Cómo llegaste hasta este bosque? —

Jimin negó suavemente, sus ojos brillaban con algo de confusión. —No, solo recuerdo la explosión. Fue tan fuerte… sentí que toda mi energía se iba. Todo se volvió oscuro, solo pensaba en proteger a la humanidad. Después de eso, no sé nada más—

—Lo lograste, Jimin. Gracias a ti, la humanidad está a salvo y libre de la infección. Las ciudades están reconstruyéndose, poco a poco recuperando su luz— Le dijo Jungkook.

Jimin asintió, sus ojos mostraban un alivio profundo y sincero. —Qué gran noticia… saber que todo  no fue en vano. ¿Y el escuadrón? ¿Qué pasó con todos? —

Jungkook sonrió mientras avanzaban por el bosque. —Están bien, cada uno sigue haciendo su trabajo, pero ahora… con una paz que nunca tuvimos. —Hubo una pausa.

—¿Y Hoseok? — Quizo saber de inmediato.

Jungkook sonrió —Hoseok está trabajando en un albergue para niños huérfanos. Ah, y… ahora está casado con el vicecomandante Kim Taehyung—

Jimin abrió los ojos sorprendido, y una risa suave escapó de sus labios. —¡No puedo creerlo! Hoseok y Taehyung…

—Sí, y Namjoon cayó en la tentación de SeokJin y ahora son novios —continuó Jungkook con una sonrisa—Namjoon ahora es el comandante del escuadrón—

Jimin frunció el ceño, confundido —¿Y tú? ¿Por qué ya no eres el comandante? —

Jungkook hizo una pausa, girando un poco su cabeza para ver la expresión inocente de Jimin —Porque ahora tengo una misión mucho más grande, mucho más importante que cualquier puesto en el ejército—

Jimin parpadeó, intrigado. —¿Cuál es esa misión? —

Jungkook se detuvo un momento, dejando que el silencio diera peso a sus palabras. —Ser un buen esposo… y un gran padre —Dio una pequeña sonrisa— Mi misión es hacer felices a las dos personas que más amo en el mundo—

Jimin sonrió, y sin decir nada más, se inclinó y le dio un suave beso en la mejilla, dejando que ese gesto hablara por él. En ese momento, en medio del bosque que alguna vez fue testigo de su amor, Jimin y Jungkook encontraron algo aún más poderoso: la promesa de una vida juntos, tranquilamente, como familia.

Al llegar al claro, dejó a Jimin sobre una manta suave sobre el pasto y con cuidado colocó al bebé a su lado con cojines y almohadas.

La luz del sol atravesaba las ramas de los árboles, creando destellos cálidos alrededor de ellos, mientras el canto de los pájaros llenaba el aire.

Jungkook sacó un poco de comida que había preparado con esmero, y mientras servía —No es tan buena, como la tuya, pero sabe bien—

Jimin lo observaba con una sonrisa dulce, su mirada llena de gratitud y cariño—Cuando volvamos a casa, te cocinaré algo delicioso, como solía hacerlo —prometió.

—Eso suena perfecto…

—¿Y dónde está nuestra casa? —preguntó con ternura.

Jungkook suspiró, sintiendo una mezcla de emociones. Se rascó la nuca, algo avergonzado —Bueno… por ahora seguimos en el complejo militar. Aunque ya no soy comandante, aún tengo vínculos con el ejército, y mi padre es el comandante supremo —explicó.

Jimin asintió recordando al hombre.

— Pero, estoy aquí para decidir dónde empezar nuestro hogar, construir nuestra casa colorida, plantar el huerto… —Hizo una pausa y miró a Jimin—Perdóname por no tenerlo listo aún. He estado… ocupado, pero quería que plantáramos el manzano juntos. No quería hacerlo sin ti—

Jimin le dedicó una sonrisa llena de calidez, esa sonrisa que siempre lograba borrar cualquier duda en el corazón de Jungkook —No te preocupes, mi Jungkook Podemos sembrarlo juntos ahora, construir nuestro hogar, el jardín… ¡y también nuestro árbol de manzanas! —dijo Jimin, lleno de entusiasmo, sus ojos reflejando una alegría pura que hacía que Jungkook se sintiera completo—Ahora prepararé una tarta, y papilla para el bebé —

Jungkook se quedó observando a Jimin mientras comía y luego jugaba con el bebé, sosteniéndole las manitas y haciéndolo reír con suaves cosquillas.

Verlos así, juntos, llenaba su corazón de una paz y felicidad indescriptibles; cada sonrisa y cada risa de ellos se grababa en su memoria como los momentos más preciosos de su vida, está definitivamente era una segunda oportunidad fue le había dado el destino y la aprovecharía al máximo.

—Jungkook… —murmuró, sin quitarle la vista al bebé—Aun no me has dicho, ¿Cómo se llama nuestro hijo? —

Jungkook se rascó la nuca, un poco avergonzado —Aún no tiene un nombre —Confesó, sonriendo—Solo le he llamado “bebé” porque no estaba seguro de qué nombre ponerle—

Jimin rio suavemente, sus ojos brillando con cariño —Creo que deberíamos elegir uno juntos. Hoonie me dijo que los padres son quienes eligen los nombres, y nosotros somos sus padres—

Ambos se miraron, pensativos, intentando encontrar el nombre perfecto.

Después de unos momentos de reflexión, Jimin infló las mejillas y dejó salir un suspiro —Es más difícil de lo que pensé —murmuró, con una expresión adorable.

Jungkook soltó una pequeña risa mientras miraba el rostro de su hijo, quien también parecía observándolo con curiosidad, Tenía el cabello negro y brillante, los ojos profundos y expresivos de Jimin, y su piel pálida radiante, deseaba que su hijo tuviera lo mejor de este nuevo mundo, pudiera crecer siendo amado y disfrutar cada momento de su vida.

—¿Qué te parece Yoongi? —sugirió Jungkook suavemente—. Significa “crece y vive bien”. Eso es lo que más deseamos para él como padres… que crezca, sea feliz y tenga lo mejor en su vida—

Los ojos de Jimin se llenaron de emoción. Asintió, con una sonrisa dulce y tierna —Yoongi suena perfecto. Es un nombre hermoso. —Tomó la pequeña mano del bebé y le susurró con cariño—. Quiero que crezcas hermoso y fuerte, y seas muy feliz—

Jungkook se inclinó hacia el bebé y, con una calidez que jamás había sentido, murmuró—Así es como te llamas, pequeño… Jeon Yoongi—

Ambos lo miraron en silencio, abrazando aquel nombre, abrazando el nuevo comienzo que habían soñado y que por fin estaban construyendo juntos.

Este lugar se convertiría en su hogar.

Hola mis amores, leí varios comentarios, siempre me estaban preguntando por Yoongi, pero el estaba esperando hasta el final hacer su aparición, como una preciosa mini motita el cual recibirá todo el amor que sus padres le darán.

¿Por qué lo elegí?, porque quería que Yoongi naciera en un mundo nuevo donde no tenga que sufrir ninguna perdida, ni estár en peligro, solo que sea feliz 🥹

El proximo capitulo es el final 🥹

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