Capítulo 25
Los ojos de Jeon estaban fijos en los arbustos, preparados para lo peor, ya fuera un infectado o un animal salvaje, no dejaría que se acercara. Sin embargo, lo que salió de entre las ramas lo tomó por sorpresa.
—¡Espere, somos nosotros! —se escuchó la voz calmada de Namjoon mientras él y Taehyung salían del matorral con las manos levantadas. Ambos iban armados y vestidos con los uniformes del escuadrón Cerbero, impecables como siempre.
Jeon bajó su arma lentamente, aliviado, pero con una severidad en sus ojos que reflejaba su sorpresa.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó con un tono firme, sin ocultar su molestia.
Namjoon, el vicecomandante, se adelantó un paso, siempre sereno —Recibimos su señal de emergencia —
Sus palabras hicieron que Jeon frunciera el ceño de inmediato. Sabía que la única señal de emergencia que había enviado era para el brazalete de Jimin, y esa señal no debía haber alcanzado a los demás.
—Debe haber sido una señal general —agregó, con incomodidad visible.
—La recibimos también y no podíamos dejar a nuestro comandante solo, ¿verdad?—dijo Taehyung con su característico tono pícaro, una sonrisa traviesa asomando en sus labios mientras miraba alrededor, notando la cercanía entre Jeon y Jimin —Aunque parece que no éramos tan necesarios después de todo—Sus ojos brillaban llenos de diversión mientras hacía un gesto con la mano hacia la manta y la posición cómoda en la que habían encontrado a ambos.
Namjoon, claramente incómodo, lo codeó en un intento de frenarlo. —No vimos nada... —aseguró, aunque sus orejas rojas traicionaban su vergüenza.
Taehyung continuó con una risa ligera, disfrutando de la situación. —Sí, claro, no vimos cómo el comandante estaba, "acomodado sobre la manta”—El tono juguetón y la insinuación en su voz dejaron clara la situación.
Jeon, cuya reputación siempre había sido la de un hombre frío, calculador y distante, sintió una incomodidad que rara vez experimentaba.
Bajó la mirada brevemente, intentando ocultar su propia vergüenza, mientras el calor subía por su cuello y sus mejillas, a pesar de ser un soldado implacable en el campo de batalla, nunca había sido bueno manejando situaciones personales, y mucho menos con un público tan cercano.
—Cállate, Taehyung —murmuró Jeon con una mezcla de incomodidad y dureza, pero no pudo evitar que sus labios se torcieran en una ligera sonrisa, aunque fuera breve.
Justo en ese momento, se escuchó una tos incómoda detrás de los arbustos.
Jeon frunció el ceño, y de entre las ramas, emergieron más miembros del escuadrón, todos en silencio, observando la escena con una mezcla de seriedad y curiosidad.
Primero apareció Soobin, el especialista en comunicación, con una expresión algo incómoda al ser descubierto tan cerca de una escena privada.
Luego, detrás de él, salió Changbin, encargado de las municiones, seguido por Felix, uno de los francotiradores, con una sonrisa divertida pintada en su rostro.
Han, el médico del escuadrón, también se hizo presente, ajustando su mochila de suministros con una mirada neutral, como si estuviera evaluando la situación.
Pero lo que realmente hizo que Jeon levantara una ceja fue cuando vio a Hoseok, que parecía tener la intención de correr hacia Jimin con los brazos extendidos.
—¡Jimin! —exclamó Hoseok, pero antes de que pudiera llegar más lejos, Taehyung lo agarró del cuello de la camisa con fuerza, deteniéndolo en seco.
—Quédate quieto si quieres seguir viviendo —le advirtió Taehyung en tono serio, sus palabras cargadas de una amenaza que, viniendo de él, sonaban demasiado convincente.
Hoseok, claramente asustado, dejó de forcejear y levantó las manos en señal de rendición, aunque su entusiasmo no desapareció del todo.
El comandante frunció el ceño, sin poder ocultar su desconcierto—¿Qué hace un civil con ustedes? —preguntó Jeon con severidad, mirando directamente a Taehyung.
El sargento soltó un largo suspiro, como si hubiera esperado esa pregunta, respondió —Este escandaloso se coló en uno de los vehículos sin que nos diéramos cuenta—
Jeon apretó los dientes, intentando no perder la compostura—¿Cómo permitieron eso? —
Taehyung se encogió de hombros, manteniendo su tono relajado—Salimos de noche y con prisa, comandante. No hubo tiempo de hacer una revisión exhaustiva. —Después, le lanzó una mirada a Hoseok —. No se preocupe, yo me encargaré del civil. Además, ahora tenemos quien nos cocine mientras estamos fuera—
Hoseok, aún atrapado en el firme agarre de Taehyung, intentó soltarse, quejándose con frustración—¡Yo solo estaba preocupado Jimin! —dijo mientras seguía forcejeando— No podía dejarlo solo en una situación así—
Pero antes de que pudiera acercarse más, el agarre de Taehyung se hizo más fuerte, y el sargento lo mantuvo en su lugar, sonriendo pícaramente—Ten cuidado, civil. El comandante es muy celoso con lo suyo—
Hoseok se detuvo nervios por las palabras de Taehyung, mientras el resto del equipo reprimía una risa.
Jeon, por su parte, apretó los labios, claramente incómodo por el comentario, nunca había estado en una situación como está, no estaba acostumbrado a esas insinuaciones frente a sus subordinados.
Jimin, que había estado observando todo en silencio, soltó una pequeña risita tímida, lo que hizo que Jeon lo mirara de reojo, intentando no mostrar la incomodidad que sentía. Pero por dentro, el comandante se sentía dividido. Estaba acostumbrado a ser el líder implacable del escuadrón Cerbero, pero con Jimin, todo era diferente.
—Está bien, no peleen —dijo Jimin con una sonrisa suave, tratando de aliviar la tensión—. Hoseok es mi amigo —
Jeon soltó un suspiro, relajando un poco su postura, aunque aún mantenía una mirada severa—Está bien —respondió finalmente— pero que no se meta en problemas, esto no es un juego—
Hoseok, aunque seguía atrapado por Taehyung, asintió —¡Prometo no causar problemas, comandante! —
Jeon respiró hondo, tratando de mantenerse firme a pesar del caos que se estaba formando. El aire de seriedad que siempre lo rodeaba parecía desmoronarse ante la presencia de su equipo, quienes, aunque leales y valientes, tenían la habilidad innata de desconcertarlo en momentos delicados.
—¿Alguien más? —preguntó Jeon con tono seco, mirando alrededor mientras los demás hacían todo lo posible por no reír.
En ese momento, Hyunjin salió de detrás de un árbol con una mano levantada y dijo con voz clara—Yo, comandante—
Jeon cerró los ojos brevemente, mientras exhalaba un largo suspiro, trataba de mantener la calma, pero la paciencia empezaba a agotársele.
Sabía que su escuadrón tenía las mejores intenciones, pero esto no era solo una misión cualquiera. Era algo mucho más complicado, algo que no estaba seguro de poder explicarles del todo.
—Perfecto… todos están aquí, ¿verdad? —dijo Jeon con sarcasmo, apretando la mandíbula mientras se giraba para mirar al grupo reunido.
—Solo nos falta el perro del escuadrón —murmuró Felix, lo suficientemente alto para que todos lo escucharan, provocando algunas risitas sofocadas.
Incluso Namjoon, que normalmente mantenía la compostura, tuvo que contener una sonrisa.
Jeon los fulminó con la mirada, pero no dijo nada. No quería arrastrarlos a lo que estaba por venir.
Jimin, detrás de él, observaba la escena con una mezcla de curiosidad e incertidumbre. Podía sentir la tensión en los hombros de Jeon, aunque también percibía algo más, una especie de protección férrea, como si no solo estuviera cuidándolo a él, sino también a su equipo.
Jeon apretó los labios, sintiendo un ligero dolor de cabeza formarse, sabía que no lograría deshacerse de ellos tan fácilmente, y tampoco podía permitir que se involucraran más de lo necesario. Esta misión, lo que Jimin representaba, era demasiado importante y peligroso.
—Entiendo sus intenciones, pero este no es el tipo de misión en la que quiero que se involucren más de lo necesario —dijo, bajando la voz y mirando a su escuadrón—. Esto es más grande de lo que creen—
El grupo cayó en un incómodo silencio. Todos sabían que cuando el comandante hablaba de esa manera, no había margen para cuestionarlo. Pero la curiosidad y preocupación por Jeon y Jimin era evidente en los rostros de cada uno.
Jimin, todavía procesando todo lo que había sucedido entre ellos, se inclinó hacia Jeon y susurró —Ellos solo quieren ayudarnos—
Jeon lo miró, y por un momento, su expresión se suavizó, quizá Jimin tenía razón, pero eso no cambiaba el hecho de que no quería poner a más personas en peligro.
Sin importar lo que Jimin fuera, Jeon había decidido que debía protegerlo. Y, a partir de ese momento, proteger a Jimin era su prioridad, por encima de todo lo demás.
Sin embargo, viendo las caras determinadas y preocupadas de su equipo, supo que no sería capaz de detenerlos.
—No se preocupe, comandante —dijo Namjoon, dando un paso adelante— La ciudadela A, quedó bien protegida, Jungwon y Haruto están al mando del resto del escuadrón Cerbero—
Jeon asintió lentamente, pero su expresión seguía siendo seria —Supongo que está demás preguntar si esta operación esta autorizada —murmuró, observando a su equipo, sabía la respuesta antes de hacer la pregunta.
—No lo está—respondió Namjoon sin dudar, mirando con determinación a Jeon— El comandante supremo dejó claro que debíamos permanecer en la ciudadela, pero sabíamos que usted estaba haciendo todo por su cuenta—
— Nuestra lealtad está con usted, comandante, como siempre, no íbamos a dejarlo solo. Además, era obvio que quería salvar a su pareja. Lo que sea que suceda después, no importa ahora — Aseguró Changbin.
Jeon apretó los labios, observando a su equipo, ellos pensaban que él estaba arriesgando todo para salvar a alguien que amaba. Y aunque, no estaban equivocados, la verdad sobre Jimin era mucho más complicada.
Taehyung intervino con una sonrisa ladeada, sin perder su estilo característico —Y como usted nunca nos dejaría tirados, nosotros tampoco lo haríamos, Sabemos que este tipo de decisiones siempre tienen consecuencias, pero estamos aquí para enfrentarlas juntos—
Jeon los miró uno a uno, reconociendo la verdad en sus palabras, sabía lo arriesgado que era todo esto, lo mucho que estaban poniendo en juego, pero no podía evitar sentir una leve gratitud por su lealtad.
Suspiró profundamente, pasando una mano por su rostro, mientras evaluaba la situación—Aprecio su lealtad, pero esto no es solo una misión de rescate —dijo Jeon, evitando por el momento entrar en detalles sobre Jimin. Sabía que la verdad debía revelarse en el momento adecuado, y todavía no era ese momento—. Si algo sale mal, las repercusiones serán serias—
—Fue nuestra decisión, no estamos aquí por órdenes suyas comandante —respondió Namjoon con firmeza, reafirmando lo que todos sabían. Nadie en el escuadrón Cerbero dejaría a Jeon solo, sin importar las consecuencias.
Jeon suspiró, mirando brevemente a Jimin, quien estaba a su lado, aparentemente ajeno a la carga que Jeon llevaba en el corazón —De acuerdo —dijo finalmente, tomando una decisión— Seguimos adelante, Pero esta misión es mi responsabilidad, no dejaré que carguen con las consecuencias de mis decisiones. —
TaeHyung sonrió con descaro y bromeó —Demasiado tarde, comandante, estamos aquí, y no nos vamos a echar atrás, además, tener una misión ilegal de vez en cuando mantiene las cosas interesantes—
Jeon negó con la cabeza ante el comentario, La seriedad en su mirada contrastaba con el ligero destello de gratitud que se asomaba en su rostro, como si luchara por mantener su fachada de comandante mientras reconocía la valentía de su escuadrón.
TaeHyung sonrió con complicidad al comandante, inclinándose ligeramente hacia él —No se preocupe, comandante. Todo está bajo control. No hay prisa para regresar y ser regañados —susurró con un tono burlón— ¡Esto podría ser nuestra última misión, tomémoslo como una excursión! Y en su caso, podría considerarse una luna de miel—
Namjoon y los demás soltaron risas, mientras Jeon los miraba con una mezcla de incredulidad y resignación.
Jimin, con su inocencia, frunció el ceño, sin comprender del todo el sentido de las palabras de TaeHyung.
—¿Luna de miel? —preguntó, genuinamente confundido, mirando a Jeon, quien rápidamente desvió la mirada.
Hyunjin intervino animadamente —y trajimos ropa para que se aseen y un poco de comida —dijo mientras le entregaba un bolso a Jimin— Le vendrá bien, especialmente después de lo que pasó—
Soobin asintió, agregando con seriedad —Los vehículos están bien ocultos. Al parecer, a los infectados no les gusta mucho las áreas boscosas, así que aquí estamos a salvo por ahora—
Han, el médico, se acercó con una sonrisa traviesa —Si necesitan algo, no duden en decírmelo, estoy aquí para cuidar de ustedes, si necesitan medicinas para cualquier dolor, o un poco de lubricación —dijo bajito, guiñando un ojo antes de darse la vuelta y marcharse.
—¿Debería quedarme aquí?—Preguntó Hoseok.
TaeHyung no le dio opción, tirando de él por el cuello de la camisa —No, tú quedas conmigo amigo, el comandante y Jimin necesitan espacio. Además, tú tienes un castigo pendiente por haberte colado en el vehículo sin que nadie se diera cuenta —dijo su tono mezcla de diversión y autoridad.
Hoseok protestó, maldiciendo entre dientes —Puedo caminar solo—
TaeHyung lo ignoró, dándole un empujón suave hacia el grupo que se alejaba—Y serás el encargado de preparar la cena. Así que ponte a trabajar, o tendrás que enfrentar la ira del escuadrón Cerbero—
—Pero, ¡yo solo soy el lava platos!, no se cocinar — Contestó.
Mientras TaeHyung empujaba a Hoseok hacia un lado, Jimin observó a su amigo con preocupación, pero Hoseok solo le guiñó un ojo antes de ser llevado por TaeHyung.
—No sé si esto es una buena idea —Con un suspiro de resignación y una sonrisa leve, Jeon observó cómo sus subordinados se perdían en el denso bosque, dejándolo a solas con Jimin.
No podía evitar sentirse asombrado por la forma en que su escuadrón había dejado de lado las órdenes para apoyarlo, dispuestos a arriesgarlo todo por él. Se dio cuenta de que, a pesar de la gravedad de la situación, había algo profundamente reconfortante en la lealtad y el sentido de unidad que habían construido juntos.
A medida que los ecos de sus risas se desvanecían, el comandante se sintió más seguro de que, aunque el camino por delante podría ser peligroso, no estaría solo en esta lucha.
Volvió a mirar a Jimin, quien parecía intrigado y confundido en partes iguales.
—¿Qué significa luna de miel? —preguntó Jimin haciendo un puchero, como si hubiera estado pensando todo el tiempo en eso, su curiosidad e inocencia genuina reflejándose en su bonito rostro.
Jeon se sintió un poco incómodo, con una mezcla de seriedad y ternura, se tomó un momento para explicarle, ante la inocencia y ternura que con la que Jimin preguntaba mientras intentaba encontrar una respuesta adecuada.
—Es… Es algo que las parejas hacen para disfrutar de su tiempo juntos… —dijo, su voz se desvaneció mientras una parte de él se preguntaba cómo explicar los matices de una relación humana a alguien como Jimin.
Jimin, con sus ojos grandes y brillantes, se iluminó al escuchar eso, su expresión inocente era un reflejo de pura emoción, y no pudo evitar preguntar con entusiasmo—¿Entonces somos una pareja?—
Jeon sintió un ligero rubor en sus mejillas al escuchar la pregunta, desvió la mirada, tratando de ocultar su incomodidad, pero no pudo evitar sonreír —Si tú lo aceptas… entonces sí, somos una pareja ahora —respondió con voz suave, sintiendo que las palabras le llenaban de calidez.
La felicidad de Jimin era contagiosa, asintió con entusiasmo, su sonrisa iluminando su rostro mientras miraba su brazalete. Después de un momento de reflexión, preguntó —¿Entonces, si somos pareja, eso significa que soy su esposa? —
Jeon tosió ligeramente, atrapado entre la sorpresa y la diversión—No, Jimin, la palabra correcta es esposo —corrigió con una sonrisa juguetona, su tono lleno de ternura.
Jimin se sonrió aún más amplio, mirando su brazalete —Me gusta ser el esposo del comandante Jeon —
Jeon no estaba muy seguro si Jimin comprendía del todo el significado de las palabras que estaba diciendo, solo suspiró y se acercó a Jimin dejándole un beso en la frente.
Hola mis amores, aquí tenemos a gran parte del escuadrón cerbero en apoyo a su comandante.
Gracias por leer, los amo mucho muchote.
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